Con los días Cristian comenzó a enamorarse tanto de angie que llego a quererla y amarla con todo su corazón. Por esta razón una tarde luminosa en la que las aves de los cielos componían bellos poemas con sus dulces susurros, Cristian abrazo fuertemente a su amada y se quedo en silencio. Ella con lagrimas en sus ojos suspiro y le dijo: Cristian me estas diciendo adiós, lo puedo sentir en mi ser, ¿Por qué? No puedo creer que después de tantas cosas que hemos vivido juntos me hagas esto, ¿Por qué? Y dándole dos golpes muy leves en el pecho se sentó en el césped y se puso a llorar amargamente.
El se agacho y cogiendo el rostro de su bello ángel le dijo: mírame, cuando ella lo miro con nostalgia, el la miro fijamente a los ojos y le expreso lo siguiente: corazón no se trata de otra mujer, mírame soy un pobre diablo, ¿que te puedo ofrecer? Mi carrera la estudie por amor y de ella voy a vivir, tu amas esta carrera pero no necesitas vivir de ella. No quiero que por amor vivas una vida indigna al lado mío. No deseo para ti la pobreza, no deseo que nuestros hijos el día de mañana sufran, a causa de que sus sueños se frustren, por falta de los medios económicos. Amor mío tu sabes que en este país viven cómodamente aquellos que tienen los medios de producción, los cuales compran siempre la fuerza de trabajo de los obreros. No deseo que veas a tus hijos en un futuro condenados a ser obreros, a pasar las necesidades y angustias por las que pasamos los pobres. Tú eres hija de un político, aprovecha tu condición. Tu misma me has contado que unas cuantas familias de este país se quedan con la riqueza en sus manos y que por esta razón sus hijos nacen privilegiados por el poder económico. Los cuales nunca serán obreros, pues ellos nacen destinados a gobernar y a desangrar el país al igual que sus padres. Mi amor por favor, quédate con tu familia y no contiendas con ellos. Créeme quieren lo mejor para ti, y al lado mío no lo vas a tener, de amor no se vive, la pobreza acaba con el amor. Después de haberle dicho esto, ella entro en razón y comprendió que el le hablaba con la verdad porque la amaba. Entonces ella lo abrazo y le dijo hagamos un pacto, ¿si consigues los medios de producción me buscaras? El con una sonrisa le dijo: no lo dudes corazón, siempre pensare en ti. Así se marcho Cristian aquel día.
Pasaron tres años en los cuales Cristian se esforzó día a día por llegar a ser un gran literato, como consecuencia del amor que Cristian sentía por angie y por la literatura. Creo la mayor obra de amor que jamás se halla podido conocer, la cual hizo que este literato alcanzar la fama. Se vendieron millones de ejemplares de esta obra, lo cual genero que en poco tiempo Cristian llegara a ser un hombre muy millonario. El día de la ceremonia en la que le entregarían el Nobel, recibió el mejor regalo de todos los posibles en la tierra. Pues Angie fue quien le entrego el Nobel, ya que por las influencias de su padre a ella se le facilito. El tomo este gran honor en sus manos y sin mirarlo lo puso a un lado y en medio de una sonrisa abrazo a su bello ángel y mirándola fijamente la beso con ternura.
Con el pasar de los días angie y su misericordioso corazón le expresaron a Cristian que seria maravilloso crear una fundación con el fin de patrocinar a los talentos en filosofía y literatura para engrandecer el nombre de Colombia. Cosa que los dos llevaron a cabo. En ese transcurso de tiempo su preciosa flor quedo embarazada, pero a causa de un golpe en el estomago de angie, ella perdió a su bebe. Lo que fue un tremendo golpe para sus vidas, el cual fue una experiencia amarga que pronto se borro con el nacimiento de ángel. Pasados algunos años El niño comenzó a crecer y una noche estando angie y su hijo en brazos de Cristian. El niño le dijo papi léeme un cuento, entonces su padre se levanto y desapareció en medio del velo de una tierna rosa, al volver trajo consigo la mas bella historia de amor. El cuento se titulaba, el amor y los medios de producción. El cual comienza así…Fin.
POEMA PARA SAFO
Mirando a través de las aguas, pude visualizar tu rostro. y contemplar la dulce calidez de tu ser. Los sonidos angelicales de cada partícula de agua susurraban tu vos. Mi pecho se comenzó a estremecer, mientras los pálpitos de mi corazón suspiraban por vos. Que seria de la Grecia antigua sin la figura de tu ser. Cantad para mi dulces poesías, se libre, sueña y danza. Inclínate ante mi presencia y tiernamente bésame las manos, de igual manera haré por ti. Inspírame con tus sentimientos y deja fluir la musa que hay en ti. Déjame sentir los pálpitos de tu tímido corazón, dame tu bondad y habré de declararte los misterios de la noche. Envuélveme en tus brazos y dame vino, embriágame de tu conciencia. Que cada gota de agua estremezca no solo mi pecho también mi ser. Permite colocar a los Ángeles a tu servicio. Y si te place luego déjalos y ven a mí morada. Varias cosas he preparado pensando en tu bello amor. Cada parte de tu cuerpo parece una linda flor. Cada suspiro tuyo suena para mí. El reflejo de tu alma enciende mis ojos. Mis poemas desean conquistar tus anhelos.
Enséñame los misterios del arte y las grandezas de la ciencia. Sabes que aun estando al lado de Caliope tan solo he anotado sus poesías, sin dejar que las mismas influyan en mí. Ya en las noches cuando la bella musa de la historia trata de tentarme la aparto suavemente y le digo: Clío, mi corazón pertenece a Safo. Cuando ella se marcha, la audaz Euterpe musa de la lírica se me acerca con su delicado semblante y tomándome las manos me pide que no deje nunca de invocarla. Promesa que varias veces he quebrantado, a causa de lo que siento por ti, las mujeres de este siglo han perdido la dulzura y la ternura que las coronaba. Si te es posible enséñales quien es el amor y de donde viene y a donde va. Melpómene la musa de la Tragedia varias veces al día me maldice asegurando que tú eres la única que ocupa un lugar de alto privilegio en cada uno de mis escritos. Terpsícore la musa de la Música y la Danza cautivo la esencia de mi alma por algún tiempo, pero con el devenir de los días comprendí que los caprichos pueden apartarnos de un amor verdadero. Erato la musa de la Poesía amorosa, fue la que me aconsejo día a día la manera adecuada de tratarte. Polimnia la musa de la Poesía sagrada, ocupa un lugar muy especial en la fraternidad de mis sentimientos puesto que me recuerda que solo Dios pudo crear un ser tan maravilloso como la mujer. Es por la fragancia de tu naturaleza querida Safo, que hoy he venido a la puerta de tu casa ha decirte como entre todas las musas te he escogido. Urania la musa de la Astronomía y Talía la musa de la Comedia. Fueron ya hace mucho tiempo a tras mis, concubinas.
Ahora que puedo perder si te he confesado toda la verdad. No escucho tu vos Safo. Piensa lo que me vas a decir. A vosotras bellas musas que en la primitiva antigüedad os sentasteis junto al trono de Zeus, os declaro que de hoy en adelante os sentareis en mi trono. Safo ¿porque guardas tanto silencio? ¿A caso el poeta lírico Alceo, de quien se dice fuiste amante, te ha enamorado? ¡NO! Amado filósofo mío, no pienses tales cosas de quien siempre a suspirado en silencio. Puesto que no he dejado un solo día de soñarte. Lo se, hermosa Safo.
Pero antes de que pronuncies una palabra mas, déjame exponerte las proezas del poeta Alceo. Se cuenta en su patria natal que el fue quien creó la estrofa alcaica (un metro formado por estrofas de cuatro versos). No solo eso, Alceo fue el líder del movimiento contra el tirano de Lesbos, Pitaco; por lo cual fue desterrado. No contento con ello escribió diez libros de odas. ¿ a un así , no estas enamorada de tan eminente personaje? ¡NO! Como puedes ignorar, que yo fui la musa de su inspiración. De no haber estado a su lado, sus escritos hubieran ido rumbo al fracaso. ¿Amado filósofo ahora me crees? ¡SI TE CREO! Solamente estaba colocando a prueba tus sentimientos. Cosa que aprendí de ti, cada vez que me envías a tus amigas las musas. Safo ¿Me Amas? Si Te Amo. Te creo.
POEMA PARA EVELIN
Oscurecía lentamente al ritmo angelical de las notas musicales emitidas por el corazón del poeta. Sus cabellos largos. Parecían adornos brillantes altamente relucientes. Los cuales se hallaban tendidos a los pies de su maestro Jesucristo. Levantando su bello rostro el poeta suspiro y clamando tiernamente beso los pies de su señor y tras una dulce lagrima , le expreso a su maestro las siguientes palabras: Gracias precioso rey por permitir a tu siervo contemplar el cariñoso adiós de un verdadero amor. Solo tu sabes cuan verdaderos fueron los sentimientos emitidos por el alma del poeta ante su amada Evelin. Recuérdame amado rey como aquel soñador que respeto durante la estancia de su vida, a las mujeres ajenas. Recuérdame Como aquel que un día trato de contemplar la calidez y la suavidad de un precioso ser.
Ese ser eres tu Evelin. Aun cuando tu madre levantaba su vos al viento para decir de mi las palabras mas adecuadas que forman metafóricamente la figura de un criminal. Puedo decir de ti, que eres especial. Que eres un tesoro que no cualquier hombre sabe valorar. Y más en un siglo donde las rosas del viento traen consigo tanta insensatez. Su amado maestro suspiro y suavemente emitió una dulce nota musical, cubierta de lagrimas. La cual cubrió de sensibilidad las fibras del corazón del majestuoso poeta. Las estrellas danzaron algo pensativas y dijeron de ti cuan preciosa eres. Fue corto el tiempo humano, pero tan largo el metafísico. Que tu esencia a dejado en mi ser una gran impresión. Benditos sean tus hijos y los hijos de tus hijos de generación en generación.
El sol resplandeció ante el asombro infinito del finito pensar del poeta, el cual con una sonrisa agradeció a su maestro su amable compañía. Lentamente se levanto y dejo tras de si la huellas delatantes de sus lagrimas. Al correr la cortina de su alcoba, recordó las palabras inocentes e ingenuas pero ante todo tan sinceras, pronunciadas por el corazón de su bella princesa. Un viento movió por cortos periodos de tiempo la cortina.
Al sentir la presencia de la excelsa razón. Exclamo: déjame llorar, mañana habré de buscarte como siempre. Esta tan cortes como siempre. Le dijo: hecho.
Autor:
José Orlando Melo Naranjo
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