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Descripcion de Toxocara spp. Parasito intestinal de vertebrados

Enviado por Camilo Castro


  1. Introducción
  2. Toxocara SPP
  3. Clasificación taxonómica
  4. Ciclo de vida
  5. Transmisión
  6. Sintomatología
  7. Toxocariasis en Colombia
  8. Bibliografía

Introducción

"Las infecciones parasitarias están distribuidas prácticamente en todo el mundo con alta prevalencia en algunas regiones, afectando a individuos de todas las edades y sexos" (Agudelo et al), estos organismos viven sobre o dentro de un huésped y se alimentan a expensas del mismo, en las regiones tropicales en especial, existe un amplio número de parasitosis, muchas de estas de origen zoonótica. "Las infecciones parasitarias provocan una enorme carga de enfermedades tanto en los trópicos como en los subtrópicos y también en climas más templados" (CDC). "En Latinoamérica, más de 380 millones de personas están expuestas directa o indirectamente a más de 150 enfermedades zoonóticas y 186 millones de latinoamericanos han padecido una o más zoonosis durante el transcurso de sus vidas" (Acero et al). En muchos de estos países, el mayor peligro son Las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) ya que estas "afectan a más de mil millones de personas (un sexto de la población mundial), mayormente en áreas rurales de países con bajos ingresos" (CDC).

Toxocara SPP

"Las especies de Toxocara incluyen a Toxocara canis, parásito de cánidos, entre ellos perros, zorros, lobos y coyotes; aunque también debe contemplarse la distribución global de Toxocara cati, parásito de félidos, cuyo papel en la infección ha sido subestimado" (Urriben). T. canis y T. cati pueden encontrarse en la tierra en todo el mundo. Los huevos de estas especies aparecen en el 2-88% de muestras de tierra recogidas en varios países y regiones. Las altas temperaturas y la humedad ambiente de los trópicos favorecen la transmisión de la especie Toxocara (CFSPH).

"Las larvas de T. canis miden aproximadamente 0,4 micras de longitud por 0,015-0,021 de diámetro y son fácilmente distinguibles de las larvas de otras especies. En el medio externo siempre se encuentran en el interior de los huevos. En adultos, el macho mide de 4 a 6 cm. y la hembra es mayor llegando a alcanzar de 6 a 10 cm. En la región cervical de ambos sexos existen aletas que son mucho más largas que anchas, miden de 2 a 4 mm por 0,2 mm. El esófago alcanza alrededor de 5 mm de largo incluyendo el ventrículo, el cual mide 0,5 mm. de longitud. En la hembra la vulva se encuentra situada entre la quinta y sexta partes anteriores del cuerpo del verme" (De la Fé et al).

"Toxocara cati, es el ascarídeo de los gatos. Su morfología es muy similar a la de T. canis, los machos adultos miden de 3 a 6 cms de longitud y las hembras de 4 a 7 cms de longitud. Los huevos miden aproximadamente 75 x 70 µm, siendo de menor tamaño que los de T. canis, pero mayores que los de A. lumbricoides. Al igual que ocurre con los huevos de T. canis, los de T. cati no se encuentran en el ser humano, solo en las heces de los gatos y en suelos contaminados" (Delgado et al).

Por lo que los huevos de ambas especies de Toxocara son similares en tamaño y morfología, la identificación basada en características morfológicas por microscopía de luz no es concluyente. Por esto, el método de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), es un método alternativo, es extremadamente sensible y se considera como un método específico para diferenciar entre especies (khademvatana et al).

Clasificación taxonómica

Tabla 1. Clasificación taxonómica de Toxocara canis

Reino

Animalia

Filo

Nematoda

Clase

Secernentea

Orden

Ascaridida

Familia

Toxocaridae

Género

Toxocara

Especie

T. canis

Tabla 2. Clasificación taxonómica de Toxocara cati

Reino

Animalia

Filo

Nematoda

Clase

Secernentea

Orden

Ascaridida

Familia

Toxocaridae

Género

Toxocara

Especie

T. cati

Fig. 1. Morfología de Toxocara canis; (a) Adultos; (b) Huevos no embrionados y embrionados comparándosele con los de Ascaris lumbricoides; (c) Comparación de las extremidades cefálicas de parásitos adultos de las especies T. canis (Izquierda) y T. cati (Derecha) en microscopia electrónica de barrido.

edu.red

Tomado de DELGADO, Olinda, RODRÍGUEZ-MORALES, Alfonso, "Aspectos clínico-epidemiológicos de la toxocariasis: una enfermedad desatendida en Venezuela y América Latina"

Ciclo de vida

"En el perro el ciclo de vida de T. canis es similar al observado en A. lumbricoides en el ser humano, con la diferencia de la infección transplacentaria y transmamaria. Los cachorros nacen infectados e inician con el tiempo la eliminación de huevos en las heces. Los perros (< 5 semanas) se infectan por la ingestión de huevos embrionados que se encuentran en el suelo, los cuales al alcanzar el intestino liberan las larvas que pasan posteriormente a la circulación, pulmones, árbol bronquial y son deglutidas luego pasando por el esófago hasta llegar al intestino donde alcanzan el estadio adulto, en promedio a los 60 a 90 días posteriores a la liberación de las larvas. Luego se da la fecundación, con la consecuente producción de huevos (no embrionados) que son eliminados con las heces del animal. En las infecciones severas las larvas pueden encontrarse en las heces del animal infectado. La embrionación de los huevos se inicia en el suelo en aproximadamente una a dos semanas posterior a la defecación del animal infectado. De allí en adelante el tiempo en el cual se completa ésta, se relaciona con la temperatura ambiental; bajas temperaturas condicionan largos períodos de embrionación y viceversa. En lugares fríos el desarrollo larvario puede tomar largos períodos hasta que el cambio estacional.

Como se ha mencionado, el hombre es un hospedador aberrante o paraténico del parásito. En el caso de los niños, estos pueden entrar en contacto accidental con los huevos embrionados de Toxocara spp. al jugar en cajas de arenas o parques públicos, contaminados con huevos del parásito. Esta situación se produce como consecuencia de la defecación indiscriminada en estos sitios por perros y gatos infectados. En el caso del hombre, así como de otros hospedadores paraténicos, también se puede infectar como consecuencia de la ingestión de larvas que se encuentran en los tejidos de otros hospedadores que le sirvan de alimento, en los hospedadores paraténicos que ingieren alimentos contaminados (así como en perros > 5 semanas de edad), los huevos liberan las larvas en el estómago y en el intestino delgado (fundamentalmente en duodeno), posterior a lo cual las larvas jóvenes penetran la mucosa duodenal (y en algunos casos ileal) para entrar en la circulación a través de los vasos mesentéricos, alcanzando las vísceras intestinales y el hígado.

Llegan a los capilares, pudiendo pasar a la circulación general a través de los pulmones y terminar en el sistema nervioso central, los ojos, los pulmones, el corazón, el hígado y los riñones, entre otros órganos. En estos órganos la larva es eventualmente detenida y destruida por la reacción granulomatosa lo cual bloquea su potencial migración, pero también conlleva a patología. En el ser humano las larvas no se desarrollan, pero pueden permanecer vivas tanto como 11 años, de acuerdo a lo que se ha demostrado experimentalmente. En el pasado, y recientemente, se ha sugerido el poder encontrar parásitos adultos de T. canis o T. cati en seres humanos, lo cual debe entenderse más como una exposición a estos estadios, sin desarrollo en el ser humano, que una infección por los mismos. Es posible que los niños, estando en contacto o manipulando los parásitos adultos expulsados por cachorros de perros o gatos, puedan ingerir los vermes y consecuentemente vomitarlos o expulsarlos con las heces (Delgado).

Transmisión

En términos generales y compilando los datos publicados en diferentes países del mundo, se encuentran prevalencias entre 0,5%-89%. Estudios en Latinoamérica han reportado prevalencias de 3,6% en, Brasil, hasta 16,1% en Uruguay; por otra parte, en Europa se encontraron prevalencias que varían de 2,7% hasta 15,7%. En Colombia se han realizado estudios en Bogotá y Medellín hallando prevalencias hasta del 47,5% de la población general (Guarin). Es una parasitosis que afecta sobre todo a niños, que mantienen contacto estrecho con sus mascotas y/o juegan en cajas de arena y parques públicos, susceptibles de estar contaminados con heces fecales disueltas de perros y gatos. También son sujetos en riesgo las personas que ingieren carne cruda de diversos animales (Uribarren). Por esta razón, muchos estudios han sido realizados en años recientes, para determinar la prevalencia de huevos de Toxocara en suelo de parques, juegos, areneros, playas, patios, jardines, granjas y otras áreas urbanas y rurales (Khademvatana et al).

"Las infecciones de humanos son comúnmente adquiridas por la ingestión accidental de los huevos embrionados en el suelo y en vegetales crudos" (Khademvatana et al). Además de esto, también "puede adquirirse el parasito a través de agua, alimentos tales como huevos, leche, carnes curadas o mal cocidas, transfusiones, trasplantes, materno-fetal o congénita y por vectores mecánicos" (Zapata). Dependiendo del número de huevos ingeridos, la localización de la larva y la respuesta del huésped, la infección en humanos tiene cuatro manifestaciones clínicas llamadas, larva visceral migrans (VLM), larva ocular migrante (OLM), toxocariasis encubierta (CT), y toxocariasis neurológica (NLM) (Khademvatana et al).

Sintomatología

Una gran proporción de infecciones por Toxocara canis son asintomáticas, las larvas pueden migrar y producir granulomas en hígado, pulmones, cerebro, ojos y ganglios, cuyo número estará en proporción directa al número de huevos larvados infectantes ingeridos. La forma clínica de la enfermedad, denominada larva migratoria visceral (LMV), puede incluir hepatomegalia, anorexia y malestar general en los pacientes que la padecen. Los niños entre 1 y 5 años son los más afectados y los factores de riesgo principales son la geofagia y el estrecho contacto con perros. La larva migratoria ocular (LMO) es la forma más grave de la enfermedad, siendo causa de endoftalmitis crónica, granuloma retiniano y retinitis periférica (De la Fé et al).

En niños, el periodo de incubación puede ser de semanas o meses dependiendo de la intensidad de la infección y la sensibilidad del paciente. Las manifestaciones oculares pueden ocurrir de 4 a 10 años después de la infección inicial. En infecciones causadas por el consumo de hígado crudo infectado, se han reportado periodos de incubación muy cortos (PHAC).

De acuerdo con (Guarín), La infección se adquiere por contacto con los huevos fértiles larvados del parásito, que pueden persistir como infectantes hasta años. Se describe dos formas de infección:

  • Ingestión accidental de los huevos, por contacto con áreas de tierra que los contienen, tanto en parques públicos o jardines de hogares donde los animales hayan depositado sus deposiciones contaminadas con el parásito. Este mecanismo es importante en niños y adolescentes, que por la actividad lúdica tienen contacto con estos lugares.

  • Manipulación accidental de las deposiciones de los canes que hayan estado expuestas al medio ambiente, hecho que puede ocurrir con personas encargadas de la limpieza pública.

Toxocariasis en Colombia

A pesar de ser una enfermedad ampliamente distribuida en el mundo, y tener alta prevalencia en países templados como los latinoamericanos, son pocos los estudios de su incidencia en estos. En Colombia se han realizado estudios en Bogotá y Medellín hallando prevalencias hasta del 47,5% de la población general (Guarín), sin embargo, la frecuencia de la enfermedad se desconoce, el primer caso de toxocariasis visceral o LMV humana fue descrito en 1966 en una niña de 14 años procedente de orillas del río Cauca (INS). En 1981, la Fundación Oftalmológica Nacional y el Instituto Nacional de Salud determinaron títulos de anticuerpos contra T. canis en 185 estudiantes de dos escuelas de Bogotá; se encontró una prevalencia de 13,5%; además, en 200 muestras de materia fecal de cánidos provenientes de parques de la ciudad se encontraron 28 (14%) con huevos de T. canis (ll). En otro estudio realizado en Bogotá por el Instituto Nacional de Salud en una comunidad de bajo nivel económico, de 207 personas se encontraron títulos positivos en 47,3% y de 39 cachorros (46,3%) fueron positivos (8).

Dada la falta de conciencia de los propietarios de caninos, la sobrepoblación de éstos se ha convertido en un fenómeno social y de salud pública en el mundo y Colombia. Este fenómeno se considera un factor de riesgo para la aparición de enfermedades zoonóticas, tal como la rabia, leptospirosis, toxoplasmosis, leishmaniasis, cestodiasis, cenurosis, dipilidiasis, capilariasis, estrongiloidiasis, filariasis, larva migrans, dermatomicosis y dermatosis por ácaros (9).

Bibliografía

ACERO, Myriam, MUÑOZ, María Mercedes, FLOREZ, Astrid Carolina, NICHOLLS, Rubén Santiago, "Seroprevalencia de anticuerpos contra Toxocara canis y factores de riesgo en niños, Ciudad Bolívar, Bogotá, D.C", Biomédica, Revista del Instituto Nacional de Salud, Bogotá, D.C., Colombia, Vol. 21, Núm. 3, 2001, pp. 256-263.

AGUDELO-LÓPEZ, Sonia, GÓMEZ-RODRÍGUEZ, Lucila, CORONADO, Xiomara, OROZCO, Adalina, VALENCIA-GUTIERREZ, Carlos, RESTREPO-BETANCUR, Luis, GALVIS-GÓMEZ, Luisa, BOTERO-PALACIO, Luz, "Prevalencia de Parasitosis Intestinales y Factores Asociados en un Corregimiento de la Costa Atlántica Colombiana", Revista de Salud Pública, Barranquilla, Colombia, Vol. 10, 2008, pp. 633-642.

Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), "Acerca de los parásitos", Consultado el 03/12/2016, disponible en: http://www.cdc.gov/parasites/es/about.html

Center for Food Security and Public Health (CFSPH), "Toxocariasis", 2005, consultado el 03/12/2016, disponible en: http://www.cfsph.iastate.edu/Factsheets/es/toxocariasis-es.pdf

DE LA FÉ-RODRÍGUEZ, Pedro, DUMÉNIGO-RIPOLL, Blanca, BRITO-ALBERTO, Elio, AGUIAR-SOTELO, Javier, "Toxocara canis y Síndrome Larva Migrans Visceralis", Revista Electrónica de Veterinaria (REDVET), España, Vol. VII, Nº 04, 2006, pp. 1-42.

DELGADO, Olinda, RODRÍGUEZ-MORALES, Alfonso, "Aspectos clínico-epidemiológicos de la toxocariasis: una enfermedad desatendida en Venezuela y América Latina", Boletín de Malariología y Salud Ambiental, Maracaibo, Venezuela, Vol.49, Num.1, 2009, pp. 1-33

GUARÍN-PATARROYO, Camilo, "Situación de la Toxocariasis en algunos países de Latinoamérica: Revisión sistemática", Tesis de magister en salud pública, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Medicina, Instituto de Salud Pública, Departamento de Salud Pública. Bogotá, Colombia, 2014, pp. 1-46.

Instituto Nacional de Salud (INS), "Informe Quincenal Epidemiológico Nacional", Informe quincenal epidemiológico nacional, Bogotá, Colombia, Vol. 7, N° 20, 2007, pp. 15-24.

KHADEMVATANA, Shahram, ABDIZADEHB, Rahman, TAVALLA, Mahdi, "Molecular characterization of Toxocara spp. from soil of public areas in Ahvaz southwestern Iran", ACTA TROPICA, Vol. 135, 2014, pp. 50-54.

Public Health Agency of Canada (PHAC), "Toxocara canis, Toxocara cati. Pathogen Safety Data Sheets and Risk Assessment", Consultado el 04/12/2016, disponible en: http://www.phac-aspc.gc.ca/lab-bio/res/psds-ftss/toxocara-eng.php

URIBARREN-BERRUETA, Teresa, "Larva Migrans Visceral". Departamento de Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), 2015, Consultado el 03/12/2016. Disponible en: http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/larva-migrans-visceral.html

ZAPATA, Jorge, "Agentes zoonóticos de interés en salud humana: Toxoplasma gondii y Toxocara canis", Universidad del Valle, 2010. Consultado el 04/12/2016, Disponible en: http://colbav.com/wp-content/uploads/2010/10/Agentes-zoon+%A6ticos-de-inter+%AEs-en-salud-humana-Toxoplasma-y-Toxocara.pdf

 

 

Autor:

Camilo Alfonso Castro Osorio

Álvaro Esteban Aldana Porras

Juan Felipe Moncada Jiménez

Diego Sierra Ramírez