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Perfil psicológico del asesino


Partes: 1, 2

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Neurótico
  4. Perverso psicópata
  5. Perverso sociópata
  6. Psicótico
  7. Conclusiones

Resumen

En este trabajo explico y propongo una clasificación de los perfiles psicológicos del asesino con el objeto de determinar el nivel de responsabilidad legal de sus actos para lo cual describo básicamente su nivel de juicio de realidad, es decir, su capacidad de distinguir entre los actos buenos y malos o permitidos o no permitidos, además de los procesos psíquicos que los acompañan.

Introducción

El asesino, como cualquier otra persona, posee una estructura psíquica específica. No hay una estructura cuya característica diferencial sea la tendencia al asesinato. En realidad, en todas se puede presentar el fenómeno. En este sentido, hay asesinos neuróticos, psicóticos o perversos, y cada uno presenta una forma característica de cometer un asesinato. Bajo este punto de vista cualquier persona podría en determinado momento encontrarse en situación de cometer un asesinato. Asimismo, cualquier persona predispuesta al asesinato por su estructura psíquica o genética puede nunca llegar a hacerlo si no se le presentan las circunstancias propicias.

1. Neurótico

Este es el asesino esporádico ordinario que jamás pensó que algún día sería orillado a tal situación pues su superyó (conciencia moral) simplemente le tiene prohibido matar. Además, está consciente de que hacerlo le traería consecuencias psicológicas y legales no muy placenteras, es decir, goza de un buen juicio de realidad, sabe perfectamente diferenciar entre lo bueno y lo malo. Sin embargo, no sabe que su ello (sus instintos agresivos) sólo está siendo contenidos por un débil yo en situaciones normales ordinarias.

La situación propicia para que cometa un asesinato es una donde su equilibrio psíquico ha sido puesto a prueba. Puede matar por celos, por provocación, en defensa propia, por accidente, por la ingesta de una sustancia, o por cualquier situación debilitante angustiante y estresante para su ya de por sí debilitado, angustiado y estresado yo que no puede contener al ello.

Se trata de asesinatos de los llamados crímenes pasionales que en realidad se pueden presentar en cualquier persona común y corriente dadas las condiciones mencionadas. Por su juicio de realidad mantenido se le encuentra indudablemente culpable de sus actos y sólo actúan en su favor las circunstancias específicas de la situación que legalmente lo podrían eximir de la responsabilidad.

2. Perverso psicópata

Este es el típico asesino serial que comete por lo menos tres asesinatos para identificarlo como tal, que cuando es arrestado antes, suele clasificarse entre los asesinos corrientes, es decir, aunque cumpla el perfil psicológico del asesino en serie, un solo asesinato lógicamente no lo colocaría en tal categoría.

Su estructura psíquica goza de un yo que le permite controlar la situación, planear sus actos, diferir el placer, burlar a la víctima y no mostrar sentimientos de arrepentimiento. Aparentemente es fuerte que puede controlar por lo menos temporalmente sus instintos pero es permisivo cuando le exigen placer por lo que su fortaleza puede ser cuestionada. No tiene un superyó que regule moralmente sus actos por lo que su ello, aliado a un yo permisivo, es el rey de su estructura psíquica. En suma, se presta conscientemente al placer sanguinario pero sabe que está violando las leyes por lo que actúa de la manera más cautelosa evitando la impulsividad.

El asesino serial se caracteriza por lo estereotipado de sus asesinatos. En primer lugar, utiliza un arma fetiche como un palo, un hacha, un lazo, o algún otro objeto para asesinar a sus víctimas. En segundo lugar, puede utilizar un método específico: estrangulamiento, ahogamiento, calcinación, etc. aunque algunos autores no creen que asesinarla sea su fin último sino que en el proceso de sentir placer viendo a su víctima sufrir, se les pasa la mano y la matan. Y en tercer lugar, su víctima cumple con cierta característica que nos permite predecir quién pudiera ser su siguiente víctima. Su patrón de asesinato puede por ejemplo orientarse a prostitutas, homosexuales, jóvenes bonitas, inmigrantes, blancos, negros, etc.

Todas estas características, además del tiempo en que ocurren los asesinatos, permiten clasificarlo como serial, tal como los productos de una fábrica ensambladora, todos iguales y uniformes; y por la entramada psíquica reflejada en le simbolismo de sus armas, métodos y víctimas, se puede considerar como un individuo enfermo que cursa con trastornos mentales (psicopatía). Algunos autores suponen la presencia de un daño neurológico que afecta las áreas que albergan las funciones de las normas sociales, aunque explicar la etiología del trastorno no es el objetivo de este trabajo.

Entre lo que lo caracteriza al psicópata está la falta de sentimientos de culpa lo cual le impide sentir empatía hacia el otro como humano. Suele cosificar a su víctima, es decir, verla como un objeto inerte e inanimado que no le despierta ninguna sensación de remordimiento. Suele actuar solitario, en secreto, de manera metódica e inteligente, con un plan preconcebido, y aparentar una vida normal por lo que es el asesino más peligroso de todos. Es un verdadero maestro en el arte de la guerra.

Partes: 1, 2
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