en scar Barrios (San nació Su vida oCiudadArnulío RomeroMiguel) el 15 de agosto de 1917; era el segundo de 8 hermanos. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe de Jesús. Era una familia humilde y modesta. Su padre, empleado de correo y telegrafista; su madre se ocupaba de las tareas domésticas. Desde pequeño, Oscar fue conocido por su carácter tímido y reseñado. Como todos los niños fue a la escuela, aunque tuvo que interrumpir debido a una enfermedad que lo atacó de muy corta edad. A la edad de 12 años trabajó como aprendiz en una carpintería. Su madre le inculcó la A la edad de 13 años y con ocasión de la ordenación sacerdotal de un joven, Osear habló con el padre que acompañaba al recién ordenado y le co- municó sus deseos de hacerse sacerdote. Un año después, Oscar entró en el seminario menor de San Migue!. Allí permaneció durante 6 ó 7 años. devoción a los santos y le enseñó las oraciones.
E! joven Oscar En un determinado momento Oscar Oscar fue ordenado sacerdote a la Romero viaja a tuvo que interrumpir sus estudios y edad de 25 años en Roma, el 4 de Roma a bordo del buque Orazio regresar a su casa para ayudar a su familia que estaba pasando por abril de 1942. Aún continuó en Roma para hacer la tesis doctoral. dificultades económicas. Durante Monseñor tenía interés por la tres meses trabajó con sus mística y la teología ascética, pero hermanos en las minas de oro de la guerra le impidió terminar los Potosí, ganaba 50 centavos al día. estudios y se vio obligado a regresar a El Salvador. En 1937 Oscar ingresa al Seminario Mayor de San José de la Montaña en La primera parroquia a donde fue San Salvador. Siete meses más tarde enviado a trabajar fue Anamorós. es enviado a Roma para proseguir Pero poco después fue llamado a sus estudios de Teología. En Roma San Miguel donde realizó su labor le tocó vivir las penurias y pastoral durante 20 años. Impulsó sufrimientos causados por la muchos movimientos apostólicos Segunda Guerra Mundial. como la Legión de María, los Caba-
lleros de Cristo, los Cursillos de sacerdotes, que lo miraban como El Padre Romero Cristiandad y un sin fin de obras so- un sacerdote muy serio, intolerante ejerció su labor ciales: alcohólicos anónimos, Cari- y difícil de tratar. Al Padre Romero le pastora! durante tas, alimentos para los pobres. Tra- tocó vivir una dura crisis: por una 20 años en San bajó mucho en promover la cons- parte contaba con el cariño del pueblo trucción de la Catedral de San Mi- migueleño, por otro lado era guel y la devoción a la Virgen de la cuestionado por sus compañeros Paz. El Padre Romero se hizo muy sacerdotes, por ser demasiado conocido y querido en San Miguel. tradicional y ser muy buscado por Sus predicaciones eran muy escu- los fieles, aun las familias más pudientes. chadas. Con el tiempo,es elegido Secretario El Padre Romero era el modelo de de la Conferencia Episcopal de San un sacerdote tradicional, de mucha Salvador. El 3 de mayo de 1970 oración y actividad pastoral, severo recibe la notificación de haber sido consigo mismo y exigente. Estaba nombrado Obispo y fue ordenado un poco distanciado de los demás el 21 de junio de 1970 y nombrado
Obispo Auxiliar de Monseñor Luis Chávez y González. Monseñor Ro- mero vivía en el Seminario Mayor, que en aquel entonces era dirigido por los padres jesuítas, allí conoció y se hizo amigo del Padre Rutilio Grande. Estos años fueron muy difíciles para Monseñor Romero. No encajó en la diócesis. Monseñor Chávez y Gonzá- lez y Monseñor Rivera, que también era auxiliar, estaban impulsando los cambios pastorales que el Vaticano II y Medellín exigían para la Iglesia. El Padre Romero fue consagrado obispo el 25 de abrí! de Entonces se celebró la Primera Se- 1970. mana de Pastoral, el estudio de la Palabra de Dios se constituyó en el centro de la actividad pastoral, co- menzaron a tomar vida las comuni- dades cristianas. Muchas personas, a la luz de la palabra de Dios, comien- zan a tomar conciencia de la reali- dad de pobreza e injusticia, descu- bren a un Dios liberador, la Iglesia apoyó la asociación de campesinos en cooperativas y organizaciones. La Iglesia comenzó a recorrer el sende- ro de la justicia en medio de una situación de violencia. Monseñor Romero defendía y divul- gaba los criterios pastorales y los caminos señalados por el Concilio Vaticano II y Medellín, aunque no concordaba con la Teología de la Fue obispo auxiliar de monseñor Chauez y González. Liberación. Fue nombrado director de Orientación, y le dio al periódico
un giro conservador. Desde la Fue nombrado Obispo de la Dió- columna editorial hizo muchas críti- cesis de Santiago de María, el 15 de cas a los padres jesuítas y a los octubre de 1974; tomó posesión el sacerdotes que trataban de impul- 14 de diciembre de 1974 y se tras- sar una evangelización liberadora. ladó para esa Diócesis. Estaba co- menzando la represión contra los Posteriormente fue nombrado rec- campéanos organizados. tor del Seminario Mayor San José de la Montaña, que desde 1915 había En junio de 1975 se producen los sido dirigido por los jesuítas. Debi- hechos de Tres Calles. La Guardia do a su deficiente cualidad de ad- Nacional asesinó a 5 campesinos. ministrar las cosas, sustentado en su Monseñor Romero llegó a consolar caridad hacia los demás, el semi- a los familiares de las víctimas y a nario tuvo una seria crisis económi- celebrar la Misa. Los sacerdotes le ca y tuvo que ser cerrado. Este fraca- pidieron que hiciera una denuncia so fue muy duro para Monseñor pública, pero Monseñor optó por Romero. Pero nunca pudo abando- hacerla privada y enyíó una "dura" nar su actitud de entrega a todos, carta al Presidente.Molina, que era considerándolo un "bolsillo roto", amigo suyo. En ,el fondo sentía lo cual le afectaba económicamente estas muertes, pero sentía descon- en todos sus cargos. cierto en la forma de actuar.
Santiago de María es una zona Obispo de Santiago,de María lo se- cafetalera. En la época de las cor- guía comprobando: pobreza e in- tas mucha gente pobre llegaba a la justicia social de muchos, que con- ciudad. Monseñor Romero abría trastaba con la vida ostentosa de las puertas del Obispado para que pocos. 'pudieran dormir bajo techo. Allí i^artía comida, les ponía pelícu- En la Diócesis funcionaba el Centro las ^se quedaba platicando con la de Formación Campesina Los Naran- gentík En Santiago de María Mon- jos. Monseñor tuvo problemas con señor-Romero comenzó a ver de los padres que dirigían este centro, cerca la realidad de pobreza y pues pensaba que en ese Centro se miseria en que vivían la mayoría de enseñaba marxismo y no el evange- los campesinos. Y comenzó a en- lio. Después de muchos diálogos, tender queYnuchos de sus amigos Monseñor Romero decidió no cerrar ricos, que V ayudaban en sus el Centro, como tenía pensado. obras de caridad, eran los mismos que negaban a esta pobre gente un Con todo, la situación en el país salario justo. Lo que como sacerdo- continuó empeorando. El pueblo te veía en San Miguel, como comenzó a abandonar su miedo a
la represión, se organiza y reclama Monseñor Romero fue nombrado Fue nómbrelo sus derechos. Los poderosos terrate- Arzobispo de San Salvador, el 23 de Arzobispo de San nientes están detrás de los fraudes electorales e imponen una y otra febrero de 1977. Tenía 59 años y su nombramiento para muchos fue Salvador el 23 de febrero de 1977. vez a militares como presidentes de una sorpresa. Se esperaba .el nom- la república. Se agudiza la represión bramiento de Monseñor Rivera, que contra los campesinos, obreros y por muchos años fue auxiliar de estudiantes. Nuevas experiencias Monseñor Chávez y González, y pastorales surgen en la Arquidió- conocía muy bien la pastoral-de la cesis: Aguilares. Suchitoto, Apopa, Arquidiócesis. Por el contrario, el Santa Lucía, Zacamil… La Iglesia gobierno y los grupos pudientes, se defendía el derecho del pueblo a alegraron con el nombramiento de organizarse y clamaba por una paz Monseñor Romero, era su candida- con justicia. El gobierno miraba con to. Ellos esperaban que Monseñor sospecha a la Iglesia y expulsó a Romero iba a frenar.el ritmo que se varios sacerdotes. llevaba en la Arquidiócesis. En medio de este ambiente de injus- Monseñor Romero tomó posesión ticias, represión e incertidumbre, de la Arquidiócesis en medio de un
Monseñor conoció y se hizo amigo de! Padre Rutilio Grande en el Seminario Mayor Cuando asesinaron al Padre Rutilio. Monseñor celebró una misa única en Catedral Torbellino de violencia. La ceremo- nia de toma de posesión fue senci- lla y sin la presencia de autoridades civiles ni militares. A un escaso mes de su ministerio arzobispal, es asesi- nado el Padre Rutilio Grande, de quien era amigo. Este hecho impac- tó mucho ten Monseñor Romero. Recogiendo las sugerencias del Clero. Monseñor Romero accede a celebrar una Misa única en Catedral como un signo üe unidad de la Iglesia y de repudio ala muerte del Padre Rutilio. A pesar de que la Nunciatura le había aconsejado de- sistir de esa idea, Moseñor Romero celebró la Misa única, que se convirtió en un acto multitudinario de fe y unidad eclesial. La situación se complicó, un nuevo fraude electoral impone como pre- sidente al General Romero. La gente que protestó en la plaza Libertad fue dispersada a tiros. Hay muertos. A partir de ese momento el pueblo salvadoreño vive un auténtico cal- vario y Monseñor Romero decidió acompañar al pueblo en esa situa- ción de miseria y muerte. Poco a poco, pasó de ser Monseñor Rome- ro a simplemente Monseñor, "el amigo de este pueblo".
.4 Monseñor Romero le gustaba trabajar en equipo. Buscaba escuchar todas las opiniones y no marginar a nadie. Así creó muchos comités y equipos de trabajo. Monseñor continuó la pastoral de la A Monseñor Romero le gustaba tra- Arquidiócesis y le dio un impulso bajar en equipo, dialogando con profético nunca antes visto. Su lema todas tas personas. Buscaba escu- fue: "Sentir con la Iglesia". Y esta fue char todas las opiniones y no margi- su principal preocupación: cons- nar a nadie. Así creó muchos comi- truir una Iglesia fiel al Evangelio y al tés y equipos de trabajo. Magisterio de la Iglesia. Monseñor Romero puso la Arqui- Monseñor Romero estuvo muy cer- diócesis al servicio de la justicia y la ca del pueblo a través de sus incon- reconciliación en el país. En mu- tables visitas pastorales. Como parte chas ocasiones se le pedía ser de su carisma personal, con fre- mediador de los conflictos labora- cuencia celebraba dos o tres misas les. Creó una oficina de defensa de diarias en diferentes comunidades los derechos humanos, abrió las de la ciudad, los pueblos y can- puertas de la Iglesia para dar refu- tones. Donde le invitaban allá iba. gio a los campesinos que venían No perdía oportunidad de reunirse huyendo de la persecución en el con la gente, especialmente con los campo, dio mayor impulso al sema- más pobres. nario Orientación y la radio YSAX.
violencia y de ser el causante de todos los males de El Salvador. Pero nunca jamás de los labios de Mon- señor salió una palabra de rencor y violencia. Su mensaje fue claro. No se cansó de llamar a la conversión y al diálogo para solucionar los problemas del país. De las calumnias pasaron a las amenazas a muerte. Monseñor sabía muy bien el peligro que corría su vida. A pesar de ello dijo que nunca abandonaría al pueblo. Y lo cumplió. Su vida terminó igual que la vida de los profetas y de Jesús. Fue asesinado el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la Misa en la Capilla del Hospital La Divina Fue asesinado el Monseñor celebraba todos los do- Providencia. 24 de marzo de 1980, mientras celebraba la misa en el Hospitalito Divina Providencia. mingos la Eucaristía en Catedral. El momento de la homilía era muy esperado por toda la gente. El pue- blo reconoció en su voz la voz de un profeta. En sus homilías Mon- señor juzgaba los hechos de la semana a la luz de la Palabra de Dios.y del Magisterio de la Iglesia. Domingo a domingo, Monseñor de- nunciaba las injusticias y hacía vehementes llamados a la conver- Su muerte causó mucho dolor en el pueblo y un gran impacto en el mundo. De todos los rincones llega- ron muestras de solidaridad con la Iglesia y el pueblo salvadoreño. El mismo dijo que si moría resucitaría en el pueblo salvadoreño. Efecti- vamente, año con año mucha gente lo recuerda y celebra el aniversario de su martirio. sión. Su palabra era para muchos motivo de consuelo y esperanza. La Arquidiócesis de San Salvador ha postulado en el Vaticano la A pesar de la claridad de su predi- cación, Monseñor, como Jesús, fue calumniado. Le acusaron de revolu- cionario marxista, de incitar a la causa para la canonización de Monseñor Romero. Para muchos, Monseñor Romero es un profeta y un santo.
m onseñor Romero nació y murió pobre. Nunca tuvo riquezas ni ambicionó puestos de poder. Cuando fue nombrado Arzobispo de San Salvador, se Espíritu que se manifiesta en los sig- nos de los tiempos y en la voz de los pobres. Monseñor supo escuchar al pueblo y meditar en lo profundo de su corazón todo lo que aprendía. fue a vivir al Hospital Divina Providencia, junto a los enfermos de cáncer, a quienes quería mucho. Monseñor era una persona muy sen- sible al dolor y a las alegrías de los más humildes. Sentía de verdad el sufrimiento de los pobres. Le dolían Era un hombre sencillo a quien agradaba mucho estar en medio del las situaciones de injusticia. Mon- señor Romero, igual que Jesús, tuvo pueblo, le gustaba platicar y convi- vir con la gente. Del pueblo apren- dió mucho. Y él mismo decía que un "obispo siempre tiene mucho que aprender de su pueblo". Pero además era una persona muy exigente consigo mismo. Todo lo que hacía, lo hacía a conciencia. Le gustaba trabajar en equipo, consul- tar a otras personas, delegar tareas. Era una persona de diálogo. Monse- ñor llegó a ser un profeta porque siempre estuvo atento a la voz del
compasión del pueblo. A Monseñor, sobre todo, le repugnaba la violen- cia. Siempre levantó su voz contra la violencia, viniera de donde vinie- ra. Siempre nos enseñó que debe- mos actuar por medios pacíficos, buscando la justicia y el bien para las mayorías pobres, apoyados solamente en la fe en Dios. Monseñor era sobre todo un hom- bre de oración. Y aquí nos dio un gran testimonio. La oración era para él lo mas importante, de ahí sacaba las fuerzas para ser fiel a su compro- miso, de ahí sacaba la inspiración para hablar en nombre de Dios. Él mismo nos dijo que si no fuera por
la oración, su voz no seria más que Jesús se compadeció del pueblo y una "lata que suena". Monseñor le dio aliento y esperanza. Igual que Romero siempre llevó una vida de Jesús, fue asesinado después de tres "intimidad con Dios7' en la oración años de anunciar el reino de Dios. Y y meditación diaria. sin duda, igual que Jesús, ha resuci- tado y vive ¡unto a Dios Padre, por En sus cuadernos de retiro espiri- quien siempre vivió. tual nos dejó escrito que su ideal fue "seguir radicalmente a Jesús". Y Una señora que conoció a Monse- así fue, Monseñor fue un seguidor ñor Romero nos comparte su re- de Jesús. Igual que Jesús fue signo cuerdo: de contradicción, unos lo amaron y otros lo odiaron y persiguieron. "Monseñor Romero fue un hombre Igual que Jesús fue sembrando la con un gran espíritu para la gente palabra de Dios por la tierra de El pobre. Monseñor estuvo aquí, en Salvador. Igual que Jesús, denunció esta humilde casa. Para mí que Mon- los pecados y llamó al arrepenti- señor se entregó para todos, pero miento y a la conversión, Igual que más para el pobre.
pobre "Monseñor Le conocíamos ,llego a este cantona- así que se miraba serio. Contando Romero fue un to de la Santa Cruz. Llegó por aque- chistes sí era gracioso. Era muy serio hombre con un llas pilastras, dejo el carro por ahí y en sus cosas, pero con la gente no, gran espíritu Se vino a pie con unas hermanas era muy amable. para la gente religiosas- ¡Aquel amor con que an- daba, daba pláticas, daba cosas del Poquito, que va murió, fue seminaris- espíritu.' ta en tiempos de Monseñor Romero. Me contó una vez que Monseñor Decían que era un alborotador, un Romero traía tres camándulas y le comunista, un guerrillero. Pero Mon- dio una a él y a otro estudiante, señor hablaba de los diez manda- camino a la iglesia del Rosario. mientos. Por ahí empezaba: amara/ Desde que empezaron la caminata, prójimo. Lo que más decía: ¡No ma- una camándula cada uno y rezando tarás! duro, caminando y rezando, y cuan- do llegaron habían desalojado la Mi hijo escribió dos corridos a Ru- Iglesia. E! santo rosario, ¡cómo lo tilio y a Monseñor. ¡Cómo lo recomendaba! Porque el que reza el buscaron! Como buscar una aguja. rosario nunca ¡e falta lo necesario y Hasta dinero ofrecían por entregarlo. dejaba encargo que en todas las casas rezáramos el rosario. Uno no sabe escribir. Yo escuché todo eso, porque por ahí vino. Yo Pensaron callar la voz de Monseñor, tengo la devoción con Monseñor. Era pero no pudieron y seguirá brillando muy amable, muy cariñoso, carácter donde quiera".
su palabra onseñor predicaba todos los do- mingos en la Misa de Catedral. Nos dejó un legado de casi 200 homilías dominicales, también escribió varias cartas pastorales y por todos los lugares donde iba dejaba su mensaje. Ahora vamos a resumir lo principal de su enseñanza, lo que más trató de inculcar en nuestras mentes y cora- zones. Fe en Dios Jesucristo a tomar una preferencia sin ambigüedades por ¡os pobres. Desde el primer día hasta el último Sin despreciar a los otros, (os llamó de su ministerio como Arzobispo a todos ai campo de los pobres para esto es lo principal que Monseñor poderse hacer iguales a él. Nadie trató de enseñarnos: la fe en Dios. está condenado en vida; sólo aquel que rechaza el llamamiento del "Dios es el Dios de Jesucristo. El Cristo pobre y humilde y prefiera Dios de los cristianos no tiene que más las ido/alnas de su riqueza y de ser otro, es el Dios de Jesucristo, el su poder" (Homilía 27 de mayo de del que se identificó con los pobres, 1979, VI p. 365). el del que dio su vida por los demás, el Dios que mandó a su Hijo
va, ayuda y a su tiempo actúa opor- tunamente. Por eso la presencia de Dios despierta en el corazón la ver- dadera alegría: ¡Alegraos en e! Se- ñor! De nuevo os repito: ¡Alegraos porque Dios está cerca!" (Homilía 16 de diciembre de 1979, VIII p. 38). También nos enseñó que para creer en Dios de verdad hay que renun- ciar a la idolatría de los falsos dio- ses: ídolo del poder, ídolo del dine- ro, ídolo de la fuerza y todos los ído- los que esclavizan a las personas. Monseñor nos decía que 'Dios habla a través de la historia". Hay que estar muy atentos a la voz de Dios en la situación de su pueblo pobre y en las señales de los tiempos. Si sola- mente nos quedamos leyendo la Bi- blia, nunca vamos a saber qué quie- re Dios de nosotros. Con la luz de la Palabra de Dios hay que iluminar "Dios está en Monseñor trató de transmitirnos una medio de profunda alegría, la alegría de saber nuestra realidad y así escucharemos nítidamente la voluntad de Dios. nosotros". Que Dios está en medio de nosotros. Monseñor también nos dijo que "de "Ningún cristiano debe sentirse so/o en su caminar, ninguna familia tiene que sentirse desamparada, ningún pueblo debe ser pesimista aun en medio de las crisis que parecen inso- lub/es, como la de nuestro país. Dios está en medio de nosotros. Tenga- Dios nadie se ríe". No hay que mani- pular a Dios según sean nuestros intereses. No es Dios quien tiene que comprender nuestra situación; somos nosotros los que tenemos que comprender los planes de Dios, su voluntad. mos fe en esta verdad central de la sagrada revelación. Dios está pre- sente, no duerme, está activo, obser- Monseñor insistía mucho que "sin Dios no hay liberación". Decía que
como creyentes debemos compro- meternos para aportar al bien del país, pero que eso hay que hacerlo desde la perspectiva de Dios. Por eso, Monseñor recomendaba mucho la oración. La oración nos mantiene unidos a Dios. Sin la ora- ción no se puede hacer nada bien. "Por eso insisto yo, mucha oración. Oremos, pero no con una oración – que nos aliene, no con una oración que nos haga fugarnos de la realidad. Jamás vayamos a la iglesia huyendo de nuestros deberes de la tierra. Vayamos a ¡a iglesia a tomar fuerzas y claridad para retornar a cumplir mejor los deberes del hogar, los deberes de la política, los deberes de la orga- nización, la orientación sana de estas cosas de la tierra. Estos son los verda- deros liberadores" (Homilía 11 de noviembre de 1979, VII p. 428). Como consecuencia del amor a Dios, vendrá el amor al prójimo. Esta enseñanza que es central en el evangelio, también lo fue en la pre- dicación de Monseñor Romero. "El que no ama, no debe llamarse cris- tiano", decía. Y tuvo un recuerdo muy cariñoso por aquellos que die- Monseñor decía ron la mayor prueba del amor: los que ofrecieron su propia vida por la vida de los demás. Los mártires. Monseñor decía que siempre debe- mos respetar su memoria. que siempre debemos respetar la memoria de /o.s mártires.
"Son verdaderos mártires en el sentido popular". En Jesús está la verdad de lo que estoy diciendo. "¿Por qué se mata? Se mata porque na matándolo como mataron a se estorba. Para mí que son verda- Cristo. Estos son los que yo llamo deros mártires en el sentido popu- verdaderamente justos. Y si tuvie- lar. .naturalmente, yo no me estoy ron sus manchas, ¿quién nos las tie- metiendo en e! sentido canónico, ne hermanos?, ¿qué hombre no donde ser mártir supone un proceso tiene algo de qué arrepentirse? Los de ¡a suprema autoridad de la sacerdotes que han sido matados Iglesia, que lo proclame mártir ante también han sido hombres y tuvie- la Iglesia universa!. Yo respeto esa ron sus manchas. Pero el hecho de ley y jamás diré que nuestros sacer- haber dejado que les quitaran la dotes asesinados han sido mártires vida y no haber huido, no haber todavía canonizados. Pero sí son sido cobardes y haberlos situado en mártires en e! sentido popular, son esa situación de tortura, de sufri- hombres que han predicado preci- miento, de asesinato, para míes tan samente esa encarnación con la valioso como un bautismo de san- pobreza, son verdaderos hombres gre y se han purificado. ¡Tenemos que han ido a los límites peligrosos que respetar su memoria!". (Homi- donde la UGB amenaza, donde se lía 23 de septiembre de 1979, VII p. puede señalar a alguien y se termi- 287).
Seguimiento de Jesús Para Monseñor, Jesús es el Hijo de Dios que se hizo pobre, y tomó Monseñor Romero nos enseñó que nuestra condición humana, para re- todo cristiano debe ser un verda- dimirnos. Monseñor Romero nos dero seguidor de Jesús. Monseñor enseñó que Jesús esta presente en dijo en muchas ocasiones que los pobres, en los pequeñitos, en los "Jesús es el único y verdadero líder que más sufren las injusticias. Y ahí de la liberación". Seguir a Jesús es es donde debemos buscarlo y se- tomar su cruz y hacer lo que él guirlo. hizo, pero en nuestra situación actual. "Y volvernos aquí a la opdórfJprefe- renciolpor los pobres. No es demago- 'Wo hay más que un líder: Cristo gia, es evangelio puro. Si no no^.rjreo- Jesús. Jesús es lo fuente de ¡a espe- cupamos de los intereses de! pobreci- ranza. En Jesús se apoya lo que to, del pequeñuelo, pero no de cual- predico. En Jesús está la verdad de quier modo, sino porque representa a lo que estoy diciendo-" (Homilía 28 Jesús, por la fe que abre el humilde, el de agosto de 1977,1-IIp. 199). marginado, el pobre, e! enfermo; mi-
Todo cristiano está obligado por el bautismo a hacer la opción preferencial por los pobres. rar en él a Jesús, esa es la trascenden- causa propia, no es digno de liamar- cia. Cuando no se mira más que un se cristiano. riual, un imprudente, alguien que Aviene a aguarme mis fiestas, natural- Monseñor también nos enseñó que mente, el pobre estorba. Pero cuando hacer'la opción por los pobres, se abraza, como abrazó Cristo al como Jesús, no significa excluir a leproso, y cuando levanta el buen nadie. Cristo vino a.salvar a todos. samaritano a! herido del camino, porque lo que haga a él, se lo hace a Monseñor Romero también nos Cristo, esta es la trascendencia, sin la transmitió su devoción a María, la cual no es posible una perspectiva de madre de Jesús: justicia social, Cristo presente en los pequeñitos" (Homilía 30 de septiem- Si mañana, día de la Virgen del bre de 1979, Vil p. 314). Carmen las muchedumbres corren a su imagen y a vestirse e! escapulario, Pbr eso Monseñor Romero dijo que no olviden que María es, ante todo, todo cristiano está obligado, por el una mensajera Profética de Cristo bautismo, a hacer la opción prefe- y que en su canto del Magníficat se rencia! por los pobres. Monseñor acordó de los pobres, de los nos decía que e! cristiano que apo- hambrientos y también dijo que ya causas injustas y que no se intere- Dios les pediría cuentas a los sober- sa por los pobres como por una bios y a los orgullosos, a !oS ricos
del mundo y /os despediría vacíos si "María es una mensajera profetica de no se convierten a la pobreza de Cristo. Dios… Una gran devoción a la Virgen, pero así, hermanos, una devoción liberadora, una devoción que nos haga aprender de María la libertad con que ella hablaba. Una devoción a la Virgen que nos haga sentir frente a Dios no para implantar nuestro modo de pensar o nuestra falsa prudencia, sino que sepa dar su cara por Cristo, cuando por la injusti- cia del mundo queda clavado en la cruz, y cuando todos huyen, ella se queda allí junto a él" (Homilía 15 de julio de 1979, VII p. 80). Sentir con la Iglesia Monseñor Romero dijo muy clara- mente que su primera y principal preocupación fue construir la Igle- "Cristo, presente en los pequeñitos".
sia. Su lema como arzobispo fue una realidad que vivió intensamente. Monseñor Romero quiso construir una Iglesia que no estuviese apoya- da en los poderes de este mundo. Monseñor Romero soñó una Iglesia desligada de los poderosos y sin pri- vilegios. Una Iglesia pobre, que se apoya únicamente en la cruz de Cristo. Monseñor decía que el pres- tigio de la iglesia no es que tenga mucho poder, sino que los pobres se sientan en ella como en su pro- pia casa. ''Ahora la Iglesia no se apoya en ningún poder; en ningún dinero. Hoy la Iglesia es pobre. Hoy la Iglesia sabe que los poderosos la rechazan, pero que la aman los que sienten en Dios su confianza… Esta es la Iglesia que yo quiero. Una Iglesia que no cuente con los privilegios y las valías de las cosas de la tierra. Una iglesia cada vez más desligada de las cosas terrenas, huma- nas, para poderlas juzgar con mayor libertad desde su perspectiva del Evan- gelio, desde su pobreza" (Homilía 28 de agosto de 1977,1-II p. 200). Monseñor nos enseñó que la misión de la Iglesia es ser signo del Reino de Dios en la historia. Por eso la Iglesia debe trabajar por la dignidad de las personas, por la justicia y la "La Iglesia es pobre". paz, en una palabra, por la salva- ción de toda la humanidad.
También nos enseñó que la perse- cución a la Iglesia no debe causar temor ni extrañeza. Al contrario, es señal de la autenticidad de la Igle- sia, señal de que es fiel a la misión que le dejó Jesús. "La persecución es uno ñola caracte- rística de la autenticidad de la iglesia. Que una Iglesia que no sufre persecución, sino que está disfrutan- do de los privilegios y el apoyo de las cosas de la tierra, ¡tengan mie- do!, no es la verdadera Iglesia de Jesucristo. Esto no quiere decir que sea normal esta vida de martirio y de sufrimiento, de miedo y de persecu- andan bien, sino que seguir a ción, sino que debe significar el espí- Jesucristo con e! entusiasmo de ritu del cristiano. No estar con la aquel aposto! que decía: "si es nece- Iglesia únicamente cuando las cosas sario muramos con él" (Homilía 11 de marzo de 1979, VI p. 190).
Dijo que nada le importaba tanto como la vida humana. Que ese es el valor supremo y todos debemos ser defensores de la vida. "Este es el pensamiento fundamental de mi predicación: nada me importa tanto como la vida humana. Es algo tan serio y tan profundo, más que la violación de cualquier otro derecho humano, porque es vida de ¡os hijos de Dios y porque esa sangre no hace sino negar el amor, despertar nuevos odios, hacer imposible la reconcilia- ción y la paz. ¡Lo que más se necesi- ta hoy aquí es una alto a la repre- sión" (Homilía 16 de marzo de 1980, VIH p. 349). Monseñor condenó sin ambigüeda- des la violencia. Todo tipo de violen- cia. La violencia represiva del ejército y la violencia de los grupos guerrille- ros. Él siempre nos enseñó que debe- mos ser humanos, ser racionales y capaces de dialogar para encontrar Doctrina Social de la Iglesia la solución a los problemas, por más A Monseñor Romero le tocó predi- difíciles que estos sean. car en un momento muy trágico de la historia de El Salvador. La injusti- cia social y el irrespeto a los dere- chos humanos estaban a la orden del día. Había mucha persecución y muerte. Y la amenaza de una guerra civil se cernía sobre la tierra de El Salvador. Monseñor no tenía un mensaje propio, lo que él predicada También nos enseñó que la más cri- minal de las violencias es la injusti- cia social, porque priva de la vida y de la dignidad a miles de personas pobres. Por eso, no se cansó de repetir que el mejor camino para conseguir la paz, es trabajar por erradicar las injusticias sociales. y aplicaba a la realidad salvadoreña era la Palabra de Dios y las enseñan- zas de la Iglesia.
"Yo denuncio Sobre todo la absolutización de la riqueza ". Una de las injusticias que él denun- Yo denuncio sobre todo la absoluti- ció mucho era la absolutización de la zación de la riqueza. Este es el gran riqueza. No es justo, decía, que unos mal de El Salvador: ¡a riqueza, la pocos lo acaparen todo y la mayoría propiedad privada como un absolu- se quede sin nada. Por eso. decía que to intocable y ¡ay del que toque ese se debía organizar la economía de tal alambre de alta tensión, se quema! manera que todos los salvadoreños No es justo que unos pocos tengan puedan vivir con dignidad. todo y lo absoluticen de la manera que nadie lo pueda tocar, y la mayo- "¿ Qué oirá cosa es la riqueza cuan- ría marginada se está muriendo de do no se piensa en Dios? Un ídolo de hambre" (Homilía 12 de agosto de oro, un becerro de oro. Y lo están 1979, Vil p. 165). adorando, se postran ante él, le ofre- cen sacrificios. ¡Qué sacrificios enor- Monseñor no se cansó de repetir mes se hacen ante la idolatría del que él no era un político ni un soció- dinero! No sólo sacrificios, sino ini- logo y que no tenía las soluciones a quidades. Se paga para matar. Se los problemas tan graves que tenía paga el pecado. Y se vende. Todo se el país. El reclamó que la solución comercializa. Todo es lícito ante el vendría cuando todos los sectores dinero" (Homilía 11 de septiembre del país participaran en la vida polí- del977,I-IIp.214). tica, económica y social del país.
En tiempos de Monseñor Romero, los campesinos y los obreros eran perseguidos hasta la muerte, cuan- do se organizaban para reclamar por sus justas reivindicaciones. Monseñor Romero siempre defen- dió el derecho de los pobres a orga- nizarse, siempre y cuando lo hicie- ran para luchar por causas justas y que no olvidaran el sentido cristia- no de su organización para no caer en la idolatría de la misma. Y a todos nos dejó un criterio para saber qué cosas están bien y qué Monseñor siempre defendió el derecho de los pobres a organizarse. cosas están rnal. Monseñor nos dijo que debemos apoyar y animar todas aquellas cosas que benefician a las mayorías pobres, y que debe- mos rechazar y denunciar todas las Monseñor nos decía que debemos apoyar aquellas cosas que benefician a las mayorías pobres.
"Cada uno de ustedes tiene que ser un micrófono de Dios". medidas políticas y económicas que se hacen para defender intere- ses egoístas, de grupos poderosos y privilegiados, y que son un mal para las mayorías pobres. Monseñor Romero pidió a Jos cristianos que asumieran su vocación profética y que trabajaran desde sus oficios y profesiones por e bien del país. ''Cada uno de ustedes tiene que. ser un micrófono de Dios. Cada uno de ustedes tiene que ser un mensajero, un profeta. Siempre existirá la Iglesia "Felices los pobres porque de ellos es mientras haya un bautizado, y ése et Reino de Dios". único bautizado que quede en el mundo, es el que tiene ante el mun- do la responsabilidad de mantener
"Vivamos de verdad la belleza en alto la bandera de la verdad de! Señor y su justicia divina. Por eso da Llamados a. la conversión y responsabilidad de ser un pueblo profetice". lástima pensar en la cobardía de tan- tos cristianos y en la traición de otros bautizados. ¿Pero qué están hacien- Pero si algo se destacó en las homi- lías de Monseñor no fue otra cosa que sus incontables llamados a la do, bautizados, en los campos de la conversión. Él decía que si quere- política?¿Dónde está su bautismo? mos salvarnos y salvar a la sociedad Bautizados en la profesiones, en los debemos organizar la conversión campos de los obreros, en e! merca- de los corazones y buscar el cambio do. Dondequiera que hay un bautiza- de estructuras. Las dos cosas a la do ahí hay Iglesia, ahí hay profeta, par. No una conversión personal sin ahí hay que decir algo en nombre de cambios en la sociedad. Ni cambios la verdad que ilumina las mentiras en la vida política, social y econó- de la tierra. No seamos cobardes. No mica del país sin conversión profun- escondamos el talento que Dios nos da de los corazones. ha dado desde el día de nuestro bau- tismo y vivamos de verdad la belleza "Una verdadera conversión cristiana y ¡a responsabilidad de ser un pue- hoy tiene que descubrir /os mecanis- blo profético" (Homilía 8 de julio de mos sociales que hace del obrero o 1979, VII p. 62). del campesino personas margina-
das. ¿Por qué sólo hay ingreso para el pobre campesino en la temporada del café y del algodón y de la caña? ¿Por qué esta sociedad necesita tener campesinos sin trabajo, obreros mal pagados, gente sin salario justo? Estos mecanismos se deben descubrir no como quien estudia sociología o economía, sino como cristianos, para no ser cómplices de esa maquinaria que está haciendo cada uez gente más pobre, marginados, indigentes" (Homilia 16 de diciembre de 1979, VIII pp. 4647). Monseñor hizo llamados de conver- sión a todas las personas y los secto- res. A los ricos y a los pobres, a los que gobiernan y a los que no parti- Monseñor hizo llamados de conversión a cipan en nada, al ejército y a las todas las personas y sectores de la sociedad.
organizaciones militares de izquier- da, a los jueces y al Presidente de los Estados Unidos, a los cristianos y a la misma Iglesia. Nadie se quedó sin un llamado de Monseñor. Todos necesitamos conversión, decía. Estos llamados de Monseñor busca- ban, sobre todo, evitar una guerra civil: "Queridos hermanos, quiero hacer un llamamiento a todos los sectores del país para que evitemos tener Que llegar a una guerra ctuil y de todos modos logremos en nuestro país una auténtica justicia. Para el/o es indispensable que todos estemos dispuestos a compartir con los demás lo que somos y lo que tene- mos, y participar, en la medida de nuestras posibilidades, a crear esta estructura económico-política que de acuerdo con el plan de Dios favo- rezca equitativamente a todos los salvadoreños" (Homilía 20 de ene- ro de 1980, VIH p. 181). "Espero que este llamado de la Iglesia no endurezca aun más el corazón de los oligarcas sino que los mueva a la conversión. Compartan lo que son y tienen. No sigan callan- do con la violencia a los que les estamos haciendo esta invitación, ni mucho menos, continúen matando a los que estamos tratando de lograr haya una más justa distribución del poder y de ¡as riquezas de nuestro "En nombre de Dios y de este sufrido pueblo, ¡cese la represión!".
país. Y hablo en primera persona, porque esta semana me llegó un avi- so de que estoy yo en la lista de los que van a ser eliminados la próxima semana. Hsro que quede constancia de que la ooz de la justicia nadie la puede matar ya" (Homilía 24 de febrero de 1980, VIII p. 275). Todavía resuena el último llamado que hizo: ¡Cese la represión! Des- graciadamente no se hizo caso a la voz de Monseñor. Lo mataron y con él mataron la última esperanza que había. Después pasó lo que pasó. Se vino encima una guerra civil que causó miles y miles de muertos. Como todo profeta Monseñor trató de transmitirnos una esperanza. La esperanza de que tanto dolor y muerte, tanto sufrimiento y sangre, no serían en vano: "Estoy seguro que tanta sangre derramada y tanto dolor causado a los familiares de tantas víctimas no será en vano. Es sangre y dolor que regará y fecundará nuevas y cada vez más numerosas semillas de sal- vadoreños que tomarán conciencia de la responsabilidad que tienen de construir una sociedad más justa y humana, y que fructificará en la realización de reformas estructurales audaces, urgentes y radicales que necesita nuestra patria" (Homilía 27 de enero de 3980, VIII p. 202). Esa imagen, esa voz. ese anhelo de Monseñor Romero de hace muchos años atrás, hoy se hace más presen- te que nunca: que la justicia nazca de nosotros, que la conversión sea plena y la paz se instale en nuestras tierras para siempre; esa paz que no es ausencia de guerra sino un pre- cepto eterno de justicia, libertad e igualdad. "La voz de la justicia nadie la puede matar ya".