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La actuación investigativa como índice de competencia comunicativa del estudiante


Partes: 1, 2

    1. Resumen
    2. Desarrollo
    3. A modo de conclusión
    4. Bibliografía

    Resumen

    El presente artículo está dirigido a reflexionar acerca del papel que desempeña la actuación investigativa del estudiante como índice de desarrollo de la competencia comunicativa en lengua extranjera. Se aborda la relación competencia comunicativa e investigativa, imbricando en una totalidad a procesos de búsqueda e indagación, de síntesis, de solución de problemas, comunicación y otros con los cuales se reconoce una fuerte vinculación entre competencia comunicativa y competencia investigativa.

    La competencia investigativa se vislumbra como un elemento integrador que regula el modo de actuación comunicativo del estudiante . El quehacer investigativo se constituye en un aspecto de máxima generalidad en la competencia comunicativa en tanto el estudiante no solo denomina la realidad y predica sobre ella haciendo uso de la lengua extranjera, sino también problematiza, fundamenta y comprueba la realidad educativa.

    Introducción

    El aprendizaje de lenguas está estrechamente vinculado con la actividad del estudiante que condiciona sus posibilidades de conocer y, consecuentemente, poder comprender y transformar la realidad objetiva. En el curso de ese aprendizaje, el estudiante debe ser capaz de desarrollar diversos tipos de competencias que confluyen en la llamada competencia comunicativa, en cuyo desarrollo se revelan estrategias para interpretar, expresar y negociar significados.

    La competencia comunicativa se concibe como una competencia que requiere, según palabras de Santiago Correa y otros, "el dominio de la búsqueda de información, procesamiento adecuado y pertinente para los fines que se persiguen, interpretación acertada de dicha información, la realización de actos comunicativos, la comprensión y el establecimiento de la significación, con la cual la comunicación tendrá éxito" .

    Generalmente, se toma como índice de competencia comunicativa, el uso de operaciones básicas del idioma de carácter instrumental por parte del estudiante. Pero es importante añadir a esto el desempeño, realizaciones y actuaciones del alumno en diferentes situaciones o problemas que la vida le impone. Debe ser objeto de consideración no sólo el poseer un volumen alto de conocimiento de la lengua, sino saberlo utilizar de manera adecuada y flexible en diferentes contextos o situaciones, de carácter docente, laboral o investigativo.

    Las actividades que se utilizan en la clase de idiomas descansan aún en ciertas situaciones problémicas simples que constituyen el corpus del que se obtiene la generalización del grado de competencia comunicativa alcanzada por el estudiante. Aún es insuficiente la utilización de situaciones más complejas que tienen que ver, por ejemplo, con la consulta de diferentes fuentes bibliográficas, con el estudio de aspectos que ayuden a comprender y entender un problema del ámbito escolar con diversas implicaciones pedagógicas. Solo mediante la investigación es posible lograr el conocimiento necesario para enfrentar el trabajo pedagógico. Ese quehacer científico-investigativo en la actuación del estudiante es el mayor reflejo, a nuestro modo de ver, del desarrollo de su competencia comunicativa.

    El presente artículo está dirigido a reflexionar acerca del papel que desempeña la actuación investigativa del estudiante como índice de desarrollo de la competencia comunicativa en lengua extranjera.

    Desarrollo

    La actuación comunicativa del estudiante no debe identificarse sólo con la realización de trabajos extraclases en la lengua extranjera, sino analizarla en su concepción más amplia, lo que significa el desarrollo de una mentalidad científica que propicie una actuación comunicativo-profesional consecuente con los retos de la escuela actual. El estudiante tiene que enfrentar desde el inicio de su carrera, con un fin predeterminado, la solución de tareas de carácter investigativo, presentar los resultados en la escuela y participar activamente en diferentes actividades de carácter científico. Ello evidencia, por ende, la participación del estudiante en todo un complejo proceso, para el cual necesita hacer uso, lo más eficiente posible, de la lengua extranjera como medio para la indagación y la comunicación de resultados de su quehacer científico-investigativo.

    Al abordar, entonces, la relación competencia comunicativa e investigativa es necesario imbricar en una totalidad a procesos de lectura, escritura, oralidad, comunicación no verbal, solución de problemas y razonamiento, como posibilitadores del desarrollo de estructuras de pensamiento, con lo cual se reconoce una fuerte vinculación entre competencia comunicativa y cognitivas, las cuales se evidencian de manera marcada en la competencia investigativa.

    Ahora bien, sería oportuno destacar que no debe identificarse competencia comunicativa y competencia investigativa. Sin embargo, aún cuando no exista un paralelismo estricto entre ambas, es lícito también señalar que mientras que el estudiante no logre problematizar su realidad a través de métodos de la investigación científica, no construya por sí mismo generalizaciones a modo de hipótesis, pertinentes a los problemas formulados, y no confirme o impugne dichas hipótesis mediante la demostración científica, no podrá hablarse de formación de conocimientos y, por ende, de una competencia investigativa, la cual permite trascender la realidad concreta o abstracta, penetrando en su esencia. Ese ascenso a la esencia de la realidad objetiva solo podrá hacerlo aquel estudiante que logre integrar en su actuación comunicativa su quehacer científico-investigativo.

    Con tal propósito y dada la diversidad de vías de acceso al conocimiento (la clase, el software, el libro de texto, etc.), es de vital importancia priorizar el trabajo independiente de los estudiantes, a partir del cual se propicia el debate como punto de partida para la realización de trabajos científicos. Luego este elemento en ningún momento puede considerarse ajeno a la actuación comunicativa e investigativa del estudiante. Al contrario, es un elemento subyacente y coadyuvante del aprendizaje que deviene en concreción del proceso y del resultado de la actividad científica.

    Resulta esencial atender al desarrollo y evaluación de la actuación investigativa como índice de competencia comunicativa del estudiante en dos planos: oral y escrito. "Desde el punto de vista escrito es necesario analizar y evaluar cómo el estudiante es capaz de sintetizar las ideas que va a defender, cómo realiza la valoración crítica de la literatura, con atención a los diferentes enfoques teóricos y a la toma de partido científico. En la comunicación oral valorar cómo es capaz de expresar sus ideas con claridad, fluidez y argumentos sólidos." En esta evaluación deben conjugarse los aspectos comunes, dimensiones e indicadores tanto de la competencia comunicativa y competencia investigativa.

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