El género humano se encuentra, hoy en día, en una nueva época de su historia, en la cual los cambios radicales y profundos se extienden a toda la sociedad, sin excepción. Los deseos individuales y colectivos, la forma de pensar de toda la humanidad en su conjunto se ve afectada por estos cambios, que afectan tambien a la vida religiosa. Por eso, es función de la Iglesia la de interpretar las características de nuestro tiempo a la luz del evangelio.
El hombre ha desplegado su potencia y laboriosidad, se ve sobrepasado por ésta y le resulta difícil mantenerla a su servicio. Nunca antes la humanidad ha disfrutado de semejante cantidad de riquezas y facilidades, y sin embargo, las diferencias entre los diversos sectores sociales se haca cada vez más grande: mientras algunos gozan de cientos de beneficios que brinda la vida moderna, otros viven en la miseria absoluta, sin alimentos suficientes y sin instrucción alguna. " Nunca como hoy han tenido los hombres un sentido tan vivo de la libertad, mientras surgen a la vez nuevas servidumbres sicologicas y sociales" ( Gaudium et spes, Ed. Paulinas). El hombre de nuestros tiempos sabe que su concepcion de la realidad, es tan solo una realidad entre muchisimas otras, y que goza de tanto derecho de sentir y hacer según esta concepcion como cualquier otro hombre según la suya. "El hombre posmoderno vive con una sensación de desarraigo característica, por la conciencia de que su visión de la realidad, su " dialecto", es tan solo uno entre otras muchos." ( Trabajo Próctico Nro 1, Vattimo, Gianni, "La sociedad transparente"). Pero esto crea una gran tensión, que se refleja en los fuertes conflictos políticos, sociales y económicos. Se deja de lado el progreso espiritual, reemplazóndolo por un " más perfecto orden temporal ", superfluo, privando al hombre de conocer los valores mas importantes y perennes, posicionándolo en una situación en la cual se debate entre la esperanza y la angustia por no comprender el curso de los acontecimientos que lo rodean.
La velocidad de transformación de las cosas, provoca que se le de más importancia a las inteligencias matemáticas y sociales, y en el plano de la acción, las técnicas que de estas inteligencias derivan. "Esta mentalidad científica demuestra el contenido de la cultura actual y los modos de pensar" (Gaudium et spes, ed. Paulinas). Pero se le hace difícil al hombre seguir el curso de la historia, por la velocidad que el mismo le impone. Desaparece la concepción estática del orden de las cosas, para pasar a una concepción mas dinámica y evolutiva, de la comunidad en todo su conjunto.
Esto provoca un gran desequilibrio en toda la humanidad, cambios sicológicos, morales y religiosos, que desembocan en un conflicto en la persona que consiste en la tensión entre la inteligencia practica de hoy en día y el pensamiento teórico, el cual " no es capaz de someter a sí mismo el conjunto de sus conocimientos, ni de ordenarlos en una síntesis apta". Surge tambien así un conflicto entre la eficacia práctica y la conciencia moral. Esto es, el verse exigido a violar la propia moral para conseguir un fin.
Hay una ansiedad mas universal y profunda: las personas buscan una vida libre, para poder someter bajo su poder todo lo que el mundo actual le brinda. Se busca una cierta "comunidad universal", que aúne los intereses de las grandes mayorías. Así es entonces el mundo actual, poderoso, pero débil, capaz de lo mejor y lo peor al mismo tiempo, abierto al progreso así como al atraso. Se plantean actualmente cuestionamientos fundamentales: Qué es el hombre? Cuál es el sentido del dolor y de la muerte? Qué hay despues de ella?
La Iglesia cree que Cristo muerto y resucitado por todos, puede dar al hombre luz y energias por su Espiritu para que pueda responder a su vocacion suprema, y que no hay otro nombre bajo el ciel dado a los hombres para poder salvarse. Cree igualmente que en su Maestro y señor, lleno de bondad, se encuentra la clave, el centro y el fin de toda la historia humana. La iglesia afirma, ademas, que mas alla de todos los cambios, hay realidades inmutables, fundadas en ultima instancia en Cristo, que es hoy, era ayer y sera siempre. Asi, a la luz de Cristo, imagen de Dios invisible, primogenito de toda criatura, la Iglesia quiere dirigirse a todos a fin de ilustrar el misterio del hombre y cooperar en el descubrimiento de la solucion de los principales problemas de nuestro tiempo. (GAUDIUM ET SPES, Ed. Paulinas)
La dignidad de la persona humana
El hombre fue creado, para la Iglesia, a imagen y semejanza de Dios, capaz de conocer y amar a su creador, quien lo hizo señor de todas las criaturas de la tierra. Establecido por Dios en la justicia, el hombre abuso por sugestion de el Diablo de la libertad concedida por su creador y se alzo contra el. El pecado, que entro en el mundo desde aquel dia, disminuye al hombre, y le impide lograr su plenitud.
En la profundidad de su conciencia, el hombre descubre una ley propia que lo guia, que lo invita a amar al bien y evitar el mal. Porque Dios mismo grabo en el hombre esta ley por la cual sera juzgado. La conciencia es el santuario mas profundo del hombre, en el cual resuena la voz de Dios mismo. Por la fidelidad a esta conciencia el hombre puede encontrarse con sus semejantes en la busqueda de la verdad. Pero el hombre no puede elegir el bien sino libremente. En el mundo actual, esta libertad es promovida por la gran mayoria de la sociedad, y es muy apreciada por esta. La libertad pura es quiza, para la Iglesia, el objetivo primordial de la posmodernidad. La verdadera libertad es un " signo admirable de la imagen divina en el hombre". La dignidad del hombre requiere entonces que este pueda obrar según una eleccion consciente y libre. Obtiene esta dignidad, cuando " habiendose liberado de la esclavitud de sus pasiones, trata de conseguir su fin por la libre eleccion del bien y procura los recursos adecuados con eficacia y diligencia" (Gaudium et spes, Ed. Paulinas).
El misterio de la muerte
El hombre posmoderno se tortura a si mismo por su temor e impotencia ante la muerte. Ha llegado a un punto en el cual casi todo lo material lo domina, pero la muerte supera todo su poder. Esta situacion se deriva en diferentes posturas entre las cuales se destaca tambien creencias como la reencarnacion, que aportan a la inaccion y a la falta de moralidad del hombre, porque, que importa lo malo que uno haga en esta vida, si en la proxima lo podre hacer bien?
"Mientras toda imaginacion se agota ante la muerte, la Iglesia afirma que el hombre ha sido creado por Dios para un fin feliz, mas alla de los limites de la miseria terrena. La fe cristiana enseña que la muerte del cuerpo, de la cual el hombre, de no haber pecado, habria sido sustraido, sera vencida, cuando este sea restituido a la salvacion perdida por su culpa, gracias a Dios Padre. Cristo logro esto al morir por todos nosotros. Asi es entonces que la Iglesia brinda una respuesta solida y firme a la gran pregunta del hombre actual, dandole esperanzas de que hay una vida mas alla de la muerte".
Formas y causas del ateísmo
El hombre existe por el amor de Dios. Si tan solo por un instante dios dejara de amarnos, desapareceriamos, dejariamos de existir. Pero hay algunos hombres que reniegan de esta afirmacion, que no perciben esta union intima y vital con Dios, la rechazan.
Algunos niegan directamente la existencia de Dios, pero los mas graves son aquellos a los cuales ni siquiera les importa la existencia de Dios, tornandose cualquier discusion o debate en nada, porque sencillamente, que exista un Dios o no, a ellos los tiene sin cuidado. Muchos, pretenden explicar todo desde un punto de vista cientifico, o por el contrario, no admiten ninguna verdad absoluta. Algunos exaltan al hombre de tal manera, que la fe en Dios se vuelve casi inconsistente, mas inclinados, al parecer, en la afirmacion del hombre que en la negacion de Dios. Otros, creen en un Dios pero repudian al Dios del evangelio.
El ateismo moderno presenta con frecuencia una forma sistematica, la cual entre otras cosas, lleva a tal extremo que elimina cualquier dependencia de Dios. Los que defienden el ateismo afirman que la libertad consiste en que el hombre sea fin de si mismo, su propio artifice, dejando de lado cualquier concepcion de un Dios creador y fin de todas las cosas.
La Iglesia reprueba todas estas posiciones y doctrinas. Intenta descubrir las causas profundas de esta negacion, para poder someter a estos hombres a un mas profundo examen
La iglesia sostiene que el conocimiento de Dios no se opone a la dignidad del hombre, puesto que tal dignidad encuentra su fundamento y su perfeccion en Dios: el hombre ha sido constituido, en efecto, por Dios creador, como ser inteligente y libre en la sociedad, pero sobre todo es llamado como hijo a la comunion con Dios y a la participacion de su misma felicidad. Enseña, ademas, que la esperanza escatologica no aminora la importancia de las tareas terrenas, sino mas bien apoya con nuevos motivos su realizacion. Al contrario, cuando falta el fundamento divino y la esperanza de la vida eterna, la dignidad del hombre es gravemente herida, como hoy a menudo vemos, y los enigmas de la vida y de la muerte, de la culpa y del dolor quedan sin solucion, de manera que los hombres caen a menudo en la desesperacion. (Gaudium et spes, Ed. Paulinas)
La ética individualista
De la naturaleza social del hombre se sigue que el progreso de la persona humana y el adelanto de la sociedad dependen uno de otro. En efecto, la persona es y debe ser el principio , sujeto y fin de toda institucion social, ya que es ella misma la que necesita de esta vida social. El hombre crece en funcion de su relacion con los demas, por el servicio mutuo, por el dialogo, etc.
Si las personas reciben mucho de la vida social, no se puede negar que las circunstancias sociales en las que viven y que desde la infancia las envuelven, a menudo las apartan del bien, y las llevan al mal.
De esta interdependencia cada día mas estrecha y extendida poco a poco al mundo entero, se sigue que el bien comun se vuelve hoy en día mas y mas universal e implica obligaciones que implican a todo el género humano. Cada grupo debe tener en cuenta las necesidaddes de los demás, e incluso del bien común de toda la humanidad.
Superar la ética individualista
La obligacion de justicia y caridad se cumple cuando uno contribuye al bien comun de la humanidad en todo su conjunto cuando según sus propias aptitudes se brinda a los demas. Se supera asi la etica individualista.
Es para todos un deber el contar entre las principales obligaciones del hombre el respeto por los demas. A medida que el mundo se unifica, las funciones de cada uno pasan a tener un valor global para toda la humanidad, a escala universal. Todo esto es posible si los individuos y las comunidades practican las virtudes morales y sociales y las difunden en la sociedad de manera que surjan hombres realmente nuevos y constructores de una sociedad en la cual el pensamiento no sea para uno mismo, sino en funcion de los demas, del bien común.
Autor:
Floyd