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Interpretación histórica de Apocalipsis cap. 12


Partes: 1, 2

  1. Introducción
  2. Comentario bíblico adventista
  3. Otros comentarios
  4. Conceptos básicos del texto
  5. Interpretando la historia
  6. Conclusiones
  7. Bibliografía

Introducción

Los capítulos del 12 al 14 son un preludio a la serie de las copas de la ira que aparecen en los capítulos 15-16. Parece haber un corte en el relato para orientarnos hacia personajes y contenidos cruciales.

Tal como ya hemos visto (al referir a Los apócrifos, p. 96), los escritos apocalípticos eran un tipo especial de literatura llena de extrañas imágenes y mensajes cifrados. Muchos de esos escritos se produjeron en los siglos I a.C. y I d.C. dentro de la tradición judía, en épocas en que el pueblo de Dios sufría por su fe y se preguntaba:

¿Por qué sufrían? ¿Por qué no era recompensada su fidelidad, como en parte la enseñanza del Antiguo Testamento inducía a esperar? ¿Por qué permitía Dios que prosperaran los poderes del mal?

La literatura apocalíptica seguía ciertas pautas reconocidas. Habitualmente decía ser una revelación hecha por medio de un ángel o ser celestial a algún gran personaje del pasado, tal como Enoc, Abraham, Moisés o Esdras, sea para conferir autoridad al mensaje o para mantener anónimo al autor, por su propia seguridad. Los apocalípticos no seguían la tradición del Antiguo Testamento, que reconoce que Dios actúa en este mundo. Creían que Dios había hecho dos mundos diferentes, este y el celestial. Ese mundo celestial era el que revelaba el autor mediante sus intérpretes angélicos. Los apocalípticos eran pesimistas sobre este mundo, que creían encaminado a la ruina. La enseñanza ética no venía al caso: lo que ellos querían era mostrar que Dios, a su tiempo, traería liberación a su pueblo. A veces esto se relacionaba con el Mesías divino que traería el reino de Dios.

Visiones, sueños y revelaciones, todos se ocupaban del mundo celestial. Estaban plagados de bestias extrañas y números simbólicos. Algunos de estos rasgos eran una especie de código para proteger autor y lector en tiempos peligrosos. Algunos escritos apocalípticos consisten en una nueva narración del pasado, puesta en forma de profecías procedentes de los labios del «autor» histórico. Estas profecías tendían a ser maravillosamente precisas y exactas al referirse al pasado, pero curiosamente vagas al enfocar el futuro.[1]

Leamos el cap. 12 con cuidado. ¿Cuáles son los tres escenarios del drama que aparecen en este capítulo? Según el v. 9, ¿qué otros nombres se dan al dragón? ¿Qué detalles de los vv. 4-5 nos ayudan a identificar al hijo varón?

En la historia, ¿de qué maneras trató Satanás de "devorar" al hijo varón? En el v. 12, ¿por qué se alegrarán algunos y se entristecerán otros? ¿Cuál es la medida de tiempo que indica que este capítulo habla de la última parte de la tribulación? ¿Por qué Satanás odia a la nación de Dios? ¿Por qué se enfurecerá aún más en la tribulación? ¿Qué hará Dios para ayudar a Israel en el tiempo futuro de persecución?[2] (Suponiendo que hablara de Israel)

Nuestro método historicista, único rechazado, por cierto, prácticamente en la teología apocalíptica, nos lleva a concluir que la "revelación" en general del libro y su interpretación forma parte de nuestra iglesia de una manera un tanto especial.

El libro es interpretado desde varias perspectivas y de muy diferentes formas, algo que nos lleva a una reflexión. ¿Quién está en lo cierto? ¿Se puede interpretar de muchas formas contradictorias el libro? Evidentemente no, entonces, ¿Dónde está la verdad?

En una primera lectura muy genérica, parece hablar de un conflicto, de alguien que quiere "devorar" al hijo de una mujer. La alusión a una serpiente nos hace recapitular hasta Génesis para entender mediante la lógica que pudiera estar hablando de un conflicto entre Satanás y Cristo. Pero no nos apresuremos, lo importante ahora es saber si podemos tener acceso a la comprensión de un libro que parece desordenado y fuera de la comprensión humana pero que profundizando, se pueden ver verdades muy análogas con la fe y con las demás escrituras, formando un todo muy conexo y compacto. Podemos decir en detrimento de la "profecía" apocalíptica que también Leonardo da Vinci, Newton, julio Verne, Nostradamus y otros también se adelantaron a los acontecimientos y también demostraron atrevimiento, ahora bien, ¿No se percibe la conexión con los 1500 años de formación canónica bíblica? Es decir, ¿acaso es lo mismo aventurarse a descubrimientos sueltos e inconexos con un mensaje redentor, que la Revelación de Jesucristo en el libro de apocalipsis?

Resulta interesante y muy motivador adentrarnos en el capítulo 12 de Apocalipsis y tratar de argumentar su interpretación histórica y lo trataremos de hacer con una premisa importante y quizá algo osada, pero que éste estudiante comparte:

"La ciencia sin religión es inaceptable, la religión sin ciencia es ciega"[3]

1 INTERPRETACIÓN DEL CAPÍTULO

Veamos primero el texto en diferentes versiones antes de poder analizarlo más detalladamente:

Comparación de versiones – Apocalipsis 12

LBLA

Biblia de las Américas

BSO

Biblia del Oso

RVR60

Reina Valera del 60

TLA

Traducción libre autorizada

15,8% diferencia

18,6% diferencia

57,2% diferencia

Ap 12.1 Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;

Ap 12.1 °?Apareció en el cielo una gran señal°?: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies °?y sobre su cabeza una corona de doce estrellas°?.

Ap 12.1 °?Apareció en el cielo una gran señal°?: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas°?.

Ap 12.1 °?Luego se vio en el cielo algo muy grande y misterioso: Apareció una mujer °?envuelta en el sol°?. Tenía la luna debajo de sus pies, y llevaba en la cabeza una corona °?con doce estrellas°?.

2 estaba encinta, y gritaba*, estando de parto y con dolores de alumbramiento.

2 °?Estaba encinta °?y gritaba °?con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

2 °?Y estando encinta, °?clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.

2 La mujer estaba °?embarazada y °?daba gritos de °?dolor, pues estaba a punto de °?tener a su hijo.

3 Entonces apareció otra señal en el cielo: he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas había siete diademas.

3 °?Otra señal también apareció °?en el cielo: °?un gran dragón °?escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, y °?en sus cabezas °?tenía siete diademas.

3 °?También apareció otra señal en el cielo: he aquí °?un gran dragón °?escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y °?en sus cabezas °?siete diademas°?;

3 °?De pronto se vio en el cielo algo también grande y misterioso: °?apareció un gran dragón rojo, que tenía siete cabezas°?, diez cuernos °?y °?una corona en cada cabeza.

4 Su cola arrastró* la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando ella diera a luz.

4 Su cola arrastró °?la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró °?frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo °?tan pronto como naciera.

4 °?y su cola °?arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró °?frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo °?tan pronto como naciese.

4 °?Ese dragon arrastró con la cola °?a la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó °?a la tierra°?; luego se °?detuvo frente a la mujer°?, para °?comerse a su hijo °?tan pronto como naciera.

5 Y ella dio a luz un hijo varón, que ha de regir a todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono.

5 °?Ella dio a luz un hijo varón, que °?va a regir a todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado °?para Dios y °?para su trono.

5 Y ella dio a luz un hijo varón, que °?regirá con vara de °?hierro a todas las naciones°?; y su hijo fue arrebatado °?para Dios y °?para su trono.

5 °?La mujer tuvo un hijo °?que °?gobernaría con gran poder a todos los países de °?este mundo. Pero le quitaron a °?su hijo °?y lo llevaron ante Dios y °?ante su trono.

6 Y la mujer huyó al desierto, donde tenía* un lugar preparado por Dios, para ser sustentada allí, por mil doscientos sesenta días.

6 °?La mujer huyó al desierto, donde tenía °?un lugar preparado por Dios °?para ser sustentada allí °?por mil doscientos sesenta días.

6 Y la mujer huyó al desierto, donde °?tiene lugar preparado por Dios, para °?que allí °?la sustenten por mil doscientos sesenta días.

6 °?La mujer huyó al desierto, donde °?Dios había preparado un lugar °?para °?que la cuidaran durante tres años y medio.

7 Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon,

7 Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles °?luchaban contra el dragón. °?Luchaban el dragón y sus ángeles°?,

7 °?Después hubo °?una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles °?luchaban contra el dragón°?; y luchaban el dragón y sus ángeles°?;

7 °?Después hubo °?una batalla en el cielo°?. Uno de los jefes de los ángeles, llamado Miguel°?, acompañado de su ejército, peleó contra el dragón. °?El dragón y sus ángeles lucharon,

8 pero no pudieron vencer, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

8 pero no °?prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

8 pero no °?prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

8 pero no pudieron vencer, °?y ya no se °?les permitió quedarse más tiempo en el cielo.

9 Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.

9 Y fue °?lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama °?Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero°?. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él.

9 Y fue °?lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama °?diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

9 °?Arrojaron del cielo al gran dragón, que es la serpiente antigua°?, es decir, el °?diablo, llamado Satanás, que se dedica a engañar a todo el °?mundo°?. Él y sus ángeles fueron °?lanzados a la tierra.

10 Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado.

10 °?Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: «Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los °?acusaba delante de nuestro Dios día y noche°?.

10 °?Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo°?; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los °?acusaba delante de nuestro Dios día y noche°?.

10 °?Entonces oí una °?fuerte voz °?que decía: °?«Nuestro Dios ha salvado a su pueblo; ha °?mostrado su poder, y es el °?único rey. Su Mesías gobierna sobre todo el °?mundo. »El diablo ha sido arrojado del cielo, pues día y °?noche, °?delante de nuestro Dios°?, °?acusaba a los nuestros.

11 Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.

11 Ellos lo °?han vencido por medio de la sangre del Cordero y °?de la palabra del testimonio de ellos, °?que menospreciaron sus vidas °?hasta °?la muerte.

11 °?Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y °?de la palabra del testimonio de ellos, y °?menospreciaron sus vidas °?hasta °?la muerte.

11 °?»La muerte del Cordero y °?el mensaje anunciado han sido su derrota. Los nuestros no °?tuvieron miedo, °?sino que se dispusieron a morir.

12 Por lo cual regocijaos, cielos y los que moráis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo.

12 Por lo cual °?alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran °?ira, sabiendo que tiene poco tiempo°?».

12 Por lo cual °?alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar°?! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran °?ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

12 °?»¡Que se alegren los cielos, °?y todos los que °?allí viven! Pero ¡qué mal les va a ir a los que viven en °?la tierra, y °?a los que habitan en el mar°?! »El diablo está muy enojado; ha bajado para combatirlos. ¡Bien sabe el diablo °?que °?le queda poco tiempo°?!»

13 Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.

13 Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.

13 °?Y cuando vio el dragón °?que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón.

13 Cuando el dragón °?se dio cuenta de que había sido °?lanzado a la tierra, °?empezó a perseguir a la mujer que había °?tenido a °?su hijo°?.

14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila a fin de que volara de la presencia de la serpiente al desierto, a su lugar, donde fue* sustentada por un tiempo, tiempos y medio tiempo.

14 °?Pero se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila °?para que volara de °?delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde °?es sustentada por un tiempo, tiempos y °?la mitad de un tiempo.

14 Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila°?, para que °?volase de °?delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde °?es sustentada por un tiempo, y tiempos, y °?la mitad de un tiempo.

14 °?Pero Dios le °?dio a la mujer °?dos grandes alas de °?águila °?para que °?escapara volando, lejos del dragón, °?hacia el lugar °?en el desierto donde °?la cuidarían durante tres años y medio°?.

15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para hacer que fuera arrastrada por la corriente.

15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para °?que fuera arrastrada por °?el río.

15 Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para °?que °?fuese arrastrada por °?el río.

15 °?El dragón arrojó mucha agua por la °?boca, °?y con el agua °?formó un río °?para °?que °?arrastrara a la °?mujer.

16 Pero la tierra ayudó a la mujer, y la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había arrojado de su boca.

16 Pero la tierra ayudó a la mujer, °?pues la tierra abrió su boca y se tragó el río que el dragón había °?echado de su boca.

16 Pero la tierra ayudó a la mujer, °?pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había °?echado de su boca.

16 Pero la tierra °?vino en su ayuda: abrió un hueco y, °?como si fuera su boca°?, se tragó toda el °?agua que el dragón había arrojado°?.

17 Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y salió para hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús.

17 Entonces el dragón se °?llenó de ira contra la mujer °?y °?se fue a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella, contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de °?Jesucristo.

17 Entonces el dragón se °?llenó de ira contra la mujer°?; y °?se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de °?Jesucristo.

17 Entonces el dragón se °?enojó mucho contra la mujer, y °?fue a pelear contra el resto de °?sus descendientes, es decir, contra los que °?obedecen los mandamientos de Dios y °?siguen confiando en el °?mensaje de Jesús.

El mensaje de éste capítulo debe entenderse desde un trasfondo de esperanza y de juicio.[4]El mal no tiene base racional, es inexplicable aunque podamos aproximarnos a una comprensión muy limitada pero válida. No se ha originado en la tierra, ya existía y estábamos en peligro, si bien claramente advertidos.

Siempre he sostenido que hecho de menos la asignatura de la hamartología, impropio que no exista en nuestro programa ya que me parece de absoluta necesidad entender el deformado y abusado concepto de "pecado". Veamos el Comentario Bíblico adventista hasta llegar a nuestro foco de atención, esto es el periodo de la mujer en el desierto de Apoc 12.6

Comentario bíblico adventista

"El capítulo nos lleva a la escena en la que la Iglesia de Dios se encuentra enfrentándose a los poderes del mal y su triunfo final sobre ellos.

En Apoc. 12 la mujer representa a la verdadera iglesia. Esta mujer, que está por dar a luz a Cristo (vers. 2, 4-5) y es perseguida después de la ascensión de Cristo (vers. 5, 13-17), representa a la iglesia tanto del AT como del NT. Cf. Hech. 7: 38.[5] ¿Por qué está vestida del Sol? Puede considerarse como una representación de la gloria de Dios. ¿Y en cuánto a la luna?

Este símbolo es interpretado por muchos comentadores como un símbolo del sistema de ritos y sombras de los tiempos del AT, los cuales fueron eclipsados por la revelación más plena que llegó por medio de Cristo. La ley ceremonial, que fue cumplida en la vida y la muerte de Cristo, bien podía ser representada por la luna, que brilla con luz que refleja del sol.

La corona denota victoria. Y en referencia a las 12 estrellas, los comentadores han aplicado en general este símbolo a los 12 patriarcas a los 12 apóstoles, o a ambos. Puesto que el énfasis principal del cap. 12 es sobre la iglesia del NT, sin duda debe referirse a los 12 apóstoles; pero el cuadro de las 12 tribus también continúa al mismo tiempo en la iglesia del NT

Se presenta a la iglesia en el tiempo en que estaba por nacer el Mesías. Algunos ven una referencia a Isa. 7: 14. En cuanto a la figura de una mujer en estado de gravidez, ver Isa. 26: 17; 66: 7-8. La descripción continúa con la identificación del mal, o de lo maligno.

Este símbolo o poder se identifica en el vers. 9 como "la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás". Este símbolo representa a Satanás actuando por medio de la Roma pagana, el poder que gobernaba el mundo cuando Jesús nació (ver com. vers. 4; cf. CS 491). El dragón se describe como de color "escarlata", probablemente porque en toda su relación con la iglesia de Dios aparece como perseguidor y destructor de ella. Su propósito ha sido el de destruir a los hijos del Altísimo.

También aparecen siete cabezas en la bestia que Juan vio surgir del mar (Apoc. 13: 1) y sobre la bestia bermeja (cap. 17: 3). Las cabezas del cap. 17: 9-10 se identifican como "siete montes" y "siete reyes". Es, pues, razonable concluir que las siete cabezas del dragón representan poderes políticos que han fomentado la causa del dragón, y por medio de los cuales este ha ejercido su poder perseguidor. Algunos sostienen que el número "siete" se usa aquí como un número que indica plenitud, y que no es necesario identificar precisamente a siete naciones por medio de las cuales haya obrado Satanás.

La bestia de los cap. 13 y 17 también tenía cada una diez cuernos. Algunos sostienen que los diez cuernos del dragón son idénticos a los de las dos bestias, y que los de la segunda bestia (Apoc. 17: 7) son idénticos a los diez cuernos de la cuarta bestia de Dan.7. Para identificar los diez cuernos de la cuarta bestia, ver com. Dan. 7: 1. Otros ven en los diez cuernos del dragón una designación más general de los poderes políticos menos importantes, por medio de los cuales ha obrado Satanás, en contraste con las siete cabezas, que pueden considerarse como una representación de los principales poderes políticos (ver com. "siete cabezas"). Sugieren que el número "diez" puede ser un número redondo, como sucede a menudo en otras partes de las Escrituras (ver com. Luc. 15: 8). Cf. com. Apoc. 17: 9-10. Las insignias de realeza sobre las cabezas pueden tomarse como una evidencia adicional de que representan reinos políticos.

La mención a la diadema es interesante porque ésta palabra se usaba para describir la insignia de realeza de los reyes persas, una cinta azul bordeada de blanco, que se usaba sobre el turbante. Después llegó a ser usada como señal de realeza. Diád'ma sólo aparece aquí y en cap. 13: 1 y 19: 12. Diád'ma , que contrasta con stéfanos , también se traduce "corona" en el NT (Mat. 27: 29; 1 Cor. 9: 25; 2 Tim. 4: 8; etc,) Stéfanos era una guirnalda que con frecuencia significaba el premio o trofeo que se daba a los vencedores (ver com. 1 Cor. 9:25). Aparece entonces un hecho peculiar:

Algunos creen que este acontecimiento se describe con mayores detalles en los vers. 7-9, y que "la tercera parte de las estrellas del cielo" representa una tercera parte de los ángeles celestiales que se unieron con Satanás en su rebelión y fueron expulsados del cielo (ver 1JT 312; 2JT 103). Otros interpretan que estas "estrellas" representan dirigentes judíos, de los cuales había tres clases principales: reyes, sacerdotes y el sanedrín. Interpretan que la tercera parte que fue arrojada en tierra es la realeza, la cual Roma quitó a Judá.

¿Qué quiere hacer ésta escenificación maligna? Una representación de los esfuerzos de Satanás para destruir al niño Jesús. Para apreciar cuán apropiado es este simbolismo, bastaría recordar el proceder de Herodes cuando oyó el mensaje de los magos (Mat. 2:16). Años más tarde la Roma pagana nuevamente se levantó contra el "Príncipe de los príncipes" (ver com. Dan. 8:25).

El relato prosigue con una clara alusión al Mesías. Una referencia a la ascensión de Jesucristo (Heb. 1:3; 10:12). Para cumplir mejor el propósito de esta profecía, el simbolismo pasa completamente por alto el relato de la vida, obra, sufrimiento, muerte y resurrección de Jesús. Sólo se menciona su ascensión.

¿Por qué aparece el desierto? "lugar deshabitado". Representa sin duda un lugar de retiro u oscuridad, una región o paraje en donde la iglesia estaría oculta, lejos de la mirada de los hombres. A este paraje se hace referencia en el vers. 14 como "su lugar". La idea que encierra este pasaje es que la protección y el asilo del desierto que halló la mujer fueron divinamente escogidos y preparados.

¿Cuida Dios éste periodo a pesar del sufrimiento? Dios cuida de los suyos. Aun cuando la iglesia es perseguida y condenada al exilio, el Señor la sostiene.

A continuación aparece un periodo objetivo y datado que ya habíamos visto antes. Éste es el punto más importante para nuestra pequeña investigación.

Este período de 1.260 días se menciona siete veces y en tres diferentes maneras en los libros de Daniel y Apocalipsis: 1.260 días (Apoc. 11: 3; 12: 6), 42 meses (Apoc. 11: 2; 13: 5) y 3 1/2 tiempos (Dan. 7: 25; 12:7; Apoc. 12: 14). Para el cálculo de este período, ver com. Dan. 7:25. Los adventistas creen que este período transcurrió desde 538 d. C. hasta 1798. Durante este período la mano de Dios cuidó de la iglesia, protegiéndola para que no fuera exterminada."

Juan presenta ahora brevemente la historia del gran conflicto que hubo en el cielo entre Satanás y Cristo, desde su origen hasta el momento en que Cristo triunfó en la cruz (Apoc. 12: 7-9 cf. Col. 2: 14-15), cuando Satanás fue arrojado definitivamente del cielo a la tierra (Apoc. 12: 10-12), y el desarrollo de ese conflicto en la tierra hasta el tiempo del fin (Apoc. 12: 13-16; ver com. Dan. 11: 35). Esta breve reseña queda como trasfondo de la extensa descripción del desarrollo del conflicto durante el tiempo del fin, por medio del cual esa lucha finalmente termina con éxito (Apoc. 12: 17 a 20: 15).

En el versículo 14 aparecen dos alas. El símbolo de alas de águila era familiar para el antiguo pueblo de Dios. Con esta figura se hace referencia a la liberación de los israelitas de manos del Faraón y sus huestes (Exo. 19: 4; Deut. 32: 11). Algunos ven en estas alas un símbolo del apresuramiento con que la iglesia se vio obligada a buscar refugio. Y ¿el elemento agua?

En Sal. 74: 13 y Eze. 29: 3 el dragón es identificado como un animal acuático, y tal vez por eso se usa la figura del agua como símbolo de destrucción. Satanás procuró destruir a la iglesia cristiana con la inundación de falsas doctrinas, además de la persecución. Algunos sostienen que "tierra" representa regiones donde había pocos habitantes, en contraste con "aguas" que a veces representa "pueblos", "naciones" y "lenguas" (cap. 17: 15). Destacan que en el tiempo de la Reforma había millones de personas en Europa y el Lejano Oriente, pero que el continente norteamericano estaba muy escasamente poblado, e indican que esta región es la "tierra" que proporcionó alivio a la iglesia perseguida en el Viejo Mundo. Puede incluirse también a los países protestantes de Europa occidental que dieron refugio a los perseguidos. Otros señalan la Reforma protestante como el factor principal para destruir el hechizo que ejercía la iglesia apóstata.[6]

Sin embargo, veamos otros puntos de vista.

Otros comentarios

En la tribulación, la nación de Israel saltará de nuevo al primer plano. Las profecías dadas a Israel en el Antiguo Testamento informaron que habría un tiempo de terrible aflicción y juicio antes de la segunda venida de Cristo para reinar (comp. Daniel 12:1-4; Mateo 24:3-31).[7]

La iglesia, representada por una mujer, la madre de los creyentes, fue vista en el cielo por el apóstol en una visión. Ella estaba vestida de sol, justificada, santificada y brillando por la unión con Cristo, el Sol de la Justicia. La luna estaba bajo sus pies; ella era superior a la luz reflejada y más débil que la revelación hecha por Moisés. Tenía en su cabeza una corona de doce estrellas; la doctrina del evangelio predicada por los doce apóstoles es una corona de gloria de todos los creyentes verdaderos. Estaba con dolor para dar a luz una santa familia; deseosa que la convicción de los pecadores pueda terminar en su conversión. El dragón es emblema conocido de Satanás, y de sus agentes principales, o de los que gobiernan por él en la tierra, como en esa época el imperio pagano de Roma, la ciudad edificada sobre siete colinas. Teniendo diez cuernos, dividida en diez reinos. Tener siete coronas representa siete formas de gobierno. Arrastraba con su cola a la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojaba a la tierra; perseguía y seducía a los ministros y maestros. Vigilando para aplastar la religión cristiana, pero, a pesar de la oposición de los enemigos, la iglesia sacó adelante a un grupo varonil de profesantes fieles y verdaderos en quienes Cristo fue verdaderamente formado de nuevo; el misterio de Cristo, el Hijo de Dios que gobernará las naciones y a cuya diestra sus miembros participan de la misma gloria. Esta bendita simiente fue protegida por Dios.[8]

Los intentos del dragón resultaron infructuosos contra la iglesia, y fatales para sus propios intereses. La sede de esta guerra era el cielo; en la iglesia de Cristo, el reino del cielo en la tierra. Las partes eran Cristo, el gran Ángel del pacto, y sus fieles seguidores; y Satanás y sus instrumentos. La fuerza de la iglesia está en tener al Señor Jesús como Capitán de la salvación de ellos. La idolatría pagana, que era la adoración de los demonios, fue echada del imperio por la difusión del cristianismo. La salvación y la fuerza de la iglesia sólo deben atribuirse al Rey y Cabeza de la iglesia. El enemigo vencido odia la presencia de Dios, pero está dispuesto a comparecer para acusar al pueblo de Dios. Cuidémonos para no darle causa de acusarnos; cuando hemos pecado, presentémonos ante el Señor, a condenarnos a nosotros mismos y encomendar nuestra causa a Cristo como nuestro Abogado. Los siervos de Dios vencen a Satanás por la sangre del Cordero, como su causa. Por la palabra de su testimonio: la predicación poderosa del evangelio es potente, por medio de Dios, para derribar fortalezas. Por su valor y paciencia en los sufrimientos: ellos no amaron tanto a sus vidas, pero las rindieron por la causa de Cristo. Estos eran los guerreros y las armas por las cuales el cristianismo derrocó el poder de la idolatría pagana; si los cristianos hubieran continuado peleando con estas armas, y con otras como estas, sus victorias hubieran sido más numerosas y gloriosas, y sus efectos, más duraderos. Los redimidos vencieron por su simple confianza en la sangre de Cristo, como la única base de sus esperanzas. En esto debemos ser como ellos. No debemos mezclar nada más con esto.[9]

La iglesia y todos sus amigos bien pueden ser convocados para alabar a Dios por liberar de la persecución pagana, aunque otras angustias les esperen. El desierto es un lugar desolado y lleno de serpientes y escorpiones, incómodo y sin provisiones, pero es lugar seguro donde uno puede estar solo. Pero estar así de retirada, no es algo que protegiera a la mujer. Muchos explican al torrente de agua como las invasiones de los bárbaros por los cuales fue derrotado el imperio occidental, porque los paganos animaron sus ataques esperando destruir al cristianismo. Pero los hombres impíos protegieron a la iglesia en medio de estos tumultos, debido a sus intereses mundanos, y la derrota del imperio no ayudó a la causa de la idolatría. O, esto puede significar un torrente de error por el cual la Iglesia de Dios estuvo en peligro de ser derribada y descarriada. El diablo, derrotado en sus intenciones contra la Iglesia, vuelve su furia contra personas y lugares. Ser fiel a Dios y Cristo, en doctrina, adoración y práctica, expone a la ira de Satanás y así será hasta que el último enemigo sea destruido.[10]

En esta serie de visiones, los distintos acontecimientos se representan simbólicamente. Estamos así en condiciones de ver la realidad espiritual y el significado de los acontecimientos en nuestra experiencia histórica, tales como el nacimiento del Mesías, junto con los constantes intentos de Satanás por destruirlo antes de que completara su obra redentora. También puede verse la exaltación de Cristo, seguida de la posterior persecución de su Iglesia. Saber que el Señor comparte su victoria con los creyentes, permitirá a su pueblo resistir pacientemente cualquier aflicción futura.[11]

La descripción de la mujer es bella y gloriosa y refleja el amor que Dios tiene para ella y la importancia que tiene en el plan de Dios. Al usar la palabra señal en los vv. 1 y 3, Juan indica que la mujer y el dragón son símbolos que tienen un significado especial. Puesto que Jesús nació de la virgen María, algunos creen que ella es la mujer de la visión. Sin embargo, los otros acontecimientos donde se menciona a la mujer en este capítulo no corresponden a la experiencia de María. La mujer huye al desierto durante 1,260 días. Esto sucede después de la ascensión de su hijo, y Satanás quiere destruirla junto con "el resto de la descendencia de ella" (vv. 6, 13-17). La mención de dos períodos de tres años y medio aclara que el pasaje enseña los sucesos de la tribulación futura.

Partes: 1, 2
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