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Crisis de hipertensión arterial

Enviado por adalgisa


    Indice1. ¿Qué es la Hipertensión arterial?3. ¿Qué factores influyen sobre la presión arterial?4. ¿Existen distintos tipos de Hipertensión Arterial?5. De todos estos tipos, ¿cuáles son los más frecuentes?6. ¿Qué síntomas produce la Hipertensión arterial?7. ¿Por qué es tan importante tener la tensión arterial dentro de los límites normales?8. ¿Cuáles son los efectos de la hipertensión sobre los distintos órganos?

    1. ¿Qué es la Hipertensión arterial?

    Se considera que una persona sufre Hipertensión Arterial (HTA) cuando su presión arterial sistólica o máxima es mayor de 140 milímetros de mercurio (mmHg) y la presión diastólica o mínima es mayor de 90 mmHg o, expresados en centímetros de mercurio, mayor de 14/9. Estos límites no son estrictos ya que dependen de la edad, el sexo y la raza del individuo; las cifras anteriormente citadas corresponderían a un varón adulto de raza blanca.

    La presión sistólica, también conocida como máxima o alta, depende de la capacidad de contracción del corazón, sístole, para impulsar la sangre y de la elasticidad de los grandes vasos sanguíneos que salen del corazón, arterias, para acoger esa sangre.

    La presión diastólica, conocida también como mínima o baja, es expresión de la cantidad de sangre en las arterias al final de cada ciclo cardíaco, diástole, y variará en función de la capacidad de vaciamiento de las arteriolas, es decir, de las resistencias periféricas. 2. ¿Es una enfermedad frecuente?

    La Hipertensión Arterial es considerada como la enfermedad crónica más frecuente en el mundo ya que es sufrida por hasta el 30% de la población adulta de los países desarrollados, aunque apenas la mitad de ellos conocen su condición. Por lo que se refiere a España, entre un 30 y un 40% de las personas adultas presentan cifras de tensión arterial superiores a 140/90 mmHg y sólo la mitad de los hipertensos conocidos están controlados.

    3. ¿Qué factores influyen sobre la presión arterial?

    La prevalencia de la HTA en la población general tiene variaciones según factores como la herencia genética, la edad, el sexo, la raza, la obesidad, el ejercicio, los hábitos de consumo, la personalidad del individuo,…

    Herencia genética: Los hijos naturales de padres hipertensos suelen tener cifras de tensión más elevadas que los hijos de padres normotensos, lo cual no ocurre con los hijos adoptados. Además, en los gemelos univitelinos existe una mayor correlación entre la presión arterial sistólica y diastólica que en los bivitelinos. Estos hechos demuestran la importancia de la herencia sobre la presión arterial, que depende de varios genes, cuya expresión es modulada por factores ambientales.

    Edad y sexo: La presión arterial va aumentando con los años, pero de forma distinta según sea el sexo. Por debajo de los 50 años en los varones aumenta más que en las mujeres, pero a partir de entonces éstas tienden a presentar tensiones arteriales superiores.

    Raza: La hipertensión arterial es más frecuente en individuos de raza negra, produciendo por ello mayor mortalidad por accidente vascular cerebral e infarto de miocardio.

    Obesidad: La HTA es 6 veces más frecuente en hombres y mujeres obesos con respecto a los no obesos y el riesgo de hacerse hipertenso aumenta a medida que lo hace el exceso de peso. Además, la pérdida de 9´5 kg de peso en pacientes con hipertensión leve determina una disminución de la tensión de 26 /20 mmHg.

    Consumo de sal: No existe una correlación exacta entre cantidad de sal ingerida y las cifras de tensión arterial, pero hay más hipertensos en zonas con abundante ingesta de sal (Japón) que en aquellas áreas con un consumo de sal muy escaso (Alaska). En cualquier caso, la reducción de su ingesta facilita en gran medida el control de la tensión arterial, constituyendo así uno de los pilares del tratamiento antihipertensivo.

    Consumo de alcohol: A mayor ingesta de alcohol mayores son las cifras tensionales y mayor prevalencia de HTA. Este efecto, que podría estar explicado por alteraciones hormonales producidas por el alcohol así como un aumento de la frecuencia cardíaca, es reversible, en tanto en cuanto las personas bebedoras, cuando dejan de consumir alcohol, sus tensiones arteriales descienden, volviendo a elevarse si aumentan nuevamente el consumo. Consumo de café: La administración aguda de cafeína produce aumentos de la tensión arterial, pero aún tiene que demostrarse que el consumo habitual de café determine mayores niveles tensionales.

    Arteriosclerosis: Dificulta la distensibilidad de las grandes arterias para recibir toda la sangre de la contracción cardíaca, produciendo así hipertensión, fundamentalmente sistólica. Por tanto, todos aquellos factores que producen placas de ateroma (tabaquismo, hipercolesterolemia y la intolerancia a la glucosa) aumentan el efecto de la hipertensión sobre la tasa de mortalidad.

    Ejercicio físico: La presión sistólica disminuye en los hipertensos sometidos a un programa de ejercicio al disminuir las resistencias periféricas tras el esfuerzo físico, además de disminuir el sobrepeso y las cifras de colesterol,riglicéridos e insulina.

    Personalidad: La tendencia a la ansiedad y la depresión, los conflictos de autoridad, el perfeccionismo, la tensión contenida, la suspicacia y la agresividad son importantes y hay que tenerlos en cuenta a la hora de evaluar a un paciente hipertenso.

    Factores ambientales: Inducen un mayor riesgo de HTA actividades profesionales que conlleven estrés, un tamaño desmesurado de la familia, el hacinamiento, ambientes psicosociales adversos, …

    4. ¿Existen distintos tipos de Hipertensión Arterial?

    En efecto, se pueden distinguir distintos tipos de hipertensión arterial atendiendo a distintos puntos de vista: según la presión sistólica, la presión diastólica, la causa que origina la hipertensión, el daño que produce en el organismo, … A. Según la presión arterial sistólica y diastólica: Hipertensión sistólica: La presión arterial sistólica (máxima) es superior a 140 mmHg mientras que la diastólica es normal (por debajo de 90 mmHg). Esta situación se observa en la arteriosclerosis (en la que las arterias no son distensibles), cuando la frecuencia cardíaca es muy baja y el corazón se contrae con gran cantidad de sangre en su interior, en la anemia, en el hipertiroidismo y en la insuficiencia de la válvula aórtica del corazón, en la que parte de la sangre expulsada con cada latido refluye al corazón aumentando así el volumen sanguíneo que tiene que impulsar en la siguiente contracción. Hipertensión sistólica y diastólica: Es a la que nos referimos cuando hablamos de Hipertensión Arterial sin más, en la que tanto la "máxima" como la "mínima" están aumentadas (140/90 mmHg), siendo la causa conocida o no. HTA lábil: cifras tensionales sólo a veces dentro del criterio de hipertensión. HTA maligna: Generalmente por encima de 200/140, aunque la define el edema de papila del fondo de ojo y no las cifras tensionales. HTA acelerada: Aumento rápido de la presión arterial pero sin edema de papila, aunque si no se trata puede evolucionar a HTA maligna. Pseudohipertensión: Es un fenómeno frecuente en ancianos debido a la arteriosclerosis y calcificación de las paredes de las arterias que, al volverse rígidas, determinan cifras de presión sistólica superiores a las reales, por lo que podrían confundirse con una verdadera hipertensión. Debe sospecharse cuando la arteria radial sigue siendo palpable tras alcanzar con el manguito presiones de inflado muy por encima de la presión sistólica ya que no se colapsa al ser su pared muy rígida. B. Según la tensión arterial diastólica únicamente: Leve: "mínima" entre 90 y 104 mmHg. Moderada: 105-114. Severa: diastólica mayor de 115. C. Según el daño orgánico presente: Grado I: No existe ninguna evidencia de daño en ningún órgano. Grado II: Existe afectación leve o moderada de la retina del ojo y/o del corazón y/o del riñón. Grado III: La afectación orgánica es mucho más importante apareciendo alteraciones graves o severas de la retina ocular y/o fallo del corazón, angina de pecho o infarto de miocardio y/o enfermedad de los vasos sanguíneos periféricos y/o fallo renal y/o encefalopatía hipertensiva y/o accidente cerebro vascular. D. Según si se conoce o desconoce la causa que provoca el aumento de presión tanto sistólica como diastólica: Causa desconocida: Hipertensión primaria o esencial Toxemia del embarazo Causa conocida: Renal: Enfermedades del riñón Estenosis (estrechez de la luz) de los vasos sanguíneos renales. Es la llamada Hipertensión arterial vasculorrenal. Endocrina, es decir, por mecanismos hormonales: Anticonceptivos orales que contienen estrógenos: Solamente un 5% de las mujeres que toman anovulatorios desarrollan HTA y aproximadamente la mitad de ellas normalizan su tensión arterial a los 6 meses de dejar la medicación para evitar el embarazo. Aumento de la función de la corteza de la glándula suprarrenal, lo cual ocurre en distintas enfermedades. Tanto el hiper como el hipotiroidismo. Aumento de la función de la glándulas paratiroides. Feocromocitoma: Es un tumor de la médula de la glándula suprarrenal que produce aumento de unas hormonas, las catecolaminas, que producen aumento de la presión arterial. Acromegalia: Exceso de hormona del crecimiento producida generalmente por un tumor en la glándula hipofisaria. Hipertensión neurógena, pudiendo ser psicógena (debido a la propia personalidad de la persona) o producida por alguna lesión del sistema nervioso. Causas diversas: Coartación de aorta (estrechez de la arteria aorta al salir del corazón), Policitemia Vera (número exageradamente alto de glóbulos rojos en la sangre), estrés, hipercalcemia (calcio alto en sangre), tóxicos como el plomo o el talio y fármacos como los corticoides y la ciclosporina y el regaliz, que contiene una sustancia parecida a otra de nuestro organismo que interviene en el mantenimiento de la presión arterial.

    5. De todos estos tipos, ¿cuáles son los más frecuentes?

    La Hipertensión arterial Primaria o Esencial, aquella en la que la causa principal no está aclarada, es la más frecuente de todas, ya que constituye el 90-95% de ellas, es decir, en 9 de cada 10 hipertensos no existe una causa única y conocida que desencadene el aumento de la presión arterial por encima de los valores establecidos.

    La enfermedad renal constituye la causa más frecuente de HTA secundaria y los anticonceptivos orales la causa más frecuente de HTA endocrina. Los tumores sólo son responsables de la hipertensión en un pequeñísimo número de pacientes.

    6. ¿Qué síntomas produce la Hipertensión arterial?

    La mayoría de las personas que sufren hipertensión no presentan ningún síntoma y es una determinación casual la que descubre una elevación anormal de presión sanguínea. De ahí la importancia de que el médico haga una toma de la tensión arterial a todo paciente que acuda a su consulta con un periodicidad que dependerá de la cifra diastólica obtenida por última vez: si estaba por debajo de 85 mmHg ha de medirse cada 2 años; entre 85 y 89 cada año; si se halla entre 90 y 104 habrá que tomarla de nuevo en 2 meses; entre 105 y 114 a las 2 semanas y con una "mínima" superior a 115 mmHg habrá que estudiarla inmediatamente, pues es probable que ya presente repercusiones orgánicas importantes.

    Cuando un hipertenso presenta síntomas, éstos pueden ser atribuibles a la propia hipertensión, a la alteración de los vasos sanguíneos o pueden estar relacionados con la enfermedad subyacente que ha causado el aumento de presión arterial. Los síntomas más frecuentes atribuidos a la propia elevación de la presión son: Cefalea en la región occipital matutina, propia de diastólicas superiores a 110 mmHg, aunque en ocasiones el paciente aqueja cefalea una vez que sabe que es hipertenso. Esta cefalea es propia de individuos jóvenes y desaparece al cabo de unas horas.

    Dificultad para respirar, que puede ser secundaria a una alteración cardíaca.

    Sensación de mareo, frecuente en hipertensos no tratados pero que también aparece al descender la presión arterial por compromiso de la circulación cerebral al llegar la sangre al cerebro a una presión menor a la que estaba acostumbrado.

    Fatigabilidad.

    Palpitaciones.

    Atribuibles a la alteración de los vasos sanguíneos son el sangrado por la nariz, la visión borrosa, la presencia de glóbulos rojos en la orina, …

    Otras veces se refieren síntomas debidos a complicaciones directas de la hipertensión como pulmón e imposibilidad para respirar, insuficiencia cardíaca, edema agudo de infarto de angina de pecho, hemorragia cerebral, encefalopatía miocardio o hipertensiva,…

    En otras ocasiones los síntomas serán propios de la causa responsable: enfermedad renal o endocrina,… 7. ¿Por qué es tan importante tener la tensión arterial dentro de los límites normales?

    La hipertensión provoca graves alteraciones en los órganos más importantes haciendo que los enfermos hipertensos fallezcan prematuramente, siendo la causa más frecuente la afectación cardíaca, la hemorragia cerebral y la insuficiencia renal.

    8. ¿Cuáles son los efectos de la hipertensión sobre los distintos órganos?

    Los grandes damnificados del organismo debido al aumento de la presión arterial son el corazón, el cerebro, la retina y el riñón.

    Efectos sobre el corazón: al estar sometido a una sobrecarga de trabajo por el aumento de la presión arterial las paredes del corazón se van haciendo cada vez más gruesas hasta que el ventrículo izquierdo, principal responsable de la contracción cardíaca, claudica apareciendo entonces la insuficiencia cardíaca. La angina de pecho y el infarto de miocardio son frecuentes en los hipertensos ya que además de presentar arteriosclerosis acelerada de los vasos coronarios, el miocardio necesita mucho más oxígeno ya que es más grueso y está sometido a mayor esfuerzo. La mayoría de las muertes debidas a la hipertensión son, en realidad, consecuencia de la insuficiencia cardíaca y del infarto de miocardio.

    Efectos sobre el cerebro: La hipertensión arterial produce cefaleas occipitales matutinas, mareos, inestabilidad, vértigo, alteraciones visuales, síncope, … pero las manifestaciones más graves se deben a la oclusión arterial (infarto), a la hemorragia o a la encefalopatía.

    Infarto cerebral (análogo al infarto de miocardio, pero en el cerebro), secundario a la mayor arteriosclerosis observada en hipertensos o a una disminución brusca e intensa de la presión arterial. Hemorragia cerebral, consecuencia del desarrollo y posterior rotura de microdilataciones de las arterias cerebrales denominadas aneurismas. Encefalopatía hipertensiva, que consiste en hipertensión grave, alteración de la conciencia, aumento de la presión intracraneal, alteración de la retina ocular con edema de papila y convulsiones.

    Efectos sobre la retina: se clasifican en cuatro grados según la importancia de las alteraciones. El estado de la retina nos proporciona información sobre la situación de los vasos cerebrales en el enfermo hipertenso.

    Grado I: ligero estrechamiento arterial y venas algo más dilatadas de lo normal. Grado II: Arterias estrechas que cruzan e interrumpen la circulación por las venas. Grado IV: Edema de papila, con el consiguiente compromiso del nervio óptico, que sale del globo ocular a través de la papila.

    Efectos renales: Las lesiones arterioscleróticas de los vasos renales son más frecuentes en los hipertensos, provocan alteración de la función renal. Cuando el riñón deja escapar proteínas sanguíneas y glóbulos rojos se calcula que, aproximadamente, el 10% de las muertes por hipertensión se deben a insuficiencia renal.

     

     

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