Sabe distinguir lo bueno de lo malo en el sentido de las normas sociales por lo que se le puede culpar de sus actos.
Por otro lado, el perverso del tipo sociópata suele ser el asesino que para lograr su cometido no duda en actuar en grupo aunque puede también actuar solitario. Su sociopatía se refiere a su desadaptación y al desafío a las normas y leyes sociales existentes (anomia). Este tipo de asesino tiene un yo pero no tan fuerte e inteligente como el anterior. Posee un superyó que le permite experimentar sentimientos de culpa que calla con agresión e ingesta de sustancias como alcohol y drogas. Su ello no es contenido y racionaliza sus actos tomándolos como venganza de lo que le hicieron sus víctimas en algún momento de su vida. Este es el tipo perverso explicado por la psicología desde el punto de vista de los factores ambientales familiares antes que por un desequilibrio neurológico.
Con esta estructura, sus métodos suelen ser menos sofisticados para matar a la víctima y por lo tanto actúa de manera impulsiva y descontrolada. Se involucra en peleas callejeras, utiliza cualquier tipo de arma, se asocia en pandillas y sus víctimas no se ajustan a un patrón específico. La víctima puede ser cualquier individuo al que considera su enemigo por constituir un obstáculo para su afán de poder.
De acuerdo con su estructura perversa, se trata de un individuo mentiroso, embaucador, timador, irritable, desafiante, altamente sensible a la crítica, egocéntrico, narcisista, megalómano, que ante cualquier obstáculo insuperable recurre sin grandes sentimientos de culpa al asesinato.
El asesino perverso sociópata es una persona que puede evaluar la realidad. Sabe lo que es bueno y lo que es malo por lo que puede ser encontrado responsable y culpable de sus actos.
Un individuo con una estructura psicótica en realidad suele pasar por una persona normal con la diferencia de que cuando se encuentra en una situación estresante puede tener un brote psicótico experimentando delirios y alucinaciones, con la consecuente pérdida del juicio correcto de la realidad. El superyó moralista de apariencia fuerte e inflexible se quiebra ante la fuerte embestida de los impulsos agresivos del ello. Su yo parece desaparecer y cegarse para dar paso a los impulsos destructivos por lo que pierde el juicio correcto de la realidad y no darse cuenta de la magnitud de sus actos en el momento de cometer el asesinato.
a. Asesino en masa
Este tipo de asesino dispara sus armas a una masa de gente sin discriminar a sus víctimas lo cual indica su nivel de obnubilación e impulsividad de su acto. Se trata del llamado asesino en masa. Las alucinaciones experimentadas pueden conducirlo a interpretar como peligro para su vida a las personas circundantes y por ello lastimarlas. Puede tener una explosión de ira cegada y disparar contra el que se le ponga enfrente en ese momento. Generalmente, después del brote psicótico momentáneo se da cuenta de sus actos y suele suicidarse o instalarse permanentemente en un estado psicótico por la culpa experimentada al evaluar en retrospectiva la magnitud de sus actos.
La locura o psicosis generalmente se desencadena en situaciones que le impiden tolerar el estrés y la angustia como en embotellamientos, lugares cerrados, estadios, escuelas, etc. Otra característica es que suele haber sido víctima de estrés postraumático por exposiciones prolongadas a situaciones angustiantes como es el caso de los veteranos de guerra, paramédicos o policías.
b. Asesino de excursión
A veces los delirios que acompañan al brote psicótico, provocados por exceso de angustia o también por daño neurológico, persisten por un periodo más prolongado. Las voces que escucha le indican lo que tiene que hacer y entre eso puede estar el matar a alguien. Puede cometer un asesinato pero no volver inmediatamente a su estado normal de lucidez, seguir su tren de asesinatos en algunas horas y repetirlo por varios episodios hasta que es atrapado o aniquilado. Se trata del spree killer o asesino de excursión. Parece que va poseído o borracho disparando sin ton ni son, ya sea que vaya viajando o se instale como francotirador desde un lugar fijo. Tanto los asesinos de excursión como los asesinos en masa pierden el juicio de la realidad por lo que en vez de terminar en la cárcel, si es que sobreviven, podrían ser candidatos a la reclusión en una institución psiquiátrica.
c. Asesino fanático-religioso
Una variante del asesino de excursión es el asesino fanático-religioso. Su argumento defensivo es que ha sido poseído por algún ser divino y ha sido instruido para cumplir una misión. Entre las misiones dictadas por su delirio están el asesinar a alguien como un acto de limpieza para eliminar el mal del mundo. Sin embargo, este asesino, cuyo equilibrio psíquico se altera y su contacto con la realidad se pierde, aparenta normalidad y es encarcelado por parecer conocer el alcance de sus actos. Su argumento de que sólo fue manipulado no es suficiente para evitar la responsabilidad de sus acciones. Pero hay que tener claro que en realidad no puede distinguir efectivamente entre lo bueno y lo malo de sus actos aunque es difícil, debido a la lógica interna de sus delirios, detectar su pérdida del contacto con la realidad. Es decir, sus delirios son tan lógicos que las personas normales llegan a creer en su lógica y en su inocencia.
Este tipo de asesinos no experimenta sentimientos de culpa pues no es él, según su delirio, quien ha cometido los actos ya que sólo ha sido el "elegido" para cumplir una misión. En realidad se trata de un individuo instalado en el trastorno psicótico con apariencia normal. A menudo, después de verse acorralado también recurre al suicidio y a veces al homicidio de sus seguidores, ya sea que los asesine el mismo o los induzca al suicidio.
Existen varios tipos de asesinos: neuróticos, perversos y psicóticos. Los perversos pueden ser psicópatas o sociópatas. Los psicóticos se clasifican en asesinos en masa, de excursión y fanáticos.
Los asesinos neuróticos son lo típicos asesinos pasionales, tienen sentimientos de culpa, juicio de realidad mantenido y por lo tanto podrían considerarse responsables de sus actos ante la ley.
Los perversos psicópatas son los asesinos seriales metódicos, solitarios, sin empatía y sin sentimientos de culpa, pero posibles culpables por sus actos ya que distinguen entre lo permitido y lo prohibido.
Los perversos sociópatas son los asesinos de pandilla que orientan sus acciones a la obtención de dinero y poder, tienen poco sentimiento de culpa, son provocadores y timadores y saben perfectamente que sus actos son ilegales por lo que pueden ser encontrados culpables ante la ley.
Los asesinos en masa (mass murderers) y los asesinos de excursión (spree killers) cometen sus actos durante un brote psicótico esporádico. Luego del retorno a su estado lúcido experimentan grandes sentimientos de culpa por lo que muy a menudo cometen suicidio o se instalan en un trastorno psicótico permanente. Su falta de contacto de realidad durante el acto puede eximirlos de la culpabilidad ante la ley por lo que generalmente son recluidos en una institución psiquiátrica si es que sobreviven a su intento de suicidio, o a las fuerzas del orden que intentan detenerlos rápidamente y a toda costa antes de que sigan con su tren de asesinatos.
Los fanáticos-religiosos son asesinos psicóticos que durante un episodio de delirio pueden ser instruidos a cometer asesinatos por las voces de sus alucinaciones. En realidad no evalúan correctamente la realidad por lo que también pueden terminar en una institución psiquiátrica si no es que antes cometen suicidio.
Con esta clasificación de los criminales asesinos se puede llegar a una mejor comprensión de la naturaleza de sus actos y a una mejor decisión en cuanto a la determinación de su nivel de responsabilidad. Por supuesto que cada caso es específico y particular, pero esta clasificación puede ayudar a orientar la investigación, el diagnóstico y a determinar la pena específica.
Autor:
Julio Cabrales Nevarez
Psicólogo
DURANGO, DGO. MEXICO NOVIEMBRE 2009
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