1.
4. Efectos físicos y psicológicos del alcohol y otras drogas
5. ¿Cómo y por qué se empiezan a consumir drogas?
6. Cuatro etapas básicas del uso de alcohol y otras drogas
7. Cómo saber si alguien está consumiendo drogas
El uso de drogas no es un fenómeno nuevo; el conocimiento y el uso de las drogas, son probablemente, tan antiguo como el hombre mismo. El hombre primitivo en busca de alimentos en praderas y bosques, descubrió ciertas plantas que parecían poseer misteriosos poderes, capaces de alterar su percepción o su estado de animo.
Diversas drogas vegetales que alteraban la mente o el animo fueron identificadas e incorporadas a la estructura de la vida humana. En verdad, ciertas plantas adquirieron la categoría de sacramentos importantes en los rituales y ceremonias de las actividades más significativas del hombre.
A pesar la larga historia de las drogas, el uso de drogas en estos días se ha convertido en un problema de nuevas dimensiones en muchas partes del mundo.
Una droga puede definirse, en general, como toda sustancia que al ser introducida al cuerpo produce un cambio temporal o permanente en las funciones fisiológicas, en los sentimientos o en la conducta. La droga se ha convertido en el amo, antes que en el servidor. Es decir, que el consumo de drogas ya no está bajo el control del usuario.
En todo el mundo las personas están preocupadas como nunca por los peligros que representa el uso de alcohol y otras drogas. Las encuestas de opinión pública han señalado repetidamente la intolerancia general al uso de alcohol por parte de los menores y al uso de drogas ilegales por parte de cualquier persona. Los indicadores muestran que la mayoría de personas están preparadas a adoptar una firme posición frente al uso ilegal de alcohol y otras drogas.
El uso del alcohol y de drogas ilegales han destruido familias y han infiltrado nuestras calles, vecindarios y escuelas. Estos problemas también han invadido los lugares de trabajo y las carreteras. El público finalmente ha dicho "basta" y está uniéndose para hacer frente al uso de drogas.
Existen muchas drogas que afectan la mente o el comportamiento, y pueden ser legales e ilegales. Las drogas legales son aquellas cuya venta ha sido aprobada mediante recetas o directamente en el mostrador. El alcohol, que puede consumirse legalmente en las bebidas excepto por los menores de cierta edad, es una droga. Las drogas ilegales son aquellas cuya fabricación, venta, compra con fines de venta o posesión están prohibidas por las leyes. Se incluyen en esta categoría drogas como la marihuana, la cocaína, el PCP y la heroína, o aquellas aprobadas pero que se han obtenido por medios ilícitos o usadas para propósitos ilícitos.
Las drogas que se expenden con receta son aquellas que se ha determinado que son inocuas, eficaces y legales sólo cuando se administran bajo la dirección de un médico licenciado. La fabricación y el expendio de estas drogas están reglamentados por leyes cuya aplicación está controlada por la Administración de Alimentos y Drogas (Food and Drug Administration), la Administración de Aplicación de las Normas sobre Drogas (Drug Enforcement Administration) y los gobiernos estatales. Si se consumen en forma inapropiada, algunas personas pueden volverse físicamente dependientes del uso de ciertas drogas que se expenden con receta (por ejemplo, la morfina y el Valium).
Las drogas ilegales se venden y se usan en contravención de las leyes. Pueden perjudicar a quienes las usan, no sólo en términos del daño físico y emocional directo que originan, sino en términos de las consecuencias criminales y financieras que ocasionan. Muchas drogas ilegales se fabrican en laboratorios ilegales clandestinos en los Estados Unidos.
Opiáceos
La primera droga perteneciente a este grupo es la morfina, que es el principal ingrediente del opio, de donde proviene la denominación de opiáceos para estas sustancias. El opio contiene, además de morfina, otras sustancias que alteran las percepción y la conciencia, entre ellas la codeína, muy utilizada como antidoloroso y antitusivo. Todas estas sustancias pueden aliviar el dolor, producir agradables estados de indiferencia y sueño.
Depresivos
En este grupo figuran el alcohol, una gran variedad de sedantes e inductores de sueños, entre otras sustancias. Todas estas sustancias producen cierta somnolencia, con acción sedante y relajación agradable, pero también pueden producir inhibición y perdida del control como resultado de sus efectos en el cerebro.
Estimulantes
La cocaína es una de las principales drogas pertenecientes a este grupo. Produce un estado de exaltación y sensación de hambre y hace desaparecer la fatiga. Este producto causa una grave dependencia en muchos de sus usuarios, es decir, que muchas de las personas que la utilizan en cierto momento pueden depender de esta sustancia.
La cocaína, las anfetaminas y otros productos sintéticos pueden causar una gran excitación y trastornos. Las anfetaminas se han puesto a la venta con centenares de nombre comerciales distintos y se han utilizado con fines dietéticos. La anfetamina se fabrica ahora ilegalmente a gran escala.
Millones de personas en todo el mundo toman café y te, que contienen cafeína. Se trata de estimulantes que alivian la fatiga ligera, pero su mecanismo de acción en el organismo es muy distinto del de la cocaína y las anfetaminas.
Otra sustancia similar es el khat, de consumo frecuente en países como Etiopía, Somalia, etc. El Khat es un arbusto cuyas hojas se mascan para tragar el jugo que sueltan. Son estimulantes cerebrales, facilitan la interacción social y relajan las tensiones emocionales. Sus efectos secundarios son la somnolencia, el estreñimiento y la gastritis.
Alucinógenos
En este grupo están sustancias como el LSD, la mezcalina, el peyote y otras sustancias sintéticas o derivadas de plantas. Esos productos pueden inducir estados psicológicos muy complejos, entonación, alucinaciones y otros efectos.
Otras sustancias
Algunas otras drogas muy utilizadas pero que no encajan en ninguna de las cuatro categorías principales, ya citadas. Entre estas se encuentran el Cannabis, las hojas secas de esta planta se denomina marijuana, y la resina se conoce como hashis. La Cannabis parece actuar en cierto modo como depresivo pero también se le atribuyen efectos alucinógenos.
Existen dudas sobre el lugar que corresponde a los inhalantes volátiles, es decir, los gases que expira la pintura, el cemento, etc. Esas sustancias tienen ciertos efectos depresivos y anestésicos pero también parecen ocasionar intoxicación, entre otras cosas. Esta inhalación puede convertirse en habito.
A esta clasificación también pertenecen algunas drogas como el kava, la nuez de betel, la feniclidina, entre otras.
4.Efectos físicos y psicológicos del alcohol y otras drogas
El alcohol, sustancia natural derivada de la fermentación que se produce cuando el azúcar reacciona con la levadura, es el principal ingrediente activo del vino, la cerveza y las bebidas destiladas. Si bien existen muchos tipos de alcohol, el que se encuentra en las bebidas alcohólicas es el alcohol etílico. Ya sea que se ingiera una lata de 12 onzas de cerveza o un vaso de cinco onzas de vino, la cantidad de alcohol puro que se bebe es la misma: media onza. El alcohol etílico puede producir una sensación de bienestar, tener un efecto sedante, de intoxicación o de inconsciencia, dependiendo de la cantidad y la forma en que se ingiera.
El alcohol es una droga "psicoactiva," o sea que altera las facultades mentales, como la heroína y los tranquilizantes. Puede alterar el estado de ánimo, originar cambios corporales y crear hábito. El alcohol es una droga "depresiva" porque deprime el sistema nervioso central. Por ello, el consumo exagerado de alcohol ocasiona reacciones lentas, dificulta el habla y a veces produce inconsciencia (perdida de conocimiento). El alcohol actúa sobre la pare del cerebro que controla las inhibiciones.
No es preciso que una persona sea alcohólica para experimentar problemas con el alcohol. Todos los años, muchos jóvenes pierden la vida en accidentes relacionados con el alcohol; por ejemplo, accidentes automovilísticos, mueren ahogados o por suicidios. Pueden ocurrir – y de hecho ocurren – muchos problemas de salud antes de que los bebedores alcancen el estado de adicción o uso crónico.
Según algunos estudios, más de un 25 por ciento de las admisiones en los hospitales están relacionadas con el uso del alcohol. Algunas de las enfermedades graves asociadas al consumo crónico de alcohol incluyen el alcoholismo y el cáncer de hígado, estómago, colon, laringe, esófago y pecho. El abuso de alcohol también puede ocasionar graves problemas físicos como:
- Afecciones al cerebro, el páncreas y los riñones
- Presión arterial, ataques cardíacos y derrames
- Hepatitis alcohólica y cirrosis
- Úlceras al estómago y el duodeno, colitis e irritación del colon
- Impotencia e infecundidad;
- Defectos de nacimiento y el síndrome alcohólico fetal, cuyos efectos incluyen atraso mental, bajo peso al nacer, y anormalidades en las extremidades;
- Envejecimiento prematuro
- Una cantidad de otros desórdenes, como una inducida inmunidad a las enfermedades, dificultad para dormir, dolores musculares y edema.
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Marihuana
Contrariamente a la creencia de muchos jóvenes, la marihuana es una droga perjudicial, especialmente desde que la potencia de la marihuana que ahora puede consumirse ha aumentado más de un 275 por ciento en la última década. Para los que ahora fuman marihuana, el peligro es mucho mayor que en la década de 1960.
Los estudios preliminares han demostrado la existencia de enfermedad crónica de los pulmones en los usuarios de la marihuana. La marihuana contiene más agentes conocidos productores de cáncer que el cigarrillo. De hecho, como los fumadores de marihuana procuran mantener lo más posible el humo en sus pulmones, un cigarrillo de marihuana puede resultar tan perjudicial para los pulmones como cuatro cigarrillos de tabaco.
Aún en pequeñas dosis, la marihuana puede afectar la función de la memoria, distorsionar la capacidad de percepción, obstaculizar el juicio y reducir la capacidad motora. Sus efectos sobre la salud también incluyen la aceleración de los latidos del corazón, y en algunas personas, el aumento de la presión arterial. Estos cambios constituyen un riesgo para la salud de cualquier persona, pero particularmente para quienes padecen de condiciones cardíacas y circulatorias anormales, como alta presión arterial y el endurecimiento de las arterias.
Más importante aún es la creciente preocupación acerca de la forma en que la marihuana utilizada por niños y adolescentes puede afectar su desarrollo a corto y largo plazo. El primer uso de la marihuana produce cambios en el estado de ánimo. Las observaciones realizadas en clínicas han señalado una mayor apatía, pérdida de ambición, pérdida de eficacia, menor capacidad para llevar a cabo planes a largo plazo, dificultad de concentración y una reducción en el rendimiento en la escuela y el trabajo. Muchos adolescentes que terminan en programas de tratamiento de drogas comenzaron a consumir marihuana a temprana edad.
Conducir un automóvil bajo la influencia de la marihuana resulta especialmente peligroso. La marihuana afecta la capacidad de conducción por un período de por lo menos cuatro a seis horas después de haber fumado un solo cigarrillo. Cuando se la consume junto con alcohol, afecta aún más la capacidad para conducir.
Cocaína
La cocaína es una de las drogas más adictivas, y es una droga que puede conducir a la muerte. Nadie puede predecir si se convertirá en adicto o si la próxima dosis de cocaína resultará mortal. La cocaína puede aspirarse por la nariz, fumarse o inyectarse. La inyección de cocaína – como la de cualquier otra droga – presenta el peligro adicional de infectarse con el virus de inmunodeficiencia humana (HIV), que produce el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), si el usuario comparte la aguja con una persona que ya está infectada por el virus.
La cocaína es un poderoso estimulante del sistema nervioso, incluso el cerebro. La droga acelera el ritmo cardíaco y al mismo tiempo estrecha los vasos sanguíneos, que procuran absorber el flujo adicional de sangre. Las pupilas se dilatan y aumenta la temperatura y la presión arterial. Estos cambios físicos pueden estar acompañados de convulsiones, paro cardíaco, paro respiratorio o derrames.
El empleo de la cocaína produce problemas nasales, incluso congestión y mucosidad, y su uso prolongado puede provocar la desintegración de la membrana mucosa de la nariz. El fuerte consumo de cocaína puede producir suficiente daño al tabique nasal como para ocasionar que se desintegre.
Las investigaciones han demostrado que la cocaína actúa directamente sobre los llamados "centros de placer" del cerebro. Estos centros de placer son estructuras cerebrales que al estimularse, producen un intenso deseo de experimentar el efecto placentero una y otra vez. Ello origina cambios en la actividad cerebral, y al permitir que esta sustancia química del cerebro llamada dopamina permanezca activa por un período mayor que el normal, estimula un fuerte deseo de consumir más droga.
Con frecuencia los usuarios experimentan una sensación de inquietud, irritabilidad y ansiedad, y la cocaína puede producir paranoia. Los usuarios también experimentan depresión cuando no consumen la droga y en muchos casos vuelven a usarla para aliviar una mayor depresión. Además, encuentran que necesitan mayores cantidades con mayor frecuencia para generar el mismo nivel de estímulo. Por lo tanto, su uso puede conducir a la adicción.
La "freebase" es una forma de cocaína que se fuma. Es producida mediante un proceso químico a través del cual la "cocaína de la calle" (hidrocloruro de cocaína) se purifica extrayéndole la sal y algunos de los agentes "de mezcla." El producto final es insoluble en agua, y la única forma de introducirlo en el sistema es fumándolo.
El uso vía la "freebase" es extremadamente peligroso. La cocaína llega al cerebro en segundos, produciendo una rápida e intensa excitación. Sin embargo, la euforia desaparece rápidamente, dejando al usuario con un enorme deseo de consumirla una y otra vez. Para satisfacer este deseo, el usuario incrementa la dosis y la frecuencia, lo que produce adicción y debilitamiento físico.
"Crack" es el nombre popular que se da a un tipo de cocaína "freebase" que tiene la forma de pequeños terrones o viruta. El término "Crack" (crepitación) proviene del sonido que produce la mezcla al fumarse (calentarse). El consumo de "crack" es sumamente peligroso, ya que produce los mismos efectos debilitantes que la "freebase." El "crack" se ha convertido en un importante problema en muchas ciudades de América, ya que no es muy costoso – su precio es de $5 a $10 dólares por una o dos dosis – y es fácilmente transportable. Se vende en pequeñas ampollas o en bolsas de papel o de estaño.
PCP
El PCP es un alucinógeno; es decir, una droga que altera las sensaciones, el estado de ánimo y la conciencia y distorsiona los sentidos del oído, el tacto, el olfato o el gusto, así como las sensaciones visuales. Se emplea legítimamente como anestésico para los animales. Cuando es consumido por los seres humanos, el PCP produce un profundo alejamiento de la realidad, que hace que el usuario tenga un comportamiento extraño y una fuerte desorientación. Estos efectos pueden producir graves heridas o muerte al usuario que se halla bajo la influencia de la droga.
En algunas personas, el PCP produce una sensación de depresión mental. Su consumo regular con frecuencia perturba la memoria, la capacidad de percepción, concentración y el juicio. Utilizado en forma crónica, puede producir cambios permanentes en la capacidad cognoscitiva (pensamiento), la memoria y las funciones motoras.
Las madres que consumen PCP durante el embarazo con frecuencia tienen niños que padecen de perturbaciones visuales, auditivas y motoras. Los niños también muestran episodios de agitación y otros cambios de percepción similares a las reacciones que sufren los adultos intoxicados con PCP.
Heroína
La heroína es una droga opiácea ilegal. Sus propiedades adictivas se manifiestan en la necesidad de un uso persistente y repetido de la droga (ansia) y por el hecho de que los intentos de dejar de consumirla producen marcados y dolorosos síntomas físicos de retiro de la droga. El consumo de heroína provoca problemas físicos y psicológicos como falta de aliento, náusea, pánico, insomnio y la necesidad de dosis cada vez mayores de la droga para producir los mismos efectos.
La heroína ejerce su primer efecto adictivo mediante la activación de muchas regiones del cerebro, en las que se producen las sensaciones de placer y de dependencia física. La acción conjunta de estas consecuencias produce pérdida de control y hábito.
La heroína es una droga que principalmente se inyecta directamente en la vena con una aguja. Esta forma de uso se denomina inyección intravenosa (conocida comúnmente como IV). Ello significa que la aplicación de la droga puede tener graves consecuencias.
El intercambio de jeringas por parte de los usuarios está convirtiéndose rápidamente en una de las principales causas de nuevos casos de SIDA. El virus del SIDA se transmite a través de la sangre contaminada que queda en la aguja, la jeringa u otros instrumentos relacionados con la droga que se inyectan a otro usuario que utiliza esos equipos para inyectarse heroína u otras drogas. El SIDA no tiene cura y no existe una vacuna conocida para prevenirlo.
El uso de heroína durante el embarazo está relacionado con abortos y partos de fetos muertos. Los niños que nacen adictos a la heroína deben someterse al retiro de la droga después de nacer, y presentan diversos problemas de desarrollo.
Los signos y síntomas del uso de heroína incluyen euforia, somnolencia, depresión respiratoria (que puede incrementarse hasta que se detiene la respiración), contracción de las pupilas y náusea. Los síntomas del retiro de la droga incluyen lagrimeo, mucosidad en la nariz, bostezos, pérdida de apetito, temblores, pánico, escalofríos, sudores, náusea, calambres musculares e insomnio. A medida que avanza el proceso de retiro se produce aumento de la presión arterial, las pulsaciones, el ritmo respiratorio y la temperatura.
Los síntomas de la sobredosis de heroína incluyen falta de aliento, pupilas del tamaño de un punto, viscosidad de la piel y convulsiones.
Drogas Análogas
Mediante la modificación de la estructura química de ciertas drogas para producir drogas análogas, los químicos clandestinos han logrado crear las que a veces se llaman "drogas modificadas," una calificación que incorrectamente les proporciona cierto atractivo. Estas drogas son sustancias químicas estructuralmente similares a las drogas medicinales o ilegales, pero que han sufrido alteraciones que las convierten en compuestos diferentes y que figuran en la lista de sustancias controladas de la drug Enforcement Administration (DEA). Originalmente, las drogas análogas se fabricaron para circunferir la Ley de Sustancias Controladas, pero en 1984 y 1986 se agregaron esas denominadas "drogas modificadas" a la lista de sustancias controladas.
Ejemplos de este tipo de drogas son una droga análoga de la metanfetamina (llamada comúnmente "ecstasy") y un análogo del fentanil (un narcótico). Estas drogas se producen en laboratorios clandestinos en los que no se observan los cuidados necesarios de limpieza y calidad. Por lo tanto, pueden ser mucho más potentes que las sustancias originales y en consecuencia tener efectos muchos más tóxicos.
Metanfetamina
La metanfetamina es un poderoso estimulante. La versión común de esta droga se fabrica ilegalmente en laboratorios clandestinos. También se la conoce como "speed" o "crystal" cuando se ingiere o se inhala; como "crank" cuando se inyecta; y como "ice" cuando se fuma. En todas sus formas, es extremadamente peligrosa y produce efectos debilitantes de larga duración.
Los efectos secundarios de la metanfetamina incluyen irritabilidad, nerviosidad, insomnio, náusea, accesos repentinos de calor, sequedad en la boca, sudores, palpitaciones e hipertensión. Las dosis excesivas pueden producir confusión mental, ansiedad severa, y paranoia. Su uso moderado o crónico puede producir dependencia física e incluso la muerte.
5.¿Cómo y por qué se empiezan a consumir drogas?
Cómo y por qué las personas comienzan a consumir alcohol y otras drogas? No existe una sola respuesta a esta pregunta. Sin duda, en el caso de muchos jóvenes, el consumo de alcohol y otras drogas se inicia como reacción a la presión de los compañeros. Es natural que los jóvenes deseen "encajar," es decir, ser aceptados por sus amigos o sus compañeros de clase. Cualesquiera que sean las razones, el primer uso de drogas puede ser peligroso. Las investigaciones demuestran que una vez que se ha comenzado a consumir alcohol u otras drogas, muy frecuentemente se sigue una secuencia predecible que conduce a problemas derivados de su uso.
El abuso de drogas comienza con frecuencia con el uso ilícito de drogas legales y con el consumo de alcohol (que es ilegal para los menores) y el tabaco; en muchos casos los usuarios pasan de esas sustancias a la marihuana. Algunos usuarios, incluso más de la mitad de los adolescentes que consumen estas sustancias, con el tiempo pasan a consumir otras drogas ilícitas o combinaciones de drogas. Por esta razón, el alcohol, el tabaco y la marihuana han sido denominadas con frecuencia drogas "de paso." El uso de drogas como la cocaína y la heroína es raro en personas que no han consumido previamente alcohol, tabaco o marihuana.
Las drogas en la República Dominicana
Uno de los grandes problemas que afronta la sociedad dominicana es el consumo de drogas ilícitas y fármacos fuera de control de las autoridades y profesionales responsables de su administración.
En la República Dominicana hasta el 1975, de acuerdo a los datos estadísticos publicados para esa fecha, contábamos con una cantidad aproximada entre 20,000 a 30,000 usuarios de drogas, predominantemente la marihuana y los fármacos. En la actualidad, esta cantidad de usuarios se ha multiplicado casi por 10, estaríamos hablando de unos 200,000 a 300,000 usuarios.
Es necesario, considerando la magnitud y la peligrosidad que envuelven el tráfico y consumo de drogas existentes en el país, emprender de inmediato la realización de un trabajo serio y responsable que involucre a todos, (gobierno, instituciones publicas y privadas, escuelas, maestros, padres de familia, etc.) para aplicar acciones preventivas que surtan los efectos deseados.
No podemos continuar viviendo por más tiempo dando la espalda a una dolorosa per ineludible realidad, utilizando verdades a medias, pretendiendo que con medidas represivas y sin la utilización de recursos podremos ganar la batalla. Con esto sólo lograremos una generación castrada, inutilizada por el consumo de drogas, las que de manera publica y ante la vista de todo el mundo, se venden por todos los rincones del país.
6.Cuatro etapas básicas del uso de alcohol y otras drogas
Etapa 1 Muchos jóvenes y adultos creen que el primer uso de alcohol u otras drogas no es peligroso. Desgraciadamente, los jóvenes consideran que es normal el consumo de drogas como el tabaco y el alcohol. Sin embargo, debido a que el cuerpo de los jóvenes es particularmente susceptible al alcohol y otras drogas y sus efectos, para los jóvenes nunca es "seguro" el uso de ninguna droga que altere las facultades mentales. En esta primera etapa, sin embargo, es posible que no se presenten cambios visibles de comportamiento ocasionados por las drogas.
Etapa 2 La segunda etapa involucra el uso más frecuente del alcohol u otras drogas, en la medida en que la persona busca activamente los efectos de euforia que producen las drogas que alteran las facultades mentales. En este punto, el usuario generalmente establece una fuente confiable, y puede extender el anterior hábito de consumirla en reuniones durante los fines de semana, haciéndolo durante la semana. Entre los adolescentes en esta etapa constituyen indicaciones significativas el cambio de amigos, el deterioro en el rendimiento en la escuela y posiblemente una falta general de motivación.
Etapa 3 En esta etapa existe una intensa preocupación por el deseo de experimentar el efecto de euforia. Son comunes el consumo diario de las drogas que alteran las facultades mentales, la depresión y la idea del suicidio. Aumentan los problemas familiares y el adolescente puede tener problemas con la ley.
Etapa 4 En la cuarta etapa se necesitan niveles crecientes de la droga para sentirse bien. Son comunes los síntomas físicos como la tos, la frecuente irritación de la garganta, la pérdida de peso y la fatiga, que ya pueden haber comenzado a aparecer antes. También son más comunes las perdidas del recuerdo y las sobredosis, la vida familiar se convierte en un desastre, y la persona puede dedicarse a actividades delictuosas con el fin de obtener el dinero para comprar la droga.
7.Cómo saber si alguien está consumiendo drogas
Aparte de los efectos físicos de las drogas que se analizan en la sección precedente, existen ciertas señales de advertencia que pueden indicar que un amigo o miembro de la familia está bebiendo demasiado alcohol o consumiendo otras drogas. Si bien estas señales no son totalmente seguras, cada una de ellas o la combinación de varias a través del tiempo pueden ser causa de preocupación.
He aquí algunas de las señales relacionadas con el alcohol:
- Bebe hasta que se intoxica
- Existen antecedentes de que haya faltado al trabajo como consecuencia de la bebida o se ha observado un mal disimulado olor a alcohol en el aliento aunque la asistencia al trabajo haya sido regular
- Conduce mientras está intoxica
- Su vida privada se ha vuelto intolerable debido a la bebida o a las discusiones relacionadas con la bebida
- Enfrenta todas las celebraciones sociales y las tensiones con alcohol
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Estos son síntomas que caracterizan a una persona que tiene un problema de alcohol. Es importante señalar, sin embargo, que cualquier consumo de alcohol por parte de menores constituye abuso y debe ser causa de preocupación.
Cuando se presentan estas señales, significa que el hábito de una persona, si no está ya fuera de control, se halla en camino de estarlo. No es preciso que una persona sea alcohólica para que tenga problemas con el alcohol.
Hay señales que indican el uso ilegal de drogas. Por ejemplo, si una persona lleva drogas o las esconde en la casa, existe una fuerte posibilidad de que las use. Obviamente, la posesión de los elementos para ingerir drogas es una señal de su posible uso.
Las indicaciones del mal uso de drogas que se expenden con receta varían de acuerdo con el tipo de droga de que se trate. El uso indebido de medicamentos puede llevar a la dependencia y los síntomas de retiro pueden ser graves si se suspende repentinamente el uso de la droga.
El consumo de alcohol y oras drogas puede también estar acompañado de ciertas características adicionales de comportamiento. Las indicaciones pueden observarse en todas las personas que abusan del alcohol o ingieren otras drogas independientemente de su edad. Los siguientes son algunos ejemplos:
- Modificación repentina del estado de ánimo o las actitudes
- Repentina y continua disminución de asistencia escolar y bajo rendimiento
- Repentina y continua resistencia a la disciplina en el hogar o en la escuela
- Dificultades en las relaciones con familiares o amigos
- Accesos de mal humor sin razón o inesperados
- Frecuentes pedidos de préstamos a familiares y amigos, por cantidades cada vez mayores
- Robos en la casa, la escuela o el trabajo
- Mayor secreto acerca de las acciones o posesiones
- Relaciones con nuevos grupos de amigos, especialmente personas que usan drogas
Autor:
Alberto Polanco fco.polanco[arroba]codetel.net.do