Las teorías de Erik H. Erikson y sus aplicaciones en la terapia: La Quinta Etapa
Enviado por Felix Larocca
- Erikson=Identidad
- La quinta etapa de Erikson: Adquiriendo identidad versus la difusión de la misma (fidelidad) Desde los 13 hasta los 21 años aproximadamente
- La cohesión del ego
- La dialéctica como elemento del pensamiento lógico y base para la conciliación entre generaciones en conflicto
- El adolescente perpetuo y el poder de la regresión vs la fijación: El mito del don Juan
El ser humano, ya hemos precisado, tiene una triple dimensión: biológica, psicológica y social. En el adolescente se producen repentinamente cambios en las tres dimensiones, lo que causa el desconcierto del propio joven y el de su familia. Aunque la transición de la niñez a la edad adulta pueda durar muchos años, la edad de la emancipación suele venir acompañada de un cambio de carácter, a veces profundo. FEFL (Véanse mis contribuciones al respecto en: http://www.monografias.com/cgi-bin/search.cgi?query=adolecencia%20larocca).Leer más: http://www.monografias.com/trabajos92/adolescencia-periodo-desconcertante-todos/adolescencia-periodo-desconcertante-todos#ixzz38BlPeB5U
Ya hemos llegado a la quinta etapa de Erikson en nuestro proyecto radial en Radios KOOL y Mambo FMs acerca de las aplicaciones de sus teorías y de cómo éstas se ajustan al proceso del tratamiento en ciertos pacientes.
Erikson=Identidad
El nombre de este investigador, se asocia principalmente con sus contribuciones a las formulaciones que hiciera acerca del entendimiento de la adolescencia en general, y de las crisis de identidad en particular.
La adolescencia — etapa sin equivalente adaptativo biológico, que a tantos fascina — es un epifenómeno cultural del desarrollo humano, acerca de la cual se han publicado miles y miles de páginas que reciclan esencialmente las — muy a menudo — saturadas ideas.
He aquí algunas de las propias que forjara acerca de esta fase:
La adolescencia es un período en el desarrollo biológico, psicológico, sexual y social inmediatamente posterior a la niñez que comienza con la pubertad. Su duración varía generalmente enmarcando su inicio entre los 10 a 12 años y su finalización a los 19 ó 20.
La adolescencia señala el principio de la autonomía y emancipación del joven. Aunque la transición de la niñez a la edad adulta pueda durar muchos años, la edad de la independencia suele venir acompañada de un cambio de carácter, a veces profundo.
El cuerpo se convierte en algo nuevo que debe ser minuciosa y constantemente calibrado: las sesiones de espejo se hacen interminables, cualquier cambio (espinillas, vello, modificación de voz en los varones, la menstruación y el crecimiento de los senos en las hembras) puede convertirse en una tragedia y comienzan las reflexiones y, a veces, los incesantes cuidados corporales para aceptarse a uno mismo y para ser bien visto por los demás.
Nueva: La identidad del "selfi"
Nos hemos tropezado con el sexo: como actividad y función. Hoy, pocos adolescentes consideran el sexo, como de antaño se veía, como algo perverso o pecaminoso. Sin embargo, lo ocultan casi lo mismo que lo hacían sus mayores, pero no temen tanto la práctica de la "actividad del sexo" por el placer de tenerlo.
Hay algunas manifestaciones típicas de esta edad que preocupan a los padres: el fracaso escolar, el inicio en el consumo de alcohol y drogas, las conductas marginales, la falta de deseos de ocuparse, ese aislamiento de todo y de todos que puede exigir la intervención de un profesional entrenado.
Lo cierto es que podemos ayudar en esta etapa, si actuamos como sigue: mantenernos bien informados de cómo evolucionan sus sentimientos y emociones; permanecer abiertos a la comunicación con ellos; descubrir qué les preocupa y facilitar su emancipación, cediéndoles paulatinamente cuotas de libertad y de responsabilidad.
De igual forma, ser flexibles, aunque firmes en todo lo fundamental y saber en términos educativos, esperar (mirando a medio plazo) y procurar siempre ponerse en su lugar.
(Más: http://www.bavaronews.com/semanal/index.php/variedades/salud/1449-fases-etapas-y-reflexiones-adolescencia-quo-vadis.)
Entonces, veamos la etapa que en esta lección nos ocupa
La quinta etapa de Erikson: Adquiriendo identidad versus la difusión de la misma (fidelidad) Desde los 13 hasta los 21 años aproximadamente
Esta es la fase donde se procura loa expresión de la propia identidad que reavivará los conflictos de previas etapas. Los padres de los adolescentes se verán enfrentando situaciones nuevas que serán un diferente reto para su misión orientadora.
Son características de identidad del adolescente:
La perspectiva temporal, orientación conforme en el tiempo y en el espacio
La sensación de ser individuo apartadamente y separado de los demás
La experimentación con el rol que uno asume, énfasis en la acción en lugar de la reflexión y en la toma de riesgos, a veces se tornan descabellados
Dependencia en los compañeros con quienes se logran formar lazos, a veces, inextricables
El aprendizaje, interés por el contacto con el medio ambiente y una estrategia del aprendizaje por vía de la experimentación.
Presión social
Polarización sexual: Adecuado grado de desarrollo del propio interés sexual.
Liderazgo y adhesión: Adecuada integración al grupo de "pares", contemporáneos o álter egos.
El compromiso ideológico que pone en tela de juicio la orientación valorativa que lo orientaba. En su lugar, la última se analiza para determinar su relevancia y participación en el destino hacia el cual el joven se dirige en dirección adaptativamente programada que biológicamente lo distancia del hogar.
Debido a sus complejidades fue que Erikson — precedido por su analista y mentor Anna Freud — consideró esta fase como una de "crisis".
Indiscutiblemente, la obtención palpable del éxito, precursor de la autoestima, es un factor social de mucha importancia para los adolescentes de ambos sexos.
La identidad, en la que se asienta la autoestima, culmina en esta fase. Entonces o se consolida estableciéndose firmemente, o se confunde y se disuelve — a veces como resultado del uso de las drogas, del abandono en la híper sexualidad promiscua e indiscriminada a las que muchos recurren. No tan sólo para no ser distintos, apartándose del comportamiento del grupo sino que asimismo para disminuir las ansiedades resultados de conflictos con valores asimilados.
La colusión de los valores básicos y la moralidad pueden divergir en esta disyuntiva con resultados nocivos.
La cohesión del ego
Las sociedades y los individuos, para progresar en sus vidas y alcanzar harmonía, necesitan entretejer su historia personal para solidificar sus logros y para medrar con esencias morales provenientes de sus valores adoptados. (Véase mi ponencia: La importancia de entretejer la historia personal: El hechizo fascinante de la coherencia del ego).
Ritual de pasaje
Ser individualista ¿Un pecado?
No hay razón para que seamos como sean los demás, ni para dejar de crecer de modo independiente. Muy por el contrario, la individualidad hace posible el desarrollo de esa identidad, por el adolescente, tan ansiada.
Nuestra historia nos dice que el imperativo territorial se origina dentro de nosotros mismos. Tendencia instintiva que emana de la seguridad previa percibida dentro del entorno familiar.
La dialéctica como elemento del pensamiento lógico y base para la conciliación entre generaciones en conflicto
La dialéctica en esta quinta fase adquiere un poder extraordinario como aspecto esencial de la resolución y adaptación al proceso de la existencia como siendo el adolescente un ente distinto, que, a la vez se encuentra imbricado con su entorno particular.
Originariamente esta forma del diálogo designaba un método de conversación o argumentación análogo a lo que actualmente llamamos la lógica. En el siglo XVIII el término adquirió un nuevo significado: la teoría de los contrapuestos en las cosas o en los conceptos, así como la detección y superación de estos contrastados. De manera más esquemática puede definirse la dialéctica como el discurso en el que se contrasta una determinada concepción o tradición, entendida como tesis, y la muestra de los problemas y contradicciones, entendida como antítesis. De esta confrontación surge, en un tercer momento, la llamada síntesis, una resolución o una nueva visión del problema.
"Ser o no ser…" Constituyen no una oposición, sino un rompecabezas que desafía la lógica de la sumisión a la autoridad que caracterizaba la relación entre quienes la ejercieron y quienes la acataron. "¡Ya NO soy niño…!", es frase dirigida con frecuencia — en tonos a menudo desafiantes, a aquéllos en autoridad — proveniente de estos jóvenes.
Obra Don Juan Tenorio
El joven (como adulto en ciernes) desea definir sus propios ideales y aceptar solamente aquellos preceptos con los cuales puede vivir, por parecerles admisibles y no porque representan los que, por estar en autoridad, otros le asignan.
Este esquema general puede concretarse como la contraposición entre concepto y objeto en la teoría del conocimiento. En esencia conforma la antítesis entre los diferentes participantes en una discusión y los antagonismos reales en la naturaleza o en la sociedad, que, entre ellos existen.
Es en esa comunicación abierta, decidida y sincera donde resta la resolución final de ésta, la crítica etapa de las crisis existenciales. (Consúltense mis ponencias al respecto).
El adolescente perpetuo y el poder de la regresión vs la fijación: El mito del don Juan
Entra en nuestro tablado virtual, el egregio médico, endocrinólogo, literato, y miembro de la Real Academia Española de la lengua, don Gregorio Marañón, quien nos asevera algo acerca del Juan Tenorio. El mismo personaje que tanto fascinara a Tirso Molina; a quien inspiró a producir su obra clásica y, la que aquí parodiamos para el beneficio de nuestros lectores.
Antes de proseguir, escuchemos a Marañón:
"Don Juan me interesa, no ya como ejemplar de una variedad de la fauna amorosa
sino, más que todas, por su prestigio de mito; por haber sido manantial de
tantas creaciones literarias; por el mismo equívoco espejismo de su personalidad;
porque los donjuanes que la vida o mi profesión trajeron hasta mí eran
personas excelentes, de una vanidad teatral y agradable cuando hablaban de sus
aventuras y, para todo lo demás, amigos impecables y de singular cordialidad.
Don Juan era el símbolo del conquistador de mujeres. A mi entender; un símbolo
falso, como otros muchos símbolos. Pero sea falso o verdadero, ha representado
una realidad: todo un juego teatral, aventurero y romántico que suponía la seducción de la mujer:"
Como decimos en nuestras emisiones radiales en el programa Las Cuatro Estaciones (4E que pronto será televisado) es tiempo para presentar y representar el drama (roleplaying) jugando el papel del paciente en cuestión. (Leer más:
/trabajos56/psicologia-burlador/psicologia-burlador).
El caso de Oscar
Nos conocimos por un giro imprevisto del azar.
Autor:
Dr. Félix E. F. Larocca