1- Gran Bretaña: Lloyd George mencionó en una conferencia en enero de 1918 que su país estaba en defensa de la democracia y de la rectificación de la injusticia hecha a Francia en 1871, la restauración de Bélgica y Serbia, una Polonia independiente, autogobierno democrático para las diversas nacionalidades de Austria-Hungría, autodeterminación para las colonias alemanas y un organismo internacional para evitar la guerra.
2- Estados Unidos: Woodrow Wilson estableció la posición de su país en sus célebres "Catorce Puntos" expuestos al público en una conferencia en enero de 1918 también. Eran 1- abolición de la diplomacia secreta; 2- navegación marítima libre para todas las naciones en la guerra y en la paz; 3- remoción de las barreras económicas entre los países; 4- reducción general de armamentos; 5- ajuste imparcial de reclamaciones coloniales de acuerdo con los intereses de las poblaciones involucradas; 6- evacuación de territorio ruso; 7- restauración de Bélgica; 8- liberación de Francia y restitución de Alsacia-Lorena; 9- reajuste de las fronteras italianas conforme a nacionalidad; 10- autonomía para los pueblos de Austria-Hungría; 11- evacuación de Rumania, Serbia y Montenegro y acceso al mar para Serbia; 12- autogobierno para los pueblos no turcos del imperio otomano y apertura permanente de los Dardanelos; 13- Polonia independiente con acceso seguro al mar; 14- una Sociedad de las Naciones consagrada a preservar la paz.
3- Alemania: Como ya se había alentado anteriormente, Ludendorff quería aceptar pactos de paz con condiciones parecidas a los Catorce Puntos, a pesar del descontento de su pueblo.
A pesar de que la principal intención del Tratado de Versalles era la de reestructurar el mapa de Europa, tanto para debilitar y controlar Alemania como para llenar los grandes espacios vacíos que habían quedado en Europa, cuando la conferencia de paz se reunió en enero de 1919, no tardó en hacerse evidente que resultaría difícil llegar a un arreglo debido a las diferentes ideas de los Aliados sobre cómo tratar a las potencias vencidas. Wilson, por Estados Unidos, a pesar de haber tenido principal interés por su último punto (el de la Sociedad de las Naciones), originalmente había estado a favor de una paz benigna, pero la actitud de Wilson cambió a raíz de que los alemanes hicieron caso omiso de sus Catorce Puntos e impusieron a Rusia el duro tratado de Brest-Litovsk; ahora pensaba que los alemanes necesitaban ser castigados, y convino con las demandas inglesas y francesas respecto a reparaciones (compensación por daños) y el desarme alemán. Wilson estaba también a favor de la autodeterminación. La delegación francesa, representada por Clemenceau, estuvo interesada ante todo en su seguridad y para lograrla exigía una paz severa para arruinar a Alemania económica y militarmente. Italia, con Orlando a la cabeza, luchó para que se le concediera lo que le había sido prometido en 1915 a cambio de su entrada en la Guerra(Trento, Trieste, Istria, etc.) a lo que en los puntos de Wilson se aludía sólo en forma muy ambigua. Gran Bretaña, con su ministro Lloyd George, estaba muy poco interesada en la Sociedad de las Naciones, pero quiso ante todo defender sus intereses coloniales, mejorar la parte que le correspondiese de las reparaciones alemanas y asegurarse su antigua supremacía naval. Aunque Inglaterra era partidaria de un arreglo menos estricto que permitiera a Alemania recuperarse rápidamente y reinsertarse en el esquema económico (cliente importante para los productos británicos), George acababa de ganar una campaña electoral basada en lemas como "cuelguen al káiser" y ofrecimientos de obtener de Alemania todo "el jugo que se pueda exprimir de un limón y un poco más", por lo que el pueblo quería un arreglo severo.
Quedó claro cómo se ve reflejado que Estados Unidos quería una "paz sin victoria"[2], mientras que Francia y Gran Bretaña querían una "paz con victoria"[3].
El Tratado de Versalles pudo así ser presentado a Alemania en mayo de 1919 y fue finalmente aceptado por el gobierno alemán (que lo rechazó en primera instancia) el 28 de junio. El Tratado reflejaba los propósitos de cada uno de los representantes de los Aliados. El "acuerdo de Paz" obligaba a Alemania a devolver Alsacia y Lorena a Francia, a entregar sus colonias a Gran Bretaña, Francia y Sudáfrica bajo la fórmula de "mandatos" (y las de Asia, a Japón, Australia y Nueva Zelanda), a ceder también parte de sus territorios del este a la nueva Polonia y Schleswig a Dinamarca. La región del Saar quedó bajo administración de la Sociedad de las Naciones y ocupación francesa hasta 1935; la del Rin fue desmilitarizada y ocupada por fuerzas aliadas. En el este, se reconstruyó efectivamente Polonia. Danzig, ciudad de mayoría alemana en territorio polaco, fue declarada Ciudad Libre pero se trazó un "pasillo polaco" entre Danzig y la frontera alemana para permitir el acceso de Polonia al mar, cortando así Prusia oriental del resto de Alemania. En el otro extremo de Prusia oriental, el puerto de Memel fue entregado, bajo control internacional a Lituania. El ejército alemán quedó reducido a 100.000 hombres. Por la cláusula 231, el tratado declaró a Alemania culpable de la Guerra y le hizo responsable de las pérdidas y daños causados, si bien se dejó la estimación de la cantidad a pagar por reparaciones a una comisión (6.500 millones de liras más los intereses). Mientras, se obligaba a Alemania a entregar a los Aliados, como anticipo, sus flotas mercante y de guerra (los marineros hundieron esta última antes de hacerlo), ciertas cantidades de carbón y las propiedades de ciudadanos alemanes en el extranjero. Finalmente, se prohibía la posible unidad de Alemania con Austria. El Tratado de Versalles dejó sin efecto el de Brest-Litovsk. Además de Polonia, también Finlandia, Lituania, Letonia y Estonia fueron reconocidos como países independientes. Para finalizar, el 16 de enero de 1920 se constituyó en Ginebra la Sociedad de las Naciones, el organismo que, a modo de asamblea democrática de naciones soberanas (inicialmente 42 países), debía garantizar la cooperación entre ellas y la resolución mediante el arbitraje y la diplomacia abierta de conflictos y disputas internacionales. La Sociedad de las Naciones se completó, además, con la Organización Internacional del Trabajo, para extender la legislación laboral, y con el Tribunal Internacional de Justicia, con sede en La Haya.[4]
¿Cómo Pueden Verse Reflejados los Principales Puntos del Tratado de Versalles en una Futura Guerra?
Lo principal y la común reacción hacia todos los puntos del tratado fueron el descontento y el sentimiento de furia y venganza del pueblo alemán para con los Aliados, que los motivaba a hacer algo. El nivel de tensión de la población aumentó al máximo y era evidente una futura crisis con consecuencias como la Segunda Guerra Mundial.
" But the significant defect of the 1919 settlement did not lie in its terms so much as in the total lack of agreement on how they should be applied, between those who pressed for gradual revision in order to secure the co-operation of the defeated powers and those who believed that peace could only be guaranteed by strict enforcement."[5]
1- Aquella era una Paz impuesta: "los alemanes no fueron admitidos en la conferencia de Versalles; simplemente se les presentaron las condiciones y se los obligó a que firmaran. Aunque se les permitió criticarlas por escrito, todas sus protestas (excepto una respecto del territorio a ceder) fueron desechadas."[6] Esto produjo que Hitler basara su campaña política en contra del Tratado de Versalles y en contra de quienes lo habían firmado y así llegar al poder. Una vez en el poder afirmó que, puesto que la paz equivalía a un diktat, no debía ser considerada moralmente obligatoria. "A Alemania se le impuso una paz con muy duras condiciones, justificadas con el argumento de que era la única responsable de la guerra y de todas sus consecuencias,…, con el fin de mantener a ese país en una situación de permanente debilidad."[7]
2- Muchas de las estipulaciones no estaban de acuerdo con los 14 puntos: Los alemanes se sentían estafados porque alegaban que les habían prometido que el tratado se basaría en los célebres Catorce Puntos, pero en realidad no había sido así. Incluso los alemanes se referían a que Estados Unidos no había firmado el Tratado de Versalles justamente por esa razón. Hay que destacar una vez más que situaciones como ésta conducían a un alza en el nivel de tensión del pueblo alemán.
3- Pérdida de territorio en Europa y el mundo: Como principales referentes estaban la entrega de Alsacia y Lorena a Francia, la pérdida de Prusia y de todas las colonias africanas. Alemania perdió dos tercios de su territorio industrializado y gran parte de éste fue cedido a Francia para beneficiarla. Además de que estos términos debilitaban a Alemania, el pueblo alemán empezó a hacer huelgas y disturbios como los de la costa del Rin para demostrar que no aceptaban tales condiciones. Estos conflictos podían pasar a mayor y terminar en grandes conflictos internacionales.
4- Las cláusulas de desarme causaron hondo resentimiento: Los alemanes objetaron que sólo 100.000 hombres no eran suficientes para mantener la calma y seguridad en el pueblo en épocas de perturbaciones políticas y de reorganización nacional. Igualmente el disgusto de los alemanes aumentó más adelante cuando las demás potencias no demostraron interés en desarmarse y el punto 4 decía "desarme general". Así el desarme no fue llevado a cabo por ninguna potencia. Sumado al sentimiento de venganza y reacción que reinaba en Alemania, no era lo más seguro dejar a Alemania armada.
5- La cláusula de culpabilidad de la Guerra: Los alemanes reclamaban que éllos no tenían toda la culpa de lo acontecido, pero era una demostración más del intento de los Aliados por destruir a Alemania aún cuando la Guerra ya había terminado. A pesar de que estudios posteriores puedan atribuirle a culpa de lo sucedido a Alemania, resulta casi imposible que en el espacio de seis semanas en 1919 la Comisión Especial sobre Responsabilidad de Guerra lo hiciera.
6- La humillación definitiva: Las reparaciones fueron establecidas en un monto imposible de pagar para Alemania. Así lo reconocía incluso el consejero económico de la delegación de Gran Bretaña, J.M. Keynes. El incumplimiento de los pagos trajo atada una crisis ocasionada porque los Aliados contaban con el dinero alemán para pagar sus propias deudas de guerra y no lo recibían ni a tiempo ni en el monto fijado. Así vino la "crisis de Wall Street de 1929" afectando a todo el mundo. Francia incluso intentó obligar a los alemanes a pagar creando así un nuevo conflicto que desencadenaría en algunos otros hasta que el monto a pagar fue disminuido en 2.200 millones de liras esterlinas. La humillación mayor, sin embargo, fue que el Tratado se firmara en el Palacio de Versalles, lugar donde alrededor de 50 años antes se había establecido el imperio alemán.
Todas estas razones fueron aprovechadas por Hitler para adquirir poder en Alemania e hicieron nacer en la gente un sentimiento muy explotado por el fhürer que fueron la principal causa de la Segunda Guerra Mundial.
Lo que más aprovechó Adolfo Hitler fue la propaganda que pudo realizar en Alemania y el sentimiento de la gente lo acompañaba y ayudaba para rearmar a Alemania y reubicarla "donde se merecía".
El Tratado de Versalles fue, en realidad, un tratado que intentó poner fin a la Guerra y establecer la paz mundial, pero que no lo logró, ya sea por los intereses opuestos y erróneos de las potencias intervinientes como por el ingenio de Alemania y de las demás potencias afectadas para resucitar y aprovecharse de la más mínima coyuntura del tratado.
A lo largo de la monografía quedó demostrado cómo los principales términos del tratado daban lugar a futuros conflictos y situaciones que hacían previsible una Segunda Guerra Mundial.
A pesar de que hay autores como Alan Sharp, que no ven la Segunda Guerra Mundial como una consecuencia del Tratado: "… the outbreak of a second mayor European war … was neither inevitable nor entirely the responsibility of the peacemakers of 1919. In the first place the problems which had caused Europe to explode in 1914 persisted, secondly the exigencies of total war had created new complications and exacerbated old ones."[8] En general, el Tratado de Versalles es visto como la gran causa de la Segunda Guerra Mundial, ya que como escribió una vez más el célebre Norman Lowe: "…De todas maneras, económicamente Alemania era aún la nación europea más poderosa, de modo que el desacierto del Tratado de Versalles fue que disgustó a los alemanes sin debilitarlos demasiado para vengarse"[9]
"El Tratado de Versalles, en particular, fue uno de los acuerdos más controvertidos que jamás se firmaran, e incluso fue criticado en los países Aliados por su extrema dureza para con los alemanes, quienes sin duda protestarían tan violentamente que sería imposible evitar, tarde o temprano, otra guerra."[10]
"No es necesario realizar la crónica detallada de la historia del período de entreguerras para comprender que el Tratado de Versalles no podía ser la base de una paz estable. Estaba condenado al fracaso desde el principio y, por lo tanto, el estallido de una nueva guerra era prácticamente seguro."[11]
Culpkin, Chrystopher; Referencia en Making History
Henig Ruth, Versailles and after 1919-1933, Londres, Routledge, 1984 (primera edición)
Hobsbawm, Eric: Historia del Siglo XX; Londres, Michael Joseph Ltd. , 1994, primera edición para la Argentina septiembre de 1998
Lowe Norman, Guía Ilustrada de la Historia Moderna, Londres, Colección EFE, 1997 (segunda reimpresión)
Sharp Alan, The Versailles Settlement: Peacemaking in Paris, 1919, Nueva York, St. Mrtin´s Press, 1991
Un Nuevo Orden Mundial, Referencia en La Historia y sus Protagonistas de Ediciones Dolmen, S.L.
Autor:
Andres Perez-Cuesta
19 años, Universidad de San Andrés
[1] Hobsbawm, Eric: Historia del Siglo XX; Londres, Michael Joseph Ltd. , 1994, primera edici?n para la Argentina septiembre de 1998, p?g. 37
[2] Culpkin Chrystopher: Making History
[3] Ibidem
[4] (desde el principio de los t?rminos) Referencia de Un Nuevo Orden Mundial, en La Historia y sus Protagonistas de Ediciones Dolmen, S.L.
[5] Henig Ruth, Versailles and after 1919-1933, Londres, Routledge, 1984 (primera edici?n), p?g. 45
[6] Lowe, Norman: Gu?a Ilustrada de la Historia Moderna; Londres, Colecci?n EFE, 1997 (segunda reimpresi?n), cap. II.8
[7] Hobsbawm, Eric: Historia del Siglo XX; Londres, Michael Joseph Ltd. , 1994, primera edici?n para la Argentina septiembre de 1998, p?g. 41
[8] Sharp Alan, The Versailles Settlement: Peacemaking in Paris, 1919, Nueva York, St. Mrtin?s Press, 1991, p?g.189
[9] Lowe Norman, Gu?a Ilustrada de la Historia Moderna, Londres, Colecci?n EFE, 1997 (segunda reimpresi?n), cap. II.8
[10] Ib?dem, cap.II.7
[11] Hobsbawm, Eric: Historia del Siglo XX; Londres, Michael Joseph Ltd. , 1994, primera edici?n para la Argentina septiembre de 1998, p?g. 42
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