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Renacimiento y sus representantes

Enviado por RICARTE TAPIA VITÓN


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. El Renacimiento
  3. Representantes
  4. Conclusiones

Introducción

Hasta llegar el siglo XVI las diferentes civilizaciones artísticas de Occidente se habían sucedido sin sobresalto. En siglo XV, Gótico y Renacimiento habían vivido uno al lado del otro, en buena forma. Pero, a partir de del siglo XVI, el arte occidental se dividirá en fuerzas contradictorias que esconden ideologías diferentes.

Dos figuras vienen a encarnar las ideologías opuestas: Erasmo y Lutero, el humanista y el profeta, el conciliador y el revolucionario. Erasmo sueña con hacer entrar el Panteón en el Paraíso. No viendo sino lo que las cosas tienen de común, lo intenta todo por salvar la unidad espiritual de Europa. Lutero el hombre sediento de Dios, resucita del viejo fondo de la Edad Media la imagen del hombre débil, el hombre gimiente bajo el destino pecador que le impone un Dios terrible.

Italia se encontraba dividida por estas dos fuerzas. Sobre una base intelectual en Roma y sensible en Venecia, Rafael y Tiziano definen las leyes del clasicismo, que subordina el conjunto de la obra al equilibrio de todas sus partes entre sí, lo que hace que se atenúen los rasgos y la expresión, nace de esta ruptura de equilibrio una desesperación que atormenta los cuerpos y asómbrese los rostros. Tales exigencias de la expresión, sabrá mantenerlas Miguel Angel dentro de los límites de la belleza, y ahí radica su milagro.

De la confusa mezcla del clasicismo con el barroquismo, nace en Italia una crisis conocida bajo el nombre de "manierismo". Salvo la escuela veneciana, las demás escuelas quedaran afectadas por esta crisis, conduce a los artistas a la extravagancia en los gestos y las expresiones, al alargamiento desmesurado de las proporciones y a las contorciones en las actitudes.

Sin embargo el prestigio de Roma impuso el Renacimiento, y Europa se hallaba en un dilema, que era esquivar los temibles modelos de Miguel Angel, Rafael o Leonardo ya que se está imponiendo el italianismo, es decir con el manierismo se estaba desplazando al gótico flamígero. Esta crisis favoreció a la proliferación del manierismo en Amsterdam (Países Bajos), Leyden (Holanda), Amberes (Bélgica), Fontainebleau (Francia), Basilea (Suiza), en el Danubio y en la Península Ibérica.

Apenas asimilado el Renacimiento, Europa en una revisión general de los valores, hallara una madurez definitiva que, tras una nueva crisis de crecimiento, permitirá que el siglo XVII, se pueda convertir en el siglo de oro europeo.

Este movimiento que tiende a crear un nuevo humanismo cristiano, pertenece precisamente al siglo XVI, durante este extraordinario siglo se incubo un mundo de ideas, de formas y de sentimientos contradictorios.

El Renacimiento

  • BREVE RESEÑA HISTÓRICA

El período histórico que sucede a la Edad Media en Europa es conocido como el Renacimiento, comprende todo el siglo XVI aunque sus precedentes se encuentran en los siglos XIV y XV y sus influencias se dejan notar en el XVII.

Se inició en Italia y se extendió por toda Europa favorecido por el invento de la imprenta.

Los escritores del renacimiento adoptaron como modelos que debían ser imitados a los escritores de la antigüedad clásica ,y a los grandes italianos del siglo XIV Dante, Petrarca, y Boccacio .Este movimiento fue influido por los humanistas que estudiaron la cultura de Grecia y Roma , entre los que destacan Erasmo de Rotterdam, Antonio de Nebrija y Juan Luis Vives.

Durante la Edad Media el arte es un medio para honrar a Dios. En el Renacimiento el centro del mundo es el hombre, los poetas cantan al amor humano, la naturaleza , los hechos guerreros, y también tratan temas filosóficos y políticos.

  • CONCEPTO

Renacimiento es el nombre dado a un amplio movimiento cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes, aunque también se produjo una renovación en las ciencias, tanto naturales como humanas.

El Renacimiento es fruto de la difusión de las ideas del humanismo, que determinaron una nueva concepción del hombre y del mundo.

El nombre «renacimiento» se utilizó porque éste retomaba los elementos de la cultura clásica. El término simboliza la reactivación del conocimiento y el progreso tras siglos de predominio de un tipo de mentalidad dogmática establecida en la Europa de la Edad Media. Esta nueva etapa planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias, revisando el teocentrismo medieval y sustituyéndolo por cierto antropocentrismo.

  • CARACTERÍSTICAS

  • Reencuentro deliberado del hombre con la antigüedad clásica. Los escritores y los artistas rechazaron la tradición medieval y prefirieron tomar como modelo las ideas y las obras del período clásico de Grecia (siglos V al II antes de Cristo) y Roma (que recoge la herencia griega). Volvieron a imponerse la ordenación lógica, el canon del arte griego, el cultivo del latín y del griego, etc.

  • Desprecio por las formas medievales. En el Renacimiento se dio al arte medieval el nombre de «gótico» porque en aquel tiempo lo consideraban propio de los godos o bárbaros.

  • Consideración del hombre como centro de la reflexión y de las preocupaciones (humanismo), a diferencia de la Edad Media, que tuvo a Dios como eje de toda actividad intelectual (teocentrismo). El hombre del Renacimiento se llamó a sí mismo humanista, y consideraba que el arte, la literatura y la música debían reflejar también sus problemas, sentimientos y aspiraciones, abandonando el tema exclusivamente religioso.

  • Visión optimista del hombre y de la naturaleza. La recuperación de la filosofía platónica trajo como consecuencia la búsqueda de la armonía y de la proporción. La preocupación por el hombre tuvo como efecto un arte humanizado.

Representantes

PINTORES Y ESCULTORES DEL QUATTROCENTRO

  • 1. MASACCIO (1401 -1428)

Tommaso di ser Giovanni di Mone Cassai llamado Masaccio (San Giovanni in Altura, hoy San Giovanni Valdarno, Arezzo, 21 de diciembre de 1401 – Roma, otoño de 1428) fue un pintor cuatrocentista italiano. A pesar de la brevedad de su vida, su obra tuvo una importancia decisiva en la historia de la pintura: generalmente se considera que fue el primero en aplicar a la pintura las leyes de la perspectiva científica, desarrolladas por Brunelleschi

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Su primera obra documentada, el tríptico de San Juvenal (1422), es una creación que supera plenamente el gótico. En el posterior políptico para el Carmine de Pisa (1426), la composición a base de pocas figuras esenciales y la plasmación natural de la luz definen su estilo característico, que se despliega plenamente en su obra maestra: el ciclo de frescos sobre la Vida de san Pedro y la Expulsión del Paraíso, que pintó para la capilla Brancacci de Santa Maria del Carmine, en Florencia, en colaboración con Masolino.

Las figuras de Adán y Eva expulsados del Paraíso son prototípicas de la concepción que Masaccio tenía de la pintura, basada en la masa y el volumen de las figuras, en una única fuente de luz y en la representación científica de la perspectiva. La importancia de estos frescos fue tal que todos los grandes pintores posteriores, incluidos Leonardo, Rafael y Miguel Ángel, los estudiaron.

Probablemente, en 1428, Masaccio realizó su última obra: un fresco de la Trinidad en Santa Maria Novella, que ha pasado a la posteridad como un ejemplo emblemático de perspectiva y composición. Poco después de acabar esta pintura, Masaccio se trasladó a Roma, donde murió de repente, se ha llegado a decir que por envenenamiento. Era una figura prácticamente desconocida, pero su obra no tardó en proyectarlo al primer plano de la actualidad y ejerció una gran influencia durante el Renacimiento.

  • 2. PIERO DELLA FRANCESCA

(Piero di Benedetto; Borgo San Sepolcro, actual Italia, h. 1416-id., 1491) Pintor italiano. Por su profundo conocimiento de la pintura florentina, se cree que pasó una larga temporada en Florencia, pero su presencia en dicha ciudad sólo está documentada en 1439, cuando colaboraba con Domenico Veneziano en los frescos (perdidos) de San Egidio. Su aprendizaje florentino parece indudable en obras como el Bautismo de Cristo, deudoras del vigoroso planteamiento plástico de Masaccio, del riguroso orden compositivo de Fra Angélico o de la luminosidad de las gamas cromáticas de Domenico Veneziano.

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Después de realizar otros frescos, hoy perdidos, hacia 1452 Piero della Francesca empezó a trabajar en el coro de San Francesco de Arezzo, donde dejó un magnífico ciclo sobre la Leyenda de la Vera Cruz. Esta obra, que es considerada la más sobresaliente de toda su producción, está basada en una leyenda medieval muy compleja, y plasmada con grandiosidad y solemnidad, mediante un perfecto estudio de las proporciones, de tal forma que naturaleza, arquitectura y personajes se entrelazan y relacionan con una armonía y un equilibrio perfectos.

Al acabar esta obra (1465), Piero fue llamado a la corte humanista de Federico de Montefeltro, en Urbino, donde permaneció casi hasta el final de sus días. Allí pintó el famoso Díptico de Urbino, con los retratos y los «triunfos» de Federico y su esposa, una de las obras más notables del Quattrocento italiano, y la enigmática Flagelación, de la que se han hecho numerosas interpretaciones.

  • 3. SANDRO BOTTICELLI (1445-1510)

(Alessandro di Mariano Filipepi; Florencia, 1445 – id., 1510) Pintor italiano. Muy valorado en la actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo.

En 1470, Botticelli, que contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento de Venus y Palas y el centauro.

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Fue toda una novedad en aquella época realizar obras de gran formato que no fueran de temática religiosa, y ello se debió seguramente a la vinculación del mecenas con la filosofía neoplatónica, cuyo carácter simbólico debían reproducir las obras encargadas. De ellas se han realizado interpretaciones de enorme complejidad, que van mucho más allá de su gracia evocadora.

A la misma época corresponden también La adoración de los Reyes Magos y el Díptico de Judit, obras igualmente emblemáticas. El hecho de que en 1481 fuera llamado a Roma para decorar al fresco la Capilla Sixtina junto con otros tres grandes maestros, hace suponer que ya gozaba de un gran prestigio. A su regreso a Florencia realizó obras, como la Natividad mística, más solemnes y redundantes, probablemente influido por la predicación tremendista de Savonarola. Se le deben también bellísimos dibujos para un manuscrito de la Divina Comedia de Dante.

Eclipsado por las grandes figuras del siglo XVI italiano, Botticelli ha permanecido ignorado durante siglos, hasta la recuperación de su figura y su obra a mediados del siglo XIX. Su estilo se perpetuó en cierto modo a través de los artistas formados en su taller, entre ellos el hijo de Filippo Lippi, Filippino Lippi.

  • 4. PERUGINO (1450-1523)

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(Città della Pieve, actual Italia, h. 1445-Fontignano, id., 1523) Pintor italiano. Vivió y trabajó esencialmente en Perugia, de donde le viene el sobrenombre. Se cree que se formó en Florencia con A. Verrocchio y está documentada su presencia en Roma, donde pintó en la Capilla Sixtina el famoso fresco de la Entrega de las llaves a san Pedro. Tuvo un próspero taller en Perugia, en el que en 1496 ingresó Rafael, que heredó los principales rasgos estilísticos de su maestro: composición clara y armoniosa, figuras idealizadas y tratamiento suave y sentimental de los temas religiosos. Decoró al fresco la sala de audiencias del Colegio del Cambio de Perugia, pero se le recuerda sobre todo por sus obras de caballete, en particular la Asunción y los Desposorios de la Virgen. Fue autor también de algunos retratos de mérito.

  • 5. DONATELLO

Donatello fue el hijo de Nicolo di Betto Bardi, un cardador de lana, y nació en Florencia, probablemente en 1386. Su padre era de vida tumultuosa que participó en la revuelta de los Ciompi, un levantamiento popular del año 1378, organizado por los cardadores de lana. Nicolás Maquiavelo describió esta revuelta años más tarde (1520-1525), dentro de su Historia de Florencia. Más tarde, su padre, también participó en otras acciones en contra de Florencia, que le condujeron a ser condenado a muerte y después indultado, fue un personaje muy diferente a su hijo, que era noble, elegante y delicado, por sus amigos y demás artistas era conocido bajo el nombre de Donatello.

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Según unos informes de Vasari, el artista pasó sus últimos días abandonado por la fortuna, sus últimos años a consecuencia de una enfermedad paralizante los pasó en la cama y sin poder trabajar.

Murió en Florencia en el año 1466 y se dispuso su enterramiento en la Basílica de San Lorenzo en la cripta debajo del altar y al lado de la tumba de Cosme el Viejo. Entre los hombres que portaron el ataúd se encontraba Andrea della Robbia. El cenotafio de Donatello fue realizado en 1896 por el escultor Raffaello Romanelli.

A su muerte aún le quedó la deuda de 34 florines de pago por el alquiler de su casa y esto ha dado lugar a debatir sobre su estado real de pobreza, pero la cuestión parece más bien relacionada con su total indiferencia en los asuntos financieros, que en toda su vida demostró tener el artista, por las cuestiones económicas. Muchas anécdotas dan testimonio de esta actitud, como cuando en el momento de su mayor apogeo de trabajo en su taller, solía colgar una cesta llena de dinero, del que sus ayudantes podían aprovechar libremente, según fuera necesario. Los honorarios que recibió por su trabajo le habían asegurado grandes ganancias y también por otra parte Cosme de Médicis le había concedido una paga vitalicia semanal hasta el fin de su vida.

  • 6. GIOGIONE

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Pintor italiano que revitalizó la escuela veneciana de pintura y fue un maestro sin igual en el retrato. Los pocos datos que existen sobre su vida y su carrera artística son confusos, pero parece que nació en Castelfranco y que fue discípulo del pintor veneciano Giovanni Bellini. Probablemente su nombre verdadero fuera Giorgio Barbarelli. No existen obras firmadas ni fechadas por él; se le atribuye un pequeño número de ellas, entre las que se incluyen el Retablo de Castelfranco (1504, Castelfranco, Veneto), Los tres filósofos (Kunsthistorisches Museum, Viena, Austria), La tempestad (Academia, Venecia, Italia) y Concierto campestre (1510, Museo del Louvre, París, Francia). Hay otras obras que se le atribuyen basándose en datos indirectos, aunque muchas son todavía objeto de debate. La mayoría de las obras de Giorgione están compuestas por una figura o un grupo de figuras integradas en paisajes amplios. Sus pinturas, a diferencia de obras anteriores del mismo tipo, utilizan la luz de un modo innovador, produciendo un gran lirismo: se trata de una luz suave y tamizada, más destinada a crear una atmósfera determinada dentro de la composición que a definir los objetos dentro de la escena. Prescindió deliberadamente de los bocetos previos y prefirió componer directamente sobre el lienzo, pues creía que así conseguía expresiones más profundas y efectos cromáticos más sorprendentes. Sus innovaciones en el tratamiento de los temas tuvieron especial importancia en dos áreas: el paisaje y el desnudo femenino. Antes de él las escenas paisajísticas se tomaban de fuentes bíblicas, clásicas o alegóricas, pero La tempestad no parece haber recurrido a ninguna de esas fuentes y se alza por sí misma como una obra puramente imaginativa. Desató una revolución contra el elemento narrativo dentro de la pintura paisajística y preparó el camino a maestros posteriores como Claudio de Lorena y Rembrandt. En el Museo del Prado de Madrid (España), La virgen con el niño en brazos, entre san Antonio de Padua y san Roque (1510) se considera la primera obra de madurez del artista. La Venus dormida (c. 1510, Galería de pinturas, Dresde, Alemania), obra que se le atribuye, es una de las primeras obras modernas dentro del arte en la que un desnudo femenino constituye el tema principal de un cuadro. Inauguró la utilización de desnudos en paisajes como uno de los grandes temas del arte europeo lo cual lleva directamente a la obra de pintores como Tiziano y Petrus Paulus Rubens.

  • 7. TIZIANO

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(Pieve di Cadore, actual Italia, h. 1490-Venecia, 1576) Pintor italiano. Aunque Tiziano alimentó durante los últimos años de su vida la idea de que había nacido en 1475, para hacer creer que era un anciano venerable e inspirar respeto y compasión, la crítica moderna ha establecido casi con total seguridad que nació en 1490 y que murió a una edad más que respetable, con ochenta y seis años. Recibió su primera formación en el taller de Giovanni Bellini, del que salió a los dieciocho años para integrarse en la escuela de Giorgione.

Aunque sus obras más conocidas y admiradas en el presente son las de tema alegórico y mitológico, el artista comenzó la parte más brillante de su carrera con una serie de retablos de colores fuertes y contrastados y figuras poderosas, como La Asunción o el Retablo Pesaro para Santa Maria dei Frari. Son obras de composición enérgica que muestran una gran vitalidad. Los mismos esquemas dinámicos se repiten en las obras mitológicas de este período, como La bacanal o Baco y Ariadna

En 1545-1546, Tiziano, que sólo había abandonado Venecia en 1511 para trabajar en Padua, realizó un viaje a Roma, que supuso el punto de partida hacia un nuevo tratamiento del color a base de pinceladas largas y atrevidas, y de manchas y toques que deshacen las formas y dan una apariencia ligera y agradable a las pinturas, lo cual esconde el gran trabajo subyacente. Entre 1548 y 1562 fue reclamado por Carlos I y luego por su hijo Felipe II, para quien, además de retratos, realizó una serie de cuadros de tema mitológico denominados por el propio pintor «poesías» por su carácter idílico y distante.

Su última obra documentada es la Piedad de Venecia, que presenta ciertas afinidades con el manierismo. La grandeza de Tiziano como pintor, su fama de artista inimitable y la gran influencia que ejerció sobre sus coetáneos y sucesores contrastan con su carácter de hombre avaricioso, que siempre se quejaba de ser pobre pese a las grandes riquezas que había acumulado, y que se servía en ocasiones del engaño para obtener ventajas.

ARQUITECTOS

  • 1. FILIPO BRUNELESCHIL

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Filippo di Ser Brunellesco Lapi, Filippo Brunelleschi (1377 – 15 de abril de 1446) fue un arquitecto, escultor y orfebre renacentista italiano.

Es conocido, sobre todo, por su trabajo en la cúpula de la catedral de Florencia Il Duomo. Sus profundos conocimientos matemáticos y su entusiasmo por esta ciencia le facilitaron el camino en la arquitectura, además de llevarle al descubrimiento de la perspectiva cónica.

Fue contemporáneo de Leon Battista Alberti, Ghiberti, Donatello y Masaccio.

Su biografía viene descrita en el cuento de Giorgio Vasari: Vida de los mejores arquitectos, pintores y escultores italianos (Vite de' più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da Cimabue insino a' tempi nostri — 1542–1550).

  • 2. LEON BATISTA ALBERTI

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(Génova, 1404-Roma, 1472) Arquitecto, teórico del arte y escritor italiano. Alberti fue, con Leonardo da Vinci, una de las figuras más representativas del ideal del hombre del Renacimiento, ya que reunió en su persona todos los conocimientos y habilidades de la época: erudito, humanista, escritor, arquitecto, escultor, pintor, cortesano y hombre de mundo.

Hijo natural de un mercader florentino, se educó en Padua y Bolonia, antes de trasladarse a Roma en 1432 para desempeñar un cargo en la corte pontificia. Su contacto en Roma con los monumentos de la Antigüedad clásica dio pie a uno de sus primeros escritos: Descriptio urbis Romae (1434), primer estudio sistemático de la Roma antigua. Ese mismo año regresó a Florencia, donde trabó amistad con los grandes artistas del momento, de Brunelleschi a Donatello y Masaccio. A Brunelleschi dedicó precisamente su tratado Della pintura (1436), en el que se describen por primera vez las leyes de la perspectiva científica, además de dar una visión naturalista del arte de la pintura.

En Roma, adonde se trasladó por deseo expreso del papa Nicolás V, redactó De re aedificatoria, un completo tratado de arquitectura en todos los aspectos teóricos y prácticos. Posteriormente se desplazó a Rímini, donde construyó el Templo Malatestiano, y a Mantua, donde se le deben las iglesias de San Sebastián y San Andrés. Estas obras, que constituyen la síntesis de sus criterios arquitectónicos, se convirtieron, junto con las de Brunelleschi, en los grandes modelos del arte constructivo renacentista. También escribió un tratado sobre la escultura (De statua) y algunas obras de perspectiva y matemáticas.

PINTORES DEL CINQUENCENTRO (RENANCISTA)

  • 1. LEONARDO DA VINCI (1452-1519)

Leonardo da Vinci nació el 15 de abril de 1452. Hay dudas sore el lugar donde nació, para algunos historiadores su cuna fue un caserío de Anchiano, un municipio de Vinci, y para otros fue el pueblo de Vinci, situado en la ribera derecha del Arno, cerca de los montes Albanos, entre Florencia y Pisa.

Fue hijo ilegítimo de Ser Piero, como lo expresó Antonio de Vinci, el abuelo paterno: "Nació un nieto mío, hijo de Ser Piero, mi hijo, el 15 de abril, sábado, a las 3 de la noche -equivalentes a nuestras 22:30-. Fue llamado Lionardo. Lo bautizó el sacerdote Piero di Bartolomeo de Vinci".

Su madre, Caterina, contraería matrimonio con un hornero, Accattabriga di Piero del Vaccha, .

En ese año en el que nació Leonardo, su padre, Ser Piero, se casó con Albiera di Giovanni Amadori. Ser Piero contrajo matrimonio cuatro veces y tuvo doce hijos. El primero legítimo (Antonio), nació en 1475, en sus terceras nupcias con Margherita di Francesco.

Leonardo se crió con su padre y su familia paterna en Vinci, educado y querido, por su tío Francesco y su abuelo Antonio, quien falleció en 1468, cuando Leonardo contaba 17 años.

Fue célebre como artista y como inventor.

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Entre las obras más sobresalientes se encuentran:

  • La Gioconda, Retrato de Mona Lisa

  • San Jerónimo

  • Madona de las Rocas

  • La Última Cena (Fresco famosísimo realizado en el refectorio de Santa María delle Grazie, en Milán). Llamado también la Santa Cena

  • Retrato de un músico

  • Estudio de las proporciones del cuerpo humano

  • La Virgen y el Niño con Santa Ana

  • La Madona del Clavel

  • Isabella d'Este

  • La Virgen, el Niño con el cordero y Santa Ana

  • Santa Ana, la Virgen, el Niño y San Juan niño

  • Retrato de la Dama con un armiño

  • Retrato de Ludovico el Moro

  • 2. MIGUEL ÁNGEL (1475-1564)

Miguel Ángel fue arquitecto, pintor, escultor y poeta. Nació 6 de marzo de 1475 en el pueblo de Caprese, de esencia florentino mantuvo sus lazos con Florencia su arte y su cultura. La mayor parte de su madurez la pasó en Roma, trabajando en los encargos de los continuados papas. Su deseo fue ser enterrado en Florencia en la iglesia de Santa Crose y así fue después de su fallecimiento.

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Caprese es un pequeño centro del valle Tiberino, actual provincia de Arezzo, su padre Ludovico de Leonardo de Buonarroto Simoni era podestá en nombre del gobierno de Florencia, Miguel Ángel habiendo finalizado el mandato paterno regresa a Florencia, donde transcurre su infancia, juventud y algunos años de su madurez. Siendo niño demuestra su fastidio por las lecciones de gramática del humanista Urbino, a quien el padre confió su formación. Pero a Miguel Ángel le cautiva el dibujo y el estudio del arte, se deleitaba en recorrer las iglesias y copiar las pinturas abandonando a veces las lecciones de gramática.

A los 13 años de edad ingresa en el taller de Doménico Ghirlandaio para aprender a pintar y dedicarse a ese oficio, su instrucción duraría tres meses, este es el taller de uno de los principales maestros de Florencia de finales del quatrocento.

  • 3. RAFAEL SANDIO (1483-1520)

Raffaello Sanzio (Urbino, 6 de abril de 1483 - Roma, 6 de abril de 1520 ), también conocido como Rafael de Urbino o, simplemente, como Rafael, fue un pintor y arquitecto italiano del Alto Renacimiento. Realizó importantes aportes en la arquitectura y, como inspector de antigüedades, se interesó en el estudio y conservación de los vestigios grecorromanos.

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Hijo de un pintor y criado entre artistas, a los 25 años obtuvo su primer encargo oficial, la decoración de las Estancias Vaticanas, donde pintó algunos frescos como La escuela de Atenas, considerado una de sus obras cumbres. Es célebre por la perfección y gracia de sus artes visuales, destacando en trabajos de pintura y dibujo artístico. Junto con Miguel Ángel y Leonardo da Vinci forma el trío de los grandes maestros del período.

Nació en Viernes Santo y falleció en esta misma festividad el día que cumplió 37 años. Fue un artista muy productivo, dirigió un taller conformado por numerosos colaboradores, y a pesar de su muerte prematura, gran parte de su obra aún se conserva. La mayor parte de su trabajo está alojado en los Museos Vaticanos, donde decoró con frescos las habitaciones conocidas como las Estancias de Rafael, el principal encargo de su carrera, quedando sin terminar a causa de su muerte.

Después de sus años de juventud en Roma, gran parte de su obra, a pesar de haber sido diseñada por él, fue ejecutada por su taller, con una considerable pérdida de calidad. Ejerció gran influencia en su época; aunque fuera de Roma su obra fue conocida sobre todo a través de la producción que hicieron los talleres de grabado que colaboraban con él. Después de su muerte, la influencia de su principal rival, Miguel Ángel, se intensificó hasta los siglos XVIII y XIX, cuando las cualidades más serenas y armoniosas de Rafael, fueron consideradas de nuevo como un modelo superior.

Su carrera se dividió de manera natural en tres fases y tres estilos, descritos así por Giorgio Vasari: sus primeros años en Umbría, el periodo posterior de cuatro años en Florencia (1504-1508), donde absorbió las tradiciones artísticas de la ciudad, y finalmente su último y triunfal período de doce años en Roma, trabajando para los papas y su corte.

  • 4. GIOVANNI BELLINI (H. 1430-1516)

Pintor Italiano (veneciano) Giovanni Bellini nació en la ciudad italiana de Venecia. Giovanni Bellini inició su carrera como ayudante en el taller de su padre. Giovanni Bellini en su primera época sufrió una gran influencia por su cuñado, el pintor de Padua Andrea Mantegna, de quien tomó el aspecto escultórico de las figuras, la potencial elocuencia de los contornos muy marcados y, en ocasiones, el tipo de composición, como en la obra de su primera época La oración del huerto (década de 1460, National Gallery, Londres). En las obras de Giovanni Bellini se puede captar una percepción, propia y sutil, del color y la luz, de una excepcional sensibilidad para los paisajes y de una compenetración con el tema humano mucho más directa y delicada que la de Mantegna.

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Giovanni Bellini comenzó a tomar contacto con el óleo a través de la pintura flamenca y de la obra de Antonello da Messina. Su colorido adquirió mayor profundidad y se dedicó a investigar las interacciones de color, luz, aire y materia más a fondo. El resultado fue que la distinción entre masa y espacio se tornó menos clara; el aire comenzó a adquirir cuerpo entre ellos; las líneas de los contornos empezaron a desaparecer gradualmente para ser reemplazadas por transiciones de luz y sombra. San Francisco (c. 1480, Colección Frick, Nueva York) representa un primer estadio de ese proceso, que ya denota una evolución más avanzada en dos obras fechadas en la década de 1480: Madona de los arbolitos (1487, Academia, Venecia) y La Virgen, el Niño y santos (1488, Iglesia de Santa María dei Frari, Venecia) y culmina hacia 1500 en el espléndido periodo final de Giovanni Bellini.

La última obra de la serie de Giovanni Bellini, La Virgen rodeada de santos (1505, Iglesia de San Zaccaria, Venecia), es típica de su época final: complejas modulaciones cromáticas imprimen un suave tono general en el que las figuras, los elementos que las rodean, la luz y el aire parecen inseparables, como si no fueran más que diferentes aspectos de una misma identidad. Las formas son amplias pero menos densas que antes y la pintura está aplicada con trazo delicado para lograr contornos y superficies de una difuminada imprecisión. El festín de los dioses (1514, National Gallery, Washington, D.C.), cuyo paisaje fue concebido por Tiziano, nos muestra a un Giovanni Bellini que sigue evolucionando y creando después de los 80 años y que se interesa por los temas clásicos y paganos poco antes de su muerte en Venecia en 1516.

  • 5. GIORGIONE(H. 1477/78-1510)

Castelfranco Veneto, actual Italia, h. 1477-Venecia, 1510) Pintor italiano. Es una de las figuras más oscuras de la historia del arte, ya que nada se sabe de su vida y muy poco de su obra, sobre la que existen numerosos problemas de atribución, entre otras razones porque dejó varios cuadros inacabados, que completaron otros pintores. Pese a ello, puede afirmarse sin lugar a dudas que el artista fue un innovador, una figura fundamental en la evolución de la pintura veneciana.

Llegó a Venecia hacia el año 1500 y se formó en el taller de Giovanni Bellini, antes de establecerse por su cuenta en asociación con Vincenzo Catena. Participó en dos importantes encargos públicos: un lienzo para la sala de audiencias del palacio ducal (perdido) y los frescos exteriores del Fondaco dei Tedeschi, en colaboración con Tiziano. Además, pintó por encargo para coleccionistas privados, y en esto se diferencia de los otros artistas de su tiempo, que trabajaron sobre todo para grandes instituciones públicas o de la Iglesia.

Se le considera el inventor del paisaje emocional, es decir, de la naturaleza representada en función del estado de ánimo del artista. Constituye una buena muestra de ello su obra más admirada, La tempestad, donde el tema parece un mero pretexto para la realización de un ejercicio de imaginación creadora; este cuadro, de colores fríos y saturados, ejerció una gran influencia en la pintura posterior.

Un papel de primer orden desempeña también el paisaje en otra de las grandes creaciones de Giorgione, Los tres filósofos, una pintura de significado incierto en la que resulta muy innovador el que la pincelada se orinte casi exclusivamente a la creación de efectos cromáticos. Obras de atribución segura son también el retrato de Laura y Venus dormida. Giorgione murió de forma prematura, probablemente a causa de la peste, cuando contaba poco más de treinta años de edad.

  • 6. TINTORETTO

(Venecia, 1518 – id., 1594) Pintor italiano. En la Venecia de la generación posterior a la de Tiziano, las dos grandes figuras de la pintura fueron Tintoretto y el Veronés; mientras que éste se trasladó a la ciudad de la laguna desde su Verona natal, El Tintoretto era veneciano y prácticamente no se movió de la ciudad que lo vio nacer.

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Apenas nada se sabe de su etapa de formación, para la cual se apuntan diversos nombres en función de los rasgos estilísticos de sus primeras obras. Lo único seguro es que tenía en la pared de su estudio la frase «el dibujo de Miguel Ángel y los colores de Tiziano», que constituye una muestra clara de sus preferencias estilísticas.

Aunque se estableció por su cuenta en 1539, El Tintoretto no realizó una obra verdaderamente notable hasta 1548 (El milagro del esclavo), siendo aquellos primeros años de mera supervivencia; al parecer, no dudaba en competir deshonestamente con sus rivales para llevarse él los encargos.

Más tarde no le faltó trabajo, ya que gustó mucho su pintura de efectos espectaculares, ambientada en espacios que parecen escenarios teatrales y animada por una iluminación, unos gestos y un movimiento que acentúan los efectos de dramatismo; basta con pensar, por ejemplo, en su abundante recurso a los escorzos.

Sus obras de mayor alcance son las que realizó entre 1565 y 1587 para la Scuola de San Rocco, que se conservan in situ. Son una serie de escenas de la vida de Cristo en la planta superior y de la vida de la Virgen en la inferior, interpretadas con un gran sentido decorativo y una viveza cautivadora.

Además de estas pinturas, las más apreciadas de su prolífica producción son el Lavatorio de los pies y la Última Cena, esta última destacable sobre todo por la novedad de la composición y la iluminación con respecto a los modelos anteriores. La arquitectura, el lujo de los vestidos y las joyas, y la ambientación fantástica son rasgos que caracterizan algunas otras de sus obras mayores.

  • 7. EL VERONÉS

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(Verona, Italia, 1528-Venecia, 1588) Pintor italiano. Hijo de un modesto picapedrero, a los trece años de edad su padre lo llevó al taller de Antonio Badile, donde se formó en el arte del dibujo. Su primera obra conocida, un retablo para la familia Bevilacqua, la realizó entre 1546 y 1548. Por alguna razón que se desconoce, hacia 1551 decidió trasladarse a Ve necia, donde sus colegas le impusieron el apodo de Veronés (por su ciudad de origen) con el que se le conoce habitualmente. Venecia era por entonces una de las ciudades más brillantes de Europa, y el Veronés supo reflejarlo cabalmente en sus obras, en particular en las llamadas «Cenas», en las que la temática religiosa no es más que un pretexto para retratar a la sociedad veneciana: sus tipos, la opulencia de sus fiestas y banquetes. Son estas obras (la Cena de Simón, la Cena de los Serviti, la Última Cena), realizadas a partir de 1561, las que mejor reflejan su arte brillante, pomposo, alegre y lleno de soltura, el arte que lo convirtió en el gran decorador de su tiempo. Su primer encargo oficial en la República de Venecia fueron las pinturas del techo de la Sala del Consejo de los Diez y de la contigua Sala de las Tres Cabezas, en el Palacio Ducal. A continuación se ocupó de la decoración al fresco de la iglesia de San Sebastiano, que consolidó definitivamente su fama. Por entonces conoció a Palladio, que acababa de finalizar la villa de los hermanos Barbaro en Maser, cuya decoración pictórica se le encargó. Al terminar las pinturas de Maser, regresó a Venecia, donde dio vida a su etapa creativa más fecunda, que comenzó con el gran lienzo de las Bodas de Caná y siguió con las mencionadas «Cenas». A consecuencia de una de ellas tuvo que enfrentarse a la Inquisición, que lo acusó de no haber respetado la temática sagrada de la Última Cena. Acusado de herejía, se le obligó a modificar o destruir la obra; el problema se zanjó finalmente cambiando el nombre del cuadro por el de Cena en casa de Leví (1573). Circunstancias fortuitas, como los incendios del Palacio Ducal en los años 1574 y 1577, le permitieron volver a trabajar para el Estado veneciano, en la decoración de la sala del Colegio y después en la de la sala del Gran Consejo, donde pintó el Suntuoso Triunfo de Venecia.

ARQUITECTOS

  • 1. DONATO BRAMANTE

(Monte Asdruvaldo, actual Italia, 1444-Roma, 1514) Arquitecto y pintor italiano. Fue el mayor arquitecto del Renacimiento italiano, a caballo entre los siglos XV y XVI, heredero de Brunelleschi y Alberti e inspirador de muchas de las grandes figuras de la arquitectura posterior, de Sansovino a Antonio de Sangallo el Joven.

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Aprendió de Brunelleschi y Alberti el arte de la creación de espacios armoniosos y proporcionados, y añadió al estilo de aquéllos un interés nuevo por la perspectiva que le llevó a crear singulares efectos de profundidad y espacio en sus obras. Un ejemplo emblemático de ello es el templete de San Pietro in Montorio, en Roma, una pequeña construcción circular en el centro de un patio rectangular, proyectada para ser el centro de un recinto porticado que debía acentuar sus efectos escenográficos.

Se formó probablemente en Urbino, y en 1477 está documentada su presencia en Bérgamo, trabajando en la decoración al fresco del palacio del Podestà. En 1480 se estableció en Milán, donde desplegó una gran actividad como pintor y arquitecto que puede sintetizarse en el impactante Cristo a la columna y, sobre todo en la construcción de Santa Maria presso San Satiro, donde dotó al coro, de pocos centímetros, de una gran sensación de profundidad.

En 1499, tras la caída de Ludovico el Moro, se trasladó a Roma, donde trabajó principalmente al servicio del papa Julio II. En 1503 proyectó el patio del Belvedere y en 1506 se hizo cargo del proyecto de la nueva basílica de San Pedro. Ninguna de las dos obras se llevó a cabo tal como Bramante había previsto, pero la genialidad de las soluciones por él propuestas imprimió una nueva orientación, más monumental y escenográfica, a la arquitectura del Renacimiento. Intervino también en la sistematización de algunos barrios de Roma, ofreciendo con su palacio Caprini un nuevo prototipo de residencia urbana.

  • 2. RAFALES SANZIO

Partes: 1, 2
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