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Humanización y valores en el curriculum dominicano (página 2)

Enviado por RAMON GOMEZ


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La Escuela y la Educación en Valores

La educación en valores se realiza didácticamente de manera privilegiada como practica que se reflexiona, y como reflexión que se lleva a la práctica dentro de matices y posibilidades que imponen los diversos momentos del desarrollo de la vida de los sujetos. En el desarrollo curricular, se tienen en cuenta tres tipos de valores: universales, histórico-sociales e instrumentales.

La educación debe contribuir a fortalecer la convivencia democrática y a desarrollar las competencias, valores y actitudes para participar activamente en una sociedad pluralista, con sentido de solidaridad, de respeto mutuo y de justicia social.

En esta propuesta curricular la tecnología es entendida como un proceso continuo de construcción, orientado a dar respuestas a las necesidades de la humanidad. La tecnología interactúa con la ciencia y se va desarrollando en la medida en que los procesos sociales provocan nuevas situaciones, nuevas demandas y nuevas soluciones.

La escuela deberá aportar a la formación de sujetos capaces de apreciar y guiarse por los principios que norman la actividad científica. A través del currículo se integran en el proceso de aprendizaje la dimensión científica en relación de dialogo con los otros saberes. El aprendizaje entendido como proceso de dar sentido a las experiencias va a manifestarse como proceso y resultado final y visible del proceso de construcción. Al estudiante se le ha reconocido un nuevo rol en el proceso educativo. Se le considera el eje de toda práctica pedagógica sin desmedro del papel de facilitador, sistematizador y orientador de las experiencias educativas intencionadas que le corresponde al educador (a).

El currículo se propone contribuir a la construcción y consolidación de una sociedad democrática, basada en la justicia y la equidad, que procure la eliminación de todo tipo de privilegios. La adaptación de esta estrategia de democratización tiene como propósito el fomento de valores sociales y humanos mediante la participación y la búsqueda del consenso, llevados estos no sólo al accionar del educando en su contexto sino también a las prácticas pedagógicas.

El nuevo currículo propiciará la formación de sujetos capaces de pensar con criticidad, responsabilidad y autonomía. Deberá desarrollar la sensibilidad estética y valorar su afectividad y corporeidad.

El currículo debe propiciar el desarrollo de los procesos que permitan la aprehensión de la realidad por los sujetos, permitiéndoles interactuar con la misma, comprenderla, apreciarla y transformarla tanto para su bienestar personal como colectivo. Así las cosas, se evidencia entonces cómo es en realidad todo el currículum el que forma en una determinada direccionalidad valorativa. La escuela como espacio en el cual diversos actores establecen un proceso de relaciones, forma en valores, de manera relevante, a través de la calidad de estas actividades creando conscientemente un diseño escolar que fomente la puesta en práctica de relaciones que se asienten, realicen y expresen aquellos valores que ella declara como propósitos educativos. En todo este proceso la figura del maestro y la maestra resultan fundamentales. Ellas y ellos son actores fundamentales del proceso educativo, y conjuntamente con la estructura escolar, factor altamente condicionante, se entroniza la perspectiva de la educación en valores.

La escuela tiene la responsabilidad fundamental de promover aquellos valores que son reconocidos universalmente, porque están basados en la dignidad de la persona y en la naturaleza humana y de contribuir a su asunción por parte de los alumnos y las alumnas como una forma de aportar a la construcción de una sociedad más ética y más justa y a la conformación de un orden y una cultura democrática.

Los cinco bloques de Formación ética y ciudadanía se refiere a:

  • Los derechos humanos

  • La vida democrática

  • La sociedad justa

  • Contenidos procedímentales (el discernimiento ético y el comportamiento ciudadano).

  • Contenidos actitudinales.

Los valores que deben estar presentes en el currículum y en la vida de la institución no se limitan a una área. Los valores no se enseñan declamándolos o repitiéndolos solamente, sino que le los debe vivir. De acuerdo con Borggino (2001). En el proceso de socialización primaria la escuela constituye un espacio en el cual el alumno se forma en valores confrontando las referencias sociales y familiares con aquellas propias de la escuela. La escuela es una estructura normativa formal y explicita en la cual se debe convivir de la misma medida en que se aprende. En ese orden de ideas se debe entender que en el entramado de la vida y de la escuela el alumno construye una red invisible de relaciones y situaciones y que el lugar en que se posicionan en dicha red, incide directamente en su aprendizaje. El maestro debe entender que la escuela constituye un contexto educativo en el que la cultura actúa a través de el, como mediador del desarrollo socio cognoscitivo. Las normas, valores y las actividades que la escuela fomenta crean espacio para la autoestima. De acuerdo con Piaget la autoestima es un poder que solo se puede conquistar desde adentro y que no se ejerce más que en el seno de la convivencia. En ese sentido es central la participación activa y critica de la escuela.

La convivencia a nivel del centro educativo se establece a partir de la participación de todos en un proyecto de convivencia que de acuerdo con Trianes y Fernández (2001) debe estar coordinado por el departamento de orientación y dirigido a estimular la participación en voluntariados de los escolares para la adecuada marcha de todos los procesos y la adquisición de valores relativos a la creación de actitudes pro sociales. Las actividades de acuerdo con estos autores se refieren a tres marcos conceptuales diferenciados:

  • La educación en valores y comportamiento relativos a una convivencia pacifica y enriquecedora.

  • Implementación de actividades diseñadas a nivel de centro para favorecer comportamientos de apoyo y ayuda entre los estudiantes.

  • Participación en órganos y actividades que promueven la participación social, comunitaria, ciudadana en un contexto en el que se pueda sacar beneficio formativo para los estudiantes.

Estas actividades deben ser trabajadas en actividades a nivel de reflexión, clarificación de valores en campañas de promoción de valores, debates y paneles para promover las actividades a nivel de centro. El gráfico que aparece a continuación muestra los objetivos que pueden lograrse.

edu.red

Para Trianes la toma de conciencia de los valores requiere de manera formal que el individuo haga acopio de los resultados de su conducta y los sopese con la forma de planificar su propia vida, el individuo debe sumirse en un proceso reflexivo en término de la toma de decisiones acerca de aquellas cosas que requieren ser asumidas que tienen que ver con el conocimiento de si mismo, la autorregulación y el auto

control. Esta actividad es la que va a nuclear la parte humana del sujeto y a construir todos sus valores.

Comunidad Educativa

El ideal de la escuela es aproximarse a los intereses y virtudes de la comunidad educativa teniendo en cuenta las normas y la cultura para recrear la sociedad que compartimos. Esta perspectiva coadyuva primero a que los padres se preocupen por la educación de sus hijos. Los alumnos y alumnas se toman en cuenta porque son los actores dominantes del proceso educativo y en ese contexto se crean prescripciones sobre las normas, relaciones e interacciones de los alumnos. Se establece además un proceso que conlleva reflexión que debería ir dirigida a las inquietudes individuales y colectivas.

La comunidad educativa incluye además al personal no docente: personal de limpieza y auxiliares que conviven en el centro, se le debe tomar en cuenta su labor y los problemas que tienen que ver con la buena marcha del centro. Además de los alumnos el profesorado es pieza clave, pues son los técnicos encargados y responsables de la coordinación y ejecución de las tareas educativas.

La comunidad educativa nuclea todo lo relativo a su identidad donde el sujeto aprende a comportarse es la seña de identidad del centro. Se determina que se persigue y qué se quiere alcanzar. El centro debe elegir los valores que desea fomentar. En esa tesitura se confecciona una guía de reflexiones de cada uno de los valores elegidos como señal de identidad. Entre ellos están:

  • Aprender a organizar

  • Rechaza la violencia verbal, gestual, de agresión en todas situaciones y conflictos. (paz)

  • Prescribe acciones para lograr estudiantes sensibles y rechaza situaciones en la que se producen actitudes discriminatorias tanto de estudiantes como de docentes. Evita además las marginaciones por etnias o culturas diferentes.

  • La comunidad educativa propicia la sensibilidad del sujeto para percibir problemas de los que le rodean y ser solidarios con ellos, además enseña al sujeto a ser defensor y compromisario en el desarrollo particular o universal de los deberes y derechos humanos.

 

 

Autor:

Mstro. Ramón Fco. Gómez C.

Partes: 1, 2
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