- Personajes
- Capítulo iº
- Capítulo IIº
- Capítulo IIIº
- Capítulo IVº
- Capítulo Vº
- Capítulo VIº
- Capítulo VIIº
- Capítulo VIIIº
- Capítulo IXº
- Capítulo Xº
- Capítulo XIº
- Capítulo XIIº
- Capítulo XIIIº
- Capítulo XIV
- Capítulo XVº
- Capítulo XVIº
- Capítulo XVIIº
- Capítulo XVIIIº
- Capítulo XIXº
- Capítulo XXº
- Capítulo XXIº
- Capítulo XXIIº
- Capítulo XXIIIº
- Capítulo XXIVº
- Capítulo XXVº
- Capítulo XXVIº
- Capítulo XXVIIº
- Capítulo XXVIIIº
- Capítulo XXIXº
- Capítulo XXXº
- Capítulo XXXIº
- Capítulo XXXIIº
- Capítulo XXXIIIº
- Capítulo XXXIVº
- Capítulo XXXVº
NOVELA DE TRAMA POLÍTICO-POLICIAL y ENSAYO.
Personajes
Jeff O´Maley Capitán de la policía metropolitana de NY
Chandler Okefe Sargento.
Joseph Cartucci Detective metropolitano.
Danny Johnson Detective metropolitano
Johannes Mastrangelo Agente del F.B.I.
OLEG TIMOROV Personaje
Tony Soler Barman del Nevada Smiths.
KUTNESOV DIMITRI Personaje
VITALE DROZD Personaje.
SERAMOV IGOR (ILIA) Personaje.
Chitón Piloto cubano.
Cora Colaboradora islamiist
Capítulo iº
La sirena del la unidad 25 de la policía metropolitana, chillaba escandalosamente mientras pretendía abrirse paso a través el denso tráfico del lluvioso mediodía neoyorkino. La unidad 25 había sido advertida desde la central, de un disparo habido en la calle 3ª., entre la 12ª la 13ª.
El detective Cartucci saltó el primero del automóvil, a la vez que su compañero estacionaba de modo que no se interrumpiera el tráfico de la ajetreada calle.
Un nutrido corro de gente se apelotonaba alrededor de un cuerpo que yacía en el suelo boca abajo. Los paraguas de los transeúntes agolpados alrededor del cuerpo formaban una especie de iglú negro.
– Apártense, por favor, policía metropolitana, dejen paso –casi gritaba el detective Johnson. Dos policías patrulleros del barrio se acercaron para prestarles ayuda.
– Somos los policías Henry y Briggs, detective, ¿podemos ayudarles en algo?
– Oh sí, por favor, mantengan a la gente lo más alejada posible del lugar donde se halla el cuerpo-. llegó al mismo tiempo el personal de la policía científica, para notar los posibles rastros o huellas, acompañados del Juez de distrito, el forense y el fotógrafo del departamento policial.
Cartucci se agachó para examinar al hombre que yacía en el suelo, junto a un charco de lluvia tintado de rojo por la sangre que todavía manaba del cuerpo del individuo. Jonson y Cartucci se enfundaron unos guantes de látex para evitar borrar alguna huella.
– Johnson -dijo Cartucci- el cadáver tiene un disparo de arma de fuego en la nuca, diría que se efectuó a quema ropa, junto al orificio de entrada del proyectil se aprecia como si estuviera chamuscado su alrededor.
– Revisa todos sus bolsillos.
– Uno de sus zapatos tiene una de sus suelas que está más desgastada que la otra, posiblemente sufriera algún tipo de impedimento físico en alguna de sus articulaciones y caminara de un modo desigual.
El cadáver pertenecía al de un varón del tipo denominado caucásico, pelo negro ondulado, la piel de tono ligeramente tostado, llevaba barba de algunos días, mediría alrededor de 1,80 de estatura, poseía una nariz ligeramente aguileña, la frente algo hundida , cejas sumamente pobladas, debía tener unos treinta y cinco años de edad, y era de aspecto atlético. Sus manos aparentaban haber sido utilizadas frecuentemente ejercitando acciones de fuerza. Vestía un traje marrón de muy poca calidad y bastante arrugado, ambas rodillas del pantalón estaban abombadas, lo que significaba haber estado con mucha frecuencia sentado o en posición de cuclillas y, una camisa, que algún día habría sido blanca, no llevaba corbata.
Los bolsillos no contenían nada en absoluto, estaban totalmente vacíos. Sus ropas también estaban exentas de cualquier tipo de etiqueta que permitiera iniciar unas pesquisas. Una de sus manos estaba fuertemente cerrada, como si contuviera algo en su interior.
Los fotógrafos, los científicos, el forense y el juez hicieron su trabajo.
– Doctor-,llamó Cartucci, – ¿cuándo podremos disponer de los resultados de la autopsia?.
– Casi me atrevería asegurarle para mañana por la tarde -respondió el forense.
– Lleve usted mucho cuidado con su mano izquierda, hay en ella algo que quizás pueda darnos alguna pista, no me ha sido posible abrírsela para ver su contenido.
– Lo tendré en cuenta, detective -dijo éste.
Los policías patrulleros habían efectuado algunos interrogatorios a transeúntes y residentes de la zona, nadie les había contado nada que mereciera reflejar en el informe, la gente evitaba complicarse la vida colaborando con la policía.
Una ambulancia municipal se llevó el cadáver a la morgue. La normalidad regresó de nuevo a aquella zona de la 3ª, mientras arreciaba la fina lluvia.
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