Trascendencia y perspectiva del teletrabajo para el teletrabajador. Panorama en el derecho positivo cubano
Enviado por MsC. Alcides Francisco Antúnez Sánchez
1.- Introducción
La historia demuestra que los distintos cambios en las estructuras socioeconómicas han causado diversas maneras de producir, distintas estructuras institucionales, múltiples modelos de relaciones laborales, diferentes regulaciones jurídicas, etc. En nuestros días, estamos asistiendo a uno de esos procesos transformadores de las estructuras productivas y de las relaciones sociolaborales. Nos estamos refiriendo al paso de la sociedad post-industrial a la sociedad del conocimiento.
Esta sociedad de la información y del conocimiento viene caracterizada por la utilización extensiva de las tecnologías de la infocomunicación (TICs) que hacen posible un almacenamiento y una gestión de datos, de conocimiento. Estamos asistiendo a un nuevo paradigma tecnológico que marca el destino del desarrollo económico de la humanidad especialmente en lo relacionado con el empleo, educación y capacitación de los recursos humanos.
Junto a todos estos cambios, un nuevo desafío en la evolución de las relaciones laborales lo constituye la protección constitucional de los derechos de los trabajadores y más especialmente aquellos que pueden verse afectados por el uso de las nuevas tecnologías en el control de la prestación laboral de los trabajadores. Pensemos en la instalación de aparatos de escucha y filmación, el control informático continuo del trabajador, la vigilancia de la salud del trabajador a través de los nuevos sistemas de la investigación genética y de la psicología industrial, la lesión de la libertad sindical por medios informáticos, el tratamiento automatizado de los datos personales del trabajador.
Sin embargo, no resulta apropiado demonizar el uso apropiado, sensato y razonable de las nuevas tecnologías en los distintos procesos productivos, en los que aparentemente aparecen enfrentados el interés legítimo del empresario de potenciar al máximo la eficacia y eficiencia de su actividad empresarial con el igualmente interés legítimo del trabajador en preservar al máximo el ejercicio de sus derechos fundamentales entre los cuales el derecho a la intimidad resulta especialmente vulnerable al uso arbitrario de las nuevas tecnologías. Se trata, por tanto, de encontrar el marco legal preciso que permita un uso legítimo, razonable y proporcionado de estas tecnologías que han de estar al servicio del hombre y no al revés, y, por ello, al servicio de los derechos inviolables de la persona.
1.1.- Análisis doctrinal. Generalidades y definición.
Después de haber incursionado en varios diccionarios de la Lengua Española, así como Enciclopedias, no hemos encontrado la definición de teletrabajo, considerando que esto es debido a que esta institución del derecho tuvo su origen hace solo unas décadas cuando en los años 70 del pasado siglo, en los EEUU, y en plena crisis del petróleo, el físico Jack Nilles comenzó a pensar formas de optimización de recursos no renovables. Su primera idea fue "llevar el trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo", tras lo cual creó el concepto de "telecommuting". Sin embargo, a esa altura el desarrollo tecnológico no estaba lo suficientemente desarrollado para que el teletrabajo sea una realidad.
Pero el salto tecnológico de las décadas siguientes, la baja notable de los costos informáticos, la velocidad de las redes de comunicación, es decir, su mayor capacidad de uso y la difusión comercial de la red Internet pusieron a disposición de millones de personas los recursos necesarios para el teletrabajo.
Por ello, actualmente, a consideración de muchos que se encuentran inmersos en este mundo, el teletrabajo no sólo se aplica con el objetivo con el cual nació, ahorro de energía, sino que brinda enormes oportunidades a las organizaciones de todos los sectores, para mejorar y adaptarse a las nuevas condiciones.
La empresas han ido evolucionando hacia una terciarización y globalización de la economía, los nuevos modos de realización del trabajo son perfectamente apropiados a las nuevas necesidades de las organizaciones y permiten que la empresa esté atenta a su mercado, próxima a sus clientes y sea más reactiva.
Actualmente estamos viviendo un periodo histórico de cambio tecnológico, consecuencia del desarrollo, y de la aplicación creciente de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC). Este proceso es diferente y más rápido que cualquiera que hayamos presenciado hasta ahora. Alberga un inmenso potencial para la creación de riqueza, elevar el nivel de vida y mejorar los servicios, pero tan solo para aquellos que logren crear las condiciones necesarias para poder aventurarse en este mundo.
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