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Oferta y demanda en el Perú de los alimentos de primera necesidad como el azúcar en el 2006


    En esta oportunidad, por primera vez, y gracias al impulso que día a día recibo de un estimado profesor, tengo el honor y por qué no decirlo el orgullo de presentar esta monografía cuyo título ya se expresó anteriormente. Y es así que, hablaré y comentaré esperando la participación y debate de cada uno de los lectores de aquella noticia que ha hecho sobresaltar a cada una de las miles de familias peruanas, noticia que a decir verdad, no ha causado tanta algarabía sino más bien preocupación.

    Este título es bastante controversial, claro que sí, porque están en tela de juicio los productos de primera necesidad que se nos vende y que consumimos diariamente como es el azúcar en la que centraré mi atención y otros más, como el pan, los huevos, la yuca, espinaca, etc., bienes que resultan indispensables por la vitalidad que proporcionan. Y claro, este tema de la subida de precio y la consecuencia de demanda que genera tiene raíces y orígenes que no vienen a discusión, sino más bien es importante detallar los efectos que se han y vienen produciendo, que a continuación presento.

    Comencemos entonces, mencionando a una de nuestras fuentes como es el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), que nos presenta los diferentes precios a los cuales se sometieron tanto el azúcar blanca y rubia, desde el mes de enero a marzo en este año, a continuación:

    Cuadro de Resultados de Consulta Múltiple (por Mes)

    Precio Azúcar Blanca (Kilogramo)

    2006

     Enero

    2.09

     

     Febrero

    2.14

     

     Marzo

    2.25

     

    Precio Azúcar Rubia (Kilogramo)

    2006

     Enero

    1.95

     

     Febrero

    2.00

     

     Marzo

    2.16

     

     Fuente : Instituto Nacional de Estadística e Informática

    Analizando estos datos de ofertas al consumidor ya sea para el azúcar blanca y rubia, trasladamos esta información a un gráfico para comprenderlo mejor, ubicando los precios en soles en el eje vertical:

    Entonces resulta más fácil comparar estos datos, pero sin profundizar en las causas que lo originaron, ya que no es ése mi tema central, el hecho es sin embargo y he de mencionarlo, que es conocimiento de todos, que la especulación ha influenciado mucho en la subida de precio de estos productos. Los demandantes y ofertantes son víctimas unos a otros, sin darse cuenta que son los propios hechos coyunturales de nuestro país tanto políticos, si de elecciones se trata, como económicos, que marcan la existencia de este agente conocido como especulación, el qué pasará, frente a todos estos cambios que nos trae la rutina económica mezclada con política y hechos socioculturales, que desembocan nada más ni nada menos en la misma población, en nosotros, que sin rumbo, nos encontramos ante miles de alternativas, sin saber qué escoger ni qué elegir.

    Esperamos ante esto, una respuesta de arriba, de una masa que nos conduzca, de un sector o ministerio que a decir verdades, parecen ni enterados del tema.

    Es así que son el público entero desde ejecutivos, ministros, presidentes, comerciantes minoristas llegando hasta nosotros los demandantes, que hacemos llegar nuestras voces a nosotros mismos, esperando una respuesta, se trata de un producto de vital importancia en cada uno de nuestros hogares, necesario para los vendedores y en general para el país, y que resulta ilógico pensar que tan solo por una bendita especulación en territorio peruano se hay subido el precio.

    Leamos el siguiente párrafo, que señala el diario La Primera:

    "Como consecuencia de un aumento mundial del edulcorante, las primeras repercusiones empezaron a afectar a los consumidores peruanos, quienes han visto un aumento de 50 céntimos más el kilo de azúcar. El presidente de la Asociación Peruana de Productores de Azúcar y Biocombustible, Freddy Flores, dijo que ese incremento obedece a la disminución de la producción y oferta de este producto en el mercado internacional."

    Puedo deducir, de acuerdo a la pronunciación del señor Flores, que estando ante una disminución de producción del azúcar, y que justamente lo poco que producimos lo vendemos al extranjero. ¿Y nosotros los consumidores peruanos?, dónde quedamos nosotros los demandantes de un producto que se hace en nuestro país.

    Parece que se prefiere mil veces vender y pues bueno después compramos para nosotros, y es que no estamos tratando de ser ni de que seamos egoístas con lo nuestro, sino de que lo sepamos distribuir, estudiando lo que es conveniente o no. Nosotros los consumidores, no podemos quedar relegados a un segundo plano, al contrario, debería existir una armonía o equilibrio en el mercado entre ofertantes y demandantes.

    Y es que si seguimos analizando, la oferta, venta o entrada del azúcar, producto esencial en el mercado internacional, no puede desplazar ni perjudicar la compra y venta en territorio peruano, una situación que aunque sea mundial, debería traer contento, ventajas, ganancias tanto para productores como consumidores y en general para un país subdesarrollado como es el nuestro, el Perú. No es justo que estemos viviendo una situación de tal magnitud, que al parecer nos muestra que tanto políticos o personajes relacionados con la economía están ciegos o sordos que no ven ni opinan positivamente sobre el tema, sin saber cómo ni qué hacer ante tal hecho que daña a cada uno de los consumidores y productores.

    El tema es preocupante, señores, porque acapara a la población en general, y además, valga la redundancia, no es tan solo un producto sino varios los que están en tela de juicio. Y aunque la razones, como sabemos, vayan más allá del TLC firmado, las brillantes elecciones que vive nuestro país, el futuro presidente que comandará el Perú o el miedo a caer en una hiperinflación, el hecho es que estamos frente a un tema económico, el cual se tiene que estudiar mediante ese fondo, sin perjudicar la producción de los agricultores ni el bienestar de la mesa de cada uno de nosotros. Pareciera más bien, que el tema fuera netamente político y que estuviera bajo la voluntad de una sola persona y no es así.

    Nos interesa sin embargo, que más allá de los consumidores, sean también las asociaciones o empresas azucareras que se manifiesten y pronuncien sobre el tema, para alcanzar una conclusión beneficiosa en la que deben intervenir estas dos grandes fuerzas del mercado.

    Una conclusión que sea razonable, lógica y que logre establecer estrategias que ayuden a mejorar esta difícil situación que nos ha tocado vivir no solo con uno sino con varios productos esenciales en cada uno de nuestros hogares.

    Tal como señala el diario El Trome:

    "Los comerciantes minoristas alzaron su voz de protesta por el alza del saco de azúcar que, en menos de una semana, subió de 70 a 125 soles.

    En el Mercado de Productores de Santa Anita y Fiori, los mayoristas han dicho que las azucareras han subido los precios sin dar mayores detalles. A mí me perjudica porque si antes costaba 1.25 el kilo, ahora lo tengo que vender a 2.60 soles, expresó un vendedor.

    Agregó que este incremento ha causado la protesta de los clientes, que ahora compran chancaca para endulzar sus bebidas."

    Independientemente, de que el azúcar sea un producto que puede ser sustituido o reemplazado, que nadie lo duda, no es lo que se pretende y somos conscientes que no siempre será así, por el cultivo y la producción que existe en nuestro país. Como vemos, es prácticamente todo un escándalo lo que se vive, por un lado los productores azucareros que reclaman ganancias y ventas y por otro consumidores afectados que reclaman por precios bajos.

    Lo interesante es que ni los consumidores pueden desligarse de los productores ni éstos de los consumidores. Y es por ello que si uno se afecta, en consecuencia el otro también se verá perjudicado. Es ante esta situación que necesitamos un análisis superior que conlleve a obtener apoyo de las autoridades competentes como el MINAG, por ejemplo, que se vea reflejado en investigaciones del caso y justificaciones mediante precios para los consumidores.

    Empezando ya el mes de abril y siendo el azúcar uno de los productos básicos de la canasta popular, las amas de casa se toparon con una ingrata sorpresa ya que el precio superaba los S/. 3.50 en los mercados minoristas de Lima, estando ellas acostumbradas a comprar la bolsa de kilo de azúcar blanca a S/. 2.60 aproximadamente.

    Para los mayoristas la situación era peor.  El saco de 50 kilos del ahora no tan dulce producto subió en S/. 37, al pasar de S/. 85 desde hacía ya quince días a S/. 122. Esta drástica alza produjo que en el mercado de Santa Anita la venta fuese restringida.

    En declaraciones a una radioemisora local, Manuel Manrique, ministro de Agricultura, dijo que no existe ningún motivo lógico que justifique el alza, mientras que ASPEC denunció la especulación de precios por parte de los productores e hizo un llamado a los consumidores a no comprar este producto y presionar a los productores a poner el precio a su nivel normal.

    Mientras avanzamos en el análisis de esta monografía vamos descubriendo entonces que las causas son leves y los efectos impactantes. Así, Freddy Flores, gerente general de la Asociación Peruana de Productores de Azúcar y Biocombustibles (APPAB), indicó que esta subida se debe al incremento del precio internacional del azúcar, pero aclaró que este aumento de S/. 37 es exagerado y producto de distorsiones en la cadena de comercialización. Es decir, que no existe una explicación económica.

    Por otro lado tres distritos del sur de Lima adoptarían aumentos de hasta 100% ya que los azucareros mencionan que hay especulación en la cadena comercial, y es que se menciona además que gracias al alza de azúcar, el pan también ha subido. Imagínense a los productos involucrados en esta alza, tan solo pensemos en aquellas panaderías que funcionan y en las personas entusiasmadas que ya no lo están y que existen en cada una de ellas, y sobre todo en aquellas que han y están pensando en cerrar sus negocios no solo por los costos de los insumos que implica, sino por la subida del precio del azúcar y lo que ello significaría en sus clientes. Este descontento se ha multiplicado por cerca de 1.500 panaderías según un informe.

    Ante esto Freddy Flores, gerente general de la Asociación Peruana de Productores de Azúcar y Biocombustibles (APPAB), consideró que la especulación no durará muchos días, además que el pan no sube por el azúcar, sino por la harina de trigo. Un dato refuerza esa posición: en la estructura de costos de la fabricación del pan, el azúcar apenas representa menos del 8%, y la harina más del 60%.

    Y aunque la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso de la República decidió citar a Manuel Manrique, ministro de agricultura junto a productores y comerciantes para investigar las razones del incremento, Indecopi informó que por la característica del mercado es fácil especular y existen actores con mucha influencia sobre las condiciones de comercialización, además ya comenzó a recabar información para analizar si actúa de oficio en el tema.

    Es y sería de enorme ayuda, que grandes entidades involucradas en este asunto, comiencen a buscar alternativas positivas que sepan contrarrestar de antemano las dificultades que se están presentando en los hogares y mercados en general.

    Lo importante, sin embargo, es que no hay desabastecimiento en el mercado porque en marzo la producción de azúcar creció 30% con respecto al año pasado, cifra que podría hacernos respirar un tanto pero hasta cuándo, aún es alarmante por la situación que está empañando la economía, en especial a las amas de casa.

    Avanzan los días y son la preocupación y el desconcierto los factores principales que alertan a las amas de casa, no sólo por la subida del azúcar, sino también por el aumento de precio de los alimentos de primera necesidad en los mercados.

    Por ejemplo, el pollo, que costaba 4.80 soles, ahora cuesta 5.80, mientras que el azúcar blanca pasó de 1.90 a 2.80 soles.

    La harina preparada, que se vendía a 3.20 soles, ahora está a 3.70, el tarro de leche fluctúa entre 2 y 2.20 soles y el kilo de huevos se vende a 3.80, cuando su precio normal es de 2.80 céntimos. Asimismo, el camote ha subido de 50 céntimos a 1.20 soles, mientras que la papa de 80 céntimos a 1.20, el tomate de 60 céntimos a 1 sol el kilo y el kilo de rocoto de 1.40 a 3.80 soles.

    Frente a todas estas cifras alarmantes, escuchaba las opiniones de las perjudicadas, las amas de casa, y lo que más cautivó mi atención, sin lugar a dudas fue cuando exclamaron: "Todo está por las nubes, no sé qué vamos a comer". Existen señores, una en cada hogar, y aunque haya tan solo una causa simple que haya generado semejante situación, sé y sabemos que se puede solucionar, tal vez que favorezca a una de las fuerzas de este mercado, pero que beneficie un tanto a nosotros los consumidores, y más aún a sabiendas que existen sectores D y E, que resultan más perjudicados todavía, por la escasa economía que les rodea.

    No permitamos, que una simple especulación, determine ciertas actitudes que conlleven a los productores a sentirse amilanados con sus insumos y ventas. Y aunque ya ni viene al caso saber qué y quién fue el culpable, lo importante es el llamado a las autoridades como lo he venido mencionado en cada parte de mi redacción, que tomen cartas en el asunto, y que en vez de asustarnos con sus benditos acuerdos, nos informen sobre las ventajas y desavenencias de los mismos, para que justamente no seamos sorprendidos con hechos como éstos.

    Sin embargo, nuevas noticias salen a relucir en la capital, como la subida del precio internacional de este producto y la salvaguardia de 21% que se le aplica (a la variedad blanca), proveniente de Colombia. Ambos argumentos son esgrimidos por productores e industriales, para explicar el alza. La pregunta es entonces, están todos los productores informados sobre estos argumentos, creo que no.

    Los minoristas solo saben que su clientela está bajando y que el incremento se ha venido produciendo desde hace pocas semanas atrás, lo que ha llevado a que el precio de este producto de gran demanda popular haya pasado de S/.1.80 a S/.2.80 la variedad rubia, y de S/.2.00 hasta S/.2.90 y S/.3.00 la blanca, según pudo comprobar el diario La República en un recorrido por algunos mercados de la capital.

    Este incremento progresivo lo confirma Carlos Andrade, presidente de la Asociación Peruana de Productores de Azúcar y Biocombustibles (APPAB). Él atribuye esta situación al alza del precio internacional. Sin embargo, el aumento del producto local es mayor. Mientras que la bolsa de 50 kilos de azúcar importada cuesta S/.100, los productores la colocan entre S/115 y S/.120 en el Mercado Mayorista de Santa Anita.

    En la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) la posición es clara: el incremento se debe a la salvaguardia de 21% aplicada al azúcar blanca proveniente de Colombia. Alejandro Daly, presidente del Comité de Molinos de la SNI, manifiesta que para "atenuar" el alza el Gobierno debe eliminar la salvaguardia de 21%.

    Sin embargo, Andrade afirma que atribuir el alza a la vigencia de la salvaguardia demuestra desconocimiento del tema o en todo caso que se quiere engañar a la opinión pública: "El arancel del azúcar en este momento es cero porque la franja de precios (mecanismo para corregir el producto importado subsidiado) es negativa, debido al alto nivel del precio a nivel internacional".

    Además, Freddy Flores, gerente general de la APPAB, precisa que el 75% del consumo nacional corresponde a la demanda de hogares, que mayormente emplean la variedad rubia.  Solo un 25% es para uso industrial (blanca).

    Y es que el azúcar sirve de insumo para la elaboración de otros productos. Como la gelatina, por ejemplo, tan requerida en las loncheras de los niños subió de S/.4.40 a S/.4.80 el kilo.

    Ya nos vamos imaginando el impacto que produce y producirá en las familias de cada uno de nosotros, es una verdadera lástima. Si tal vez fuera un solo sector, el perjudicado, que no es lo recomendable claro está, pero el hecho es que son todos los sectores los que están en tela de juicio, porque de alguna u otra manera comprendemos que son diferentes las masas que sufren ante esta situación, que aunque no parezca nos limita con uno u otro producto que está relacionado con el azúcar.

    Son entonces, niños y adultos los involucrados en este tema, y es justamente ante el desconocimiento, engaño, especulaciones y abusos, que el Estado debe combatir en bien de la sociedad que comprometa positivamente tanto a productores y consumidores.

    No podemos pasarnos toda la vida pensando en beneficiar a los demandantes, sino también a los productores, porque todo esto es como un círculo en el que cada uno de nosotros va avanzando, buscando ganancias y alternativas, pero que no sea a costas de otro.

    Como vemos se han elaborado las hipótesis más diversas sobre el incremento del precio del azúcar, desde especulación por la coyuntura política, la salvaguarda de 21% a la importación de azúcar proveniente de Colombia, aprovechamiento de los azucareros hasta el temor al desabastecimiento, sin encontrar una razón técnica. Si bien los precios internacionales del azúcar sí han subido, el incremento en Lima, muy por encima del precio internacional, no se justifica: la bolsa de 50 kilos pasó de S/.80 a casi S/.130. Debido a eso, el ministro de Agricultura, Manuel Manrique, aseguró que la subida no se debía a los costos de producción, y que más bien se trataba de un fenómeno netamente especulativo.

    Por ello informa que, imitando viejas prácticas, buscaría reducir el alza en el precio del azúcar a través de ferias que se abrirán al público en diferentes zonas de los conos, norte, este y sur de Lima, espacios en donde los productores venderían azúcar directamente al público a un precio que según estimó, podría ser de S/.115 por bolsa de 50 kilos.

    Asimismo se volvió a pronunciar la Asociación Peruana de Productores de Azúcar y Biocombustibles (APPAB), pero contra Alejandro Daly, presidente del Comité de Molinos de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), quien solicita que se elimine la salvaguardia al azúcar proveniente de Colombia. La APPAB señaló que estaba demostrado que el alza del precio del azúcar es por razones especulativas en la cadena de comercialización, asociadas al precio internacional del producto y no por escasez ni por la salvaguarda. Pero Alejandro Daly reiteró que los azucareros no requieren de protección y mucho menos ahora al asegurar que las salvaguardas se dan cuando se reemplaza la producción nacional o para reparar un daño a la industria y esos dos casos no se han cumplido. Es así que informaron que están a la espera sin presiones, un análisis profesional de este tema, indicando que existe una salvaguarda que no debe mantenerse.

    Por otro lado, los ingenios y el mercado de Santa Anita se culparon mutuamente del alza de los precios, ya que representantes de Santa Anita responsabilizaron a Cartavio y Paramonga de estar vendiendo la bolsa a S/.128 soles, mientras que pocos días atrás la vendían a S/. 86. Indicaron también que ambas azucareras han restringido sus ventas solo a favor de sus 'brokers', y por lo tanto negándoles la venta a terceros, razón por la cual han anunciando que iniciarán medidas ante Indecopi.

    Sin embargo, Roberto Foulkes, gerente de Cartavio, desmintió tal información tras señalar que si el precio sube es debido a los acaparadores, además de la subida internacional del azúcar, asegurando a su vez que es el Mercado de Santa Anita, el que fija los precios. De acuerdo con Foulkes, el precio sube todos los años cuando los ingenios paran unos días por mantenimiento, como es el caso de Cartavio ahora, que solo está vendiendo reservas. Tal es así que cuando esto sucede, algunos piensan en el agotamiento del stock y en consecuencia de su desabastecimiento, así que mejor lo guardan y comienzan las especulaciones y acaparamientos.

    Todo parece indicar que nos encontramos realmente en una situación preocupante y alarmante, como es la subida del azúcar y de la enorme influencia que ha tenido en otros alimentos esenciales en cada uno de nuestros hogares. Pero eso no es todo, el alza del precio del azúcar, que empezó en marzo ha provocado una inflación dulce como el producto de 0,46% registrado en el mismo mes según el INEI. Sentimos ahora que tanto el MINAG como otras entidades relacionadas e identificadas con el tema, se encuentran investigando esta situación, para neutralizar desavenencias, contrarrestar ataques y buscar alternativas de solución que ayuden a mejorar la estrecha relación que existe entre productores y consumidores.

    También se pronunció el ministro de la Producción, David Lemor, indicando que el tema está siendo estudiado y que recurrirá a conversaciones con los productores de azúcar y con los que lo usan como insumo para elaborar otros productos.

    Como había ya informado el ministro de Agricultura, Manuel Manrique, productores de azúcar en coordinación con el Ministerio de Agricultura vendieron en forma directa dicho producto a S/.1.80 para evitar la especulación, para contrarrestar la comercialización del mismo a S/2.80 y S/3.00.

    Sin embargo, para darnos una idea más de la crisis que estamos viviendo, pese a la venta directa iniciada por las autoridades en diferentes mercados el azúcar sigue con un precio elevado, pues la blanca cuesta 3 soles y 2.80 la rubia.

    Además el alza en los precios de los alimentos no se detiene pues el kilo del huevos subió de S/. 2.90 a S/. 3.80, el tarro de leche de S/.2.10 a S/. 2.30, el precio de la yuca ha aumentado de un sol a 2 soles el kilo y la espinaca a 3.50. Incluso el culantro y perejil han subido a 5 soles el atado grande, pero el producto que más ha subido es el rocoto, que ahora cuesta entre 6 y 7 soles el kilo. Estamos entonces, frente a un marcado desabastecimiento que de no solucionarse traería consecuencias inimaginables tanto para productores mayoristas o minoristas y consumidores.

    Esperemos entonces seriamente, que las autoridades involucradas y relacionadas con la subida de azúcar inicien y preparen nuevas alternativas o estrategias, y que piensen que lo más importante no es encontrar al o los culpables ni causas que lo originaron sino que realmente necesitamos todos incluyéndolos soluciones, investigaciones del caso, conversaciones con los productores o mayoristas, interacciones con ellos, de tal manera que la situación se normalice.

    No hagamos señores, que una simple especulación o acaparamiento de ciertos sectores de la población invada nuestra tranquilidad. Imaginemos tan solo que esta subida de azúcar ha ocasionado aunque con el más mínimo detalle quizás, la consecuencia de la subida de precios de otros alimentos también esenciales para nosotros.

    Al contrario, deberíamos sentirnos orgullosos de exportar y hacer partícipe nuestro producto en el mercado internacional. Lastimosamente la coyuntura política que vive el Perú, se suma a esta preocupación y aunque tal vez sea la causa más próxima a este hecho, no significa que tengamos que atemorizarnos, al contrario necesitamos y debemos cultivar el optimismo, creer en algo, aunque sea difícil y tratar en la medida de encontrar un apoyo que ayude y garantice al productor y consumidor la normal realización de compra y venta en el mercado.

    Esta monografía la realizo persiguiendo que cada uno de nosotros, consumidores de uno u otro producto, conozcamos la realidad económica que le ha tocado y le toca vivir y enfrentar a nuestro país, que aunque subdesarrollado, tiene armas para contrarrestar sus problemas y que solo lo podemos encontrar en cada uno de nosotros y en las autoridades. Y es que si no existe ningún motivo lógico para el inicio de un problema, el cual dicho sea de paso involucra a toda la sociedad, simplemente no debería existir por tal o cual conveniencia de un sector poderoso o no.

    Hoy, señores, nuestro país, se debate en un problema de precios de alimentos esenciales como es el azúcar y que lo más triste es pensar no sólo en las discusiones que se siguen generando entre entidades relacionadas con el tema, sino que la población en sí, y en especial las amas de casa, se encuentran ante disyuntivas que nadie puede resolver.

    No podemos darnos el lujo y mucho menos los productores de seguir especulando, las consecuencias son grandes y bastantes perjudicantes. Sin embargo todo entorno político nos trae abundante preocupación y lastimosamente son nuestros alimentos quienes son los principales exponentes.

    Así, Gonzalo García Núñez, candidato a la primera vicepresidencia por Unión por el Perú (UPP), afirmó que el incremento en el precio del azúcar se debe al temor de que Alan García pase a la segunda vuelta electoral. El mercado ha generado una reacción especulativa y a la población le preocupa el peligro acordándose de las colas que se hacían para comprar el azúcar en su gobierno.

    Sinceramente, es una lástima lo que está pasando, nos estamos dejando abatir por acontecimientos de tiempos atrás, tal vez por hechos que ni volverán a pasar, pero aún recordándolo genera enorme preocupación, de ahí las especulaciones y sus consecuencias.

    En síntesis, señores productores y consumidores, no expongamos ni pongamos en tela de juicio nuestros alimentos, como el azúcar y demás productos relacionados, por el Gobierno que sucederá y tendrá el mando de nuestro país. Existen diversas estrategias para solucionar los problemas. Y el primero pienso, que es la confianza que debe irrigar el actual Gobierno tanto a productores como a consumidores, para sentir respaldo pleno de nuestras acciones, previa supervisión del mismo.

    Esperemos entonces, que este considerable hecho se solucione lo más pronto posible, recibiendo el apoyo de las autoridades competentes como del Estado, y que sin lugar a dudas no vuelvan a repetirse acciones que influyan en el bienestar íntegro de nuestra sociedad, por el bien de cada uno de nosotros, que no merecemos más que ganancias según sea el caso.

    BIBLIOGRAFIA

    1. Disponible en Web:
    2. Disponible en Web: www.elcomercio.com.pe
    3. Disponible en Web: www.laprimera.com.pe
    4. Disponible en Web: www.trome.com
    5. Disponible en Web: www.gestion.com.pe

     

     

    MARIA LUZ CONDORI OCHOA

    UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES

    FACULTAD: CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y RELACIONES INDUSTRIALES

    ESCUELA PROFESIONAL: ADMINISTRACION DE EMPRESAS

    CURSO: MICROECONOMIA