Pobreza y distribución: Presentación de estudio empírico para América Latina y estadísticas para El Ecuador (página 2)
Enviado por Andr�s Mideros Mora
Adicionalmente (ver Gráfico 8), las remesas muestran su importancia frente a otras fuentes de ingreso en la balanza de Pagos al representar el 1.074% de la inversión extranjera directa (en 2006), el 141% de la Cuenta de Capitales, y el 194&% de la Cuenta Corriente.
No se puede analizar las remesas, sin entender la evolución y características de las remesas en el Ecuador. El número de migrantes ha variado entre 1989 y 2006 tanto en número como en destino. La migración alcanzo un máximo durante la crisis financiera del año 1999, año en que cambio el destino de la migración (ver Gráfico 9), cayendo en preferencia los Estados Unidos de Norteamérica e incrementando se España e Italia como preferencia de los migrantes (lo que se explica por el tipo de migrantes, como veremos a continuación, y la facilidad con el idioma y la cultura).
El grado de educación de los migrantes (ver Gráfico 10) cambio ante la crisis de 1999. Antes de 1990, el 30% de los migrantes tenían educación superior, índice que se redujo durante la década de los noventa hasta el 24%, y cayó durante la crisis de 1999 al 15% (años de mayor migración), sin embargo a partir de 2005 esta relación subió hasta el 29%, lo que muestra el cambio en los migrantes, que durante la crisis lo hacían, n su mayoría, a buscar empleo y mejores oportunidades, mientras que antes y después de la crisis se lo hace por estudios o en una situación laboral (en el extranjero) estable, cambiando la matriz de migrantes y por ende el tipo de hogares receptores de remesas.
Lo dicho, se complementa al considerar las actividades a las que se dedicaban los migrantes, antes de salir del país (ver Gráfico 11). En el período 1990 a 1998, el 60% de los migrantes trabajaban, esta relación subió al 72% entre los años 1999 y 2000; en cambio, entre 2005 y 2006 el 38% de los migrantes estudiaban antes d emigrar (frente a un 46% que trabajaba).
b. Ingreso, Distribución y Evolución de la Pobreza en el Ecuador.
El ingreso personal mensual (promedio en dólares corrientes) pasó de USD 112 en el año 2000 a USD 260 en el 2006, en base a la Encuesta Nacional de Empleo y Desempleo de los Hogares Urbano y Rurales (ver Gráfico 12). Sin embargo, únicamente las provincias de Pichincha, Azuay y Guayas se encuentran por encima de este promedio (ver Gráfico 13), separando las capitales de provincia, se tiene que únicamente la Provincia de Pichincha se mantiene encima del promedio (sin Quito), mientras que las ciudades de Quito y Cuenca muestran el mayor ingreso promedio (1,66 veces el promedio nacional).
Por otro lado, (ver Gráfico 14) mientras el ingreso urbano pasó de USD 132 a USD 314 entre los años 2000 y 2006 (incremento del 138%), el ingreso rural pasó de USD 71 a USD 142, en el mismo periodo (incremento del 100%), mostrando que la brecha de ingresos entre el sector urbano y el rural se ha incrementado en el Ecuador. De hecho, el indicador de la brecha de ingresos entre el sector urbano y rural (ver Gráfico 15) pasó del 86% en el año 2000 al 121,38% en el 2006, lo que significa que el ingreso del sector rural debería incrementarse en un 121,38% para alcanzar el ingreso urbano (sin considerar cambios en este).
Al observar la evolución del ingreso por género se obtiene que el promedio mensual de lo hombre pasó de USD 158 a USD 370 en los años 2000 y 2006, respectivamente, mientras que el de la mujeres lo hizo de USD 95 a USD 241, en los mismos años. En este sentido se tiene una tasa de crecimiento anual de 17% y 19% para hombres y mujeres, respectivamente. La brecha del ingreso por género (ver Gráfico 16), ha disminuido en el área urbana, pero se ha incrementado en el sector rural; el ingreso promedio de las mujeres debería incrementarse en un 59% para alcanzar el nivel de ingresos de los hombres.
Por su parte, al analizar la brecha de ingreso entre pobres y no pobres (ver Gráfico 17) se ha incrementado del 306% al 436%, incrementado la inequidad en la distribución del ingreso en el Ecuador, hecho que se sustenta en el incremento del índice de Gini (ver Gráfico 18). El índice de Gini (medida de equidad. Equidad absoluta cuando su valor es igual a 0, e inequidad absoluta cuando su valor es 1) por consumo (medido en base a las Encuestas de Condiciones de Vida) se ha incrementado de un valor de 0,43 en 1995, a 0,46 en el 2006, mostrando al igual que con las brechas de ingreso que la inequidad en el Ecuador ha venido incrementándose constantemente.
En 1995 el decil (10%) más rico de la población concentraba el 32% del consumo, concentración que se incrementó hasta el 35% en el año 2006, mientras que el decil mas pobre paso de representar el 2,2% al 1,9% del consumo nacional (ver Tabla 1), de esta manera se tiene que el 10% más rico de la población consume 18,8 veces el consumo del 10% más pobre, en 2006 (ver Tabla 2).
Sin embargo, el nivel de pobreza por consumo ha disminuido (ver Gráfico 19) del 52% en 1999 al 38% en el 2006, valor menos al alcanzado en 1995 (39%). Al observar la evolución de la incidencia de la pobreza por consumo junto con la del índice de Gini (ver Gráfico 20), se observa que la pobreza y la inequidad aumentaban entre 1995 y 1999, sin embargo después de la crisis de 1999 la incidencia de pobreza ha disminuido, pero la inequidad se ha incrementado, mostrando que la estabilidad y crecimiento económico que ha tenido el Ecuador con la dolarización ha hecho a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, ya que el Estado y las clases económicas dominantes no ha sabido (o no han querido) dirigir políticas de redistribución.
2. Presentación de Estudio Impacto de Remesas en la Pobreza y la Inequidad en América Latina
A continuación se presenta y comenta un estudio empírico para países de Latinoamérica que busca identificar el efecto de las remesas en la disminución de la pobreza y la inequidad (Acosta, 2007).
La creciente importancia de las remesas de migrantes a nivel mundial, y su potencialidad para generar estabilidad y efectos macroeconómicos ha fomentado el desarrollo de estudios empíricos, los que han evidenciado el efecto de las remesas en la disminución de la pobreza, como por ejemplo: Adams (2004), en Guatemala; Adams (2006), en Ghana; López – Córdova (2005) y Taylor (2005), en México; y, Yang y Martínez (2006) en Filipinas.
Sin embargo, los resultados de investigaciones sobre el efecto de las remesas en la disminución de la desigualdad en la distribución del ingreso muestran efectos contrarios dependiendo del nivel original de ingresos de los migrantes, algunos ejemplos de estos estudios son: Taylor y Yitzhaki (1986), y, Taylor, Mora y Adams (2005) en México; Adams (1989, 2006) en Egipto y Ghana; Barham y Boucher (1998) en Nicaragua; y Rodríguez (1998) en Filipinas.
Todos los estudios señalados se refieren a evidencia empírica en un determinado país. Existen, según Acosta, solo dos estudios que hacen un análisis entre países, estos son: Adams y Page (2005) y World Economic Outlook (2005), los cuales han encontrado un efecto positivo entre remesas y disminución de la pobreza.
El estudio desarrollado por Acosta, utiliza información agregada a nivel de países e información de encuestas de hogares de diez países de Latinoamérica. Adicionalmente, presenta las siguientes novedades en para la investigación de los efectos de las remesas en la pobreza:
1. El análisis econométrico busca estimar el impacto de las remesas en dos de los mayores determinantes de la pobreza: crecimiento del ingreso promedio y desigualdad del ingreso;
2. Considera, en cierta medida, la heterogeneidad de los países de la muestra, considerando que el efecto de las remesas es diferente en América Latina que en el resto del mundo;
3. Se utiliza variables internas y externas, de cada país, relacionadas con las remesas y sus potenciales efectos;
4. Se utiliza información de encuestas a hogares de diez países de América Latina. Se considera a las remesas como algo exógeno, y se observan cambios en las remesas sin cambios en migración; y,
5. Se compara los niveles de pobreza y desigualdad, con aquellos que se alcanzarían en el escenario contrafactual sin migración y sin remesas (considerando el ingreso que generarían los migrantes en su país de origen).[2]
El estudio busca encontrar una estimación significativa que sugiera que las remesas influyen positivamente en la reducción de la pobreza y la desigualdad, y ver si este resultado difiere en América Latina y el resto del mundo. Anticipando los resultados, se obtiene que la primera relación (remesas vs. Pobreza) se cumple de igual manera en todos los países, mientras que la segunda (remesas vs. Desigualdad) se cumple levemente en América Latina, mientras que en el resto del mundo las remesas incrementan la desigualdad.
Se evidencia que las remesas logran reducir la pobreza, aunque la magnitud de su efecto difiere entre países. Para lograr una reducción del 10% en pobreza se requeriría de un incremento de las remesas (como porcentaje del PIB) entre 0,04% (países pobres) y el 0,5% (países ricos). Considerando, que en promedio (en América Latina) las remesas representan el 4,9% del PIB, se tendría que por cada punto porcentual de incremento de esta relación, la pobreza disminuiría alrededor del 0,37%.
El estudio encontró que en ocho de los diez países de la región, el índice de Gini es menor que aquel que se lograría sin remesas, es decir con el ingreso esperado de los migrantes en sus países de origen.
Para medir la pobreza se plantean dos factores: el ingreso promedio en cada país y su índice de desigualdad (Coeficiente de Gini). Formalmente, se utiliza la formula definida por Foster, Greer y Thorbecke (FGT) en 1984:
Donde; z, indica la línea de pobreza; x, mide el ingreso; f(x), es la función de densidad del ingreso; y, α es un coeficiente de aversión que mide: la incidencia de la pobreza (α =0), la brecha de pobreza (α = 1) y la severidad de la pobreza (α = 2).
Se considera que el ingreso sigue una distribución logarítmica normal (log x, está distribuido en forma normal) lo que se sustenta en trabajos como: Gibrat (1931), Kalecki (1945) y Rutherford (1955).
Por otro lado, Lopez y Serven (2006) definieron:
donde: Y, representa el ingreso promedio per cápita; y, G, el Índice de Gini, adicionalmente, como resultado de su investigación identificaron las siguientes relaciones (usadas por Acosta para sus conclusiones):
;
Estas elasticidades, muestran el efecto de cambios en el ingreso y la equidad en el nivel de pobreza, respectivamente. Se identifico alta significancia entre estos factores, con una relación negativa del ingreso en la pobreza, y positiva del índice de Gini (siempre que la línea de pobreza sea inferior al ingreso per cápita: z < Y).
;
Con estos elementos se planeta la siguiente ecuación:
la cual reemplazando las elasticidades presentadas anteriormente, permiten identificar la elasticidad de la pobreza a cambios en los niveles de remesas de migrantes, mediante la suma del efecto de las remesas en el ingreso y en el coeficiente de Gini, multiplicados por las elasticidades definidas por López y Serven (2006).
La ecuación para la medición del efecto de las remesas en el ingreso mide la variación del logaritmo del ingreso como una función de: el logaritmo del ingreso inicial, un conjunto de variables de control en cada país, las remesas recibidas, una variable para la identificación de efectos específicos en cada país y un término de error.
A esta ecuación s le aumenta una variable dummy “Lac” que toma el valor de 1 si el país pertenece a la región de América Latina, y de 0 en caso contrario. De esta manera el coeficiente de las remesas es la suma de los coeficientes de las remesas más el que corresponde a las remesas por la variable “Lac”.
Por su parte la ecuación para determinar el efecto de las remesas en la variación de la equidad (medida por el Coeficiente de Gini) es la siguiente:
Donde: g, representa el logaritmo del índice de Gini; x, un conjunto de variables de control; r, las remesas recibidas; Lac, el hecho de ser un país de América Latina; u, efectos específicos de cada país; y, e, el término de error.
c. Aspectos Econométricos y Variables
El valor de remesas se toma como predeterminado (se utiliza el valor inicial período en análisis) con el fin de aliviar posibles problemas de simultaneidad, y asegurar que los estimadores expliquen el efecto de las remesas en el ingreso y la inequidad, y no el de estos en la migración y por ende en las remesas.
Sin embargo, un potencial problema en la estimación es la existencia de factores específicos en cada país que no han sido observados. Para eliminar este problema se toma la propuesta de Arellano y Bond (1991) de diferenciar la ecuación (considerar rezagos en las variables), con lo que la ecuación final de la estimación seria:
Donde, considerando un valor de δ = 0 y el conjunto de variables de control (“x”) como exógenas, se tiene que la regresión de mínimos cuadrados ordinarios genera una estimación consistente y significativa. Sin embargo, en el caso de que no se produzcan estas condiciones se requiere de un instrumento para ingresar otras variables.
En este sentido, se toma un estimador de Método general de Momentos (GMM) en base a lo planteado por Arellano y Bover (1995) y Blundell y Bond (1998), el que combina las regresiones en diferencias y niveles de variables exógenas que estén relacionas con las remesas.
Las variables seleccionadas de GMM son las siguientes: Variable de Distancia, que considera el PIB per cápita de los 10 (países) mayores receptores de migrantes, ponderado por la distancia a esos países desde cada país receptor de remesas; y, Series de Migración, que considera el PIB real per cápita de los cinco países de la OECD (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) que sean los principales receptores de migrantes de cada país receptor de remesas, ponderado por el peso de la migración a cada uno de esos cinco países.
El conjunto de variables de control “x” se define en base a las propuestas de Perotti (1996), Forbes (2000), Banerjee y Dulfo (2003), y Knowles (2005), que incluyen: promedio (en años) de educación secundaria de hombres, promedio (en años) de educación secundaria de mujeres, y distorsión del mercado (medida por el precio de los bienes de inversión en el país frente a aquel en los Estados Unidos de Norteamérica). Estas variables fueron seleccionadas por Acosta, dada su validez en un sin número de trabajos sobre crecimiento (como los mencionados) y porque, además, el nivel de educación tiene una relación directa con la desigualdad, y el precio del capital permite observar los incentivos para reemplazar mano de obra por capital.
Para las regresiones econométricas se utilizan datos de 59 países industrializados y en desarrollo entre los años 1970 y 2000, en periodos de cinco años. Los datos de educación fueron tomados de Barro y Lee (2001), los de ingreso y distorsión de mercado de la base de datos PWT6.1, y los índices de Gini de Dollar y Kraay (2002). Los datos de remesas son los utilizados en Aggarwal, Demirguc-Kunt y Martinez Peria (2005) que se obtuvieron de World Economic Outlook (2005). La muestra utilizada es de 221 observaciones para la regresión de ingreso y de 85 observaciones para el coeficiente de Gini.
En la ecuación de crecimiento del ingreso (ver Tabla 3) cada columna muestra el resultado obtenido con el estimador GMM. Los tests de Sargan y de Correlación Serial de Segundo orden no muestran problemas. Las remesas muestran un efecto, significativo, positivo en el crecimiento del ingreso, con una elasticidad entre 0,005 y 0,13. La variable dummy no se muestra significativa con lo que se observa el mismo efecto en los países de América Latina que en el resto del mundo. En este sentido se determina que ante un incremento del 100% del peso de las remesas sobre el PIB se lograría un aumento de la tasa de crecimiento entre el 0,5% y 1,3%.
Por su parte, el costo de capital muestra un coeficiente negativo, mientras que las variables de educación muestran signos diferentes, lo que muestra coherencia con otros estudios como: Perotti (1996), Forbes (2000) y Knowles (2005). La única observación a la regresión es el signo positivo del logaritmo del ingreso inicial, lo que se muestra contradictoria con la lógica de convergencia.
La ecuación para determinar el crecimiento del índice de Gini (ver Tabla 4), muestra resultados variados. Al utilizar las variables de Distancia (nivel), Distancia (crecimiento) y Migración (crecimiento) se obtiene que las remesas presentan una relación pisitiva (aumentan el índice de Gini y con ello la inequidad) pero no son significativas, con los demás instrumentos se encuentra la misma relación positiva y significativa. Sin embargo, la variable dummy es significativa y muestra una relación total en los países de América Latina negativa entre el índice de Gini y las remesas (el incremento en remesas disminuye el valor del coeficiente de Gini y con ello evidencia una mejora en términos de equidad), sin embargo los coeficientes son bajos, lo que evidencia un efecto muy pequeño, el mismo que podría ser irrelevante. Un incremento del 100% en las remesas permitiría disminuir el índice de Gini entre un 0,5% y un 1,1%. Con un promedio de remesas sobre el PIB de 4,9%, el incremento en 1% de este ratio, reduciría el índice de Gini entre 0,06% y 0,12%.
Dados los resultados de las dos ecuaciones se utilizan las elasticidades determinadas por López y Serven (2006), para identificar el efecto de las remesas en la pobreza en los países de América Latina. Se encuentra de esta manera que el aumento de las remesas permite disminuir la pobreza tanto por un incremento de ingresos como por un aumento de equidad.
La investigación muestra que la migración y las remesas que se reciben por ella presentan un efecto, estadísticamente significativo, para la reducción de la pobreza. Las regresiones entre países presentan que las remesas reducen la inequidad en América Latina, aunque en magnitudes pequeñas. En este sentido, la reducción de la pobreza se explica, mayoritariamente, por el aumento del ingreso de los hogares receptores de remesas.
La segunda parte del estudio permite fortalecer la premisa de que los efectos es diferente en cada uno de los países de América Latina, dependiendo del tipo de hogar que es receptor de remesas. Si la mayor parte de hogares receptores de remesas se encuentra por debajo de la línea de pobreza, el efecto de las mismas tanto en ingresos como en equidad será mucho mayor.
Si bien ha evidenciado que las remesas han permitido incrementar la calidad de vida de la población en América Latina, no se ha identificado con claridad la forma de atacar definitivamente la pobreza moderada y extrema en la región. En este sentido se debe tener en cuenta que la migración es un efecto de la falta de oportunidades en el país de origen.
3. Tablas y Gráficos
Gráfico 1: Evolución de Remesas en el Ecuador
Gráfico 2: Montos Promedio de Remesas (USD/mes/hogar) en el Ecuador
Gráfico 3: Concentración de las remesas por Tipo y Ubicación de los Hogares Receptores
Gráfico 4: Concentración del Monto de remesas por Grupo Económico y Ubicación
Gráfico 5: Uso de las Remesas en el Ecuador
Gráfico 6: Relación de Remesas y Exportaciones no Petroleras con el PIB
Gráfico 7: Tasa de Variación Anual (USD del 2000) de Remesas, Exportaciones y el PIB
Gráfico 8: Relación de las Remesas en la Balanza de Pagos
Gráfico 9: Migración según Destino y Períodos de Migración
Gráfico 10: Migración según Niveles de Educación y Períodos de Migración
Gráfico 11: Migración según Condición de Dedicación y Periodos de Migración
Gráfico 12: Ingreso Nacional Promedio de las Personas
Gráfico 13: Relación del Ingreso Promedio sobre el Promedio Nacional
Gráfico 14: Ingreso Personal Urbano y Rural
Gráfico 15: Brecha de Ingreso Urbano – Rural
Gráfico 16: Brecha de Ingreso Hombre – Mujer
Gráfico 17: Brecha de Ingreso Pobre – No Pobre
Gráfico 18: Coeficiente de Gini por Consumo en el Ecuador
Tabla 1: Distribución del Consumo Percápita por Deciles en el Ecuador
Tabla 2: Relación de Consumo del 10% más rico
Gráfico 19: Evolución de la Pobreza por Consumo y Gini en el Ecuador
Tabla 3: Resultados de la Regresión de Crecimiento
Elaborado por: Acosta (2007)
Tabla 4: Resultados de la Regresión de Equidad
Elaborado por: Acosta (2007)
4. Bibliografía
Acosta, Pablo (2007). “What is the Impact of International Remittances on Poverty and Inequality in Latin America?”. World Bank Policy Research Working Paper 4249.
Hexagon Consultores (2007). “REMESAS: Ingreso Nacional y Consumo de los Hogares”. Memorando Económico de Investigación Legislativa, Papel de Trabajo M.E.I.L. No. 22.
Hexagon Consultores (2007). “INGRESO PERSONAL: Pacto Económico y Social para la Equidad”. Memorando Económico de Investigación Legislativa, Papel de Trabajo M.E.I.L. No. 28.
Hexagon Consultores (2007). “MIGRACIÓN: Un Fenómeno en Permanente Cambio”. Memorando Económico de Investigación Legislativa, Papel de Trabajo M.E.I.L. No. 29.
Brborich, Wladymir (2007). “Evolución de la Pobreza: E2R hasta E5R”. Documento Privado.
[1] Se considera pobre a los hogares cuyo ingreso es de hasta USD 2 por día, e indigentes a aquellos hogares cuyo ingreso no supera USD 1 por día, en promedio.
[2] No se presenta este análisis en el presente documento, ya que el modelo inicial permite generar una mayor intuición para el Ecuador, en base a los datos presentados inicialmente.
Autor:
Andrés Mideros Mora
Enero, 2008
Quito – Ecuador
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