La Pedagogía del Cultivo.
Valores para la convivencia
Conferencia dirigida a Profesores y padres de familia.
La pedagogía del cultivo, que desarrollo en mi libro "El sembrador", es una conceptualización metodológica para articular el proceso enseñanza–aprendizaje de valores para la convivencia que se posibilita en la dinámica antropológica de tres componentes: la conciencia, que confiere al ser humano la capacidad de ENTENDER; la libertad, con la capacidad de DECIDIR; y la voluntad, con la capacidad de ACTUAR.
En esta realidad antropológica se explica el comportamiento humano y la posibilidad real de como la persona construye sus principios y valores, puntos de vista, esquemas mentales, formas de pensar, criterios, creencias, formas de sentir; es desde donde articula el ejercicio real de su libertad como capacidad para tomar decisiones o elegir el comportamiento a realizar y los estados de ánimo o emociones con los cuales se expresa en cada circunstancia de su vida y que vienen traducidos como comportamientos.
Los valores que cada ser humano dan forma a su identidad personal se aprehenden incorporándolos de unos referentes externos en la dinámica antropológica de entender, decidir y actuar. Estos referentes externos que ofrecen al individuo la posibilidad de configurar su ser persona están fundamentalmente en la familia, lo social, la cultura, la escuela, las creencias, la geografía, la historia, las experiencias personales. En estos referentes externos se teje una multiplicidad de expresiones inspiradas en principios y valores propositivos para ser tomados por los individuos por el ejercicio de su libertad e incorporados en su identidad personal por medio de su voluntad que los traduce en comportamientos continuos y habituales y que finalmente terminan configurando su forma de ser o carácter o personalidad o actitudes internas o convicciones, los que finalmente entrarán a inspirar la capacidad de decidir del ser humano a la hora de expresarse por medio de su comportamiento.
En este sentido, el aprendizaje del comportamiento humano, por su carácter social, se construye en la aproximación a los referentes externos anteriormente citados donde vienen incorporados los principios y valores, y que cada individuo asimila construyendo du identidad personal en una dinámica antropológica de libertad y voluntad propia.
La pedagogía del cultivo como herramienta para producir conocimiento en el tema de formación en valores para la convivencia, toma prestado el lenguaje de la siembra y la cosecha para articular una propuesta de reflexión y práctica educativa que oriente esta importante tarea.
Así, la pedagogía del cultivo se dinamiza, como analogía de reflexión en los siguientes componentes:
1.- El terreno: Es el individuo, el real "espacio" donde se cultiva valores. Los valores no son algo abstracto, ellos se traducen en comportamientos y actitudes propios de los seres humanos.
La persona es la responsable directa en el cultivo de valores (semillas). Los referentes externos simplemente están como fuente propositiva de valores ejerciendo más o menos su influencia sobre el individuo, pero en últimas es éste quien por medio de su libertad toma la decisión de elegirlos y configurar así su identidad personal.
Se realiza una analogía del terreno con la vida del ser humano. Somos lo que hemos permitido sembrar en nuestra vida.
La riqueza de significado que nos ofrece la consideración del ser humano como terreno apto para el cultivo de valores desde esta pedagogía es bastante grande. Así podremos confrontar en cada persona la responsabilidad en el cultivo de su identidad personal, de su carácter, sus puntos de vista, criterios, esquemas mentales, forma de pensar, formas de reaccionar, el cultivo de su carácter, la configuración de su personalidad, el manejo de sus emociones.
Y cuando el terreno son los hijos o estudiantes en un proceso educativo, entonces podremos reflexionar en la influencia que tenemos como padres o profesores para ofrecer la mejor semilla (valores) para que ellos con su libertad tengan la opción de elegir para ser incorporada en su identidad personal al traducirla como acción continua y habitual por medio de su voluntad.
Entonces es importante entender la dinámica de siembra y cosecha de todas las semillas posibles que pueden caer en el terreno del ser humano en el contexto donde este se mueva o interactúe.
Pero desde esta pedagogía del cultivo también es importante considerar la posibilidad de transformación del ser humano en la medida como el terreno (persona) es apto para el cultivo de la semilla seleccionada por él mismo.
Como pedagogos (sembradores) del cultivo debemos ofrecer la mejor semilla para el cultivo de valores.
2.- La semilla: Se trata de los valores.
Un principio fundamental de la pedagogía del cultivo es que la semilla (valores) se encuentra en los frutos recogidos. Esto quiere decir que el libro desde donde los hijos o estudiantes aprehenden los valores es la vida misma de los padres o profesores.
Para ofrecer semilla es necesario presentar frutos. Por ello la pedagogía del cultivo nos exige un ejercicio de coherencia entre lo que enseñamos y lo que somos. Ya lo dijo hace más de dos mil años el maestro Jesús de Nazaret "De un árbol podrido no puede salir buen fruto" (Mateo 7:18).
En el tema de la semilla, la pedagogía del cultivo considera que ésta se encuentra en los referentes externos que inciden en el comportamiento humano y que muchas veces no es una buena semilla.
En el cultivo de valores se hace necesario realizar selección se semilla para garantizar un buen cultivo. Es la tarea del padre de familia y del profesor que se compromete en el cultivo de valores.
En mi libro "Como cultivar valores en los hijos" presento 7 semillas importantes para el cultivo de valores para la convivencia.
3.- Los abonos o nutrientes del cultivo: La pedagogía del cultivo considera que el principal abono o nutriente del cultivo de valores es el Buen Ejemplo de los padres-profesores.
No es suficiente sembrar buena semilla, es necesario realizar prácticas de cultivo. Y dentro de estas prácticas de cultivo el abono con el Buen Ejemplo es fundamental.
Otros abonos importantes tienen que ver con: el tiempo dedicado a los hijos-estudiantes, el afecto-ternura-amor, el diálogo, la confianza, la sinceridad, el perdón, entre otros.
4.- Arvenses (Conocidas como malezas): Hace referencia a los antivalores o comportamientos que es necesario retirar el cultivo y que destruyen la cosecha.
La pedagogía del cultivo aborda este tema como manejo de las malezas, considerando que la principal tarea es identificarlas y para ello es necesario estar atento y dedicar mucho tiempo al cultivo. Cuando se deja abandonado el terreno, entonces crece todo tipo de maleza o cualquier semilla puede ser sembrada.
Por ello es muy importante la aproximación continua al cultivo que se traduce en acompañamiento en los procesos de formación a los hijos o a los estudiantes para identificar lo que está sucediendo en el cultivo.
Al identificar las malezas a tiempo es posible darle un manejo para erradicarlas del cultivo. La tarea de erradicación es personal, pero el padre de familia o profesor ayuda a que esta tarea se realice. Podemos asimilar esta tarea como higiene mental. Un fragmento del libro El Principito nos ayuda a entender esta tarea: cuando el autor dice que "cada mañana hace limpieza del planeta: deshollina los cráteres y arranca los baobabs" y termina diciendo que "todo es cuestión de disciplina".
Es importante acompañar este proceso de identificación de las malezas como verdadero proceso de construcción responsable de la identidad personal de los hijos-estudiantes.
¿Quién puede arrancar con una mano un árbol de Samán? Si el árbol acaba de germinar, podemos hacerlo con dos dedos?. Todo es cuestión de disciplina. Favor dar una mirada al concepto de salud mental que trae la ley 1616 de 2013, Artículo 3:
"La salud mental se define como un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad.
La Salud Mental es de interés y prioridad nacional para la República de Colombia, es un derecho fundamental, es tema prioritario de salud pública, es un bien de interés público y es componente esencial del bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de colombianos y colombianas".
En mi libro citado presento varias malezas que es importante identificar y erradicar de nuestros cultivos.
5.- El tiempo de floración y cosecha: Hace referencia a la esperanza y los primeros signos de transformación o cambio en el comportamiento. Se trata de los frutos, de los resultados alcanzados, de los logros obtenidos.
En tiempo de cosecha hay celebración.
Autor:
Jesús Arturo Figueroa Quiroga
Escritor y conferencista