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Ciencia, racismo y colonización en la academia moderna


Partes: 1, 2

  1. Cuestiones de cambio paradigmático
  2. Paradigma, cambio y no cambio en la UMSS
  3. Los paradigmas y el cambio
  4. Lo normal y lo anormal en la UMSS
  5. Bibliografía

Caso: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba

Cuestiones de cambio paradigmático

El concepto de paradigma viene del griego paradiegma, que literalmente significa "ejemplo de norma". En los hechos significa arquetipo, modelo o modelo referencial para el pensamiento o la acción. Según el diccionario de ciencias sociales, los paradigmas son aquellos principios que asocian o disocian las nociones fundamentales que rigen y controlan todo el discurso teórico que transforma la realidad . Según Tomas Khun, uno de los últimos epistemólogos, define al paradigma como patrón o modelo compartido entre los científicos de un área del conocimiento.

Sin embargo, "un paradigma es como una teoría, pero un tanto diferente una teoría. Una teoría es una idea que se establece para explicar cómo actúa algo, como la teoría de la evolución de Darwin hay que ponerla a prueba, demostrarla o refutarla, apoyarla o cuestionarla por experimento o reflexión. El paradigma, por otra parte, es un conjunto de supuestos implícitos que no se someten a evaluación, de hecho, esencialmente son inconscientes. Son parte de nuestro modus operandi, como individuos, como científicos o como sociedad" (Arntz, 24:2006)

Michel Foucault, (1926-1984), critico de la sociedad occidental, también ha realizado trabajos sobre la temática del conocimiento y, cabe remarcar que, su trabajo ha influido notablemente en la reflexión de las ciencias sociales y humanas de occidente. En uno de sus trabajos publicado en 1966, "las palabras y las cosas", comienza afirmando que en cada periodo histórico se dan condiciones para fundamentar determinadas verdades, que integran discursos científicos, doctrinas, sistemas de creencias y concepciones que se ajustan a una determinada forma de pensar la realidad; es decir a un paradigma.

La discontinuidad —el hecho de que en unos cuantos años quizá una cultura deje de pensar como lo había hecho hasta entonces y se ponga a pensar en otra cosa y de manera diferente— se abre sin duda sobre una erosión del exterior, sobre este espacio que, para el pensamiento, está del otro lado, pero sobre el cual no ha dejado de pensar desde su origen (Foucault, 1968:57).

Según él, los criterios de verdad responden a convencionalismos sociales, que definen no sólo el qué se debe conocer, sino también el con qué se debe conocer y el cómo se debe conocer. "el orden puede ser a la vez necesario y natural (con relación al pensamiento) y arbitrario (con relación a las cosas)" (Foucault, 1968:61). Con relación al qué se debe conocer, en Bolivia, hasta antes de este último tiempo de reconocimiento de la sociedad plural y diversa, cada boliviano debería de conocer el concepto de Estado como un grupo de personas que comparten una historia, una religión, un territorio, una lengua y un sistema político-jurídico.

Ahora bien, este conocimiento no podría ser posible sin la vigencia de un paradigma, es decir, sin la vigencia de un con qué y, por eso, todo el conocimiento sobre lo que es el Estado estaba fundamentado por la "teoría científica" y la ideología de la época; por tanto, dogmas, doctrinas y conocimientos sostenían esta idea (o concepto) de Estado. Sin embargo, cada boliviano, no sólo estaba obligado a conocer esta verdad de Estado, sino a vivirlo y, para ello, el paradigma de esta verdad tenía que concretarse o materializarse en la propia vida de los bolivianos. Vale la pena indicar que, a este respecto, las instituciones (más tradicionales) del Estado se habían empeñado en custodiar la vigencia de este paradigma de Estado y hacer que la misma forme parte de la vida de todos los bolivianos; así, la escuela, los centros de formación e información, la iglesia, las instituciones políticas y judiciales; más que todo, la policía y el ejercito habrían configurado doctrinas, conocimientos y prácticas para materializar la concepción de Estado (como un grupo de personas que comparten una historia, una religión, un territorio, una lengua, y un sistema político-jurídico).

De hecho, esta verdad respondía a un convencionalismo social y se la debía conocer como una verdad única, cívica (patriótica) o absoluta. Es ese tiempo, el intento de debelar equívocos o contradicciones de este modelo de Estado era fuertemente censurado y, en más de las veces castigado; aunque, la custodia de este paradigma de Estado, de forma implícita, significó el resguardo de la hegemonía de los grupos de poder y, más que todo, la preservación de sus beneficios, intereses y satisfacciones.

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