INTRODUCCION:
El 27 de diciembre de 1979 tropas de la URSS invaden Afganistán. En respuesta a esta invasión los EE.UU. deciden realizar un embargo cerealero a la URSS y solicitan a la Argentina que se adhiera a esta medida.
Este trabajo intenta investigar las relaciones que existían entre la Argentina, la URSS y EE.UU. antes del embargo, la posición que adoptó la Argentina y las consecuencias de esta decisión.
DESARROLLO:
Las relaciones económicas con la URSS comenzaron a expandirse luego que asumiera como presidente de la Argentina el General Jorge R. Videla en el golpe de estado del 24 de marzo de 1976.
A partir de esa fecha, se produce un cambio rotundo en la política económica de nuestro país. El Ministro de Economía José A. Martínez de Hoz planteó un programa que tenía como objetivos fundamentales eliminar la inflación, alejar el peligro de una cesación de pagos, acelerar la tasa de crecimiento económico, combatiendo la recesión y terminar con los conflictos entre el capital y el trabajo que afectaban el normal desarrollo de la producción, implementando para ello una estrategia económica liberal ortodoxa que implicaba la apertura de la economía al exterior y la liberación de las fuerzas del mercado (con excepción del factor trabajo) con el fin de cambiar la estructura vigente caracterizada como estatizante, intervencionista y proteccionista (1).
En el ámbito interno, el gobierno militar reprimió con extrema dureza la insurgencia armada y a la mayoría de los sectores de izquierda, tema que era seguido de cerca en ese momento por el gobierno del Presidente Carter de los EE.UU. dentro de su política de defensa de los derechos humanos, por lo cual las relaciones con este país estaban deterioradas (2).
En cambio, la URSS no cuestionaba los temas ligados a los derechos humanos y la relación comercial inclinaba la balanza a nuestro favor.
A principios de 1980 Argentina vendía a la URSS por valor de 600 millones de U$S y le compraba por valor de 200 millones de U$S. Mientras que Argentina vendía a EE.UU. por valor de 500 millones de U$S y le compraba por valor de 1.500 millones de U$S. (3)
- Aldo Cesar Vacs : Los Socios Discretos, Buenos Aires, 1984, Pg. 63.
- El Cronista, 8 de enero de 1980, Pg. 8.
- Revista SOMOS, 14 de marzo de 1980, Pg. 54, autor de la nota Carlos Rua.
El motivo por el cual la URSS invade Afganistán es debido a que este país se encontraba en un área vital en la estrategia geopolítica y militar soviética, con esta invasión lograron una aproximación física importante con la península arábica donde se encontraba la mitad de petróleo del mundo y además se colocaron a un paso de llegar, a través del Golfo de Omán, al mar de Arabia, donde se hallaba el centro de operaciones vital para la armada de los EE.UU.(4)
El Presidente Carter sancionó a la URSS reduciendo la venta de cereales a Moscú y enviando armas a Pakistán (5) , esta medida tubo el apoyo de la mayor parte de los grandes exportadores de granos (Australia, Canadá y el Mercado Común Europeo) en el sentido que ellos no suplirían la escasez de los soviéticos (6).
Mientras tanto la Argentina vacilaba en tomar una decisión, mostrando poco entusiamo a las sanciones económicas que EE.UU impuso a la URSS. Según una nota del diario La Nación del 8/1/80 dice: "Las relaciones entre Argentina y EE.UU. son bajas después de las críticas de EE.UU. con respecto a los derechos humanos por el gobierno Argentino (esto en cuanto a política). En cuanto a economía, la URSS es uno de los principales mercados para la producción Argentina."
El gobierno Argentino hubiera intentado negociar con los EE.UU. cuatro puntos importantes:
- Que se lime el informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH).
- Normalizar el apoyo al desarrollo nuclear Argentino.
- Que se restablezca la cooperación en el plano militar.
- Cooperar para que se haga justicia en Argentina en sus reclamos por las Islas Malvinas (7).
Pero un análisis a fondo los ubicó en la realidad en cuanto a que "un convenio semejante (en cuanto a los derechos humanos) no se puede poner por escrito: además de ser poco ético sería una bomba de tiempo para cualquiera de los dos gobiernos". (8)
Finalmente el 10/01/80 la Argentina anuncia su postura de NO participar en el embargo cerealero a la URSS.
- Revista GENTE, 10 de enero de 1980, Pg. 85, autor de la nota Hugo Asch
- La Nación, 5 de enero de 1980, Tapa.
- Clarín, 3 de febrero de 1980, Sección Política, Pg. 3
- La Nación, 9 de enero de 1980, Pg. 3 cuarta columna.
- Revista SOMOS, 18 de enero de 1980, Pg. 7, autor de la nota Pablo León.
La declaración expresa textualmente:
" La Rca. Argentina por vocación y destino, se halla indisolublemente vinculada a la civilización occidental y a los valores trascendentes que le brindan su perenne vigencia. Esos valores son los de la libertad, la justicia y la dignidad del hombre y no están sujetos a transacciones circunstanciales ni a aprovechamientos oportunistas. En estos días el mundo se ha conmovido ante la condenable actitud de una potencia que, al sesgo de la pura fuerza ha intervenido en los asuntos internos de otra nación, con absoluto menoscabo de toda norma o principio.
Frente a tan grave circunstancia, que entraña una seria amenaza para la paz universal, no podemos ni queremos silenciar nuestra categórica protesta.
Ella no está dictada solamente por la coyuntura: responde en lo profundo, a las irrenunciables tradiciones de nuestra política exterior, fundada en el pleno respeto a soberanías nacionales y al principio de libre autodeterminación de los pueblos.
Pero con el mismo énfasis y basados en análogas tradiciones, nos rehusamos a participar en decisiones o actitudes punitorias que se hayan adoptado sin nuestra intervención previa o que surjan de centros de discusión ajenos al país.
Nunca fuimos en el pasado, ni seremos en el futuro, actores de voluntades extrañas, ni adherentes de última hora a las estrategias del poder marginales al ordenamiento jurídico internacional.
Por otra parte, es una constante de la política exterior argentina la no utilización de sanciones económicas como forma de presión o punición en el ámbito de las relaciones políticas entre los países.
En tal sentido los acontecimientos que afectan al orden internacional deben ser enfrentados con los medios específicos que corresponden, de acuerdo a la naturaleza del caso.
No obstante, atentos a la severidad de los momentos que ahora se viven, habremos de concurrir a la reunión convocada por los EEUU a fin de intervenir en el análisis de la probable resolución del comercio de granos y , naturalmente, ratificar la invariable posición argentina en la materia.
Una posición que debe quedar muy en claro, no concuerda con medidas unilaterales, ni sacrifica, sin motivos plenamente justificados, los legítimos intereses nacionales en el contexto de nuestras pacíficas relaciones con todos los países de la tierra".
Lic. David LACROZE, Titular de la Junta Nacional de Granos (JNG) Argentina. (9)
(9) El Cronista, 11 de enero de 1980, Pg. 20.
En tanto, Nicanor Costa Méndez declaraba: "La Argentina tiene la obligación de acompañar a quienes se oponen a la expansión militar o política de la Unión Soviética. Pero también tiene la obligación de desarrollar una política exterior independiente y de poner esa política al servicio del interés general. Ello significa que no puede limitar aquellas ventas de cereales que son necesarias para su comercio exterior y para su desarrollo económico". (10)
Un anciano jefe militar reflexionaba: "Que complicado se ha vuelto el mundo, la política, todo. En el plano económico comerciamos con el Kremlin y hasta rechazamos un boicot cerealero pedido por Estados Unidos, nuestro aliado natural, que dicho sea de paso, nos castiga y no entiende nuestros problemas. Pero en el plano ideológico, sabemos perfectamente que ese mismo Kremlin es el gran exportador de guerrilla hacia todo el mundo y que incluso una buena parte de la guerra que enfrentamos los Argentinos, salió de los arsenales soviéticos. Es posible que lo ideológico y lo económico sean cosas muy distintas, pero a mí me cuesta separarlos, que le voy a hacer…" (11)
El Presidente Carter envió a la Argentina al General Andrew Goodpaster con la misión de convencer al gobierno argentino de replantear la decisión adoptada respecto a la no-adhesión al embargo cerealero a la URSS, haciéndole notar que la Argentina tiene una presencia trascendental en el bloque occidental.(12)
La decisión Argentina fue irrevocable.
CONCLUSIÓN:
La Unión Soviética pasó a ser la primera compradora de granos argentinos absorbiendo durante 1980 el 60% del volúmen total de exportaciones de esos productos, esta situación continuó luego del levantamiento del embargo (decretado por el Presidente Reagan en abril de 1981) donde la URSS declaraba que "Argentina seguiría siendo el primer proveedor de Moscú" otorgando "una absoluta prioridad en sus compras" (13)
- Revista SOMOS, 18 de enero de 1980, Pg. 9.
- Revista SOMOS, 18 de enero de 1980, Pg. 10 , autor de la nota Pablo Leon.
- Revista GENTE, 31 de enero de 1980, Pg. 4, autora de la nota María Laura Avignolo
- Aldo Cesar Vacs : Los Socios Discretos, Buenos Aires, 1984, Pg. 77.
En este sentido, el principal cliente de las exportaciones argentinas deja de ser un proveedor importante de las importaciones como lo había sido Inglaterra o las naciones europeas. Además, se reduce la exportación de bienes manufacturados o semi-manufacturados desacelerando un proceso orientado a la industrialización que se había dado en períodos anteriores. Se revirtió también el proceso de diversificación de los mercados externos, concentrándose las ventas a un sólo cliente.
En cuanto a la relación con los EE.UU, la medida de no-adhesión al embargo provocó la indignación del Secretario de Seguridad, Brzezinski.
Costa Méndez recuerda que: " era una pantera contra el gobierno argentino… Decía (refiriéndose a la decisión argentina) que había sido un error gravísimo, una falta de lealtad, una falta de solidaridad y que, algún día, la íbamos a pagar". (14).
Autor:
Liliana Canaves
Gustavo Bastia
canaves[arroba]inti.gov.ar
(14) Mario Rapoport: El Laberinto Argentino, EUDEBA, Buenos Aires, 1977, Pg. 393