Introducción
La obra de Ernesto Che Guevara no es importante sólo porque enfrentó al régimen de dominación capitalista imperialista, sino también porque retó y formuló alternativas a la doctrina, e ideología de dominación desarrolladas por las casta s burocráticas de los regímenes de la URSS y de Europa del Este y de la naciente burocracia cubana de los años sesenta; doctrina que se presentaba a sí misma, como la única interpretación posible del marxismo y de la verdad social.
En su pensamiento y prác tica político, económico, ético y social., se puede apreciar que poseía una profunda y vasta cultura y desarrolló una concepción del ser humano, del modo de relacionarse las personas, las clases sociales, el estado, la economía, la política, la cultura, las ideologías y las ciencias.
Muchas de las ideas y percepciones que él tenía a mediados de la década de los sesenta, sobre el desarrollo de los acontecimientos mundiales, se han cumplido y se desarrollan en la actualidad.
Las críticas y análisis de Che Guevara sobre el capitalismo de fines del siglo XX, están resultando útiles en la tarea de asumir y enfrentar el desafío del capitalismo en los inicios del siglo XXI.
Desarrollo
Ernesto Che Guevara como autor marxista crítico.
Ernesto Che Guevara en su inca nsable quehacer revolucionario y avanzado pensamiento político, económico, ético y social, demostró la imposibilidad que el sistema capitalista mundial "desarrollara" los países del llamado Tercer Mundo, del Sur. Denunció las políticas de los centros de poder occidentales, que anunciaban como el paraíso en la tierra, planes económicos y sociales —por ejemplo, "La Alianza para el Progreso" lanzada por John F. Kennedy para América Latina—, a ejecutar por sus agencias — como el Fondo Monetario Internacional (F MI), el Gatt y el Banco Mundial—, como la solución a los males de estos países. Denunció el uso por el Norte de la incipiente
Deuda Externa del S ur, como instrumento de dominación y explotación, así como el Intercambio Desigual, practicado no sólo por los países Occidentales, sino también por los del Campo Socialista con los países del S ur. Che llamó la atención sobre los planes para neutralizar la lucha anticolonialista y antineocolonialista, que en los años sesenta, experimentaba un incremento y victorias que se concretaban con el triunfo de la Revolución cubana, la Revolución argelina, el fortalecimiento de la lucha de liberación nacional en África, la guerra en Vietnam, los movimientos sociales y políticos en el Norte contra el racismo, la discriminación de la mujer, etc.
Che expuso que el capitalismo, aunque quisiera, no podía desarrollar los países del S ur en la segunda mitad del siglo XX y confirmó que el llamado "subdesarrollo" de estos países es condición para el desenvolvimiento del capital a nivel mundial; condición indispensable para mantener niveles de vida superiores en los países del Norte, llamados desarrollados.
Che vaticinó, como veremos en las páginas siguientes, el fracaso del modelo soviético, su distanciamiento creciente del ideal socialista y su marcha progresiva hacia la restauración del capitalismo; y expuso algunas de las causas, que en su opinión, originaban este proceso.
Che deslindó a mediados de los sesenta entre su interpretación del marxismo y la doctrina de la casta burocrática soviética, sometiendo a esta última, a una crítica en la que expresó sus insuficiencias y errores, su carácter dogmático, esquemático, deshumanizado, ajeno y hasta contradictorio con los principios, que en su opinión, debía ser el socialismo y el comunismo. Expuso, sin lugar a dudas, en la segunda mitad de los años sesenta del siglo XX, que el sistema económico que funcionaba en la URSS y la doctrina de los dirigentes soviéticos, que eran presentados como marxista, socialista y comunista, eran en realidad un sistema y una ideología permeados por los principios económicos e ideológicos capitalistas, que llevaba a la restauración del capitalismo en la URSS y en el resto de los regímenes del Campo Socialista.
Che no se limitó sólo a lo anterior, sino que desarrolló un pensamiento y una práctica marxistas alternativos desde las primeras semanas del triunfo de la Revolución cubana en 1959. Y esto lo hizo tanto en su aspecto práctico (modelo económico, formas de organización de la sociedad civil, concepción práct ica del estado socialista, vinculación real de los productores a los medios de producción, etc.), como en el teórico. Che expuso, con conceptos asequibles a todos, que la implantación y desarrollo de un nuevo sistema sin el objeto de mejorar la condición humana tiene poco sentido.
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