Elaboración de una escala que mide relaciones emocionales versión para padres en madres de adolescentes
Enviado por César Agustín Flores
- Resumen
- Introducción
- Importancia de las relaciones en la adolescencia
- La familia
- Tipos de familia
- Parentalidad
- Modelos de parentalidad
- Prácticas parentales de crianza
- Método
- Participantes
- Procedimiento
- Resultados
- Conclusiones
- Agradecimiento
- Bibliografía
El objetivo de esta investigación fue elaborar un instrumento confiable que permita conocer la relación emocional que tiene una madre hacia su hijo adolescente; para ello se realizó un instrumento a partir de diez categorías teóricas que fue piloteado y validado por 15 expertos en materia (jueces), para posteriormente aplicarlo a 250 mujeres pertenecientes a una localidad rural en el Estado de Veracruz, México. Los resultados refieren que el instrumento presenta índices de confiabilidad que pudieran ser considerados como adecuados (a = .730). Se proponen algunas líneas de seguimiento para trasladar el instrumento a otras poblaciones
Palabras clave: Relación Emocional, Escala, Padres, Adolescentes.
Abstract
The objective of this research was elaborating a reliable scale which let know the emotional relation that has a mother to her own teenager. To do this, the researcher made a scale with ten theoretical categories, after that, the instrument was piloted and validated from 15 experts (judges) and applied to 250 women rural community from Veracruz, Mexico. The results suggest that the instrument has appropriate indices of reliability (a = .730). There are some tracing lines to translate these results.
Keywords Emotional relationship, Scale, Parents, Adolescents.
En los últimos años la atención en salud ha sido enfocada hacia la adolescencia, todo ello con la intención de buscar nuevos saberes que permitan entender mejor a esta población, para encontrar soluciones a los problemas que viven muchos de ellos y que parecen haberse incrementado en las últimas décadas (Consumo de drogas, embarazos prematuros, abortos, delincuencia, violencia, etc).
Al respecto, la adolescencia es considerada como una construcción cultural no universal ni inmutable1. Es una etapa de desarrollo que puede variar en edad y en duración en cada individuo, puesto que está más relacionada con la maduración personal y depende de factores psicosociales2. Dicha etapa está enmarcada en un contexto de movimientos y cambios que tienden a ser ligados a crisis3,4.
Seguramente muchos son los elementos que se combinan para generar situaciones saludables, sin embargo, hay uno que por su relevancia se considera digno de destacarse: la forma en que el padre y la madre están con su hijo(a) y establecen, o no, una relación afectiva. Su importancia radica en que esta interacción permitirá alcanzar una salud mental en las siguientes etapas del desarrollo del adolescente, la cual es definida como la capacidad para adaptarse al cambio, hacer frente a las crisis, establecer relaciones satisfactorias con otros miembros de la comunidad y encontrar un sentido a la vida5.
De hecho, en los contextos educativos es frecuente identificar que la mayoría de los adolescentes que tienen problemas académicos (ya sea por inasistencias, presentar un alto índice de reprobación, o por tener problemas con otros compañeros, entre muchos más), tienen en común que provienen de familias en donde las relaciones que se establecen entre sus miembros tienen áreas bastante debilitadas en la escucha, el respeto, la cercanía, etc. Lo que genera distancias emocionales entre sus miembros, que muchas veces impide acercarse y hablar de sus necesidades con otros6.
En este entorno, se requiere empezar a buscar cuidadosamente formas que permitan rescatar la sensibilidad y cercanía en la sociedad. Por supuesto desde el contacto, en lo relacional, en donde los grandes cambios ocurren. Es por ello que surge el objetivo de esta investigación que a la letra dice: elaborar un instrumento confiable que permita conocer la relación emocional que tiene una madre hacia su hijo adolescente; todo ello con la finalidad de identificar relaciones familiares de riesgo y generar oportunamente estrategias de intervención.
Cabe señalar que este trabajo corresponde a una línea de investigación más amplia que propone conceptualizar la relación emocional como un elemento interactivo de doble entrada, en el que se ve afectado tanto por los padres como por los adolescentes, sin embargo, en el presente texto únicamente se limitará a presentar los resultados arrojados por los padres.
Importancia de las relaciones en la adolescencia
El tipo de interacción que se da en las familias genera eventos importantes en la vida de los adolescentes, que pueden ser vistos a favor de su desarrollo, tales como: estructurar el sentido de la propia identidad7, su bienestar en la salud mental8, facilidad para establecer relaciones cercanas con otras personas9, etc., o por el contrario, pueden comprometer dicho desarrollo. Tal como sucede en aquellos casos en donde se presentan comportamientos alimentarios patológicos10, desconfianza hacia sí mismo(a), hacia los demás y al mundo que los rodea11, participación directa o indirecta de la violencia y el maltrato12, Depresión13, Delincuencia14, y en el peor de los casos suicidios15, entre otros.
Se han realizado diversos estudios que involucran las relaciones entre padres y adolescentes16-21. Desde esta perspectiva también existen datos que señalan una serie de cambios en las relaciones padres e hijos durante la adolescencia4 y 5. Algunas investigaciones relacionan las prácticas parentales con varios aspectos de los adolescentes: Conducta sexual22, sintomatología depresiva de adolescentes20, problemas internalizados y externalizados de adolescentes23. En este sentido, los autores proporcionan un amplio sustento teórico en torno a la parentalidad favorecedora de relaciones filiales con los hijos4, 24-28, en donde se considera igualmente importante tanto el papel del padre como el de la madre. Mientras que otras se han enfocado de manera particular a alguna de las figuras parentales ya sea al padre7, 20, 29, o a la figura materna14, 28, 30, 31. Destacando desde cada uno de éstos, particularidades en sus parentalidades desde el género7, 20.
Es importante señalar que pese a los esfuerzos por conseguir sociedades equitativas, todavía es común encontrarse con estereotipos y limitaciones que delimitan los roles sexuales, por lo que no es de extrañar que todavía se asocien a las mujeres con las actividades del hogar, esto resulta de particular interés en varias zonas rurales, en donde las mujeres son las encargadas del cuidado de sus hijos, mientras los padres realizan otras actividades.
La relación emocional padre-hijo(a) involucra algo más complejo que la diada; involucra la vida familiar. Pues en ésta se gesta la historia de tales relaciones construidas en el día a día de la interacción y de las historias relacionales de los progenitores y los antecesores de éstos32 y 33. La vida familiar, dice Minuchin34 provee el medio para la crianza de los hijos y es considerada la influencia más temprana y duradera en la socialización, a la vez que determina en gran medida las respuestas de sus integrantes entre sí y hacia la sociedad.
Muchos teóricos describen en forma similar las relaciones que se gestan al interior de la familia4, 24, 26, 27. Todos ellos resaltan la participación parental en el desarrollo de las relaciones, primordialmente en su aspecto emocional. De aquí que resulte relevante hablar de ésta al tocar el tema de la relación emocional madre-hijo(a).
Con base a lo anterior es conveniente desarrollar el tema de la Familia, para entender la forma en la que se vincula con la sociedad y cómo se ha transformado a través del tiempo, llevando consigo cambios al interior de la parentalidad asi como en la construcción de nuevas formas de interacción con los hijos y por consiguiente, nuevas formas de establecer relaciones.
Eguiliz, y otros35 señalan que existe una gran diversidad de familias y las clasifican de la siguiente forma :
A) De acuerdo con el número de elementos que la conforma.
a) Familias nucleares. Es el estereotipo de la familia tradicional: Hombre y mujer unidos en matrimonio más los hijos que tienen en común; viviendo todos bajo el mismo techo.
b) Familias extensas. Este tipo de familias se encuentran conformadas por la troncal o múltiple (la de los padres y la de los hijos en convivencia) más la colateral.
B) De acuerdo a la forma de constitución familiar.
a) Familias de padres divorciados. Estas familias se constituyen a partir de una familia nuclear en la que ha habido una situación de divorcio entre los progenitores. Lo que da como resultado que los hijos vivan con uno de los progenitores.
b) Familias reconstituídas. Con frecuencia, despues de separarse o divorciarse, los progenitores vuelven formar pareja para iniciar una nueva familia, haya o no matrimonio.
c) Familias monoparentales. Se puede hablar de 3 formas de familia monoparentales: 1) Es el resultado de la separación o divorcio y uno de los padres se hace cargo de los hijos, además de crear barreras para separarse del exterior; 2) Es aquella que se da debido a la muerte de uno de los miembros de la pareja y 3) Implica la función parental en soltería. Este tipo de familia se observa que generalmente son mujeres las que están a cargo.
d) Familias adoptivas. Se habla de este tipo de familias cuando no existe un vínvulo biológico entre padres e hijos.
e) Familias homosexuales. La ampliación del ciclo familiar con base en diferentes etnias, familias monoparentales, divorcios etc. Conlleva a la posibilidad de apertura hacia la vida familiar de la mujer o el hombre homosexual.
Independientemente del tipo de familia del que se hable es importante considerar, como señala Minuchin34, que la familia puede verse como un sistema que se constituye a su vez de subsistemas: Conyugal, parental y fraternal. Este estudio se enfocará principalmente al subsistema parental, a continuación se describe con mayor detenimiento que se entiende por este concepto.
El término "parentalidad", es un neologismo derivado del adjetivo parental que designa respectivamente el ser padres y las prácticas de los padres, dicho término se empieza a usar a mediados de los 80´s, sin embargo su origen se presenta aproximadamente en la década de los 60´s con el psicoanalista Paul Claude Recamier y colaboradores; actualmente se puede considerar como la condición de padre/madre, así como el desempeño del rol que implica36; también se emplea para hablar de la "mono parentalidad", de "parentalidad adoptiva", "homoparentalidad" con lo cual se indica el lugar del padre (soltero, adoptivo, homosexual, etcétera).
El proceso de ser padre o madre supone la capacidad de realizar de forma competente las funciones parentales. Leticia Solís Ponton33 define la parentalidad como se enuncia a continuación:
La parentalidad constituye el estudio de los lazos de parentesco y de los procesos psicológicos inherentes. La parentalidad necesita un proceso de preparación, y aún de aprendizaje, no en el sentido de una pedagogía parental, sino como el trabajo que pone en evidencia el carácter complejo y los aspectos paradógicos del fenómeno natural de la reproducción humana (p.11).
Existe una variedad de conceptualizaciones de parentalidad, lo que ha llevado a observarla desde variadas perspectivas, generando de esta manera diversos modelos de parentalidad, mismos que se enunciarán a continuación.
En los diversos modelos teóricos de parentalidad ésta suele ser nominada de diversas maneras según los autores: Shub26 le llama paternaje, J. Siegel27 le nombra parentaje y Barudy24 la menciona como parentalidad social. Sin embargo todos coinciden al hablar de los aspectos que en ésta se involucran (ver tabla 1).
Por ejemplo, Shub26 establece que muchas personas luchan por aprender a ser padres, es decir, las habilidades que caracterizan al Paternaje; que es definido como un proceso que implica satisfacer las siguientes necesidades:
1. Tener una conexión emocional con sus hijos
2. Comprender y desarrollar habilidades necesarias para tener éxito como padres.
3. Disposición del padre para concentrarse en sí mismo.
Por lo que resulta sumamente importante contar con las habilidades escenciales y explorar cómo pueden mejorarse en cada tarea básica. Entre las habilidades que los padres requieren para desarrollar relaciones sólidas con sus hijos y construir una conexión nuclear se encuentran las siguientes:
1) Darse cuenta, 2) separar pensamientos de sentimientos, 3) Ser claro y directo, 4) apoyar, 5) escuchar, 6) pedir, 7) recibir, 8) responder, 9) ser asertivo, 10) tolerar, 11) trabajar en equipo y 12) manejo del conflicto.
En cambio, desde el modelo parental de Daniel Siegel27 retoma el hecho de que la conexión con los hijos es influenciada por lo que vivieron los padres en la infancia con lo cual sienta las bases de una propuesta de parentaje que parte de los principios básicos de la comprensión interna y de la conexión interpersonal. Por tal motivo, para este autor, la autorreflexión y el vínculo emocional son elementos indiscutibles para el desarrollo de la relación padre- hijo.
Prácticas parentales de crianza
Las prácticas parentales aluden a las conductas específicas que utilizan los padres para educar a sus hijos e hijas37. La crianza es vista como un proceso en el que se involucra activamente al progenitor o cuidador para apoyar al desarrollo físico y psicológico de los hijos e hijas38 en donde el aporte de un clima afectivo y de apoyo que genere condiciones para un sano desarrollo psicológico es una de sus importantes funciones básicas39. Sin embargo hay que considerar que, de acuerdo con Belsky40, son varios los factores que se encuentran inmersos en las prácticas de crianza:
a) Características de los Niños: Involucra características demandantes, y difíciles de manejar en los niños, que evocan estilos de crianza invasivo- hostil o indiferente-desinvolucrado.
b) Características de los padres: Resalta la transmisión intergeneracional de la parentalidad, la cual no es, de ninguna manera, inevitable. Sin embargo, tienden a transmitirse por la vía generacional, ya sea a través de la madre, o del padre, o de ambos.
c) Relaciones Conyugales/de pareja. Una forma en que los matrimonios afectan al estilo de crianza involucra las emociones, sean positivas o negativas. Pero también ocurre que el distanciamiento de uno de los esposos del conflicto conyugal pueda engendrar un estilo parental hostil e intrusivo.
Las interacciones enunciadas anteriormente podrían vincularse con la relación padre/madre-Hijo/hija. Esta constelación de prácticas, actitudes y tácticas paternas habituales en la interacción entre padres e hijos han recibido diversos nombres: estrategias de socialización, estilos educativos paternos, estilos paternos parentales, etc41.
Los estilos parentales fueron un concepto acuñado desde hace más de 40 años con Diana Baumrind42 y han sido enriquecidos al establecer una tipología de 4 estilos parentales: democrático, autoritario, permisivo e indiferente, a partir del cruce de dos dimensiones fundamentales: afecto y control16.
Los autores de esta línea clasificaron a los padres, de acuerdo a las dimensiones de afecto-comunicación y exigencia-control, asumiendo que cada estilo afectaba positiva o negativamente en el comportamiento del hijo/a independientemente de la edad y las características psicológicas de los hijos e hijas. Del mismo modo se daba por sentado que las prácticas parentales eran elegidas con conciencia por los padres y que los hijos las percibían con claridad, por lo que para evaluarlas bastaba una sola perspectiva, ya fuera desde hijos/hijas o desde padre/madre44.
A la fecha, los diferentes modelos teóricos de estilos de socialización se han depurado sensiblemente hasta llegar a un modelo relacional que tiene en cuenta tanto al padre/madre como al hijo/a y al contexto en el que se produce la interacción41.
Las aportaciones que establecen los autores son un punto guía que permiten identificar algunas características en común. Con la intención de poder homologar los conceptos, se ha decidido establecer el término de relación emocional en lugar de la parentalidad, principalmente por tres criterios:
1. La parentalidad puede ser entendida como un fenómeno de una sola vía, en la que los padres son quienes influyen directamente sobre los hijos, sin considerar que este fenómeno es bidireccional, puesto que estos modelos se modifican con base a las experiencias que tienen con sus propios hijos.
2. Los modelos de parentalidad se desarrollan a partir de un contexto específico en el que los padres tienen un vínculo previo al nacimiento de los hijos, el cual puede ser expresado a partir de su conexión emocional que perdurará en las etapas del desarrollo posteriores.
3. Esta conexión emocional se puede ver reflejada en algunas habilidades o capacidades para responder ante las necesidades de los hijos, las cuales englobarían condctas específicas como pudieran ser: Darse cuenta, responder, escuchar, ser empático, resolver problemas, dar, recibir, dar apoyo, pedir, separar emociones de pensamientos, además de ser claro y directo.
De esta manera, se entenderá por relación emocional a la capacidad de darse cuenta del propio estado interno; manteniéndose atento al estado mental y emocional del otro, mediante la comunicación, el afecto, además de la disponibilidad emocional sin que por ello se pierdan los límites
Es un estudio cuantitativo no experimental debido a que las variables no se manipulan deliberadamente, solo se observan los fenómenos tal y como se dan en el contexto natural. El tipo de diseño es transversal ya que se recolectan datos en un momento único y tiene como propósito describir variables y analizar su interrelación en un momento dado45.
Se consideró trabajar únicamente con madres de adolescentes debido a que son éstas quienes conviven mayor tiempo con los hijos en la comunidad donde se realizó el estudio, para ello se aplicó un instrumento a 250 mujeres de entre 35 y 60 años, que corresponde a todas madres de jóvenes en edad escolar correspondiente al bachillerato y que residían en la zona rural donde se realizó esta investigación. Se trató de una muestra no aleatoria, voluntaria y autoseleccionada46.
Los criterios de inclusión fueron los siguientes
1. Mujeres de 35 a 60 años que sean madres (biológicas o adoptivas) de adolescentes con edades entre 15 y 18 años.
2. Mujeres de cualquier preferencia sexual.
3. Mujeres cuyo(a) hijo(a) sea estudiante del Telebachillerato del Municipio de Tlalnelhuayocan, Veracruz, México.
Por su parte, los criterios de exclusión fueron:
1. Mujeres que tengan algún problema físico que les impidiera asistir a la aplicación de la prueba.
2. Mujeres con hijos en Telebachillerato que no deseen participar.
Se elaboró la Escala de Relación Emocional versión Padres (ERE-P) a partir de las siguientes fases:
a. Se definió el concepto y sus diferentes dimensiones (Ver cuadro 2).
b. El producto obtenido se revisó por dos expertos y se realizaron las modificaciones pertinentes.
c. Se piloteó el instrumento con 30 sujetos para revisar si las indicaciones se comprendían y se hicieron las correcciones necesarias.
d. Se creó un cuestionario para jueces.
e. Se aplicó el jueceo a 15 jueces expertos y se analizaron resultados obtenidos.
f. Se modificaron las escalas a partir del jueceo.
g. Se obtuvo una segunda versión de ERE-P
Con base a los resultados, se modificaron algunos ítems originales (ver tabla 3), para terminar con una escala de tipo Likert conformada por 30 reactivos, se encuentra dentro de las escalas de actitudes de intensidad, es decir, se trata de elegir respecto a una pregunta o proposición entre varias respuestas que expresan el grado de aceptación o rechazo de la pregunta en cuestión, asignando un valor de escala a cada una de las cinco respuestas, así el instrumento arroja una calificación total para cada persona que responde y una discusión de cada ítem individual cuando sea posible, sino necesario.
a. Criterios de calificación
La escala se califica asignando, en el caso de los ítems directos, el 2 a la opción de respuesta: nunca, el 4 a la opción pocas veces, 6 a la opción algunas veces, el 8 a frecuentemente y 10 a siempre. Para el caso de los ítems inversos se asigna el 10 a la opción de respuesta: nunca, el 8 a la opción pocas veces, 6 a la opción algunas veces, el 4 a frecuentemente y 2 a siempre. La puntuación de cada categoría se obtiene sumando las respuestas de sus ítems, de acuerdo a los valores antes citados.
b. Rangos Diagnósticos
Los puntajes para determinar el tipo de relación emocional madre-adolescente, se interpretan de acuerdo a cinco rangos de manera general (Ver tabla 4).
Finalmente, con la intención de observar si el instrumento presentado cumple con los criterios mínimos psicométricos, se realizó un análisis estadístico de confiabilidad a partir del Alpha de Cronbach de toda la escala, el cual presentó un índice de confiabilidad de .730, lo que en términos metodológicos pudiera interpretarse como un nivel adecuado de consistencia interna.
A partir de lo enunciado se pueden establecer los siguientes puntos finales:
1. Es necesario la realización de instrumentos que ayuden a prever situaciones de riesgo en el núcleo familiar inmediato de los adolescentes.
2. La Escala de Relación Emocional Parental (EREP) parece ser un instrumento confiable que ayuda a detectar la percepción que tiene los padres sobre su relación familiar con los hijos.
3. Al ser un instrumento autoaplicable de 30 reactivos (con cinco opciones de respuesta: nunca, pocas veces, algunas veces, frecuentemente y siempre) su uso facilita la aplicación en diferentes contextos académicos y profesionales.
4. El instrumento permite identificar diez subdimensiones: Darse cuenta, entonación, Compartir mundos internos y externos, soberanía, reparación e inversión (en ésta última se incluyen: Escuchar, responder, conocer las necesidades y sacrificio).
5. Los resultados aquí presentados fueron únicamente con la relación de las madres, por lo que sería interesante identificar si existen diferencias entre una población masculina.
6. Hace falta replicar esta investigación en otros contextos sociales y económicos para identificar una mejor consistencia interna del instrumento.
La autora agradece al Especialista en Métodos Estadísticos Axel Manuel Navarro Hernández, docente de la Universidad Veracruzana México, por su apoyo en el análisis de datos y en la elaboración de este artículo.
1. Arnet J. Emerging adulthood: a theory of development form the late tenns through the twenties. american psychologist, 2000; 469-480.
2. Mendoza R, Traiana B, Rubio A & Camacho MV. La facilidad de la comunicación parento-filial en la adolescencia: diferencias de género y tendencias temporales observadas en España. Anuario de Psicología, 2006. 37;3: 225-246.
3. León O. Adolescencia y juventud: de las nociones a los abordajes. Última década, 2005: 83-104.
4. McConville M. Adolescencia, el self emergente y la psicoterapia. IHPG; Madrid: 1995.
5. Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS). Salud Mental. Comunicado CD43/5. Washington, D. C.; EUA: 20 de julio de 2001.
6. Siegel DJ. La mente en desarrollo. Cesige S.A. de C.V.; Xalapa, Veracruz: 2008.
7. Romero NF. La construcción social de la parentalidad y los procesos de vinculación desvinciulación padre- hijo. el papel de mediador social. ciencias psicológicas 2007: 119-132.
8. Mendizábal JA & Anzures B. La familia y el adolescente. Revista médica del hospital general, 1999: 191-197.
9. Penagos A, Rodriguez M, Carrillo S & Jorge C. Apego, relaciones románticas y autoconcepto en adolescentes bogotanos. Universitas Psychologica, 2006: 21-36.
10. Silva A. Ser adolescente hoy. Fermentum. Revista Venezolana de Sociología 2008: 312-332.
11. Jaramillo MR & García EM. Comprensión de la deprivación afectiva a partir del paradigma fenomenológico-existencial. Pensamiento psicológico, 2007: 51-60.
12. Vinaccia S, Quicena JM & Moreno SP. Resiliencia en adolescentes. Revista colombiana de Psicología, 2007:139-146.
13 Finkelstein S, Donenberg GR & Martinovich Z. Maternal control and adolescent depression: Ethnic Differences Among Clinically Referred Girls. Journal of youth and adolescence, 2001: 155-171.
14 Ghazarian RS & Roche MK. Social Support and Low –Income, Urban Mothers: Longitudinal Associations with Adolescence Delinquency. Journal of Youth and Adolescence, 39, 1097- 1108. Journal of Youth and Adolescence, 2010: 1097- 1108.
15 Valadez I, Amezcua R, Quintanilla R & González N. Familia e intento suicida en el adolescente de educación media superior. Archivos en medicina familia, 2005: 79-68.
16 Oliva A, Parra A & Arraz E. Estilos relacionales parentales y ajuste adolescente. Infancia y Aprendizaje, 2008: 93-106.
17 Parra Á & Oliva A. Parra Águeda y A Longitudinal Research on the Development on Emotional Autonomy during Adolescence. The Spanish Journal of Psychology, 2009. 12;1: 225-246.
18 Rodrigo MJ, Márquez ML, García M, Mendoza R, Rubio A, Martínez A et al. Relaciones padres-hijos y estilos de vida en adolescentes. Psicothema, 2004: 203-210.
19 Barrera F & Vargas E. Relaciones familiares y cogniciones románticas en la adolescencia: El papel mediador de la autoeficacia romántica. Revista de estudios sociales, 2005: 27-35.
20 Vallejo CA, Mazadiego IT & Osorno MR. Autonomía emocional hacia la madre en adolescentes mexicanos medida por la escala de Steinberg y silverberg. Psicología y Salud, 2005: 107-111.
21 Vargas FJ & Ibáñez RE. La pareja en la adolescencia: Un análisis desde la perspectiva del vínculo. Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 2006: 1-13.
22 Partido M. Control y Apoyo Parental y conductas sexuales en una muestra de adolescentes de preparatoria. Poza Rica: Tesis de Licenciatura no publicada, 2008. Facultad de Psicología de Poza Rica, Universidad Veracruzana.
33 Kuri V. Relación del control y apoyo parental con los problemas internalizados y externalizados con adolescentes de secundaria. Poza Rica: Tesis de Licenciatura no publicada 2008. Universidad Veracruzana de Poza Rica de Hgo. Veracruz.
24 Barudy J & Maryorie D. Los buenos tratos a la infancia. Gedisa; Barcelona: 2006.
25 Berger F. Padres sin autoridad hijos sin rumbo. Fin de siglo; Uruguay: 2010. 26 Shub N. Padres desde el corazón. En N. Shub, Padres desde el corazón (pág. 132). CEIG; Xalapa: 2006.
27 Siegel DM, Hartzell M & ED M. Ser padres desde el interior. CEIG; Xalapa: 2003.
28 Solis PL, Lartigue BT & Maldonado DM. La cultura de la parentalidad , antídoto contra la violencia. Manual Moderno; México: 2006.
29 Olavarría J. Hombres: Identidades, relaciones de género y conflictos entre trabajo y familia. En J. Olavarría, Trabajo y familia: Conciliación y perspectivas de género. (págs. 240-264.). FLACSO; Santiago: 2002.
30 Galicia MI, Jiménez VL, Pavón FS & Sánchez VA. Actitudes de madres adolescentes y adultas y su relación con la personalidad de sus hijos. Psicología y Salud, 2006: 159-169.
31 Genolet AC, Schoenfeld Z & Guerriera L. Trayectorias de vida y prácticas maternales en. Ciencia, Docencia y Tecnología, 2009: 13-35.
32 Cánovas LP. Nuevas Formas Familiares de Educación. 2006. En i. G. Peiró, Nuevos espacios y nuevos entornos de educación (págs. 151-161). San Vicente (Alicante): Club Universitario.
33 Solís PL. La parentalidad, desafío del tercer milenio. Manua Moderno; México: 2004.
34 Minuchin S. Técnicas de terapia familiar. Paidós; México: 1996.
35 Eguiliz LD, Robles AL, Rosales PJ, Ibarra MA, Córdova O, Gómez HJ, et al. Dinámica de la familia. Un enfoque sistémico. Pax; México, D.F.: 2003.
36 Houzel D. Los retos de la parentalidad. 2004. En L. S. Ponton, La parentalidad, desafío del tercer milenio (págs. 27-31). Manual Moderno; México.
37 Darling N & Steinberg L. Parenting style as a context: An integrative model. Pscychological Bulletin, 1993. 113: 487-496.
38 Flores G, Cortés M & Góngora C. Familia, crianza y personalidad: una perspectiva etnopsicológica. Yucatán: Universidad Autónoma de Yucatán. 2008
39 Palacios J & José RM. Familia y desarrollo humano. En L. f. humano, La familia y desarrollo humano (págs. pp. 25-44). Alianza; Madrid: 1998.
40 Belsky PJ. Enciclopedia sobre el Desarrollo de la Primera Infancia [en línea]. 5 de Marzo de 2010. Recuperado el 5 de Febrero de 2011, de http://www.enciclopedia- infantes.com/pages/PDF/habilidades_parentales.pdf
41 Esteve RJ. Estilos parentales, clima familiar y autoestima física en adolescentes. Tesis Doctoral. Universitat de Valencia; Valencia: 2005.
42 Baumrind D. Authoritarian vs. authoritative parental control. Adolescence, 1968; 3: 255-272.
43 Bersabé R, Fuentes MJ & Motrico E. Análisis psicométrico de dos escala para evaluar estilos educativos parentales. Psicothema, 2001: 678-684.
44 Gómez MM. Metodología de la investigación científica. Brujas; Córdoba: 2006.
45 Hernández SR, Fernández CC & Baptista LP. Metodología de la Investigación. McGraw Hill; México D.F.: 2010.
46 Andrade PP & Betancourt OD. Escala Prácticas Parentales para Adolescentes: PP-A. En C. A. Vallejo, & O. B. Celis, Prácticas Parentales, CESD-R y conductas de Riesgo. (págs. 7-18). Universidad Veracruzana, SEP, PROMEP; México: 2010.
Forma sugerida de citar: López Alpírez ML. Elaboración de una Escala que mide Relaciones Emocionales versión para Padres (ERE-P) en madres de adolescentes. Revista Electrónica Medicina, Salud y Sociedad. [Serie en internet] 2014 enero [citado enero 2014];4(2);203-224 [aprox. 22 p.]. Disponible en: http://www.medicinasaludysociedad.com.
Agradezco el tiempo que ha dedicado para responder este instrumento
REVISTA ELECTRÓNICA MEDICINA, SALUD Y SOCIEDAD
Universidad Veracruzana, Veracruz, México.
Fecha de recepción: 21 de noviembre de 2013; Fecha de aceptación: 08 de enero de 2014.
Autor:
Martha Lorena López Alpírez.
Mtra. En Psicoterapia Gestalt por parte del Centro de Estudios e Investigaciones Guestálticos (CESIGUE), Xalapa, Veracruz, México. Docente de la escuela de Telebachiller "Col. Guadalupe Victoria" del Municipio de Tlalnelhuayocan, Veracruz.