Arqueología del curso inferior del río colorado: estado actual del conocimiento para la dinámica poblacional
Enviado por César Agustín Flores
- Resumen
- Introducción y Antecedentes del área de estudio
- El curso inferior del río Colorado: Características del área de estudio, localidades y sitios arqueológicos
- Organización de la tecnología lítica
- Zooarqueología y subsistencia
- Asentamiento y movilidad
- Discusión: Elaboración del modelo arqueológico
- Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
En este trabajo se da a conocer el estado de las investigaciones arqueológicas realizadas en el curso inferior del río Colorado (Pcia. de Buenos Aires). Se realiza una síntesis sobre aspectos relacionados a la cronología, la organización de la tecnología lítica, la subsistencia, los sistemas de asentamiento, la movilidad y las prácticas mortuorias durante el Holoceno tardío (3000-250 años AP). Se integran los resultados obtenidos de estas líneas de evidencia y se propone un modelo arqueológico para el área. Se describen las principales características adaptativas, los modos de vida y el cambio experimentado en la organización de los grupos humanos durante el Holoceno tardío. Finalmente, se exploran las dinámicas poblacionales ocurridas en el área y sectores adyacentes durante el mencionado lapso.
Palabras clave: Curso inferior río Colorado – Holoceno tardío – dinámica poblacional – cazadores-recolectores.
Abstract
This paper reports the state of the art concerning the archaeological research carried out at the lower basin of the Colorado river (Buenos Aires province) for the late Holocene (3000-250 years BP). A synthesis related to issues such us chronology, the organization of lithic technology, subsistence, settlement systems, mobility, and mortuary practices is presented. The results obtained from these lines of evidence are integrated and an archaeological model is proposed. The main adaptive features, ways of life and the organizational changes underwent by human groups during the late Holocene are described. Finally, population dynamics that took place in the area and adjacent sectors during this lapse are explored.
Key words: Lower basin Colorado river – Late Holocene- Population dynamics – Hunter-gathe- rers.
Recibido el 17 de octubre de 2008. Aceptado el 14 de febrero de 2009
CAZADORES-RECOLECTORES DEL CONO SUR. Revista de Arqueología. Vol. 3 | 2008/09 | Mar del Plata, ARGENTINA; pp. 71 – 92
Introducción y Antecedentes del área de estudio
Las investigaciones arqueológicas del sur de la provincia de Buenos Aires, costa e interior de la provincia de Río Ne- gro y norte de Chubut se intensificaron recientemente (Sanguinetti de Bórmida et al. 2000; Martínez 2004, 2008; Eugenio y Aldazabal 2004; Gómez Otero 2006; Favier Dubois et al. 2006; Prates 2008). Estos proyectos de investigación están produciendo datos, interpretaciones y modelos novedosos para estos sectores del espacio que permiten su vinculación y comparación con aquellos desarrollados para la región Pampeana (Politis 1984; Barrientos 1997; Martínez 1999; Barrientos y Perez
2002, 2004; Bonomo 2004; Berón 2004, 2007; González 2005; Curtoni 2006; Perez 2006; Mazzanti 2007; Messineo 2008; entre otros).
Desde el año 2001, en el marco del proyecto "Investigaciones arqueológicas en el valle inferior del río Colorado, Provincia de Buenos Aires, Argentina" (Martínez 2004) se comenzó a investigar sistemáticamente la arqueología del curso inferior del río Colorado (Figura 1). El área de estudio careció de investigaciones sistemáticas hasta muy reciente- mente (Martínez y Figuerero Torres 2000; Martínez 2004) y desde entonces se han explorado con diferente intensidad algunos aspectos de la organización de estos grupos cazadores-recolectores: la organización de la tecnología lítica (Armentano 2004, 2007 a y b, 2008), la subsistencia (Martínez 2004; Martínez et al. 2005 y 2008 a; Stoessel 2007), la movilidad y cobertura del paisaje (Martínez 2004, 2008; Martínez et al. 2009 a y b), los sistemas de asentamiento (Martínez 2004, 2008), las modalidades y características de los entierros humanos (Martínez y Figuerero Torres 2000; Bayón et al. 2004; Martínez 2004 y 2008; Prates et al. 2006; Martínez et al. 2006 y 2007; Bayala 2008; Flensborg 2008), la ecología isotópica del área y dietas prehistóricas a partir del análisis de isótopos estables en restos óseos humanos (Martínez et al. 2009 a), reconstrucciones paleoambientales (Fernández et al. 2008; Stoessel et al. 2008) y la cronología radio– carbónica (Martínez 2004; Martínez et al. 2009 a y b). Estas vías de análisis han sido útiles para indagar el objetivo central del proyecto, tendiente a explorar si un patrón de adaptación específico, distintivo, y con un modo de vida propio se desarrolló en el área de estudio y/o si la misma fue simultáneamente ocupada por grupos sociales residentes en el área y otros procedentes de regiones y/o áreas vecinas. En este trabajo se discuten estas ideas a la luz de los resultados generados para el área de estudio y de su comparación con la información relevante producida para las regiones Pampeana y Norpatagónica.
El área de estudio se incluye en la Diagonal Árida, el clima es árido estepa- rio, templado y seco (Schäbitz 1994, 2003; Abraham de Vázquez et al. 2000). Se ubica en el Distrito del Caldén, Provincia del Espinal y pertenece a la Subregión Patagónica, Distrito Patagónico (Cabrera y Yepes 1960; Cabrera 1976; Villamil y Scoffield 2003). Desde el punto de vista de la Ictiogeografía, existe una superposición en la distribución de peces de las subregiones Austral y Brasílica entre los ríos Colora- do y Negro (Almirón et al. 1997). El área se encuentra dentro de una zona ecotonal, de transición pampeano-patagónica (Morello 1958; Pezzola et al. 2003; Villamil y Scoffield 2003, Fernández et al. 2008).
Figura 1. Curso inferior del río Colorado. Principales sitios y localidades arqueológicas.
Esta ubicación resulta en un ambiente que presenta una significativa diversidad ambiental, así como una importante productividad biológica debido a la confluencia de las distintas subregiones antes menciona- das, a la presencia del antiguo delta y del estuario del río Colorado (véase discusión en Stoessel 2007 y Martínez et al. 2009 a y c).
Hasta el momento la información paleoclimática disponible es escasa. Durante el Holoceno medio y tardío el clima fue predominantemente árido-semiárido. Hacia el Holoceno tardío las condiciones habrían sido áridas-semiáridas pero más benignas, con mayores aportes pluviales, expansión de lagunas y mayor estacionalidad durante las fases finales del mismo (Schäbitz 1994, 2003).
En este apartado se mencionan los principales sitios y localidades arqueológicas estudiadas (Figura 1 y Tablas 1 y 2). Información exhaustiva sobre los mismos puede ser consultada en otras publicaciones (ver Tabla 2). El énfasis será puesto en los resultados obtenidos y en las principales tendencias derivadas de las líneas de análisis antes mencionadas. La cronología obtenida de estos sitios esta disponible en la Tabla 1. En ella se observa que las dataciones para el área no superan los ca. 3000 años AP y que existe una falta de registro entre los ca. 2700 y 1900 años AP y los ca. 1600 y 1000 años AP.
La información proviene de los sitios La Primavera, Loma Ruiz 1, El Tigre, Don Aldo 1, La Petrona, Paso Alsina 1 y de las localidades arqueológicas San Antonio, Teniente Origone, El Recuerdo y El Caldén (Figura 1 y Tabla 2). Algunos sitios superficiales no poseen dataciones radiométricas pero un rasgo común es la ausencia de cerámica que permite estimar para los mismos una cronología de ca. 3000-1500 años AP. Este lapso se estableció a partir de las dataciones más tempranas para el área (sitio La Primave- ra) y aquellas provenientes de contextos estratigráficos con cerámica fechados ra- diocarbónicamente (Loma Ruiz 1; Tabla 1) (Armentano 2008; Martínez 2008).
Fechados sobre restos óseos humanos | ||||||||||||
Cod. Lab. | Sitio-Entierro- Elemento óseo | Edad C14 AP | ?13C | Referencias | ||||||||
AA-43126 | La Petrona – FCS.LP1/1-56 A | 352 ± 51 | -17.3 | Martínez 2004 | ||||||||
AA-43127 | La Petrona – FCS.LP1/1-56 B | 314 ± 45 | (- 25.0) | Martínez 2004 | ||||||||
AA-43124 | La Petrona – FCS.LP2/69 | 481 ± 37 | -17.4 | Martínez 2004 | ||||||||
AA-43125 * | La Petrona – FCS.LP2/82 | 770 ± 49 | -17.4 | Martínez 2004 | ||||||||
AA-43122 | La Petrona – FCS.LP3-24 | 411 ± 39 | -17.9 | Martínez 2004 | ||||||||
AA-43123 | La Petrona – FCS.LP3-57 | 462 ± 39 | -17.4 | Martínez 2004 | ||||||||
AA-70564 | La Petrona – FCS.LP4-1 | 248 ± 39 | -18.2 | Martínez et al. 2009a | ||||||||
AA-70561 | La Primavera- FCS.PRI-2 | 2882 ± 49 | -16.1 | Martínez et al. 2009a | ||||||||
GX-28772 | La Primavera – FCS.PRI-1 | 2800 ± 60 | -18.9 | Bayón et al. 2004 | ||||||||
AA-70560 | La Primavera – FCS.PRI-3 | 2728 ± 48 | -18.9 | Martínez et al. 2009a | ||||||||
Ua-22560 | Don Aldo – FCS.DA1.1 | 780 ± 45 | -18.6 | Prates et al. 2006 | ||||||||
AA-63958 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E1.P2.10 | 497 ± 43 | -19.5 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-59695 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E2.10 | 452 ± 35 | -18.9 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63959 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E2C.P4.100 | 471 ± 43 | -17.9 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63960 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E3.P3A.3 | 570 ± 44 | -20.0 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63961 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E4.P4.7 | 516 ± 44 | -17.9 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63962 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E5.P2.2. | 465 ± 43 | -20.9 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63963 | Paso Alsina 1- FCS.PA1.E5.P3.1 | 448 ± 43 | -19.4 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63964 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E6.P2.1 | 476 ± 43 | -18.8 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63965 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E7. P3.1 | 485 ± 43 | -19.7 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-70562 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E8. P4.32 | 465 ± 41 | -18.4 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-63966 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E9.P2.24 | 446 ± 42 | -18.1 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
AA-59696 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E10A.59 | 504 ± 34 | -18.9 | Martínez et al. 2007 |
AA-59694 | Paso Alsina 1 – FCS.PA1.E10B.102 | 483 ± 34 | -18.4 | Martínez et al. 2007 | ||||||||
Fechados sobre recursos | ||||||||||||
Ua-22561 | El Tigre- FCS.ET.E.30101 | 455 ± 45 (L. guanicoe) | -19.9 | Martínez et al. 2005 | ||||||||
AA-81830 | El Tigre- FCS.ET.C20.1,65-1,70.2 | 437 ± 43 (L. guanicoe) | -20.1 | Este trabajo | ||||||||
AA-81834 | El Tigre- FCS. ET.C19.1,60-1,65.1 | 536 ± 43 (L. guanicoe) | -20.2 | Este trabajo | ||||||||
AA- 70565 | El Tigre – FCS.ET. C5.1,80-1,85 | 930 ± 47 (Percichthys sp.) | -23.1 | Este trabajo | ||||||||
AA-53331 | Loma Ruiz 1- FCS.LR1/1 | 1615 ± 50 (L. guanicoe) | -17.8 | Martínez et al. 2009a | ||||||||
AA-53332 | Loma Ruiz 1- FCS.LR1/2 | 1935 ± 44 (L. guanicoe) | -16.2 | Martínez et al. 2009a | ||||||||
AA- 81832 | San Antonio 1- FCS. SA1.S1.1,20-1,30.3 | 773 ± 44 (L. guanicoe) | -19.9 | Este trabajo | ||||||||
AA- 77966 | San Antonio 2 – FCS.SA2.S1.1 | 764 ± 45 (L. guanicoe) | -20.9 | Stoessel et al. 2008 | ||||||||
AA- 81831 | San Antonio 2 – FCS.SA2.P3.UE2.1 | 988 ± 44 (L. guanicoe) | -19.7 | Este trabajo |
Tabla 1
Referencias: Las siglas que acompañan al nombre del sitio corresponden al especimen datado. El fechado de LP2/82 es considerado anómalo (véase discusión en Martínez 2004)
El análisis de las líneas de evidencia tratadas en este trabajo permitió distinguir dos bloques temporales con organizaciones conductuales diferentes para el Holo- ceno tardío del área de estudio: a) ocupaciones iniciales, cuya cronología es de ca. 3000-1000 años AP (Holoceno tardío inicial) y b) ocupaciones finales que cubren el lapso ca. 1000-250 años AP (Holoceno tardío final) (Tablas 1 y 2). Seguidamente se discuten las evidencias que caracterizan a cada uno de estos bloques.
Organización de la tecnología lítica
El estudio de la organización de la tecnología lítica se basó en la conjunción de información proveniente de las materias primas utilizadas y su origen, las técnicas de talla y de reducción, las características de las cadenas operativas, entre otras (Armentano 2004, 2007 a y b, 2008). Existe un predominio en la explotación de materias primas locales (ca. 90-98% de acuerdo al sitio). Entre los artefactos talla- dos predominan sílices, calcedonias y basaltos provenientes de rodados pequeños disponibles localmente. En el caso de los artefactos no tallados se emplearon casi exclusivamente areniscas locales. Sobre la base de los criterios arriba enunciados se dividió a los conjuntos artefactuales en dos grupos, uno ubicado cronológicamente en los momentos iniciales del Holoceno tardío (sitios Loma Ruiz 1, La Primavera y localidades arqueológicas Teniente Origone, El Recuerdo y El Caldén; ca. 3000- 1500 años AP) y el otro en los momentos finales (sitios Don Aldo 1, La Petrona, el Tigre y localidad arqueológica San Antonio; ca. 1000-250 años AP) (Armentano 2008). Si se comparan las características de estos sitios a través del tiempo se observan similitudes y diferencias. Entre las primeras, durante el Holoceno tardío se reconoció una base tecnológica común evidenciada por el conocimiento y explotación de las materias primas locales (sílices y calcedonias) y, en una proporción mucho menor, cuarcitas extra-areales, así como el empleo de las mismas técnicas de talla y reducción (Figura 2). Entre las segundas, y hacia el Holoceno tardío final, se destacan un mejor aprovechamiento de las mismas materias primas locales observable a través de la maximización en la explotación de las rocas de mejor calidad y el mejoramiento de las mismas a través del tratamiento térmico. Asimismo, se observa un aumento cuantitativo y cualitativo de la técnica bifacial y mayor estandarización del instrumental (i.e.; raspadores y puntas de proyectil) que, a su vez, presenta propiedades tales como mantenimiento, flexibilidad, reciclaje, etc. (Figura 3). Las cadenas operativas de las ocupaciones tardías evidencian una complejización determinada por una mayor extensión, etapas más pautadas asociadas a una producción de soportes diferenciados con una tendencia hacia la economía de débitage (i.e.; sitio El Tigre; Armentano 2007 a y b; Armentano 2008).
Sitios/ Localidades arqueológicas (LA) | Cronología (Años rad. AP) | Funcionalidad | Referencias | |||
Sitio La Primavera | ca. 2900-2700 | Base residencial de actividades múltiples + inhumaciones humanas | Bayón et al. 2004 Martínez et al. 2009 a | |||
Sitio Loma Ruiz 1 | ca. 1900-1600 | Base residencial, ocupaciones breves | Martínez 2004 Stoessel 2007 | |||
Sitio El Tigre | ca. 900-400 | Base residencial de actividades múltiples redundantemente ocupada | Armentano 2007 b Martínez et al. 2005 Martínez et al. 2009 b | |||
Sitio Don Aldo 1 | ca. 800 | Base/s residencial/es de actividades múltiples + inhumaciones humanas | Prates et al. 2006 | |||
Sitio La Petrona | ca. 500-250 | Base residencial de actividades múltiples redundantemente ocupada + inhumaciones humanas | Martínez 2004, 2008 Martínez y Figuerero Torres 2000 | |||
Sitio Paso Alsina 1 | ca. 500-450 * | Área exclusiva de inhumación | Martínez 2008 Martínez et al. 2006 y 2007 | |||
San Antonio (LA) Sitios: San Antonio 1 a 5 | ca. 1000-800 | Bases residenciales asociadas a procesamiento de peces. Usadas estacionalmente. | Martínez et al. 2010c Stoessel et al. 2008 | |||
Teniente Origone (LA) Sitios: Voladeros Tulli, Voladeros I, II y III de Campo Aceistel. | ca. 3000-1500 | Sitios de actividades específicas efímeramente ocupados (i.e.; molienda) | Armentano 2004, 2008 Martínez 2004 | |||
El Recuerdo (LA) Sitios: Campo el Recuerdo, Voladero Isepi, Voladeros Calvo I y II. | ca. 3000-1500 | Sitios de actividades específicas efímeramente ocupados (i.e.; molienda) | Armentano 2008 Martínez 2004 | |||
El Caldén (LA) Sitios: Caldén Guazú –Médano 1- Sector Este y El Caldén | ca. 3000-1500 | Base residencial de actividades múltiples | Armentano 2008 Martínez 2004 |
Tabla 2. Funcionalidad y cronología de las localidades y sitios arqueológicos del área.
* Las inhumaciones de este sitio se consideran sincrónicas y la media ponderada de los 13 fechados (ver Tabla 1) es de 483 ± 20 años AP (Martínez et al. 2007).
Figura 2. Muestra de instrumentos tallados del sitio El Caldén (ca. 3000-1500 AP). 1.- Filos unifaciales; 2.- Raclettes; 3.- Raspadores; 4.- Muescas; 5.- Instrumentos elaborados en cuarcita de Tandilla: a y b) Raclettes filos alternos, c) Preforma de punta de proyectil, d) Instrumento compuesto; 6.- Preformas y puntas de proyectil triangulares apedunculadas; 7.- Esbozos bifacia- les; 8.- Raedera doble convergente en cuarcita de Tandilia (Foto: G. Armentano).
Figura 3. A. Muestra de instrumentos tallados de la localidad arqueológica San Antonio (ca. 1000-800 años AP). 1.- Puntas y fragmentos de puntas de proyectil triangulares pequeñas; 2.- Esbozos bifaciales; 3.- Raspadores; 4.- Filos unifaciales y 5.- Pièces esquillées.
B. Muestra de instrumentos tallados del sitio El Tigre (ca. 900-400 años AP). 1.- Puntas y fragmentos de puntas de proyectil triangularesapedunculadas; 2.-Fragmentos de preformas de puntas de proyectil triangulares apedunculadas; 3.- Preformas de puntas de proyectil enteras; 4.- Raspa- dores; 5.- Filos unifaciales (Foto: G. Armentano).
En cuanto a los artefactos no tallados de todos los sitios, se registra la explotación de las mismas materias primas (i.e.; areniscas), verificándose hacia el Holoceno tardío final una frecuencia mayor de artefactos formales, énfasis en la formatización y diseños, mayor tamaño de
Esta información sugiere un cambio en la organización de la tecnología lítica durante el Holoceno tardío final. Las diferencias radican en las elecciones y frecuencias diferenciales en la utilización de técnicas que ya se empleaban en el área, donde lo que cambia es la intensidad y especificidad en la producción artefactual y la búsqueda de diseños específicos según los objetivos finales de las cadenas operativas. Así, los conocimientos tecnológicos "atraviesan" las asignaciones funcionales y la temporalidad de los contextos (Tablas 1 y 2; véase discusión en Armentano 2008). La organización de la tecnología lítica es idiosincrática del área, producto de la relación entre disponibilidad y características de las materias primas y los cono- cimientos técnicos empleados que forman parte de un sustrato tecnológico común para todo el Holoceno tardío que se especializa hacia la parte final del mismo.
La variabilidad artefactual del área para las ocupaciones finales no sólo está relacionada con cuestiones ligadas a la esfera tecno-económica, sino que otro tipo de artefactos (i.e.; pendientes, adornos labiales/auriculares, fragmentos de tosca grabados, etc.; Figura 4) estarían representando parte de la cultura material ligada a otras esferas de la sociedad como lo ideacional.
El patrón de subsistencia para el área durante el Holoceno tardío se caracterizó principalmente por el consumo de guanaco, secundado por los cérvidos y los rehidos y por el consumo de vegeta- les (Stoessel 2007). Dentro de este patrón general, la subsistencia sufrió cambios hacia el Holoceno tardío final. En el caso del sitio El Tigre es notable la alta frecuencia en el consumo de peces ribereños (percas) (Martínez et al. 2005). Asimismo, se registraron huellas de corte en especimenes óseos de aves (garza) y de mamíferos pequeños (coipo). Esta evidencia es concordante con la obtenida en el sitio Don Aldo 1 donde se registró el consumo de peludo y piche (Prates et al. 2006). Los resultados zooarqueológicos de la localidad arqueológica San Antonio revelan la ingesta de peces marinos (bagre de mar, corvina rubia, condrictios y ciénidos indet.) y, en menor proporción, fluviales (perca) (Figura 5). Asimismo, se habrían consumido bivalvos como la almeja amarilla (Mesodesma sp.) (Tabla 3) (Martínez et al. 2010 c; Stoessel 2009). De acuerdo a esta evidencia se plantea que hacia el Holoceno tardío final la subsistencia se habría diversificado con la incorporación de especies de tamaño menor, procedentes de diferentes microambientes (i.e.; paleocau ces, estuarios, etc.), promoviendo a su vez la intensificación en el manejo de algunos de estos recursos (i.e.; bagre de mar). A su vez, este proceso está evidenciado en ungulados por la intensidad en su explotación (i.e.; altos índices de fractura para la obtención de médula ósea). En consonancia con estas ideas, a través de la evidencia indirecta de los materiales de molienda de mayor tamaño, peso y de características formales (i.e.; La Petrona y El Tigre), se infiere un uso más intensivo de las especies vegetales (Stoessel 2007; Armentano 2008).
Se llevaron a cabo estudios sobre la ecología isotópica del área y dietas humanas prehistóricas sobre la base de valores de ?13C y ?15N obtenidos de restos óseos humanos (véase Tablas 4 y 5 en Martínez et al. 2009 a 2010). Los resultados mues- tran una tendencia para el Holoceno tardío donde las señales isotópicas indican una dieta basada en el consumo de proteínas provenientes de carne de herbívoros terrestres (i.e.; artiodáctilos), complementa- da por peces (Martínez et al. 2009 a). Esta información, en términos generales, es coincidente con las tendencias zooarqueo- lógicas presentadas más arriba.-G. Armentano).
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Figura 4. Muestra de artefactos diversos del sitio La Petrona (ca. 500-250 años AP). 1.- Puntas de proyectil apedunculadas pequeñas y medianas; 2.- Puntas de proyectil pedunculadas peque- ñas y medianas 3.- a) Perforador fragmentado, b) Raspador, c) Cuchillo; 4.- Puntas de proyectil pedunculadas y apedunculadas medianas y grandes; 5.- Fragmentos de cerámica lisa e incisa; 6.- Adornos labiales y auriculares; 7.- Chaquiras; 8.- Nódulo de roca sedimentaria incisa (Foto:
Figura 5. Especimenes de la localidad arqueológica San Antonio (ca. 1000-800 años AP). 1 a) Otolitos, vértebras y huesos craneales de Genidens barbus; 1 b) Otolito y vértebras de Micropo- gonias furnieri; 1 c) Vértebras de condrictios; 1 d) Fragmentos de placas dentíferas de Myliobatis sp.; 2.- Especimenes del sitio El Tigre; Otolitos y vértebras de Percichthys sp. Obsérvese que algunos elementos están quemados y calcinados (Foto: L. Stoessel).
Tabla 3. Taxa presentes y explotados en los diferentes sitios arqueológicos del área. (Tomada y modificada de Stoessel 2007). Referencias: P: presencia; E: Explotada ; E?: Posiblemente Explotada; *cáscara de huevo. PRI: La Primavera (ca .2900-2700 años AP); DA 1: Don Aldo 1(ca. 800 años AP); LP: La Petrona (ca. 500-250 años AP); LR1: Loma Ruiz 1 (ca. 1900-1600 años AP); ET: El Tigre (ca. 900-400 años AP); SA: Localidad arqueológica San Antonio (ca. 1000-800 años AP).
Respecto del asentamiento, la evi- dencia arqueológica indica que durante las ocupaciones finales los asentamientos se hicieron más complejos, con propiedades como variabilidad inter e intrasitio, presencia de entierros primarios y secundarios aislados o asociados en un mismo sitio, conjuntos ergológicos formales tan- to de artefactos tallados y no tallados, elementos que equipan sitios como morteros y manos, etc. (Tabla 2). Durante este lapso se observa la ocupación más sistemática de sectores del paisaje como la costa At- lántica (i.e.; localidad arqueológica San Antonio; Martínez et al. 2009 c; Stoessel 2008).
Esta evidencia sugiere un sistema de asentamiento internamente diferenciado asociado a ocupaciones más estables y prolongadas, con reocupación de lugares específicos del espacio en forma recurren- te (i.e.; La Petrona, El Tigre, etc.). La variabilidad intra e intersitio se refleja particularmente en el caso de los sitios con en- tierros, sobre todo en los sitios La Petrona y Paso Alsina 1. En el primero, la asocia- ción de entierros primarios y secundarios se encuentra en una superficie de ca. 25 m2 y el resto de la evidencia arqueológica (hallazgos superficiales) indica que el sitio se vincula con bases residenciales de acti- vidades múltiples. En el segundo, los 10 entierros secundarios ocupan una superficie de ca. 6 m2, se encuentran ubicados adyacentemente o superpuestos, siendo parte de un área exclusiva de inhumación, sin evidencias de restos materiales que sugieran actividades domésticas (Tabla 2). Es destacable que a excepción del sitio Paso Alsina 1, en todos los demás sitios con entierros humanos se realizaron tam- bién actividades domésticas. Esto estaría indicando, para todo el Holoceno tardío, que no siempre existe una segregación entre espacios sagrados y domésticos, por el contrario, el patrón parece ser el opuesto (Martínez 2008).
En términos generales, a nivel areal, la movilidad residencial sería más fre- cuente en las ocupaciones iniciales. Esto estaría evidenciado por cadenas operativas simples, de producción de soportes relati-
Las prácticas funerarias ofrecen otra línea de evidencia para entender la movilidad y cobertura del paisaje. En el sitio La Petrona, la presencia de entierros pri- marios incompletos sugiere el retorno al lugar, ya sea por grupos coresidentes y/o por partidas especiales, a los efectos de efectuar la remoción de porciones de ca- dáveres ya enterrados para la elaboración de fardos funerarios (Martínez y Figuerero Torres 2000; véase discusión en Martínez 2008). En suma, en este último caso la redundancia ocupacional, el tipo y frecuencia de la movilidad no solamente estarían disparadas por la distribución de recursos en el ambiente sino por factores sociales ligados a lo ideacional (i.e.; religioso, ritual, etc.).
Discusión: Elaboración del modelo arqueológico
A la luz de la información precedente, el modelo propone que los grupos humanos que habitaron la cuenca inferior del río Colorado poseyeron durante las ocupaciones iniciales del Holoceno tardío (ca. 3000-1000 años AP) una fisonomía propia en términos de su organización tecnológica, subsistencia, movilidad y asentamiento. Estas estrategias fueron producto de procesos vinculados con ambientes naturales y sociales particulares del área de estudio, sobre la base de trayectorias culturales preexistentes cuyo origen aún es desconocido. Esto no significa que para este lapso estos grupos no compartieran ciertos repertorios conductuales con aquellos de Pampa, Norpatagonia y otras regiones aledañas, sino que en cada área se presentó una particular combinación de estrategias, producto de aspectos am- bientales específicos en consonancia con diferentes organizaciones conductuales propias de los grupos residentes en cada una de ellas. Esta situación fue observa- da también por Prates (2008) para el curso medio del río Negro. Las comparaciones realizadas entre las esferas tecnológicas y de subsistencia para ambos valles dieron cuenta también de esta situación (Martínez y Prates 2007).
El registro arqueológico de las ocu- paciones finales es producto de un patrón producido por la combinación de algunos componentes conductuales como los ya descriptos para las ocupaciones iniciales y de otros novedosos interactuando entre sí. En este sentido, el registro arqueológico del sitio El Tigre (ca. 900-400 años AP) estaría indicando la continuidad en el área de grupos con estrategias propias de las ocupaciones iniciales, pero con cambios en su organización en la esfera de la tecnología lítica (i.e.; especialización, mayor inversión en la producción artefactual, estandarización de los conjuntos líticos, mayor grado de formalidad, etc.) y en la subsistencia (i.e.; explotación de un variado espectro de recursos provenientes de diferentes microambientes, diversificación e intensificación). Aunque las investigaciones son aún preliminares, las ocupaciones detectadas en la localidad arqueológica San Antonio reunirían también estas condiciones (Figura 3).
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