Descargar

La vida cotidiana desde la perspectiva de la psicología


Partes: 1, 2

    1. Desarrollo
    2. Bibliografía

    Introducción.

    Generalmente, cuando hablamos de sistema de relaciones, de intereses comunes, de identidades, en fin de lo que va a caracterizar a un grupo de personas situado en un determinado espacio, rápidamente, fluye a nuestra imaginación el termino Comunidad, y casi siempre, al profundizar en su estudio, realizamos una serie de valoraciones, análisis, establecemos postulados, sin tener en cuenta como actor principal de todo ese escenario al hombre, como agente dinamizador de todo ese engranaje, que sobre él, se construye.

    Los hombres se desarrollan en contextos, que muchas veces tienen límites; los hombres se expanden y se entrecruzan, en dependencia de su andar, su profesionalidad y su sistema de intereses, pero independientemente de ello, todos tienen una vida cotidiana que muchas veces obviamos a la hora de tratar de interpretar determinados acontecimientos de nuestro alrededor que matizan y permiten establecer valoraciones, etiquetar comportamientos, realizar manifestaciones, sin tener un referente que permita de manera científica la explicación de dicha conducta y sin adentrarnos en aspectos psicológicos y subjetivos que faciliten dicho argumento; en este caso nos dedicaremos al análisis, del muy poco reconocido constructo de vida cotidiana que muy recientemente ha sido objeto de análisis desde el ángulo de la Psicología Social.

    No solo esta ciencia se ha encargado de su estudio: también la Antropología, la Historia, las Ciencias Políticas, la Economía, la Filosofía, la Sociología, la Geografía, la Lingüística y otras manifestaciones de la cultura, en las letras y las artes, pero quedan, no obstante, muchos caminos por andar y muchas madejas por desenredar en el abordaje de su objeto de estudio; sin embargo, desde cualquier ángulo, ya sea desde el nivel sociocultural hasta el plenamente sociológico, la cotidianeidad siempre nos conduce al enfoque transdisciplinario, que permite abordarlo de una manera más compleja y enriquecedora.

    Pretendemos, a través de este articulo, establecer un vinculo entre el individuo, inmerso en una sociedad y la base de su comportamiento. Responderemos a interrogantes que facilitarán la construcción de argumentos para explicar algunos rasgos del comportamiento de diferentes personas en un mismo lugar; pretendemos ubicar el análisis de la realidad en un tiempo y un espacio históricos determinados, indagar sobre causas, consecuencias e interrelaciones, en un marco que dé sentido y articulación al estudio de esa realidad.

    Esperamos contribuir a la explicación científica del comportamiento del ser humano en una determinada sociedad, teniendo en cuenta los límites de su contexto cotidiano.

    DESARROLLO.

    " Las callejuelas de la vida cotidiana son frecuentemente callejones sin salida, pero a veces permiten vislumbrar la cara oculta de las grandes avenidas"

    Muchas veces, nos adelantamos a realizar valoraciones sobre el comportamiento de una persona, sin sólidos argumentos para llegar a una conclusión bien fundamentada. Nuestra intención es realizar un análisis psicológico, a partir del objeto de estudio de la Psicología Social; la "Vida Cotidiana". La base teórico-metodológica, de esta ciencia la convierte en soporte, en el plano de la investigación, de la "intervención" por profesionales cuyo campo de acción se relaciona con el ser humano, con una verdadera cientificidad. Su representación de la realidad está determinada por la interrelación que el propio hombre establece con el mundo en que se desarrolla, con la manera en que percibe, interpreta, asimila, internaliza y personaliza un simple hecho o un acontecimiento, inmerso en sus relaciones cotidianas, por muy simples que estas puedan parecer.

    Al indagar en los planteamientos de H. Lefèvre, nos damos cuenta en la importancia que le adjudica a las ciencias sociales y su relación con la realidad, cuando refiere que esta encuentra su realidad en "la profundidad sin misterios de la vida cotidiana" y la Psicología, especialmente la Social, ha hecho de esta vida cotidiana parte de su objeto de estudio, poniendo énfasis en la crítica a este fenómeno.

    El primer paso para la comprensión de la realidad social —y para cualquier transformación— es conocer cómo la ven quienes viven en ella y el grado de desarrollo de su conciencia crítica para saber cuándo están confrontando problemas y cómo concientizan la necesidad de cambio. Por lo que para ello lo primordial es reconocer al propio hombre como protagonista de la construcción y transformación de esa realidad social; será necesario entonces, profundizar en los referentes teóricos que desde el punto de vista psicológico dan una explicación científica de su comportamiento y sus relaciones de acuerdo a la sociedad en que se desarrolla.

    Sociedad e individuo.

    Cada sociedad tiene una estructura conformada por los grupos y el sistema de relaciones económicas , políticas, ideológicas y clasistas que en ella se establecen, que difieren entre sí, según cada contexto histórico social. En esa estructura se organiza la cotidianidad de cada individuo: es la responsable de que el sujeto sea capaz de construir y reproducir su propia realidad social, o sea, su propia subjetividad. Si tenemos en cuenta la concepción vigoskiana podemos afirmar que lo meramente individual, deviene de lo social, ya que el sujeto se apropia de todo un sistema de conocimientos, saberes y comportamientos que hacen posible su vida en los diferentes contextos de la propia sociedad.

    ¿Cómo se produce ese proceso de apropiación de lo social a lo individual desde el punto de vista psicológico y teniendo en cuenta toda su historia hasta la concepción humanista?.

    Carlos Marx señaló en "La Ideología Alemana" "Nadie hace nada que no sea en función de alguna sus necesidades", Pichón Riviere (1973) complementa esta afirmación cuando expone que "el hombre es un ser de necesidades que solo se satisfacen socialmente en relaciones que lo determinan. Nada hay en él que no sea resultante de la interacción entre individuos, grupos y clases" por lo que el abordaje de esta relación resulta indispensable para la explicación del comportamiento humano.

    Las necesidades generan la dinámica de la psiquis, a ellas se asocian las experiencias de satisfacción e insatisfacción. La necesidad indica lo causal, lo inevitable; lo que impulsa, la demanda; lo que se pretende, o sea lo que da sentido al comportamiento, por lo cual se considera su punto de partida. Al respecto, Pichón-Riviere construye su Teoría del Vínculo planteando, que las necesidades son la base motivacional del comportamiento ; que ellas surgen y se desarrollan del movimiento interno del organismo y de su relación e intercambio con el medio; las necesidades primariamente son carencias, ante las cuales el individuo se moviliza para convertirlas en su contrario: la gratificación.

    ¿Dónde se satisfacen las necesidades? Leontiev responde a esta interrogante: "la necesidad, como fuerza interna, se realiza solo en la actividad. Ella es una condición indispensable… mientras más se desarrolla la actividad, pasa a ser no solo condición, sino resultado".

    ¿Qué es lo más inmediato, concreto y esencial para nosotros, sujetos del comportamiento, sujetos de los procesos psíquicos? Que somos seres vivos y en consecuencia seres de necesidades, en un intercambio permanente con el medio…". Las acciones de los hombres concretos, históricos, particulares, se mantienen en espacio y tiempo en forma inmediata y directa en las relaciones que los hombres establecen entre si y con la naturaleza en función de sus necesidades. Es esa zona de la realidad donde los hombres concretos viven sus condiciones reales de existencia.

    Vida cotidiana es entonces el ámbito de satisfacción de las necesidades particulares de los hombres concretos. Cuando nos referimos al hombre concreto, no hablamos de un hombre ideal, sino de un hombre histórico, atravesado por la necesidad. Hablar de necesidades es por demás amplio y complejo. Hay diferentes miradas y modos de conceptualizarlas. El hombre las posee, pero se confrontan con sus potencialidades.

    En muchas ocasiones las satisfacciones que las personas logran, devienen dificultades en su vida cotidiana, cuando no son capaces de encontrar explicaciones a los distintos hechos y acontecimientos que ocurren en la realidad. Las personas constantemente están en busca de una explicación, tratando de ratificar la suya propia; se muestran ávidos de encontrar una respuesta a los acontecimientos ante los cuales se enfrentan y muchas veces desconocen la base de la conformación de sus propios pensamientos.

    Sucede que carecen de lo que Calviño denomina "conducta racional": la "armazón desde su lógica personal" y que incluye todo su sistema de necesidades, su psicodinámica particular, la intencionalidad y la parcialidad de esa lógica. La racionalidad del sujeto está en el conjunto de sus explicaciones.

    ¿Cuál es la base de dichas explicaciones?, ¿a partir de qué se construyen?. Estas explicaciones se erigen, desde el punto de vista psicológico, en los Argumentos.

    Los Argumentos incluyen las ideas, representaciones y enunciados que hacen, para el sujeto, veraz y cierta una explicación; determinan la construcción de su propia subjetividad por parte del sujeto así como lo capacita para definir su camino ante la propia vida cotidiana.

    Partes: 1, 2
    Página siguiente