Eco y Narciso. Alfred Waterhouse (1830-1905)
¿Cuáles son las características del narcisismo?
- Grandiosidad.
El narcisista se cree enormemente importante, considerándose por encima de cualquier persona, incluida su pareja o amistades. Si su auto es barato, para él es caro, si su casa es barroca, para él es bella aunque la puerta principal se abra hacia el visitante y un inodoro radique en el comedor. Si sus conocimientos son exiguos los caracteriza de "científicos". Si de nada sabe, es porque todo lo sabe…
- Necesidad de alabanza.
Los NP tienen una gran necesidad de sentirse aprobados y admirados por los demás, quienes, sin duda, deben de comprender lo maravillosos que son. Sienten que merecen una gran admiración y respeto por parte de los demás, de quienes esperan que anhelen satisfacer todos sus deseos y darles un trato especial (como perdonar sus deudas, maltratos y fechorías). Además de esto, les gusta ser el centro de atención y conversación.
- Falta de empatía.
Son incapaces de ponerse en el lugar del otro y compartir sus sentimientos. Pueden sentirse ofendidos si un amigo les dice que no puede ir a su fiesta porque acaban de ingresar a su madre en un hospital. Se muestran insensibles y desconfían de los motivos de los demás. (Véase mi artículo: La empatía y su entendimiento neural).
- Muestran desdén hacia sus parejas.
Piensan que deben sentirse queridos por ellas sin necesidad de corresponderles. Muchos ven a los demás de forma negativa, despectiva y desdeñosa. Quieren ser el centro de la vida de su pareja, quien debe estar ansiosa de satisfacer todas sus necesidades o, de lo contrario, le retirará su amor.
- Negación.
Ignoran reconocimiento de quienes realmente son y adoran a la imagen sobrevalorada que proyectan de sí mismos. Niegan sus sentimientos de depresión como reacción a cualquier trauma que hayan podido sufrir. Durante una psicoterapia suelen negar también cualquier tipo de problema, lo que los torna candidatos pobres para esta actividad.
- Envidia.
Envidian a los demás y creen que los otros son envidiosos de ellos. Aunque prefieren la lógica a los sentimientos, al mismo tiempo resienten a las personas que tienen capacidad de empatía y son emocionalmente accesibles.
- Arrogancia e intolerancia a las críticas.
Se sienten ofendidos con facilidad, reaccionan con rabia cuando los critican, tratando de destruir o infravalorar la persona que lo hace, o bien montan tanta conmoción que al final, los demás, a veces, optan por concederle la razón — para salir de ellos — aunque nunca la tengan.
- Manipulación
Dado que consideran que los demás están ahí para satisfacer sus necesidades no titubean en manipularlos y en tratarlos como sujetos que le sirven para lograr sus objetivos.
- Fantasías
Fantasean con lograr éxito, admiración, belleza, poder en cantidades ilimitadas y con encontrar el amor ideal y perfecto.
Se consideran los mejores en lo que hacen aunque sus labores sean de naturaleza simple y sus logros intelectuales ínfimos.
Incluso por encima de sus superiores o de sus profesores en el caso de estudiantes. Irradian una imagen de gran seguridad en sí mismos y pueden ser capaces de convencer a otros de que no hay nadie mejor que ellos. Pretenden hacer grandes logros en su trabajo, aunque a veces su narcisismo puede perjudicarles debido a que no toleran que sus propuestas sean rechazadas ya que piensan que todo lo saben. Buscan el triunfo por el triunfo mismo. No toleran el fracaso y esto puede llevarlos a veces a no arriesgarse. Tampoco se arriesgan porque son esencialmente cobardes.
- Interpretación distorsionada de la realidad y la memoria selectiva
Exageran sus éxitos y se atribuyen mayores habilidades que los demás al conseguirlos, mientras que atribuyen sus fracasos frecuentes a circunstancias externas.
- Otros sentimientos
Vergüenza, humillación, depresión, manía. Se han asociado con algunos casos de la bulimia nervosa y abuso de drogas.
¿Cómo se logra el infortunio de cultivar una personalidad narcisista?
Saturno comiendo sus hijos (Francisco de Goya)
1. El narcisismo infantil.
Cierto narcisismo es normal y deseable durante el desarrollo infantil. Los niños pequeños ven cubiertas todas sus necesidades y quienes los cuidan parecen estar ahí para servirlos de inmediato. Durante el proceso de construcción de su identidad, necesitan sentirse admirados y reconocidos por sus padres, necesitan sentirse valorados como seres únicos porque es así como llegan a aprender que son personas diferentes y distintas de sus progenitores y que, por este motivo, ellos pueden tener deseos y necesidades disímiles a las suyas. Se sienten amados por ser quienes son y no por lo que pueden hacer por los demás. Aprenden a reconocer y confiar en sus propios sentimientos porque sus padres reconocen esos sentimientos y los valoran sin tratar de imponerles los suyos. Es decir, este deseo de admiración típico de los niños, se debe a una necesidad de ser reconocido como persona única y desconectada de otros, sentirse importante y poder construir de este modo una identidad y una autoestima que no dependan de la aprobación de los demás sino que nazcan dentro de ellos mismos, basados en la realidad. (Véase: Childhood and Society por E. Erikson).
2. El niño frustrado.
Cuando esta necesidad de reconocimiento se ve frustrada, el niño o niña no se siente especial, desarrolla una autoestima baja y puede incluso pensar que esa necesidad de reconocimiento es algo malo o que puede hacer que los demás sientan envidia. Las reacciones ante esta situación pueden ser diversas. Puede dar lugar a una personalidad dependiente, centrada en la satisfacción de las necesidades de los otros para conseguir su aprobación o puede dar lugar a una personalidad narcisista, que infla su propio ego para compensar su falta de autoestima e inseguridad. Es decir, el narcisista busca la aprobación y admiración que nunca tuvo pero no quiere reconocer esta debilidad y la niega, construyendo un ego maravilloso y perfecto al que todo el mundo tiene el deber de adorar.
3. Egoísmo y altruismo: Dos fases de la misma luna.
Por tanto, y aunque resulte paradójico, cierto egoísmo, definido como la necesidad de ser comprendido y admirado sin que nos pidan nada a cambio, constituye la base del altruismo, ya que cuando nos sentimos queridos y aceptados por ser quienes somos, nos comportamos de igual modo con los demás y somos generosos. Cuando sólo nos sentimos queridos si damos algo a cambio o mendigamos su amor, aparecen la frustración, el resentimiento y la sensación de que somos explotados.
4. Falta de estabilidad en la manera de apreciar la realidad. Como amantes se sienten excepcionales, se consideran músicos o pintores sin que conozcan lo más mínimo del arte, se sienten psicólogos y aun diplomáticos sin que tengan conocimientos básicos de las humanidades. Son tragicómicos en su esencia personal.
Lo que se esconde por debajo
- Como hemos visto, debajo de ese enorme ego se oculta una persona con una autoestima muy baja, sensación irrealista, de poca valía personal e inmadurez emocional.
- Esos sentimientos le parecen inaceptables y los oculta.
- En su lugar interpone un ego abombado en un cuerpo de batracio que aparenta ser superior, para poder compensar.
- Al ser este ego, algo falso, necesita demostrar continuamente dicha preponderancia a través de la aprobación y los elogios de los demás, ya que es el único modo que tiene de verla confirmada. Es como si no llegara a creerse del todo esa grandiosidad que trata de comunicar.
- Las críticas echan abajo esta frágil construcción. Por eso reaccionan ante ellas con tanta rabia: ven amenazada su poca valía personal. El narcisista humillado querrá destruir al causante de dicha humillación para demostrar así que no es cierto lo que se dijo de él y poder recuperar sus sentimientos de importancia personal.
- La falta de empatía procede de una preocupación excesiva por sí mismo y de la dificultad para reconocer a los demás como individuos separados con sus propias necesidades (inmadurez emocional).
Situaciones que pueden, muy pocas veces, conducir a una mejoría a través del tiempo
En una investigación se vio que los principales factores correctores tienen que ver con determinados acontecimientos vitales: los logros, las relaciones personales y las desilusiones
1. Los logros
Las promociones, las graduaciones, los reconocimientos, válidos, suponen la adquisición de competencias realistas. Conforme dichos logros y competencias aumentan o disminuyen sus sentimientos de grandiosidad y competencia no realistas.
2. Las relaciones personales
Lograr mantener una relación de pareja estable suele ser de gran ayuda al narcisista. Sin embargo, no suele ser fácil para ellos encontrar a alguien. Necesitan una persona equilibrada, segura de sí misma, que los acepte tal y como son sin intentar cambiarlos y que les transmita sensación de seguridad. Lo que ellos mismos impiden con sus exigencias banales y vanas.
3. Las desilusiones
Se trata de experiencias que echan por tierra sus creencias de grandiosidad. Cuando David, acostumbrado a sacar las mejores notas en sus estudios, se encontró en un cursillo profesional rodeado de personas con un nivel mayor de inteligencia y preparación y obtuvo unas notas mediocres, no tuvo más remedio que hacer un reajuste en la percepción de sí mismo. Sin embargo, para que esto suceda, las desilusiones deben ir a la par de los logros, o de lo contrario, el fracaso sucesivo puede llevarlo incluso a agravar su narcisismo.
El comportamiento de los padres o madres puede contribuir al desarrollo del narcisismo en los hijos
Aquí hay que tener en cuenta que:
- Los niños no sólo son educados por los padres, sino también por otros familiares, amigos, profesores, y por muchas otras personas que entran en su vida.
- Ante el mismo comportamiento paterno los resultados pueden ser diferentes dependiendo de la personalidad de los niños y otros aspectos del ambiente.
Las características que suelen tener estos padres son las siguientes:
- Falta de empatía
- Insensibilidad a las necesidades y sentimientos del niño
- Vivir centrados en sus propias necesidades
- Tales padres son capaces de ser muy atentos y halagadores un momento y mostrarse despreciativos y desinteresados poco después. Con frecuencia abusan los hijos verbal y físicamente, mientras que no titubean en aprobar sus mendacidades, si éstas a ellos los benefician. Muchos de estos padres enseñan a sus hijos el "valor (sic) de ser deshonestos".
- Envían mensajes mixtos: hacen sentir al niño que es especial y excepcional mientras que al mismo tiempo lo tratan como ser inadecuado o deficiente.
- Tipos de narcisistas
Bruce Stevens, en su artículo A Nine Headed Hydra, propone una codificación de la personalidad narcisista en nueve tipos diferentes. Entre ellos incluye también la personalidad dependiente, que usualmente suele considerarse aparte. Sin embargo, todos los tipos de esta hidra de nueve cabezas de Stevens comparten el mismo problema subyacente: la búsqueda desesperada de la fuente de amor a sí mismos en lugares donde nunca la encontrarán, un problema que empieza a bosquejarse vagamente desde el campo de la psiquiatría y neurociencia con el nombre de codependencia.
Las nueve cabezas de la hidra del narcisismo
1. El dependiente.
Siente una gran necesidad de ser amado y jamás se siente satisfecho. Nunca recibe suficiente amor. Miedo al abandono y al rechazo. Su problema principal es que no es capaz de quererse y cuidarse a sí mismo y se centra en la pretensión de dar amor a los demás para así conseguir su aprobación y su cariño. Resulta asfixiante para su pareja.
2. El amante especial.
"Nuestro amor es único, especial, maravilloso y perfecto". Piensa que nadie puede amar a su pareja como él o ella, que con su amor reparará todas las heridas que pueda infligir. Idealiza al amor y a la persona amada, a quien no ve como realmente es. El resultado es siempre una decepción. Son muy vulnerables a cualquier ofensa y arrastran heridas de previas relaciones. No toleran ninguna imperfección en su pareja, ya que ellos se consideran perfectos.
3. El poderoso
Está enamorado del poder y lo expresa humillando o aterrorizando a sus asociados, hijos, animales domésticos y personas allegadas. Arrogante, desprecia a sus subordinados e "inferiores". Lo único que importa es su dinero (siempre mal habido) y su éxito. Su pareja suele ser una persona atractiva que exhibe como un trofeo.
4. El "cuerpo"
Es un tipo de narcisismo muy habitual hoy en día. Su imagen tiene una enorme importancia y su autoestima está unida a dicha imagen. Necesita gustar a todo el mundo y que todo el mundo reconozca su belleza para sentirse una persona valiosa. Obsesión por tener el cuerpo perfecto. Tiende a negar sus problemas y a centrarse en su físico, como si el hecho de lograr la perfección física fuese a solucionar todos sus males. Se pueden considerar dependientes a las cirugías cosméticas o de la musculatura exagerada.
5. El furioso
Tiene estallidos de rabia frecuentes debido a su hipersensibilidad ante cualquier ofensa real o imaginada. Tiende a ver malas intenciones en las acciones de los demás. Debajo de esa rabia se inclina a ocultar tristeza, vergüenza o desesperación. Su incapacidad para controlar sus intensas emociones, resulta en la rabia narcisista.
6. El estafador
Es una persona encantadora cuyos motivos son absolutamente perversos e interesados. Pretende utilizar y explotar a los demás utilizando ese encanto personal. Le divierte engañar al amante o al amigo confiado con infidelidades, fraudes, promesas vacuas lo que disfruta planear. Su autoestima aumenta al verse capaz de hacer ese tipo de cosas. Las normas morales no se las aplica a sí mismo. Eso es para los demás y ellos se consideran por encima. Compran jueces y engañan a quienes en ellos confían. La mentira existe para violarla, la ley para adaptarla a sus necesidades perversas. Aun la religión la usan para sus fines egoístas. Pretendiendo hacer regalos de Biblia a otros quines puede confundirse con su "fervor" moral.
7. El fantasioso.
Su mundo interior es muy rico y está poblado de fantasías de belleza, admiración, amor, éxito y mundos maravillosos, mientras que considera la realidad un fastidio del que querría escapar. Algunos adolescentes pasan horas aislados jugando al mismo juego de ordenador, con cuyo protagonista, un héroe capaz de todo, se sienten identificados. La soledad impide que el mundo exterior penetre en sus vidas mostrándoles la realidad, y su necesidad de sentirse grandiosos, únicos y especiales (algo que, en cierta medida, es normal en la adolescencia) puede hacer que se identifiquen con el héroe del videojuego y confundan la fantasía con la realidad.
8. El mártir
Su identidad está construida alrededor del hecho de ser una víctima o un superviviente de algo terrible. Se centra en sí mismo y en su propio dolor, que nunca llega a superar y no tiene tiempo para nadie más. Dentro de ese dolor se siente grande, "nadie sufre como yo", "he tenido que soportar cosas terribles". Es ese mártir al que todos deberían admirar por haber sufrido tanto y mantenerse vivo. Tienden a exagerar su dolor que, a veces, tiene dimensiones religiosas: el destino divino del sufrimiento exaltado y admirado. En realidad, es una forma de evitar el verdadero dolor y los problemas reales que hay en su vida y en sí mismo. "Mi dolor es tan grande que me impide pensar en otras personas o hacer otras cosas".
9. El salvador
"Sólo yo puedo ayudarte", "sólo yo puedo cambiar tu vida a mejor". Es probable que tenga un trabajo relacionado con la ayuda a los demás, al que dedica todo su tiempo porque "lo necesitan". Sin embargo, siempre acaba pidiendo algo a cambio, como sexo o dinero. Es frecuente en ciertos líderes religiosos de sectas.
Narcisismo y agresividad
Como hemos visto, muchos narcisistas reaccionan con violencia al ser criticados. Varios psiquiatras estadounidenses realizaron un estudio en el que comprobaron que los narcisistas son más agresivos que los demás pacientes por ellos vistos. Estos investigadores afirman que los recientes tiroteos y asesinatos cometidos por adolescentes en Estados Unidos pueden guardar cierta relación con tendencias narcisistas, que podrían aumentar la violencia en las escuelas. "Si los jóvenes empiezan a desarrollar opiniones excesivamente abultadas sobre sí mismos y dichas creencias son constantemente rechazadas por otros, sus sentimientos de amor a sí mismos pueden hacer a estos muchachos potencialmente peligrosos". (Véase mi artículo: La autoestima, la dignidad, el auto-respeto y lo que arruinamos cuando los comprometemos… publicado en monografías.com y psikis.cl).
Cómo tratar al narcisista
Si a usted ha tocado la desventura de tener un narcisista en su familia, y no tiene más remedio que convivir con él o ella, estas sugerencias pueden ayudarle:
1. Distánciese a nivel emocional. Tenga en cuenta que su necesidad de sentirse superior puede llevarle a tratar de rebajarte y humillarte. Puede ser insensible contigo, arrogante y pedante. No permita que te afecte lo que te diga.
2. No intentes cambiarlo. Probablemente sólo conseguirás que se irrite. Te resultará más fácil cambiar tu comportamiento que el suyo. Por ejemplo, deja de sentirte ofendido si tu suegra narcisista nunca se queda con tus hijos una noche para que puedas salir a divertirte. Acepta que no va a hacerlo y busca a otra persona que lo haga por ella.
3. Al narcisista le gusta ser el centro de atención y sentirse importante. Concédele ese privilegio de vez en cuando y escucha las historias que te cuente acerca de sus grandes logros o dile algo que lo elogie. Puedes admitir que ser cambista es una profesión sofisticada. Recuerda que en el fondo se cree una persona sin valor e indigna de ser amada por sí misma. Demuéstrale que quizás esto no es cierto — aunque resulte muy difícil hacerlo.
4. Es muy probable que al mostrarle tus sentimientos, el narcisista los ignore. Tal vez sea mejor mantener con ellos una relación superficial. Por ejemplo, si te sientes deprimido o enfermo, el narcisista no tendrá ganas de escuchar eso y si intentas hablarlo es probable que te sientas rechazado y herido. Más vale buscarte a otra persona más receptiva y limitarte a decirle al narcisista que no te sientes muy bien últimamente para luego cambiar de tema con rapidez.
Hércules da muerte a la Hidra…
En resumen
Una personalidad narcisista: Varios hijos, varias amantes, cruel con los animales, poco educado, de ambición desmedida y con un fallo de desarrollo moral.
El cuadro de Goya es una expresión gráfica del NP.
Aquí se explica por los "expertos" en la psicología del arte…
"Saturno devorando a sus hijos es una de las Pinturas Negras realizadas por Goya, que fueran desgarradoras y trágicas. Estaba situada en la planta baja de la Quinta del Sordo, en una sala que haría las funciones de comedor o salón principal. Se colocaba frente a los Dos Viejos y junto a Judith y Holofernes. Goya, igual que hiciera Rubens en su Saturno para la Torre de la Parada, ha elegido el momento en que el dios del tiempo desgarra el cuerpo de su hijo para que ninguno pudiera destronarle. Pero Júpiter escapó al rito antropófago de su padre y consiguió acabar con su tiranía. Un espacio totalmente oscuro rodea la figura del dios, en la que destaca su deformidad y su rostro monstruoso. Es una magnífica representación de cómo el tiempo lo devora todo, una de las obsesiones del pintor. La restauración que sufrió la obra al ser pasada del muro al lienzo fue bastante libre y decepcionante, aunque hay que advertir que había perdido grandes zonas de pintura, sobre todo en los ojos. La mayor parte de los expertos coinciden en plantear que la avanzada edad de Goya motivaría una decoración en la que primaba la melancolía y la tristeza por el tiempo pasado, aunque también se hagan referencias al presente. Incluso se ha llegado a ver en esta escena una imagen de Fernando VII devorando a su pueblo. (Véase mi ponencia acerca del Canibalismo).
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
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