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Educar en la era planetaria


  1. El método. Estrategias para el conocimiento y la acción en un camino que se piensa
  2. La complejidad del pensamiento complejo. El pensamiento complejo de la complejidad
  3. Los desafíos de la era planetaria. El posible despertar de una sociedad-mundo
  4. Bibliografía

El pensamiento complejo como método de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana

Autores: Edgar Morin, Emilio Roger Ciurana y Raúl Domingo Motta

Este libro nace de tres premisas, la primera de la evaluación de las experiencias de formación y debates realizados por Edgar Morin, en su cátedra para el pensamiento complejo amenizado por la UNESCO. Este pensamiento difundido en distintos países como: Colombia, México, España, Argentina, Brasil, Francia, Italia, Portugal, dirigido a una diversidad de un público con distintas formaciones, sea estudiantes, profesores, investigadores, expertos internacionales, ciudadanos, amigos, entre otros.

La segunda premisa consistió en analizar todo esas ideas manifestadas en aquellos debates realizados en el primer encuentro, a manera de entrelazarlos, interpretarlos y hasta contextualizarlos, a fin de generar el contenido de este libro, partiendo de tres ejes temáticos o capítulos y un epílogo con seis ejes estratégicos:

I.- El método. Estrategias para el conocimiento y la acción en un camino que se piensa.

II.- La complejidad del pensamiento complejo. El pensamiento complejo de la complejidad.

III.- Los desafíos de la era planetaria. El posible despertar de una sociedad-mundo.

Y el epílogo contentivo de seis (6) ejes que presentan una propuesta para la educación en la era planetaria, a ser aplicado transversalmente en los distintos niveles educativos.

La tercera premisa cuando la UNESCO solicita por medio de un Miembro del Consejo Académico Internacional, llamado Gustavo López Ospina, el cual hizo la sugerencia que se escribiera este gran texto para el fortalecimiento de las estrategias de reformas de la educación, contentivo de esas experiencias e ideas del pensamiento complejo, conocimiento, del método, del saber, de la identidad terrenal, de la naturaleza, entre otros; y que este libro se complementara con el propósito del texto sobre los siete saberes necesarios para la educación del futuro.

Ahora bien, luego de haber diseminado como surgió el libro de Educar en la era planetaria, a continuación sintetizaremos la finalidad de cada capítulo para conocer su contenido y generar nuestras propias impresiones sobre lo leído.

Capítulo I.-

El método. Estrategias para el conocimiento y la acción en un camino que se piensa

Comenzamos este capítulo con la siguiente cita textual introductoria escrita en este libro:

El método es un discurso, un ensayo prolongado de un camino que se piensa. Es un viaje, un desafío, una travesía, una estrategia que se ensaya para llegar a un final pensado, imaginado y al mismo tiempo, imprevisto y errante. No es el discurrir de un pensamiento seguro de sí mismo, es una búsqueda que se inventa y se reconstruye continuamente (Morin, Royer y Domingo, 2002: p.13)

Partiendo desde esta óptica, el método representa el camino a seguir, es una estrategia que facilita el desarrollo del conocimiento y de la acción. En este texto, se manifiesta que aplicar el método, puede o no, generar una confiabilidad de certeza, en cuanto a lo que estamos investigando, decimos esto por la razón siguiente: existen muchos caminos, dentro de ellos, hay incertidumbres, errores y riesgos que pueden obstaculizar el saber.

En ese sentido, se aprecia que el método necesita del error y el riesgo porque es la única manera de poder recapacitar, reflexionar, reconocer las fallas, y emprender las mejoras para seguir con la travesía y la búsqueda del conocimiento. Tal como lo anuncia Antonio Machado en su frase célebre "caminante no hay camino, se hace camino al andar".

Allí se expresa que el método no tiene una receta, no se sabe que va a pasar, por eso debemos estar pendiente de lo inesperado, de lo imprevisto, de lo desconocido, porque es la única manera de transitar hacia el conocimiento.

A tal efecto, el pensamiento complejo incluye en su visión del método la experiencia del ensayo, entendido como la expresión escrita de la actividad pensante y la reflexión, la cual es la representa la manera afín con el pensar moderno. Este ensayo es una estrategia para dar a conocer la aproximación de lo real, de lo viviente, la cotidiano, y da la originalidad de la vida misma con la experiencia. En consecuencia, esa experiencia que va surgiendo al realizar los ensayos, va entremezclando las ideas, saberes, hallazgos, donde se puede presenciar la certidumbre, incertidumbre y la errancia durante el viaje, hacia la búsqueda del conocimiento y la sabiduría.

Sin embargo, es necesario mencionar lo que plasma el libro también, en cuanto a la relación entre el método y la teoría, esta acotación porque a veces manifestamos ignorancia ante ellos, diciendo que representan el mismo significado. Realmente no es así, porque la teoría no es el conocimiento, ella permite el conocimiento, no es la llegada es la posibilidad de una partida, tampoco la solución, porque representa la posibilidad de tratar un problema, la teoría no nace sin el análisis humano y el método no nace sino es con una teoría basada en fundamentos. En función a ello, la teoría necesita del método para poder lucirse, y juntos son los dispositivos imprescindibles del conocimiento complejo.

Aunado a ello, debemos aceptar o estar conscientes de la errancia y el error en el método, porque durante toda la odisea de aplicar el método, existen tropiezos y hasta el error está presente. De este error, es muy común verlo, debido a que existen personas, que se creen los dueños de la verdad, incapaces de cometer un error y aceptarlo como tal. Esto indica que en la era planetaria, la verdad no es absoluta, es relativa, por eso durante la aplicación del método, siempre va a estar presente el error, y de este traspié se da inicio del recapacitar, reflexionar, del repensar, elementos preponderantes para aprender.

Siguiendo con el análisis de este capítulo, se comprendió que el método como estrategia, es lo que nos enseña aprender, a tomar las armas necesarias para recibir lo incierto, la incertidumbre, porque realmente no sabemos que va pasar durante el camino de la búsqueda del conocimiento. En la educación de la era planetaria, el docente debe aplicar el método, porque a través de el, se puede ensayar diversas estrategias para dar respuestas a las incertidumbres, y de esta manera se aprende. Por ello es preciso también mencionar, que el método lleva implícitos unos principios metodológicos, los cuales configuran una guía para un pensar complejo.

.- El principio sistémico, relaciona el conocimiento de las partes, con el todo, o viceversa.

.- Principio holográfico el todo es parte de uno y viceversa.

.- Principio de la retroactividad, rompiendo con la casualidad lineal.

.- Principio de recursividad, va más allá de la retroactividad, permite concebir a la organización desde la percepción.

.- Principio dialógico, ayuda a pensar en un mismo espacio mental, lógicas que se complementan y se excluyen.

.- Principio de reintroducción del cognoscente en todo conocimiento, en este se busca construir una arquitectura de ideas, partiendo de lo que nos rodea, del todo, de los principios, porque es la manera que el sujeto construya desde la realidad el conocimiento.

Estos principios del método facilitan el desarrollo de estrategias, para el conocimiento y la acción.

Para finalizar con este capítulo, en el texto se habla sobre el método y su experiencia trágica, puntos de vistas muy resaltantes que nos incitó a preguntarnos: ¿el método genera tragedias?. Sin embargo, al leer más pausadamente, se logra entender esta gran tragedia, que no es más que las tragedias de: reflexión, información y complejidad.

.- La tragedia de la reflexión, manifestada en la materialización de la creciente emergencia de obstáculos, en las condiciones de posibilidad para la reflexión sobre el saber. Esta situación siempre va estar presente cuando aplicamos el método.

.- Tragedia de la información, manifestada en cada dominio del conocimiento y de la praxis de los conocimientos y las referencias.

.- Tragedia de la complejidad, esta lucha contra la pretensión de la totalidad, unidad, síntesis, con la conciencia plena e irremediable del incabamiento de todo conocimiento, de todo pensamiento y de toda obra.

Estas tres tragedias representan toda la odisea humana, y es la tragedia del saber moderno en este mundo para educar en la era planetaria.

Capítulo II.-

La complejidad del pensamiento complejo. El pensamiento complejo de la complejidad

Al iniciar la lectura de este capítulo lo interesante fue la explicación tan detallada sobre el término de la complejidad, para no verlo desde el punto de vista de lo difícil, complicado, complejo y que no tiene solución. Todo lo contrario, la complejidad es un tejido de eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que constituyen nuestro mundo fenoménico.

La complejidad es aquello entramado que necesita desentramarse para poder entenderlo, en un sentido más sencillo y simple de comprender. En la complejidad vagamos en lo incierto, en lo oscuro, en el desorden, en lo cambiante, pero interactuamos, nos comunicamos, para destejer todas esas barreras, volver a ensayar lo escrito, reconocer los errores, buscar el camino y seguir buscándolo hasta ir mejorando. De esta manera el pensamiento complejo se crea, se recrea en el mismo caminar; aprende a viajar en la oscuridad, en la incerteza, y siempre va a estar presto al cambio.

Con esto podemos deducir que educar en la era planetaria, amerita el conocimiento y aplicación del método, como eje central de la investigación y de la continua capacitación por medio del pensamiento complejo, donde se inculca la necesidad del constante aprendizaje sujeto a cambios, para generar seres reflexivos, idealistas y visionarios.

Capítulo III.-

Los desafíos de la era planetaria. El posible despertar de una sociedad-mundo

Este capítulo realmente fue muy interesante de leer porque nos remontó a épocas pasadas en nuestro planeta, donde se resalta en el año 1492, cuando Colón descubrió América, también un relato histórico de nuestro planeta y las consecuencias de las guerras, invasiones, muertes. Desde allí comenzó una nueva historia del planeta con Colón y Vasco de Gama. Esta nueva historia es la era planetaria, impulsada por dos hélices que motorizarán, dos mundializaciones simultáneamente unidas y antagónicas, representadas por la mundialización de la dominación, colonización y expansión de Occidente y la mundialización de las ideas que en futuro se las comprenderá como las ideas humanistas, emancipadoras, internacionalistas portadoras complementarias y antagónicas.

La era planetaria ha sido definida por Moran, Roer y Domingo, como aquella era que trata de comprender la condición humana, para lo cual se debe adquirir sentido aventurero y de gran apertura, sobre todo, poder rebuscar e indagar en la historia de la evolución humana, las posibles respuestas para el cambio, y la reestructuración de las políticas vigentes.

Desde ese contexto, en la obra se plasma un compendio del análisis histórico de la vida del hombre en el planeta, para conocer el nacimiento de la era planetaria, donde ha buscado a lo largo de su historia las formar de subsistir para su supervivencia, haciendo lo imposible para alcanzar su desarrollo. Sin embargo, para hacerlo ha pasado por una serie de etapas, desde la creación del mundo hasta hoy por hoy. Con ello el hombre apertura la era planetaria donde se desarrolló por medio de la violencia, esclavitud, guerras, invasiones, represiones, terrorismo, entre otros.

En efecto, con esos acontecimientos y en pleno Siglo XIX, entramos en la edad de hierro planetaria, según lo citado en la obra, donde el hombre busca el progreso, recurriendo a un pragmatismo basado en buscar respuestas a los problemas en un tiempo acelerado, valiéndose de cualquier medio para su obtención. Esta ambición los autores la definieron como el cuatrimonio: cienciatecnologíaindustriainterés económico. Este cuatrimotor unifica, divide, iguala y produce desigualdades a escala global, generando perturbaciones en las culturas de los pueblos, donde emigran a otras ciudades, se pierde la unión, sus formas tradicionales de resolver sus problemas, hasta cambia la convivencia social aquella donde existía la solidaridad y el bien común, ocasionando un individualismo en los seres humanos.

Consecuencia a ese cuatrimotor surgió el despertar de la conciencia, para aniquilar ese sistema represor que hoy domina al mundo, anunciando una falacia ideal de desarrollo, que lo que ha producido es daños al ambiente, a las comunidades, a la pérdida de la cultura, entre otros. Entonces para este despertar necesitamos personas capaces de manifestar su sentir y actuar en contra de ese cuatrimonio que tanto ha hecho daño al planeta.

Por otro lado, está la globalización que está desapareciendo con las cultura de los pueblos, amenazando con apoderarse

El planeta cuenta con infraestructuras necesarias para crear una sociedad planetaria, gracias al uso de las tecnologías, de las TI`C, medios de comunicación, los cuales pueden servir de soporte para la internacionalización de los movimientos sociales, que impulse la hélice de la segunda mundialización, dedicados a protestar y criticar las prácticas antiecológicas de los grupos trasnacionales, las políticas de los gobiernos y sociedades que lesionan los derechos humanos, el crecimiento de la pobreza, la situación de los afectados por el SIDA y la desaparición de las culturas.

Para finalizar, la obra culmina con un epílogo, sobre la misión de la educación en la era planetaria, para ser aplicado transversalmente en los distintos niveles educativos. Donde revela que esta debe ser manifestada a través del fortalecimiento de una sociedad-mundo compuesta por ciudadanos protagonistas, consciente y críticamente comprometidos en la construcción de una civilización planetaria. Con esto nos remite a decir que se necesita en esta educación para la era planetaria, implementar reformas educativas como ejes estratégicos, que encausen la transformación que requiere realmente esta sociedad-mundo.

Asimismo, incentivar a los docentes para que se preparen académicamente, que se actualicen, inventen nuevas estrategias de aprendizaje, que se adapten a los cambios, que amen a su planeta, a sus semejantes y estudiantes, como lo consideraba Platón al decir que era indispensable para toda enseñanza "El Eros", el deseo, placer y amor. Deseo y placer por transmitir. Amor por el conocimiento y por los alumnos.

Bibliografía

Morín, E. Roger, E. y Domingo R. (2002). Educar en la era Planetaria. El pensamiento complejo como método de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana. Primera Edición. España: Editorial Gedisa, S.A. Colección Libertad y Cambio.

 

Autor;

Yelys Zacarías

Venezuela, 2014