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Los paradigmas teóricos de la comunicación


  1. El modelo de Harold Lasswell
  2. El modelo de Norbert Weaver y Claude Shanon
  3. El modelo de Schramm
  4. El modelo de Roman Jakobson
  5. El modelo de Maletze
  6. El modelo de Humberto Eco
  7. El modelo de Barry Jordan
  8. Enfoques interaccionales y relacionales
  9. La escuela de Palo Alto
  10. El Grupo de Philadelphia
  11. El interaccionismo simbólico
  12. Bibliografía

En este artículo se presentan los principales modelos o paradigmas teóricos de la comunicación la cual, sin dudas, juega un papel importantísimo en el proceso enseñanza aprendizaje de los alumnos. Es evidente que la calidad del proceso comunicacional es determinante en el desarrollo de las competencias que se promueven en las aulas.

Como menciona Murillo (2007, pág. 7), la comunicación es el medio para transmitir mensajes, ideas, y conocimientos entre los diferentes actores de la vida social y es a su vez "el medio que ha permitido a la humanidad vivir en sociedad" Bajo este contexto, la comunicación es fundamentalmente imprescindible dentro de la labor educativa, ya que los seres humanos no pueden aislarse tanto de sus iguales como de los objetos y situaciones que les rodean.

Pero si bien la comunicación es importante dentro de la educación es especialmente importante considerarla dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, "la comunicación en el proceso docente-educativo trasciende la participación de alumnos y maestros como emisores y receptores y a la dirección del flujo de información que comparten como contenidos de la enseñanza" (Fernández, 2000, s/Pág.).

La forma en que el profesor conduce el proceso de enseñanza aprendizaje se define como estilo, del cual se han realizado infinidad de clasificaciones, en el caso de Fragoso (1999) solo utiliza tres que son: el asertivo, el pasivo y el hostil, dando como resultado formas diferentes de interacción con los alumnos, por lo que "esto ha llevado a muchos a autores dentro de la psicología y la pedagogía a pronunciarse en cuanto a los estilos del profesor en su actividad docente y a la investigación sobre los favores que propician el desempeño de uno u otro estilo por parte del profesor en el aula, así como sobre las consecuencias de determinados estilos en el proceso de enseñanza y en la eficiencia del proceso de aprendizaje de los estudiantes".

Parra R.J.F. y Más S.P.R. (2011, s/Pág.) consideran que "las habilidades comunicativas, los estilos de comunicación y la competencia comunicativa precisan ser tratados en la íntima e indisoluble relación que los une y les da sentido y complementación, que les proporciona la coherencia y armonía que se expresan en la calidad de la planificación, la ejecución y los resultados del acto comunicativo".

Existen en la literatura diferentes paradigmas teóricos de la comunicación, aquellos que van desde un campo disciplinar específico hasta los que adquieren un enfoque interdisciplinar. Aquí se mencionan aquellos los que mayor influencia han tenido en el estudio en los últimos años.

El modelo de Harold Lasswell

La importancia del modelo formulado por Harold D. Lasswell radica en que realiza un análisis de los temas principales de la propaganda norteamericana, francesa, inglesa y alemana, considerado éste como el origen de los modelos cibernéticos y de la teoría de la información, el cual publica bajo el nombre de Propaganda Technique in the Word War. Este modelo tuvo enorme influencia tanto en la investigación norteamericana como la ciencia mundial de la investigación de masas. (Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011).

Aunque estática, esta visión de la comunicación fue referente para delimitar los elementos principales a tener en cuenta en el proceso comunicativo y además fue el precedente de otros modelos que entendían a la comunicación como un proceso dinámico y no como un mero acto.

El modelo de Norbert Weaver y Claude Shanon

Fueron los ingenieros Norbert Weaver y Claude Shanon quienes sentaron las bases para la creación de la teoría matemática de la comunicación. Es el modelo básico de comunicación se basa en un esquema de tipo transmisor lineal el cual consta de un transmisor que habla y un decodificador que recibe el mensaje. El problema en este modelo es que al emisor solo le corresponde establecer el mensaje sin que haya una respuesta del decodificador (Murillo, Y. 2007).

El modelo de Schramm

Otro modelo que se deriva de la teoría de la información fue formulado por Schramm cuyo trabajo fue publicado en 1954 con el título Process and Effects of Mass Communication. En este trabajo recoge las ideas de uno de los padres fundadores de la Mass Comunication Research, Paul Felix Lazarsfeld, quien se interesó en el estudio de las audiencias y los efectos de los medios de comunicación. Sus trabajos incidieron en que la audiencia no era tan manipulable como se creía hasta entonces y se inició la búsqueda de otras variables que intervinieran en este proceso comunicativo.

Para este autor el proceso comunicativo no es lineal, sino circular. "Otro elemento importante dentro de este modelo son las características del mensaje que se transmite… por ejemplo en la interpretación interpersonal aunque las bandas sonoras de la voz son el mensaje fundamental, hay otros como por ejemplo la expresión del rostro, la gestualidad, el vestido, la postura del cuerpo, la relación, etc" (Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011, s/Pág.).

El modelo de Roman Jakobson

Los trabajos que desarrolló Roman Jakobson tuvieron enorme influencia de Norbert Weaver y Claude Shanon, incluso su modelo tiene una analogía sorprendente con respecto al de Shanon (Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011).

Para Jakobson el principal instrumento de la comunicación es el lenguaje su obra más conocida y en la cual concreta su obra es el artículo "Lingüística y poética" publicado en 1960. A partir del estudio de la poética se planteó investigar las funciones del lenguaje asociadas a cada elemento que formaba parte de su esquema sobre la comunicación. Dentro de este modelo seis eran los elementos fundamentales de todo acto comunicativo: contexto, destinador, destinatario, mensaje, contacto y código, a cada uno de los cuales se le vinculaba una función particular del lenguaje, las cuales son respectivamente referencial, denotativa o cognoscitiva, emotiva o expresiva, conativa, poética, fática, y metalingüística.

El modelo de Maletze

El modelo que sugiere Maletze representa una influencia notable como un intento de integración de los modelos cibernéticos con las aportaciones de la psicología social, y sirve fundamentalmente para describir el proceso de comunicación a través de los medios de comunicación de masas aunque también se podría aplicar a otras situaciones. Para Maletze la comunicación social es como un sistema dinámico complicado de dependencias o interdependencias de los factores concurrentes.

El modelo de Humberto Eco

Este modelo se encuentra entre los modelos semióticos y gira en torno al concepto de código y a la decodificación del destinatario. Un elemento nuevo en este modelo es la multiplicidad de códigos. En el esquema clásico, el código era el elemento común del emisor y el receptor que permitía que se produjera el fenómeno comunicativo. "Para Eco tanto el Emisor como el receptor poseen sus propios subcódigos; estos pueden ser independientes, pero para que se produzca la comunicación en condición necesaria la existencia de una cierta coincidencia en el código lingüístico. Esta necesidad de tener al menos un código común, ya sea verbal o gestual, es muy clara en la comunicación intercultural. La aportación más relevante de este modelo consiste precisamente en considerar que el receptor lleva a cabo una lectura personal del mensaje, preocupándose principalmente por el proceso de decodificación del receptor" (Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011 s/Pág.).

El modelo de Barry Jordan

La tesis principal de este modelo es que la concepción de los objetos culturales están insertos en un proceso productivo de circulación; esto es, que se trata de mercancías producidas, consumidas y reproducidas. Todos ellos están interrelacionados y son indispensables al conjunto, además cada momento implica cambios reales que tienen repercusiones sobre los otros momentos (Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011 s/Pág.).

Enfoques interaccionales y relacionales

Un enfoque diferente de la comunicación fue propuesto por el equipo pluridisciplinar de investigadores del Massachusetts Institute of Technology, dirigido por Norbert Wiener con colaboradores como Kurt Lewin, Margaret Mead y Gregory Bateson. Este grupo se dedicó a estudiar los procesos de comunicación y control, ellos propusieron el término Cibernética en 1948, el cual razonaba sobre como un estímulo exterior se transforma en información (input) y como el sistema receptor reacciona con una respuesta (output). En comparación con el modelo lineal de Shannon, visto desde la cibernética se entiende la comunicación como un proceso circular y retroactivo (Rodrigo, 1995, citado por Pinazo y Hernández, 2006, citado por Murillo, Y. 2011) Ambos modelos coexistieron en el tiempo y guiaron a grupos de autores que entendían conceptos dispares de la comunicación. De ahí surgieron diversos acercamientos teóricos que trataban de insertar la comunicación en la complejidad de las relaciones interpersonales como es el caso del grupo de autores conocidos por su vinculación con la Escuela de Palo Alto y también el no tan conocido Grupo de Philadelphia.

La escuela de Palo Alto

Conformado en un principio por el antropólogo Gregory Bateson y su equipo de psiquiatras que estudiaron la comunicación en enfermos mentales. Para este grupo de investigadores la teoría de Shannon ha sido concebida por y para ingenieros de telecomunicaciones y por ello pensaron que la comunicación que debía estudiarse en las ciencias humanas necesitaba seguir un modelo que le fuese propio. De este modo entendieron la comunicación como un proceso social permanente que integraba múltiples modos de comportamiento: la palabra, el gesto, la mirada, la mímica y el espacio interindividual. No se trataba de establecer una oposición entre la comunicación verbal y la no verbal: la comunicación es un todo integrado (citado por Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011).

Gregory Bateson y la hipótesis del doble vínculo

Bateson y cols. (1980) aplicaron esta teoría para explicar las anomalías que se producen en patologías como la esquizofrenia lo que les condujo a formular la Hipótesis del doble vínculo. Según esta teoría es posible establecer una relación entre cualquier tipo de sintomatología y el modo comunicativo propio de cada familia (citado por Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, 2011).

Ray Birdwhistell y los estudios sobre la kinesia.

A finales de los sesenta Birdwhistell propuso un modelo lingüístico que sostenía que, a pesar de la variedad de las interacciones existentes, todas estaban construidas a partir del mismo repertorio limitado de cincuenta a sesenta movimientos y posiciones corporales elementales. Se supone que las secuencias conductuales formadas con esas unidades elementales están organizadas del mismo modo que las secuencias de pautas sonoras que se organizan en palabras, oraciones y partes del discurso.

La teoría de la comunicación humana de Paul Watzlawick

Su teoría de la comunicación humana es formulada adoptando los preceptos de la teoría de la comunicación humana adoptando los preceptos de la teoría general de sistemas. Junto con Beavin y Jackson publicó Pragmatics of human communication, la cual fue escrita en 1967. El principio fundamental de su aportación es la máxima de que "No es posible no comunicar" (idea compartida con todos los integrantes de la Escuela de Palo Alto), con lo cual se mantiene que la comunicación es un sistema (o proceso) en el cual todos los interlocutores participan lo quieran o no, dado que toda conducta es comunicación y toda comunicación afecta a la conducta. Así por ejemplo, incluso un silencio tras una pregunta o una ausencia en una fiesta de amigos está transmitiendo un mensaje lo queramos o no" (Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, 2011 s/Pág.).

El Grupo de Philadelphia

Al cruce de la investigación batesoniana de la comunicación con la sociología y la lingüística generó un pensamiento original pero poco conocido que solo ejerció su impacto en Scheflen, Goffman y Sigman. Estos autores formaron lo que se ha denominado el Grupo de Philadelphia (Winkin, 1994, citado por Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011).

La obra principal de esta área es la de Goffman, 1959), cuyo modelo de intercambio comunicacional presenta cuatro elementos básicos: los ordenamientos comunicacionales establecidos entre un conjunto dado de individuos (transmisión de mensajes directa o indirecta, simétrica o asimétrica); la conducta comunicacional (estrategias comunicacionales) que las partes interactuantes adoptan en su trato reciproco; las restricciones comunicacionales (factores ecológicos, técnicos, intelectuales y emocionales que limitan las opciones estratégicas de las personas); y los marcos de interpretación que gobiernan el modo en que una persona percibe y explica su conducta con respecto a otra (Citado por Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011).

Dentro de esta corriente es importante rescatar los conceptos de "competencia comunicativa", aceptando la idea de que la realización del habla es producto de unas reglas tanto como el mismo lenguaje, pero estas reglas son culturales y sociales (Citado por Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011 s/Pág.).

El interaccionismo simbólico

Es una corriente de la psicología social que tiene sus raíces en las aportaciones del movimiento pragmatista fundado por Charles S. Peirce y difundido y reformulado por William James a finales del siglo XIX en Estados Unidos. Su importancia radica en que incorpora el lenguaje y la comunicación en el seno de la conducta social. El lenguaje simbólico es el que hace posible la aparición de formas superiores de organización social que hacen surgir una conciencia reflexiva. La capacidad de la persona de ser un objeto de estudio y reflexión para si misma sólo es posible gracias al lenguaje, siendo además no consustancial al individuo, sino que por el contrario es el resultado de la interacción humana. (Citado por Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011).

Aunque ha sido una corriente secundaria en la historia de la psicología social, tras la crisis de la década de los años setenta muchos psicólogos sociales se acercaron a sus planteamientos para encontrar algunas respuestas a los problemas de disciplina. Además contribuyó a insertar el significado generado en la interacción social como objeto de análisis de la psicología social y a que los estudiosos prestaran más atención a la comunicación y al lenguaje. Como resultado, ha inspirado el desarrollo de la Psicología Social de la Comunicación en las últimas décadas (Citado por Pinazo y Hernandis, 2006, citado por Murillo, Y. 2011).

Sin duda, cada modelo teórico ofrece un aportación importante para el estudio de los fenómenos de la comunicación humana y de manera especial, lo que nos interesa a los educadores, de la comunicación en la escuela y serán de utilidad en función de la intencionalidad de los lectores, ya sea de carácter teórico o empírico.

Bibliografía

Fernández G. A.M. (2000). La competencia comunicativa del docente: exigencia para una práctica pedagógica interactiva con profesionalismo. Contexto educativo, revista digital de Educación y Nuevas tecnologías, 10.

Frade R. L., (2009). Desarrollo de competencias en educación: desde preescolar hasta el bachillerato. (2ª ed), Inteligencia educativa. México.

Murillo, Y. (2011). Asignatura: Comunicación en los procesos educativos. Antología. CEIDE.

Murillo, Y. (2007). La comunicación en la escuela. Ed. CEIDE. Estado de México.

 

 

Autor:

 Esther Villanueva Fuentes[1]

 

[1] Maestrante del Centro de Estudios de Postgrado “Lev Vigotsky”