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Efecto de la sequía en el rendimiento del cultivo del frijol

Enviado por Maylen García


  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Materiales y métodos
  4. Resultados y discusión
  5. Conclusiones
  6. Recomendaciones
  7. Referencias bibliográficas

Resumen

El experimento se desarrolló durante el período comprendido entre diciembre y marzo del 2011, en la CCS "Oscar Martínez Fonseca", Pueblo Nuevo, municipio Guisa, Provincia Granma con el objetivo de evaluar el crecimiento y desarrollo de dos variedades de frijol común, bajo dos condiciones de humedad del suelo, riego y sequía, empleando un diseño de bloque al azar. Los resultados demostraron que los indicadores evaluados tuvieron un mejor comportamiento en el tratamiento con riego para la variedad Velazco Largo, la cual se destacó también como tolerante a la sequía.

Palabras clave: Estrés por sequía, frijol, rendimiento.

SUMMARY

The experiment was developed during the period between December and march of 2011, in the CCS "Oscar Martínez Fonseca" of Pueblo Nuevo town, Guisa city with the objective of evaluating two varieties of common peas two conditions of humidity soil, with a lot of water and drought, it was designed using parcels divided, where the big parcels corresponded to the watering treatments and the small ones to the varieties. The results showed that the evaluated indicators had a major behaviour with watering condition to variety Velazco Largo, the same was tolerant to drought.

Key words: drought stress, bean, yield.

Introducción

La sequía conjuntamente con la salinidad de los suelos, constituye un grave problema que afecta el rendimiento de los cultivos y la sostenibilidad de la agricultura. Cerca del 10 % de la superficie del planeta está afectada por uno de estos estrés y muchas hectáreas de tierras constantemente son abandonadas a causa de los mismos (Royo et al., 2000; Frahm et al., 2004).

Un estrés severo de sequía induce numerosas irregularidades metabólicas en las plantas, tales como, disminución de la tasa de crecimiento, reducción en la capacidad de intercambio gaseoso, pérdida de turgencia y síntesis de algunos metabolitos secundarios. Estas alteraciones y su impacto en la morfología y fisiología de las plantas, van a depender del grado de tolerancia de los tejidos a la deshidratación, principalmente en las hojas (Ludlow, 1989).

Innumerables trabajos se han realizado desde décadas pasadas para desarrollar estrategias en el control del agua bajo sequía (Bray, 2000), en que los procesos fisiológicos y bioquímicos de las plantas responden al déficit hídrico, así como progresos se han obtenido en la interpretación de las relaciones hídricas entre las diferentes estructuras de las plantas y sus funciones (Valladares y Pearcy, 1997), la morfología del sistema radical y la tolerancia al estrés (Jackson et al., 2000; Maggio et al., 2001) lo cual es esencial para el entendimiento de la habilidad competitiva de las plantas para sobrevivir bajo diferentes ambientes.

El estrés por sequía, causado por la baja disponibilidad de agua en el suelo, modifica negativamente la productividad del frijol. Esta puede ser más o menos afectada dependiendo de la intensidad y duración de la escasez de agua, de la rapidez con la cual se alcance dicha intensidad y además de la etapa fenológica en que el efecto ocurra, así como el preacondicionamiento de la planta (Hsiao et al., 1983;).

En Cuba el frijol se encuentra distribuido en todo el territorio nacional y se encuentra, en diferente magnitud. En la mayoría de las zonas productoras de frijol, los rendimientos potenciales nunca son alcanzados, esto se debe a que esta leguminosa se cultiva principalmente en condiciones ambientales desfavorables, como son la escasa y errática precipitación pluvial durante la fase de crecimiento del cultivo.

En nuestro país según Sotolongo (2003), la sequía ha perjudicado cerca del 76 % de las áreas de cultivo. La provincia de Granma durante los últimos años ha estado sometida a intensos periodos de sequías, originados por los cambios experimentados en el régimen de las precipitaciones, presentándose irregularidades tanto en su distribución espacial como temporal, ocurriendo grandes déficit con relación a la media anual, con afectaciones más severas en el período denominado seco (que comprende todo el mes de diciembre hasta la primera decena de mayo), coincidiendo con el período donde se realizan las mayores siembras del frijol, situación esta que ha traído como consecuencia disminuciones en el rendimiento de las principales variedades que se cultivan en la provincia, de ahí la importancia de estudios referentes al comportamiento del mismo en relación al suministro de agua.

Algunos expertos aseguran que los períodos secos se repetirán con un aumento en intensidad y durabilidad, lo que traerá como consecuencia la disminución de los rendimientos de esta leguminosa. Por lo que se considera la búsqueda de variedades de frijol resistentes a la sequía, como una alternativa real e importante en la producción de este cultivo, en la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida ¨Oscar Martínez Fonseca¨, perteneciente a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, en la localidad de Pueblo Nuevo enmarcado en la pre-montaña del municipio Guisa.

Consciente de la importancia que tiene el asunto, el objetivo de este trabajo es evaluar el efecto que tiene la sequía en el crecimiento y desarrollo, así como en el rendimiento del frijol común (Phaseolus vulgaris L.) en condiciones de montaña.

Materiales y métodos

El experimento se llevó a cabo en áreas de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida ¨Oscar Martínez Fonseca¨, perteneciente a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, en la localidad de Pueblo Nuevo enmarcado en la pre-montaña del municipio Guisa, provincia, Granma, durante la campaña 2011 – 2012, sobre un suelo Fluvisol (Hernández et al., 1999).

Material de siembra y preparación del suelo.

Para la siembra se utilizaron semillas de dos variedades de frijol (Phaseolus Vulgaris L.) procedentes de la cosecha anterior y se efectuó en la segunda quincena de diciembre del año 2011, considerado óptimo para el cultivo. Durante todo el ciclo vegetativo el control de malezas se realizó de forma manual con azada, manteniendo el experimento libre de plantas indeseables durante su ejecución; se chequeó constantemente cada parcela para detectar incidencias de plagas y enfermedades, tomándose medidas para su eficaz control.

La preparación del suelo se realizó con tracción animal de la forma tradicional; las labores realizadas fueron: aradura, rastrillo, cruce, rastrillo y acanterado.

Diseño experimental.

Se utilizó un diseño de bloque al azar con cuatro réplicas y arreglo factorial 2×2, se sembraron 2 surcos de 2 metros de largo separados por 0.70 m, usando una densidad de 15 granos m-1. Para medir rendimiento en la cosecha se tomaron 10 plantas por tratamientos y réplicas de cada variedad. En el experimento se llevaron a cabo dos tratamientos, variedades de frijol bajo riego suplementario (T1) y variedades de frijol en secano (T2).

En el caso del ensayo con riego se aplicaron 9 riegos suplementarios considerando los requerimientos hídricos según las etapas de desarrollo del frijol. Se utilizaron aspersores Mar 90-Z con gasto de 0.5 L.s-1 con un marco de riego de 12 m x 12 m; lo que equivale a una entrega de 125 m3.ha-1 bruta de riego. La norma neta fue considerada teniendo en cuenta cada una de las etapas fenológicas de desarrollo en la planta de frijol común.

Para el estudio del comportamiento climático durante el período experimental del área donde se desarrolló la investigación, se tomaron los elementos climáticos y se registraron en la Estación de Investigaciones Agroforestales de Guisa, provincia Granma. Las datos de precipitaciones se tomaron en el pluviómetro de Los Horneros, municipio de Guisa perteneciente a la red de recursos hidráulico provincial.

Se evaluaron variables del crecimiento como la altura de la planta, diámetro del tallo, y número de hojas por planta; indicadores del crecimiento de las vainas como el número de vaina por planta, largo de la vaina, y ancho de la vaina; así como indicadores de la producción como el número de semillas por planta, número de semillas por vaina, el peso de las semillas por planta y el peso de 100 semillas.

Los datos se evaluaron mediante un análisis de varianza bifactorial para comparar si hubo diferencias significativas entre los tratamientos y el control, las comparaciones de medias se realizaron por la prueba de rangos múltiples de Duncan. Todos los datos se procesaron en el paquete Statistic V8 (StafSoft 2009).

Evaluación económica de los resultados

El análisis económico efectuado se realizó en base a la producción obtenida en t/ha, para cada uno de los tratamientos utilizados. Para el análisis económico se tuvieron en cuenta el valor del agua consumida, el costo de aplicación de la misma, así como, el costo de producción y valor de la producción de una tonelada de frijol, calculándose:

Valor de la producción: Vp= R x Vm ($.ha-1)

Beneficio neto: B = Vp- Cp ($.ha-1)

Valor de la producción: Vp ($.ha-1)

Costo de producción: Cp ($)

Resultados y discusión

A continuación son expuestos y discutidos los principales resultados obtenidos del experimento realizado, donde se estudió el efecto de diferentes niveles de humedad en el suelo sobre dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L) en la premontaña.

Variables climáticas

En la tabla 1 se registra el comportamiento climático de sitio experimental durante el desarrollo del cultivo. Se puede observar que no todos tuvieron la misma tendencia durante el mismo. Con las temperaturas (máxima, y mínimas) se observa un comportamiento variable, donde las temperaturas medias oscilaron entre 20 y 30o C, las temperaturas mínimas oscilaron entre 17 y 24o C y las máximas entre 27 y 33o C; temperaturas estas que propician un desarrollo normal del cultivo al estar entre los rangos permisibles, si se considera que el mismo crece bien entre temperaturas promedios de 15 a 27oC y se desarrolla a temperaturas óptimas entre 24 y 25oC (Socorro y Martín, 1989).

Tabla No.1. Comportamiento de los principales componentes del clima durante el experimento por decenas.

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Según Pardo (2010) el fríjol requiere de climas templados a fríos moderados con temperaturas de 16 ºC a 21 ºC y con buena disponibilidad de humedad durante el período vegetativo, de preferencia en las etapas criticas de floración y formación de grano, prosperando mejor en suelos de textura franco, franco arenoso a franco arcilloso y de mediana a buena fertilidad; sin embargo, las temperaturas óptimas para el desarrollo de leguminosas de grano fluctúan entre 18º C y 27º C. Por otro lado, ocurre similar con la humedad relativa, que sus valores oscilaron entre 45 y 74 %, valores muy similares a los recomendados, también permisible para el desarrollo del cultivo.

El otro elemento medido fue la precipitación con tendencia de disminuir a medida que transcurría el periodo vegetativo del cultivo, las mismas fueron muy escasas; cayeron en el período un total que se encontraban entre 17.2 y 210 mm, muy por debajo de las necesidades hídricas del cultivo, lo que evidencia la sequía que tuvieron que soportar las plantas. Los mayores volúmenes de precipitaciones cayeron desde la etapa de germinación hasta la prefloración, más tarde vuelve a llover en al etapa de llenado de las vainas con solo 17,2 mm de agua. Según Chaveco (2005) se puede considerar favorable una cantidad de lluvia entre los 255 mm y 385 mm mensuales, para obtener una buena cosecha, distribuidas en las diversas fases fenológicas del cultivo.

El 65% de los rendimientos obtenidos pueden explicarse por las condiciones climáticas que ocurren durante la campaña (agua disponible, y principalmente acumulada más que precipitada), teniendo en cuenta que las lluvias presiembra y las ocurridas durante el cultivo definen el potencial productivo. Varios autores (Rosales et al., 2000) son del criterio, que cuando los periodos de sequía inciden durante la etapa reproductiva, es común observar una importante disminución en los rendimientos y hasta la pérdida total de la producción.

En general, el cultivo del frijol tiene necesidades de agua bien definidas, que varían en función de si es época seca o lluviosa. Así, el frijol en periodos secos requiere entre 500 y 650 mm de agua disponible, mientras que la de época lluviosa necesitan algo menos, entre 350 y 550 mm. Es de destacar que el óptimo de agua disponible entre floración y madurez es de 180 mm. Por lo tanto, es claro que el cultivo requiere la mayor cantidad de agua antes de la floración.

Variables del crecimiento

Dinámica de crecimiento de la altura de las plantas de dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L.)

La Figura 1 muestra el efecto de los tratamientos aplicados sobre el crecimiento en altura del cultivo, además refleja la respuesta fisiológica de esta variable ante los tratamientos impuestos. Los resultados mostraron que hubo diferencias significativas entre variedades, obteniendo alturas máximas de 27 y 23 cm (Velazco Largo (V1) y N-L 58 (V2), respectivamente), siendo la variedad Velazco largo, la de mejor comportamiento, tanto con riego como en sequía.

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Figura 1. Dinámica de crecimiento de la altura de las plantas de dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L.) cultivadas en condiciones de sequía.

Por otro lado, comparando la altura de las plantas en la variedad NL-58, entre los tratamientos, se manifiestan diferencias significativas, con riego, las plantas alcanzaron mayor longitud (23 cm), mientras que sin riego solo alcanzaron en todo su ciclo vegetativo 18 cm, por lo que queda claro que las plantas que fueron cultivadas con riego, fueron más eficiente que las que lo hicieron en sequía.

Estos resultados están influenciados tanto por las condiciones de humedad del suelo, como las características de las variedades empleadas. La variedad Velazco Largo tiene un ciclo vegetativo corto (60 días), con respecto a la LN-58 que su ciclo vegetativo es de 75 días. Las mayores precipitaciones ocurrieron en los meses de diciembre a enero, donde transcurría en el período de crecimiento y desarrollo de ambas variedades, lo que facilitó un buen estado hídrico en la planta y un buen desarrollo fisiológico de la misma. También debemos tener en cuenta que durante el ciclo de desarrollo del cultivo, las temperaturas oscilaron entre 17 y 30 oC.

Un comportamiento similar fue reportado por Godoy y Huitron (1995) al observar diferencias significativas en cuanto a la altura de este cultivo, cultivadas a diferentes niveles de humedad del suelo.

Dinámica del diámetro del tallo de dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L.)

La Figura 2 muestra el efecto de los tratamientos sobre el diámetro del tallo en el cultivo, lo que demuestra que está influenciado por los tratamientos hídricos al cual fueron sometidas las plantas.

De forma general esta variable se ve afectada por la sequía, evidenciándose una correspondencia entre el nivel hídrico y el diámetro del tallo, resultando favorecidas aquellas plantas que recibieron suministro de agua, obteniendo mayor diámetro la variedad V1 (Velazco Largo) con 1,17 cm comparado con 1,1cm de diámetro en la variedad V2 (NL-58), sin dejar de resaltar la diferencia significativa que también presentó en el tratamiento sin riego la variedad V1 con un diámetro de 1,12 cm, con respecto a la variedad V2 (1,05).

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Figura 2. Comportamiento del diámetro del tallo en dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L.) cultivadas en condiciones de sequía.

a,b Letras diferentes difieren significativamente (p=0,05) según Duncan (StafSoft 2009).

Este comportamiento se debe entre otras cosas, a que el crecimiento en diámetro está dado necesariamente por la división celular que se ve afectado por la baja disponibilidad hídrica (Martín de Santa Olalla, 2005). En algunas especies, la expansión celular es tan sensible al déficit hídrico que el alargamiento del tallo y la expansión foliar pueden ser inhibidos por pequeños déficit hídrico diurnos que acontecen en la planta bien aprovisionadas de agua, en días de alta radiación incidente (Chavez et al., 2003).

Dinámica del número de hojas de dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L).

En la figura 3 se muestra el comportamiento de la superficie foliar del cultivo del frijol, que demuestra un aumento parcial en el número de hojas, conjuntamente con el aumento de la humedad del suelo.

Al hacer una valoración del comportamiento del número de hojas, se puede observar que esta variable estuvo relacionada gradualmente con disponibilidad de agua en el suelo, resultando mejor el tratamiento con riego, aunque con diferencias significativas entre las variedades, con 79.5 hojas promedio la variedad Velazco Largo (V1) y 74.5 hojas por plantas en la variedad NL-58 (V2).

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Figura 3. Comportamiento del número de hojas por plantas en dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L.) cultivadas en condiciones de sequía.

a b Letras diferentes difieren significativamente (p=0,05) según Duncan (StafSoft 2009).

Un déficit hídrico prolongado da origen a un menor número de hojas y a la reducción de su tamaño, este inhibe la expansión foliar y el alargamiento del tallo de los cultivos por medio de la reducción de la turgencia celular. Nuevamente la variedad Velazco largo muestra los mayores valores, en este caso con 79,5 y 75.7 números de hojas promedio por plantas, en los tratamientos con riego y sin riego, respectivamente.

Estudios detallados sobre las relaciones entre el agua disponible para las plantas y la superficie foliar, han demostrado que el déficit hídrico por sequía afecta el número de hojas, su crecimiento, su disposición en el espacio y su senescencia. La reducción de la superficie foliar motivada por el estrés hídrico, es una causa importante de la reducción de los rendimientos de los cultivos, al verse afectada la superficie fotosintetizadora (Bruce et al., 2002).

Hay que decir que las funciones fisiológicas no son afectadas de igual forma por la sequía; determinados procesos son más sensibles que otros. El efecto del estrés hídrico dependerá, claramente, de la intensidad de la sequía y de la época en que acontece dentro del ciclo agronómico de los cultivos. Desde el punto de vista agronómico, lo más importante es el efecto sobre la producción. En general sus efectos repercuten más en la producción obtenida en la parte aérea que en la zona subterránea (Santa Olalla y Valero, 1993).

Producción de vainas y sus componentes en el cultivo del frijol (Phaseolus vulgaris L) en condiciones de sequía.

Uno de los componentes de mayor importancia en el rendimiento del cultivo del frijol es el número de vainas por plantas. El comportamiento de este componente en las variedades estudiadas, así como la longitud promedio, el ancho y el peso de las vainas, aparecen en la tabla 2 para cada tratamiento. En cuanto al número de vainas por planta no hubo diferencias significativas entre los tratamientos, pero sí entre las variedades, resultando en esta ocasión la variedad NL-58 (V2) con mayor cantidad de vainas, tanto en el tratamiento con riego como en sequía.

En el tratamiento con riego en todos los indicadores estudiados, existen diferencias significativas entre las variedades, mostrando mayor cantidad de vainas por planta la variedad NL-58 (30.2 vainas). De igual manera, los otros componentes fueron superiores y diferentes significativamente con respecto a la variedad Velazco Largo.

Tabla 2. Producción de vainas y sus componentes en dos variedades del cultivo del frijol (Phaseolus vulgaris L) en condiciones de sequía.

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Medias con letras iguales no se diferencian significativamente para p< 0,05

Por otro lado, cuando las plantas padecieron de sequía todos los indicadores medidos se redujeron con relación a los resultados obtenidos en la condición de riego. Lógicamente la sequía tuvo efecto negativo tanto en el largo y ancho de las vainas como en el peso de las mismas. La variedad NL-58 fue la más efectiva en estas condiciones de estrés hídrico con respecto al número de vainas por planta, no siendo así en las variables evaluadas. Hay que destacar que la variedad Velazco largo a pesar de que presenta menos vainas por planta con respecto a la otra variedad, el peso de las semillas es mayor, ya que su tamaño es mucho mayor.

Santa Olalla y Valero (1993) señalan que la etapa reproductora del ciclo biológico de los cultivos es particularmente sensible al déficit de humedad. De forma general, se puede afirmar que un déficit moderado puede reducir la tasa de iniciación de los primordios florales; por consiguiente si la floración se ve afectada, se afectará la formación del fruto, el crecimiento de estos disminuirá con la disminución de agua disponible, formándose frutos raquíticos con menor grosor y tamaño.

Los valores obtenidos en el número de vainas por plantas y el peso de las vainas, en el tratamiento con riego se corresponden con la influencia de los niveles de humedad del suelo sobre el área foliar de la planta. Esta constituye la variable más importante en el comportamiento fisiológico de las mismas, ya que las hojas son los sitios primarios donde se realiza la fotosíntesis y finalmente determinan la productividad de la planta. Una vez iniciado el proceso de fructificación se realiza una movilización de metabolitos desde todas partes de la planta, principalmente desde hojas más viejas hacia la formación de los frutos (Santa Olalla, 2005).

Por otra parte, Bárzaga (2010) en el caso del número vainas en el frijol tuvo un incremento en el tratamiento de riego con respecto al de sequía, siendo así también para el peso de las vainas, como para el ancho y el largo de las mismas. Turner (1990) expresó que el desarrollo y crecimiento de los frutos es otro indicador de estrés hídrico, los factores de producción más afectados por un déficit hídrico son el número de frutos/planta y el tamaño de los frutos.

En leguminosas se ha demostrado que la producción de biomasa aérea es importante para obtener altos rendimientos de grano, pues parece estar asociada con el mejoramiento indirecto de la acumulación de materia seca en la semilla (Saxena et al., 1990).

Rendimiento de semillas y sus componentes en el cultivo del frijol (Phaseolus vulgaris L) en condiciones de sequía.

En la tabla 3 se muestran los resultados que se obtuvieron en el rendimiento de semillas y sus componentes.

Los resultados obtenidos en los componentes de la semilla en condiciones de riego fueron superiores que en condiciones de sequía, mostrando diferencias significativas excepto en el número de semillas por plantas, que para ambos tratamiento tuvo un comportamiento similar.

Tabla 3. Rendimiento de semillas y sus componentes en dos variedades del cultivo del frijol (Phaseolus vulgaris L) en condiciones de sequía.

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Medias con letras iguales no se diferencian significativamente para p< 0,05

Es notable la diferencia de los resultados entre las variedades, destacándose la variedad Velazco Largo (V1) que a pesar de que tiene menor cantidad de semillas por planta y por vainas, el peso tanto de las semillas como el de 100 semillas (0,30 g y 39.4 g, respectivamente) es superior con respecto a los valores en la variedad NL-58 (0,21 g y 20.08 g, respectivamente). De manera similar sucedió en los indicadores representados en el rendimiento de semillas en condiciones de sequía, donde el número de semilla por plantas y por vainas en la variedad Velazco Largo es menor, pero a la vez en esta variedad se obtuvieron resultados superiores en cuanto al peso de la semilla y el peso de 100 semilla (0.25 y 35.57g, respectivamente) comparados con la variedad NL-58 (0.20 y 20g).

Los resultados anteriores son similares a los obtenidos en leguminosas por otros investigadores, donde el ajuste en el número de días al inicio de la floración y a la madurez, además de permitir la sincronización con la disponibilidad de humedad y la temperatura favorable, favorece incrementos en el rendimiento (Singh, 1991). Santa Olalla y Valero (1993) al estudiar el efecto del estrés hídrico en algunas leguminosas entre ellas la soya, plantearon que el estrés hídrico tiene importantes consecuencias sobre muchos procesos vitales, los cuales, casi siempre negativos, y son graves cuando el marchitamiento es visible. Los efectos más visibles del estrés hídrico son las reducciones del tamaño de la planta, de la superficie foliar y las caídas del rendimiento cuantitativo.

Rendimiento del cultivo del frijol (Phaseolus vulgaris L) en condiciones de sequía.

El rendimiento es la integración de todos los factores que influyen en el crecimiento de un cultivo. En al figura 4 se observa que el mayor valor del rendimiento se obtuvo en condiciones de riego, con 1.5 t/ha.

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Figura 4. Comportamiento del rendimiento en dos variedades de frijol (Phaseolus vulgaris L) cultivadas en condiciones de sequía

a b Letras diferentes difieren significativamente (p=0,001) según Duncan (StafSoft 2009)

Los efectos de la sequía se tradujeron en una disminución significativa del rendimiento en las variedades; esto dado por sus propias características, las dos variedades manifestaron diferentes grados de afectaciones bajo condiciones de estrés hídrico, y fueron afectados sus potenciales de producción al ser expresados con relación a los valores que se alcanzaron con riego, siendo más drástico en la variedad NL-58 (V2) con 0.9t/ha.

La variedad Velazco Largo (V1) resultó tener mayores rendimientos en ambas condiciones de humedad del suelo, tanto en riego como en sequía (1.5 y 1.4 t/ha, respectivamente) superando estadísticamente a la variedad NL-58 (V2) con 1.1 y 0.9 t/ha, respectivamente. Rosales et al. (2000) citado por Chaveco, (2005) publicaron que el rendimiento en grano aumenta debido principalmente a las precipitaciones ocurridas durante las fases de floración y llenado de los granos, además de las temperaturas favorables al final del ciclo.

Estas diferencias significativas entre los rendimientos de los tratamientos, se deben a que el ensayo en secano sufrió una severa sequía en las principales etapas de su desarrollo, mientras que el ensayo con riego suplementario, teniendo en cuenta las lluvias caídas, alcanzó la cifra mayor de agua distribuidas regularmente en todas las etapas. Con respecto a esto, Chaveco (2005) expresó que el agua es otro elemento indispensable para el crecimiento de la planta, y en el frijol puede ser un factor limitante para la obtención de rendimientos altos y estables. Las necesidades de agua se pueden suplir con las lluvias o el riego.

Respecto a la susceptibilidad del frijol a sequía en sus etapas de desarrollo, se ha determinado por otros investigadores que la etapa reproductiva es la de mayor susceptibilidad, ya que se afecta en mayor proporción el rendimiento Nielsen y Nelson (1998) debido a que en esta etapa se da la máxima demanda por asimilatos (Acosta –Díaz, 2007), cuando el déficit hídrico ocurre en la etapa reproductiva tiene los efectos más adversos.

Estudios de distribución de biomasa en frijol, en condiciones de sequía, sugieren que las variedades tolerantes son más eficientes para distribuir fotoasimilados a la semilla durante el llenado de las vainas (Samper, 1984). Adicionalmente, se ha observado que en condiciones ambientales poco favorables, las variedades con mayor estabilidad en el rendimiento a través de años y localidades, modifican el número de días a inicio de floración y a madurez (Pajarito Ravelero et al., 1988; Acosta-Gallegos y White, 1995) para ajustarse a los patrones de disponibilidad de humedad y de temperatura observados durante el ciclo de cultivo.

Otros estudios han revelado pérdidas en el rendimiento de granos del frijol debido al déficit hídrico durante la etapa reproductiva (Acosta y Kohashi, 1989). Diferentes autores (Rosales, 2000; Terán y Singh, 2002), plantearon que cuando los periodos de sequía inciden principalmente durante la etapa reproductiva, es común observar una importante disminución del rendimiento y hasta la pérdida total de la producción.

Valoración económica de los resultados

En la tabla 4 se observa la valoración económica del cultivo del frijol en dos variedades en la cosecha, tratadas con riego y en condiciones de sequía. El mayor rendimiento obtenido fue en el tratamiento con riego en la variedad Velazco Largo (1.5 t/ha), el beneficio obtenido fue superior en condiciones de riego con $ 23 348.33 por hectárea, comparado con $ 20 774.82 por hectárea en condiciones de sequía. Estos resultados son mayores a los obtenidos en la variedad NL-58 donde se obtuvo $ 11 991.37 y $ 9 801.22, en riego y sequía, respectivamente.

Tabla 4. Valoración económica de los resultados.

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El mejor tratamiento resultó ser Velazco Largo bajo condiciones de riego con una ganancia de $ 22 844.02 por hectárea teniendo diferencia significativa con respecto a la variedad NL-58 con una ganancia de $ 12 302.02 por hectárea en las mismas condiciones de humedad. De igual manera esta variedad (Velazco Largo) es superior en condiciones de sequía con un beneficio de $ 21 305.02 por hectárea. Es de señalar que esta variedad obtuvo mayor ganancia con un menor costo por peso ($ 0.12) en comparación con la NL-58 ($ 0.21) en condiciones de humedad.

Conclusiones

Se arriban a las siguientes conclusiones:

  • 1. Las variables de crecimiento fueron afectadas por la sequía, obteniéndose mayor altura, mayor diámetro y mayor número de hojas con el tratamiento con riego.

  • 2. ara ambos tratamientos la variedad Velazco Largo mostró los mejores resultados, siendo superiores en condiciones de riego.

  • 3. Los efectos de la sequía se tradujeron en una disminución significativa del rendimiento en las variedades, lográndose los mayores beneficios económicos en ambas condiciones cuando se utiliza la variedad Velazco Largo, con valores de 22 844.02 pesos.ha-1 y 21 305.02 pesos.ha-1, en riego y secano respectivamente.

Recomendaciones

Instrumentar su aplicación en la producción de frijol en condiciones de sequía y utilizar en la producción en condiciones de premontaña la variedad Velazco Largo.

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Autor:

Mailén García Corría,

Alexander Espinosa Aguilar

Universidad de Granma. Filial Universitaria Municipal de Guisa.

General García. No. 153. Entre Céspedes y José Luz Carrazana. CP 88200. Guisa. Granma.