Los avances de las ciencias médicas en el siglo XX, que ha terminado recientemente, son reconocidos por todo el mundo. Estos avances, además de los propios de la medicina, se han apoyado en los procesos de la tecnología y las otras ciencias, Los resultados obtenidos son muy importantes, tanto en la promoción como en la prevención y en los diagnósticos, que se han hecho más rápidos y más fáciles en muchas ocasiones. Estos adelantos han llevado también al mejor conocimiento de las etiopatogenias, al desarrollo de nuevas terapéuticas, ya sean estas médicas o quirúrgicas, y al desarrollo de la rehabilitación. En síntesis, en todos los campos de la medicina se han producido grandes avances. Estas mejoras, sin embargo, se han visto ensombrecidas (sobretodo en los países capitalistas donde la medicina se ha convertido en un negocio), porque los médicos, apoyándose únicamente en los avances técnicos, han debilitado la relación médico-paciente, con pocos minutos frente al mismo. Se ha logrado la eficacia y eficiencia del sistema que a pesar de la crisis económica que desde principios de los años 90 del pasado siglo limitó el flujo de recursos hacia el sector, los indicadores de salud han continuado mejorando hasta la fecha sin que las limitaciones financieras cambiaran la política de protección sistemática a la salud de la población. Sin embargo, no hay satisfacción total con estos éxitos debido a que en el orden práctico y cotidiano aún existen deficiencias subjetivas que repercuten en forma negativa en una atención de la mejor calidad en los servicios de salud. Es cierto que hay una brecha entre los grandes logros de la salud pública cubana y la acción del personal profesional, técnico y auxiliar que labora en los servicios de salud. Resulta relativamente fácil identificar esas fallas, pero de eso se trata, de profundizar en sus causas, en fijar la magnitud de los problemas, en buscar las mejores soluciones, y sobre todo de hacer conscientes a todo el personal de la salud de cuáles son dichos problemas y cómo enfrentarlos. En esa excelencia no lograda en la atención médica se puede mencionar como negativos la pobre relación médico-paciente, la no aplicación del método clínico, la información inadecuada a pacientes y familiares, el uso exagerado de los complementarios, cometer indiscreciones, violaciones del respeto al pudor y violaciones de la educación formal y de la disciplina, con una pobre actitud crítica y autocrítica. Precisamente esas deficiencias subjetivas plantean un reto para la acción. La educación médica en la época actual se encuentra en continuas transformaciones de acuerdo con los cambios que a gran velocidad se producen en problemas concernientes a los conocimientos científicos, a las tecnologías de punta, a las políticas de salud, a la alteración del ecosistema y a los problemas que actúan en relación con la regulación de la vida y de la muerte. En la actualidad la educación médica no puede basarse solamente en la transmisión de información, el centro de la enseñanza cambia de contenidos a procesos, con la adquisición de actitudes científicas. En esta época se hace innegable que no se puede confiar en una preparación básica suficiente en los estudios de pregrado que garantice la competencia profesional para toda la vida. Cada vez más el límite entre los estudios de pregrado y posgrado tiende a ser más impreciso, razón por la cual el médico deberá estudiar, actualizar y perfeccionar conocimientos y destrezas, así como el repaso constante de los preceptos éticos y bioéticos en cada acción diaria, de manera continuada y permanente aprovechando, como es obvio, el desarrollo actual de las telecomunicaciones y la informática. Lo más importante y destacable de esta enseñanza está en su contribución a lograr el objetivo de formar médicos y trabajadores de la salud con las transformaciones profundas que requiere una sociedad nueva con problemas económicos y dificultades de todo tipo, pero que aspira a la formación de un hombre nuevo con las exigencias del mundo actual. Es por ello que el cambio debe ser de esencia y no de forma a través del proceso docente-educativo acorde a la ideología imperante en Cuba. El enfoque de una medicina socialista con una concepción colectivista y bio-psicosocial determina un marco conceptual bien definido que orienta la formación profesional del equipo de salud. En este caso, se le atribuye un papel preponderante al educador, al formador de los recursos humanos de la salud que con su experiencia y sabiduría deben transmitir a las futuras generaciones la virtud del ejercicio de la medicina como un componente esencial del comportamiento profesional. Pero no se trata de transmitir algunos conocimientos, habilidades y actitudes solamente, sino lo que es más profundo lograr, un alto grado de concienciación en el médico y el equipo de salud. Para ello es imprescindible impregnarlos de los conceptos y enfoques correctos, mediante la actuación e imagen de los profesores, de la institución, de la organización de salud pública y de la sociedad en su conjunto enfrentar los dilemas, conflictos y violaciones del ejercicio profesional en relación con la práctica médica.
Es imprescindible y necesario que las nuevas generaciones de profesionales de la salud se formen de manera integral, teniendo como paradigma los principios de la ética y la bioética médica desde el inicio de la carrera, con el objetivo de lograr un producto final de calidad, un profesional altamente calificado, respetuoso de la ética médica que contribuya con su actuar a una medicina de excelencia.
1- Revista de las Ciencias Médicas y la Salud en Cienfuegos. Vol. 10, Nro. 1 2005. Universidad medica cubana y la Globalización. Dr. José E. Caballero González. Pág. 53.
2- Lapai, P…: "Medicina, crisis profesional o crisis humana", Gac. Med. México, 197: 115-171, 1979.
3- Guía de acción para la excelencia en la atención médica. Eugenio Selman-Housein Abdo.
4- Kathy P.J. y de la Escosura, G. " Panorama bioético en México", en: Boletín OPS Nros. 5 y 6 Mayo Junio, 1990. Vol. 108.
5- Llano Escobar, Alfonso. "El morir humano ha cambiado". Boletín OPS Nros. 5 y 6 Mayo Junio, 1990. Vol. 108.
6- Páez Armenteros, Jovita. "Calidad en la atención de enfermería", Conferencia
I Taller sobre Liderazgo y Enfermería. Pinar del Río, 1995.
7- Santiago Garrido, A. " Error e imprudencia médica. Consideraciones médico jurídicas." Tesis de Grado de Especialista, presentada al ISCM H, La Habana, 1991.
8- Serret Rodríguez, Bertha. "El médico ante la enfermedad mortal, el moribundo y su familia". ISCM Santiago de Cuba, Folleto. Sin fecha.
9- Desafíos bioéticos de la Medicina contemporánea. www.colegiomedico.cl/Portals/0/files/biblioteca/documentos/otros/Desafiobio.pdf –
10- Revista de las Ciencias Médicas y la Salud en Cienfuegos. Vol. 10, Nro. 1 2005. Universidad medica cubana y la Globalización. Dr. José E. Caballero González. Pag. 53.
11- Vela Valdés J; Integración de la Universidad Medica a la Organización de la Salud Publica. Ed. Med. Sup. 1994; 8(1-2): 3-13.
12- José Oubiña Rodríguez, María I González Martínez. Nuevos Enfoques Pedagógicos en el perfeccionamiento del personal de salud. Ed Med Sup 6(1): 17-24, enero-junio, 1992
Autor:
Dra. Belkys Verga Tirado.
Lic. Orlando Alvarez Quintana.
Dra. Ana Olivia Ramos Rodríguez.
Lic. Orlando Pérez Cejas.
Lic. Yordanka Moreno Obregón.
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