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Una propuesta de adaptación al entrenamiento adecuada a la edad (página 2)


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2. Determinar la intervención de los adversarios

El grado de intervención de los adversarios que participan en una tarea es otro de los factores con los que podemos jugar para modificar la dificultad perceptiva y toma de decisión de los ejercicios y adaptarlos a la necesidad y característica de los jugadores.

De esta forma, limitando o determinando de ante mano la función/ actitud/ intervención del oponente podemos facilitar la correcta realización de las tareas y por tanto la consecución de los objetivos planteados. La modificación del grado de intervención de los adversarios nos va a permitir diseñar una correcta progresión hacia el juego colectivo como posición.

Proponemos dos posibilidades de intervención de los adversarios.

– Adversario semiactivo: Su empleo no se limita a la utilización en la enseñanza a modo de referencia, sino que además se emplea como medio para facilitar la consecución de cierto objetivo por parte del entrenador, obedeciendo a consignas marcadas previamente en las que se determinan su forma y grado de intervención; así tenemos numerosas situaciones es la que es interesante ayudamos en este tipo de adversarios.

En situaciones de defensa: En la enseñanza de la defensa de las líneas de pase o el triángulo defensivo, el hecho de colocar a jugadores atacantes sin movilidad que realicen secuencias de pases entre ellos nos ayuda a determinar el trabajo defensor.

Para la enseñanza de los cambios de posición defensivos, dependiendo de un atacante inmóvil que varía la posición del balón para que el defensor pueda elegir entre, media, alta y baja y suponiendo las tres oposición de ataque como son antes, durante y desusé del bote dependiendo de las cuales el defensor optará por la más adecuada,

– En la enseñanza de posiciones básicas y desplazamientos siempre demos consignas concretas al atacante en forma jugadas de robo de balón (Trabajo de intuición defensivo) el atacante no podrá salirse de un circulo o espacio determinado para poder realizar pases o botes para facilitar a! defensor que debe contar o botar el balón cuando se produzca un pase.

– Situación de 1 vs 1 en las que limitamos las acciones del atacante como por ejemplo no permitir más de tres botes, finalizar el ataque sin entrada en la zona para acabar obligatoriamente en un tiro, iniciar el ataque desde la línea de triple, utilizar solo la mitad del campo, etc… Recorrido en Z (zig-zag) del defensor cambiando, de dirección en lugares anteriormente establecidos por toda la cancha, línea aro-aro, medio campo, etc.

En situaciones de ataque.

– En la iniciación al tiro: Para que sé produzca el correcto bombeo del balón utilizando un defensor semi pasivo que con los brazos levantados obstaculice la acción de tiro a canasta del atacante.

– En situaron de entrada a canasta para simular la acción de driblen a un adversario.

– En la enseñanza de un cambio de mano, cambio de dirección y ritmo (acción de finta de molino) finta de tiro, de pase, recepción, aprendizaje de parada, pivot y finta de piernas. Colocamos a un adversario semiactivo que obligue/dirija al atacante hacia la realización de dicha acción.

– En la enseñanza de finta de recepción ( finta;;de cuerda atrás, reverso)!;definiríamos la actuación del defensor, provocando que caiga en el engaño obligatoriamente (dejándose ganar la espalda) por el atacante en el intento de robar el balón.

– En la enseñanza de finta de salida condicionaríamos al defensor para obligar la respuesta del atacante si el defensor adelanta su pierna derecha, el atacante deberá salir por la izquierda yviceversa.

– Adversario activo: representa un nivel de dificultad superior. Su utilización se relaciona con adquirir planteamientos de juegos. (1 VS 1, 2 VS 1, 2 vs 2) en la que objetivo a cumplir en el ejercicio se centra en los jugadores atacantes o defensores según las intenciones del entrenador. Podemos citar numerosos ejemplos, como el juego de las 4 esquinas con pases, defensa en tandenos o L, trabajó de fundamentos tácticos colectivos, pises y va, cortes, bloqueos, etc.

3. Procurar estado de frescura nerviosa.

A medida que la intensidad y el volumen de trabajo aumentan el jugador se aproxima paulatinamente a situación di fatiga (físicas y psíquicas) que influyen negativamente tanto en leí aprendizaje de nuevas habilidades como en la precisión con que se ejecutan las ya adquiridas.

El trabajo técnico-táctico en situaciones de frescuras nerviosas (ausencia de fatiga central) puede considerarse como una condición simplificada ya que facilita la realización de la tarea a tres niveles:

– Desde el punto de vista perceptivo. Las capacidades de atención y concentración del jugador no se ven disminuidas/alteradas. Desde el punto de vista de la toma de decisión los estados de frescura posibilitan la habilidad mental necesaria para buscar en cada instante de la tarea la solución más adaptada y con la necesaria rapidez.

– Desde el punto de vista de ejecución: evitar los estados de fatiga supone no comprometer la precisión y los mecanismos coordinativos necesarios para desarrollar los diferentes ejercicios.

Dichas condiciones simplificadas se traducen en:

1. Ubicar la parte de la sesión en que se desarrolle los elementos técnicos-tácticos antes que el trabajo de las cualidades físicas básicas, característico de esta etapa de iniciación deportiva ( preparación física).

2. Situar los ejercicios de mayor dificultad y que por tanto precisan de mayor índices de atención y precisión en la ejecución por parte del balocentista, al principio de la sesión de entrenamiento, ya que en caso de ubicar dichos ejercicios al final de la sesión la fatiga acumulada durante la misma provocaría un notable descenso de los efectos pretendidos con la aplicación de dicha tarea. De esta forma por ejemplo las pruebas de combinación de elementos técnicos (fintas, cambio de dirección y de mano, pases, tiro o entrada a canastas) deben por norma general proceder en el tiempo a un ejercicio de oleadas contra ataque sin oposición (3 VS 0).

– Procurar la necesaria recuperación (activa) entre ejercicios que posibiliten al jugador iniciar cada tarea descansado y con la suficiente frescura en e! ámbito físico y nervioso.

4. Limitar el número de posibles soluciones de las tareas.

Es una buena arma de enseñanza el poder guiar al jugador sobre el aprendizaje de cualquier elemento técnico deportivo, canalizando su atención sobre determinados aspectos y variables que no interesen en cada momento del proceso de aprendizaje.

Para ello evolucionaremos desde las tareas cerradas o tareas de solución única hacia las tareas abiertas o tareas de solución múltiples en los cuales progresivamente iremos aumentando el número de soluciones posibles (bien a través de la disminución de las restricciones/ limitaciones de las normas establecidas en un principio o bien incrementando el número de participantes).

Así en la enseñanza en la finalización de un ataque optamos por la siguiente secuencia:

1- (1 VS 0) iniciando desde el medio campo un bote, realizar una entrada a canasta.

2- (1 VS 0) iniciando desde el medio del campo recibir un pase y decidir entre efectuar un tiro o una entrada a canasta.

3- (1 VS 1) introducimos un adversario en situación defensiva en la línea de tiro libre, después de la recepción del pase el atacante debe decidir entre una entrada o un tiro dependiendo de la actuación de su oponente.

4- (2 VS 1) sumamos a la tarea la intervención de un compañero en labores ofensivas con lo cual aumentamos las posibles soluciones tanto en el ataque (posibilidad de pases driblen, tiro) como en defensa de salto hacia el balón, agotar el driblen o salir al tiro.

5- Facilitar la posibilidad de prever/anticipar los acontecimientos.

La dificultad al nivel de decisión de una tarea también estará relacionada con el grado en que los jugadores pueden prever y anticipar las diferentes situaciones de juego que se les van a presentar.

De esta forma los ejercicios abiertos en los que el balocentista debe constantemente ele3gír entre un abanico de soluciones la más adaptada en cada momento y actuar con compañeros y adversarios activos, poseen una elevada dificultad perceptiva y decisiones debido al alto grado de incertidumbre de dichas tareas.

Para minimizar las dificultades de estos ejercicios en las primeras etapas de formación del jugador emplearemos la siguiente condición simplificada:

. Mayor estructuración de los ejercicios: las tareas más de tipos cerradas en las que están perfectamente definidas las acciones a realizar y las circulaciones de jugadores y balón, resulta mucho más abarcada para el aprendizaje del niño.

. Progresiva utilización del compañero y adversario; En n principio para el aprendizaje de la técnica es preferible que el jugador actúe solo, sin la intervención de compañeros y adversarios; estos se irán paulatinamente introduciendo en las tareas ( primero semiactivo y finalmente activo) es decir dinámica simple y después compuesta, cuando el balocentista haya adquirido un cierto dominio técnico.

6- Adaptación del material.

Sabemos que el mini baloncesto ha sido creado a imagen del baloncesto con regla y material adaptado a ¡a edad y a las posibilidades del niño, con el fin de procurar una facilitación del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Contemplamos la siguiente adaptación al material que influye de forma evidente en el desarrollo de las tareas:

. Adaptación del terreno de juego: encostramos dos modificaciones, atendiendo a las dimensiones y las áreas restringidas y líneas de demarcación.

. La medida/dimensiones del tablero.

. La altura del tablero y cesto.

. El balón en cuanto al peso y diámetro/circunferencia.

7- Descomposición en fase.

El baloncesto se caracteriza por ser un deporte que emplea elementos técnicos de carácter global y de no elevada complejidad ejecución que por su naturalidad no aconseja su descomposición en fase de cara a su enseñanza- aprendizaje, el único elemento técnico que precisa un tratamiento más analítico para facilitar su adquisición es el tiro, que se diferencia del resto por su carácter más artificial/construido, y por tanto el único en que parece aconsejable dicha descomposición en fase.

Para la enseñanza del tiro por ejemplo se aconseja empezar desde la posición estática para favorecer una ejecución en óptimo equilibrio. Distinguiremos cinco fases:

1- Agarre del balón y formación de la U.

2- Posición del cuerpo y segmentos corporales

3- Acción de extensión de brazos y realización con golpes o rompimientos de muñeca,

4- Acción de flexión- extensión de piernas

Una vez que el niño balocentista posea cierto dominio del tiro desde posición estática progresivamente se le enseñará el tiro tras desplazamiento y el tiro en suspensión.

8- Ejecución ralentizada;

Este paso es importante a la hora de la enseñanza de un movimiento de una forma más eficaz y precisa, ya que consiste en la realización de los elementos técnicos reproduciéndolos de forma correcta y a velocidad pausada o ralentizada, para que el niño aprenda el esquema patrón del elemento técnico de forma correcta y lo vaya automatizando a medida que (o practica.

Así tenemos en el baloncesto múltiple situaciones en las que se reelijan constantemente, la ejecución ralentizada se emplea para el aprendizaje de la mayoría de los elementos técnicos como los cambios de dirección, tiros, entrada, bloqueo, parada, movimiento de pi, finta y elementos defensivos, etc.

No resulta aconsejable practicar las habilidades técnicas a velocidades inferiores a la normal durante demasiado tiempo ya que el jugador podría interiorizar, parámetros, espacio-temporal y dinámicos-temporales incorrectos: para evitarlos se recomienda que siempre que empleemos la práctica ralentizada para la enseñanza de algún movimiento debemos concluir la sesión ejecutando dicho (s), gestos (s), técnicos (s) a velocidad igual a la ejecución en el juego competitivo,

Bibliografía y notas utilizadas

– Edmiston, R, (1981). Baloncesto, e! jugador infantil. Ed. Gymnos. Madrid

– Federación Española de Baloncesto (1992). Reglamento oficial de

Minibasket Moíten. Madrid.

– Hernández, J (1989). Baloncesto. Iniciación y entrenamiento. Ed.

Paiaotribo. Madrid.

– Kirkof, D, V. (1985). Manual de Baloncesto. Ed. Pueblo y Educación

La Habana.

– Lawíher, J, D. (1982). Aprendizaje.

 

 

 

 

Autor:

Jara

Cuba, Isla de la juventud.

5 de Enero del 2009

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