Descargar

Propuesta de una guía de apoyo al docente para la prevención del consumo de drogas en estudiantes

Enviado por Carla Santaella


    RESUMEN

    El problema del consumo de drogas en los adolescentes ha causado gran preocupación en los últimos tiempos y su repercusión evidente en la calidad de vida de los individuos afectados ha servido de motivación para proponer el diseño de una guía de apoyo al docente para la prevención del consumo de drogas en adolescentes estudiantes de la Tercera Etapa de Educación Básica. Dos razones fundamentales determinan la escogencia de este nivel educativo y de la escuela como ente desde el cual a través del docente puede desarrollarse una labor preventiva, en primer término, cabe destacar la reducción significativa de la edad en la cual se inician los individuos en el consumo de drogas. Según cifras de la Comisión Nacional Contra el Uso Indebido de las Drogas (CONACUID), este inicio se da entre los 15 y 19 años de edad, sin embargo cada vez la tendencia se acerca más a las edades comprendidas entre los doce y los catorce años lo cual coincide con las edades en las cuales los alumnos en promedio cursan la Tercera Etapa de Educación Básica. En segundo término, se considera el significativo rol del docente en tanto que la escuela es la institución educativa por excelencia después de la familia, que asume cada vez más responsabilidades en la sociedad actual y un mayor protagonismo en su función de formar y educar. Para la elaboración de la guía se ha seguido una metodología de trabajo propia de los proyectos definidos como factibles, esto es, una primera fase de investigación y diagnóstico, seguida de la revisión bibliográfica a los fines de sustentar conceptualmente la guía que se propondrá y finalmente la elaboración de la alternativa de solución propuesta.

    INTRODUCCIÓN

    La adolescencia es una etapa de gran importancia en el desarrollo de los seres humanos, y los distintos cambios biológicos, psicológicos y sociales que en ella se suceden, a menudo, se experimentan rodeados de ignorancia, falsas creencias, mitos, y fantasías sobre todo en lo referente al consumo de drogas y sus efectos sobre la personalidad y salud en general del individuo. A menudo los adolescentes se inician en el consumo de las drogas sin advertir los peligros que tal práctica encierra; la posibilidad de convertirse en adictos o drogodependientes aparece remota y lejana, al fin y al cabo, son solo unas cuantas veces y pronto las dejaré, es el pensamiento más común. Esta ingenuidad con la que se asumen estas primeras experiencias con las drogas, ha tenido como consecuencia el incremento cada vez mayor del consumo de drogas en adolescentes llegando a convertirse hoy en día en un problema de salud pública que requiere del concurso de todos los entes y organismos tanto públicos o privados a quienes compete la atención del adolescente.

    El problema es alarmante, prueba de ello, son las cifras en cuanto a las edades de inicio en el consumo de estupefacientes y otras sustancias ilícitas o no, en Venezuela, según datos estadísticos elaborados con información proveniente de centros de tratamiento y rehabilitación, primer semestre 2003, la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de Drogas, (CONACUID, 2003), señala que en los últimos años, el uso de ciertas drogas como la marihuana y la cocaína ha registrado un repunte entre los adolescentes y los jóvenes, la edad de inicio en el consumo de alcohol y otras drogas bajó, y los adolescentes han pasado a engrosar las filas de los fármaco dependientes. Las investigaciones revelan que quienes abusan de las drogas dejaron de ser monousuarios y consumen no una sino varias sustancias de menor calidad y costo, pero con mayor potencial activo, como el éxtasis y el crack, de hecho, Álvarez, C. (2003), psiquiatra especialista en drogas y alcohol del Hospital Psiquiátrico de Lídice en Caracas, afirma que los actuales usuarios de éxtasis corren el peligro de convertirse en una generación afectada por la demencia o Mal de Parkinson dentro de 30 años.

    Todo lo antes expuesto sirvió de motivación a la autora para interesarse en la elaboración de una guía de apoyo al docente para la prevención del consumo de drogas en adolescentes cursantes de la Tercera Etapa de Educación Básica, toda vez, tal y como lo señala la Comisión Nacional Contra el Uso Indebido de las Drogas (CONACUID, 2003), la edad de inicio del consumo de drogas en el país desciende a una velocidad vertiginosa y a niveles verdaderamente alarmantes, de esta forma se tiene que para el año 2000 la edad de inició se estimo a los 23 años, sin embargo ya para el 2003, apenas tres años después esta edad había descendido al intervalo 15 a 19 donde se concentró un 48, 21% de los casos y se presume una tendencia sostenida al descenso de la edad de inicio por cuanto en el intervalo 10 a 14 se registró un porcentaje de casos igual a 38,90%.

    La guía que se propone se elabora siguiendo una metodología de trabajo propia de un proyecto factible, de esta manera el trabajo se estructura en cuatro grandes capítulos, el primero expone el problema y los elementos diagnósticos indicativos de la situación problemática que requiere de alternativas de solución, en este mismo capítulo se describen los objetivos y la justificación de la investigación; en el segundo, se presentan las bases conceptuales o referentes teóricos sobre los cuales se apoya la guía que se propone, en un tercer capítulo se describen las estrategias metodológicas que se siguieron para la elaboración de la propuesta y, finalmente en un último capítulo la guía elaborada como herramienta de apoyo al docente para la prevención del consumo de drogas en adolescentes estudiantes de la Tercera Etapa de Educación Básica.

    CAPITULO I

    EL PROBLEMA

    Situación Problemática

    Educar es el tema que más preocupa a la vida actual de todos los pueblos por ser el medio de transmisión cultural, de adaptación, capacitación y despertar de valores de los individuos. Es un proceso de vida porque se expresa en todas las manifestaciones de la existencia individual, desde que se nace hasta que se muere. Todo proceso educativo supone un ideal de perfección, de mejoramiento. La educación propone un fin, tiende a alcanzar un estadio diferente de lo que se tiene originalmente, es el deber ser de ella. La educación parte de un ser, y tiende a lograr un deber ser, que es el fin de la educación.

    El Ministerio de Educación Cultura y Deportes a través del Currículo Básico Nacional (1999), establece que Los fines de la Educación son formulados por organismos oficiales que fijan las políticas educativas del país, y van a orientar la educación en todos sus niveles y modalidades, y están enmarcadas en el Modelo Curricular de carácter normativo según lo establecido en la Ley Orgánica de Educación y su Reglamento". (p.4).

    De allí se toman dos fuentes, por una parte, la filosofía que expresa el tipo de hombre y el modelo de sociedad que se propone. Por otra, la investigación de la realidad que permite establecer las características y necesidades actuales y futuras de la sociedad.

    En el mismo orden de ideas, la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela dispone en su Artículo 80, la finalidad educativa y el logro del individuo culto, critico y apto para desenvolverse en una sociedad democrática, justa y libre porque la educación esta fundamentada en la formación integral del hombre reforzando su personalidad e identificando los principios rectores de la sociedad.

    El logro de estos grandes ideales educativos sin duda requiere de un significativo esfuerzo por parte de todos aquellos comprometidos con este logro; la tarea no es de por sí nada fácil y se torna aún más difícil por la variedad de situaciones que atentan contra la sana conformación de la personalidad de nuestros niños y adolescentes y de todos nosotros como país. Uno de esos factores, lo constituye sin duda el flagelo de las drogas;

    Uno de los problemas más graves que confrontan muchos países del mundo es el consumo de drogas que presentan los adolescentes en edad escolar, lo cual es motivo de preocupación por parte de la autoridades institucionales y padres de familia dadas las negativas repercusiones sobre el individuo que gradualmente va deteriorándose física y mentalmente hasta llegar a convertirse en un ser que ve doblegada su voluntad por la adicción a las drogas.

    En relación con el problema de las drogas, el docente debe convertirse en agente primario de lucha en contra de las mismas, debe desde su aula generar acciones a fin de prevenir el consumo de drogas entre sus estudiantes y cuando detecta que alguno de ellos se ha iniciado en este consumo debe investigar sus posibles causas y tomar correctivos necesarios para rescatar e incorporar de nuevo al educando planificando actividades de orientación que se ajusten a sus condiciones y necesidades particulares.

    De acuerdo a los problemas que afectan a la educación en los tiempos actuales existe la necesidad de formar al docente con la debida urgencia para que encuentre y de soluciones a dicho problema, es decir formar a la gente que el país necesita para marcar el nuevo rumbo que este debe seguir, de acuerdo a los nuevos tiempos, a los nuevos modelos de enseñanza y a las nuevas exigencias de la vida y la formación para la vida.

    Ramos (1998), al respecto señala, ser docente es muy importante y significativo, "más que enseñar asignaturas de un pensum de estudios por muy perfecto que sea su diseño, educar, es abrir caminos, enseñar a ser" (p.17).

    Cuando el docente como persona y educador se percata de la gran misión que tiene entre sus alumnos, la educación adquiere una nueva connotación y cuando toma conciencia como una misión a cumplir, se acaban los discursos y se comparten las vivencias.

    La semblanza anterior deja ver que los adolescentes tienen la necesidad de personas que le faciliten ayuda en su aprendizaje y proceso de crecimiento personal en general. El docente es llamado a ello, esté no solo debe detectar en el educando problemas de aprendizaje, sino trabajar sobre la base de la prevención en el consumo de drogas. Sin embargo, al ser, la prevención un componente de un sistema complejo de atención al adolescente se requiere que el docente reciba la formación y capacitación necesaria que le permita contar con herramientas para que desde su aula de clases pueda desarrollar la labor preventiva que como agente socializador primario después de la familia le corresponde desempeñar.

    El docente por encontrarse dentro del entorno de cada adolescente día a día, es fuente fundamental para ayudar en la prevención del consumo de drogas, es por ello que debe tener conocimientos básicos sobre la materia y las consecuencias que se derivan de ella.

    El asumir una investigación sobre la prevención del consumo de drogas en adolescentes por parte del docente exige una seria y amplia búsqueda, de recopilación de datos tanto estadísticos como teóricos de todo lo referido a la temática estudiada (conceptos, factores, etapas y situaciones que en ella intervienen). En consecuencia, toda acción educativa expresada en el quehacer práctico de resolver problemas de la realidad se sustenta sobre un conjunto de fundamentos y principios que orientan el desarrollo de las actividades.

    En relación a esto, hay, por una parte, una base legal que expresa aspiraciones nacionales, y por otra, nuevas perspectivas respecto al hombre, a la sociedad, y particularmente frente a los sujetos con problemas de consumo de drogas. Todo esto se expresa en los dos grandes principios que orientan la acción de la educación en general.

    1. Principio de democratización.

    2. Principio de modernización.

    Referido en particular al consumo de drogas, presentan las proyecciones propias al campo de su competencia. La democratización mantiene que todos tienen derecho a la educación, lo que significa la inclusión de los jóvenes por consumo de drogas y la modernización implica prevención e intervención temprana, normalización e integración.

    Principio de Democratización: La declaración de este principio en cuanto a que los sujetos con problemas de consumo de drogas tienen derecho a la educación, se fundamenta por una parte en el Art. Nº.102 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela (1999), es necesario señalar que, en la actualidad el reconocimiento de este principio implica por lo menos tres asuntos especiales: a) se adopta una posición especialmente humanista, reconociendo que en todo individuo hay una persona, cualquiera sea sus limitaciones, b) el Estado como organización jurídica expresada en el Gobierno y en los Poderes Públicos responde a la obligación de garantizar un derecho consagrado en la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela y la Ley de Educación y su Reglamento, cuyo cumplimiento puede ser demandado ya sea por los padres y por los afectados, c) reconocer la importancia de la acción de las instituciones privadas, pero también organizar, regular y supervisar el funcionamiento de todos los centros de educación media diversificada en atención a una ordenación jurídica. (Myers, 1998, p.37).

    Al respecto el Estado asume su responsabilidad al integrar instituciones públicas y privadas, orientadas hacia una estrategia común. Sin embargo este derecho ha demorado en trasladarse a la realidad, quizás porque se necesitan recursos muy cuantiosos y la democratización no se puede lograr mediante aportes esporádicos.

    Principio de Modernización: El significado de este principio es la preocupación por mantenerse actualizado en los últimos descubrimientos y aportes de las ciencias. Aplicado al consumo de drogas en adolescentes, implica la renovación y reorientación del trabajo profesional sobre la base de los más recientes avances de las ciencias afines: psicología, psiquiatría y medicina u otras.

    El Principio de Modernización, involucra necesariamente la prevención. En el momento actual a la luz de los aportes de la investigación el campo relacionado con el desarrollo biopsicosocial de los individuos, no existen dudas que los más importantes es prevenir el consumo de drogas y no esperar que los problemas ocurran; esto no desconoce indudablemente, la importancia de atender a las personas que lo requieran.

    Este principio también implica una acción que va más allá del caso individual; se proyecta el medio social, orienta su acción hacia la prevención y actúa de modo que cada miembro del grupo, se sienta comprometido y enfatice el compromiso del Estado en la solución de problemas tendentes a satisfacer necesidades de salud, educación y otros que afecten a la colectividad (Vargas, 1996.p.112).

    Es deber del Estado velar por la satisfacción de necesidades del colectivo, pero es también obligación de los padres o representantes, y maestros a motivar, incentivar o estimular a los adolescentes para así desarrollarles ciertas habilidades que lo ayude a prevenir el consumo de drogas.

    Elementos Diagnósticos

    El uso indebido de drogas en Venezuela por parte de adolescentes, ha alcanzado en los últimos años características epidémicas, constituyendo un verdadero problema de salud publica, que motiva gran preocupación en el gobierno y la colectividad en general, quienes están en la búsqueda de estrategias para prevenir el consumo de drogas en adolescentes. Según el último estudio sobre el consumo de drogas de la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de Drogas en Venezuela (CONACUID), se estableció que la edad para el consumo de drogas ha bajado considerablemente, en el año 2000 la edad promedio de las personas que consumían crack era de 23 años, mientras que en el 2003, se redujo a 15 años.

    Cuadro 1

    Edad de inicio del consumo de drogas en Venezuela – Año 2003

    EDAD DE INICIO

    FRECUENCIA

    PORCENTAJE

    MENOS DE 10 AÑOS

    82

    2,37 %

    10 – 14 AÑOS

    1.280

    36,90 %

    15 – 19 AÑOS

    1.672

    48,21 %

    20 – 24 AÑOS

    286

    8,25 %

    25 – 29 AÑOS

    82

    2,37 %

    30 – 34 AÑOS

    40

    1,15 %

    35-39 AÑOS

    20

    0,58 %

    40 Y MÁS AÑOS

    06

    0,17 %

    TOTAL

    3.468

    100.00%

    Fuente: CONACUID. Estadística relacionada con el consumo de drogas proveniente de los centros de tratamiento y rehabilitación. Primer Semestre 2003.

    De igual manera, se señala en el informe de la Comisión que las personas que comenzaban a inhalar cocaína en el 2000, tenían una edad promedio de 19 años.

    Para el 2000, los nuevos bebedores de alcohol tenían 18 años, pero para el 2002, descendió a 16 años. El consumo de Marihuana en el 2000, registro un promedio de adictos de 16 años, mientras que para el 2002 descendió a 15 años.

    Según los datos antes señalados la tendencia del consumo de alcohol, cigarrillos y drogas, ha ido en marcado aumento, a edades cada vez más tempranas en preadolescentes y adolescentes de diferentes niveles socioeconómicos; con las características de ser múltiples, incorporando varias drogas que potencian sus efectos y aumentan su peligrosidad, además de su fácil accesibilidad y amplia distribución.

    La realidad nacional descrita es similar a la registrada en otros países de Latinoamérica donde igualmente el consumo de drogas ilícitas ha alcanzado niveles alarmantes, mientras que el consumo de aquellas denominadas "legales" (alcohol y cigarrillos) sigue en franco ascenso. Según investigaciones realizadas por CELIN (Centro Latinoamericano e Investigaciones Científicas 2000), se estableció que los adolescentes varones comienzan a fumar a edades más tempranas (entre los 10 y 15 años), que las mujeres desde los 16 a los 21 años y las observaciones son iguales para el alcohol.

    Las primeras experiencias con alcohol y cigarrillos ocurren en edades más tempranas, en la década de los 80 era alrededor de los 17 años y en el 2000 entre los 13 y 15 años. Actualmente el inicio ocurre entre los 10 y 15 años de edad, mientras que los estudiantes de 17 a 21 años ya son consumidores de alcohol, cigarrillos y otras drogas, es decir que a medida que aumenta la edad el consumo es mayor. Los varones son más vulnerables que las mujeres al consumo de cocaína y marihuana, se inician entre los 13 y 17 años.

    En relación con el consumo de alcohol y tabaco, se destaca la costumbre del consumo simultáneo de alcohol y cigarro en reuniones sociales. Un indicador preocupante es el detectado en el grupo de niños menores de 9 años, que comienzan muy temprano a consumir alcohol, cigarros y otras drogas, incluida en estas últimas la marihuana alucinógenos, estimulantes, cocaína (clorhidrato y pasta base) e inhalables, cabe destacar que es muy fácil para los adolescentes entre 15 y 20 años el acceso a las drogas como la marihuana, cocaína y sus derivados.

    EL PRESENTE TEXTO ES SOLO UNA SELECCION DEL TRABAJO ORIGINAL. PARA CONSULTAR LA MONOGRAFIA COMPLETA SELECCIONAR LA OPCION DESCARGAR DEL MENU SUPERIOR.