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Efecto de los hongos micorrizógenos arbusculares (HMA) y la fertilización nitrogenada sobre las variables morfológicas de tomate (página 2)


Partes: 1, 2

La importancia de los HMA en la agricultura sustentable, esta basada en su función de unir a la planta con el suelo, al servir como agente de transporte nutrimental entre otros componentes, teniendo un impacto en la conservación de este recurso (Eliot, Coliman, 1988; Bethlenfalvay y Lid1992). En los últimos años ha sido un problema del cual se ha generado una gran cantidad de información (Smith, 2001).

El desarrollo vegetal puede incrementarse con la utilización de elementos biológicos que actúan en forma coordinada en la interfase suelo – raíz, entre estos y como factores imprescindibles se encuentran los hongos formadores de micorrizas – arbusculares. (Barea et. al. 1991 y Fernández, 1999). En la rizosfera se llevan a cabo importantes procesos, que definen el desarrollo y la producción de las plantas. Existe un flujo de compuestos producto de la fotosíntesis, que son exudados por la raíz, en forma de carbohidratos, aminoácidos, vitaminas, enzimas y nucleótidos, lo que hace que la rizosfera, una zona ideal para el establecimiento de una gran variedad de microorganismos ( Bultner y Saber, 2000).

Con el uso de microorganismos en la agricultura como los hongos micorrizógenos arbusculares (HMA), se mejoran las propiedades físicas del suelo, el crecimiento de las plantas y el reciclado de los nutrientes del suelo. Gracias a estos microorganismos existe una mejor asimilación de nutrientes a través de la libración del fósforo, potasio y la fijación biológica del nitrógeno (No3- y NH4+), la producción de hormonas vegetales, la simbiosis con hongos formadores de la micorrÍza y el control biológico natural (Quispel, 1992)

Una de las posibles alternativas propuestas contra tal situación, es la biofertilización con microorganismos del suelo, la que constituye una tecnología racional que responde a la Agenda 21 de la Conferencia de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en lo referente a encontrar sustitutos o mejoras racionales de los procesos de producción que resultan nocivos para el medio ambiente. Desde el punto de vista ecológico, la utilización y/o aplicación correcta de estos microorganismos permite reducir el uso de energía, la degradación del agro ecosistema y las pérdidas de nutrientes. En adición, se mantiene la capacidad productiva del sistema, se preserva la biodiversidad y se Contribuye con una producción más estable y sostenida, a largo plazo, en equilibrio con el entorno (Hernández, 2000).

En la última década ha tomado auge, tanto por razones económicas como ecológicas, el empleo de los biofertilizantes en la producción agrícola (Bashan y Levanony, 1991; Steverding, 1991), con un efecto positivo sobre el desarrollo de los cultivos (Bashan, 1993), como los hongos micorrízicos arbusculares (HMA), que forman asociaciones simbióticas con la mayoría de las plantas cultivadas (Fernández, 1999).

La utilización de micorrizas arbusculares (MA) no implica que se pueda dejar de fertilizar, sino que la fertilización se hace más eficiente y se puede ahorrar cantidades importantes de fertilizantes minerales al tiempo que se logra una mayor absorción de los nutrientes disponibles en el suelo por parte de las plantas. (Tejeda, 1998).

En el marco de una agricultura sostenible, la utilización de hongos formadores de micorrizas – arbusculares (MA) debe ser considerada en cualquier diseño de producción agrícola, pues además de ser estos microsimbiontes, componentes inseparables de los agroecosistemas, realizan diversas funciones en su asociación con las plantas, pues pueden constituir sustitutos biológicos de los fertilizantes.

A pesar de que el tomate, es uno de los cultivos más estudiados en Cuba, los rendimientos que se obtienen son bajos. (Álvarez, 2003), no están en correspondencia con las dosis de fertilizantes nitrogenadas recomendadas para los diferentes tipos de suelos. (Huerres y Caraballo, 1991; Núñez, 1996) y que provocan pérdidas económicas con probables afectaciones ambientales. Rivera y Kalyane, 2003 hacen referencia a que las dosis de fertilizantes que comúnmente se recomiendan para la obtención altos rendimientos inhiben la micorrización y suministros inferiores al óptimo para plantas micorrizadas limitan así mismo la efectividad de la simbiosis.

Por todo lo anteriormente expuesto se planteo la siguiente hipótesis:

El empleo de HMA y la aplicación de diferentes dosis de fertilizantes nitrogenado en plantas con alta dependencia micorrízica influirá en una mayor respuesta fisiológica en las plantas, en la nutrición vegetal y además existirá una correlación positiva entre la colonización y la nutrición dl nitrógeno en la producción de tomate (Lycopersicon esculenteum) en dos localidades de la provincia de Granma.

Y, para validarla, se diseño una investigación con los siguientes objetivos:

Objetivo General:

Evaluar el efecto de la inoculación del hongo Glomus fasciculatum y la fertilización nitrogenada en el crecimiento y producción de tomate en dos localidades de la provincia de Granma.

Objetivos Específicos:

1.- Evaluar la participación de la fertilización nitrogenada y el efecto del hongo Glomus fasciculatum, en el crecimiento de las plantas de tomate (Lycopersicon esculentum), bajo las condiciones de las localidades de Jiguaní y Bayamo en la provincia Granma.

2.-.Evaluar el comportamiento de la nutrición y producción del tomate fertilizado con nitrógeno e inoculado con HMA.

Condiciones experimentales generales

La investigación se realizó en las áreas de la finca municipal de educación Jiguaní y en la finca de autoconsumo de la escuela Luis Marcano del municipio Bayamo, en el período comprendido entre Enero del 2007 – Mayo del 2007, el cual presentó condiciones climáticas típicas para la época, según se muestra en la tabla 1.

Tabla 1. Comportamiento promedio de algunas variables climáticas durante el período experimental.

edu.red

Para cumplimentar los objetivos propuestos, se montaron dos experimentos simultáneos, utilizando un suelo fersialíico pardo rojizo (cuarta clasificación genética, 1995), cuyas características químicas aparecen en la tabla 2.

Tabla 2. Principales características químicas de los suelos.

Localidades

pH

(Kcl)

P205 Mg / 100 g de suelo

K20 Mg / 100 g de suelo

MO.

%

Bayamo

6.8

6.6

66.3

3.6

Jiguaní

7.2

8.0

68.7

3.8

 

pH : potenciometría

MO.: Colorimétrico.

P: Oniani. (1999)

K+: Oniani. (1999)

La valoración de la fertilidad de los suelos refleja la presencia de condiciones ligeramente ácidas, con contenidos medios de materia orgánica, fósforo asimilable y potasio cambiable.

Se siguió un diseñó en bloque al azar, se establecieron 8 tratamientos y 4 repeticiones. Utilizando 10 plantas como muestras para un total de 40 plantas por tratamientos, evaluando dos dosis de nitrógeno una a razón de 120 Kg (75 %) y otra a 96 Kg (60 %) del mismo, con fondos fijos de fósforo y potasio (80 y 120 Kg respectivamente), la cepa de micorríza correspondió a la de Glomus fasciculatum, proporcionado por el INCA ubicado en la Habana, con títulos de 415 esporas / 50 g de suelo. Las fuentes de nutrientes utilizadas en la fertilización fueron: urea (46% N), superfosfato triple (46% P2O5) y cloruro de potasio (60% K2O). El N se aplicó de forma fraccionada (2/3 en el momento del trasplante y 1/3 a los 30 días después de efectuado el mismo), mientras que los restantes nutrientes se aplicaron de fondo al momento del trasplante. Se utilizó un nivel fijo de P y K en los tratamientos en cuestión.; así como la fórmula completa 9 – 13 – 17.

Las posturas de tomate de la variedad VYTA, fueron obtenidas en el organopónico de Turcios Lima y trasplantadas a las áreas experimentales a los 30 días posteriores del inicio del semillero, presentando buen estado fitosanitario..

Las atenciones culturales realizadas en la etapa posterior al trasplante también se realizaron de acuerdo a lo recomendado en los respectivos Instructivos técnicos.

Características de la variedad VYTA

Se caracteriza por presentar frutos firmes, grandes, de extraordinario sabor, muy buena calidad y buen comportamiento en condiciones de campo. Produce altos rendimientos, posee un tamaño excelente de sus frutos y puede ser cosechado más tempranamente. Esta variedad de tomate puede ser tutorada debido a la altura que desarrolla y al peso de sus frutos siendo apropiado para el embarque. Su maduración es media y presenta un amplio rango de resistencia y tolerancia a plagas y enfermedades, es muy bien aceptada por los productores. Las plantas son altamente vigorosas y se adoptan bien a zonas tropicales, con follaje abundante, por lo que ofrece una buena cobertura y combinación de tolerancia al calor y es de larga vida su consumo fresco. Es una planta anual, semiperenne en regiones tropicales. Su sistema de raíces es fibroso y robusto, pudiendo llegar hasta 1 – 8 m de profundidad. Los tallos son cilíndricos en plantas jóvenes y angulosas en plantas maduras, alcanzan alturas de 0.40 a 2.0 m. (Garat, 2003).Es resistente al virus del encrespamiento amarillo de las hojas del tomate (TYLCV), begomovirus de mayor incidencia en el país. Es también resistente a los hongos fusarium oxysporum y stemphylium sp, está adaptada a períodos climáticos extremos. Ofrece rendimientos de 30 t/ha-1 en condiciones de organopónicos y huertos intensivos. Puede trasplantarse hasta el 15 de marzo. (Manual técnico, 2007).

Descripción del área experimental.

4 surcos de 4 m

Ancho de la parcela: 5.6 m

Largo de la parcela: 4.40 m

Área total de la parcela: 24.6 m2

Área de cálculo neto de la parcela: 11.2 m2.

Total de parcelas: 32

Separación entre parcelas: 2 m

Largo total: 28 m

Ancho: 42 m

Área total del experimento: 1176 m2

Distancia de trasplante: 1.40 m x 0.22 m en ambas localidades

Plantas por surcos: 20

Total de plantas en 32 parcelas: 2560

Total de plantas por parcelas: 80

 

Descripción de los experimentos.

No

TRATAMIENTOS

1

Testigo

2

Glomus fasciculatum (HMA)

3

Fondo fijo de fósforo y Potasio

4

NPK

5

75 % de nitrógeno + PK

6

75 % de nitrógeno + PK +MA

7

60 % de nitrógeno + PK

8

60 % de nitrógeno + PK + MA

3.4.- Parámetros a evaluar:

Se realizaron muestreos a 10 plantas por tratamientos con frecuencia quincenal, con el objetivo de evaluar las diferentes variables agronómicas (altura de las plantas, diámetro del tallo, peso fresco y seco (60 días después del trasplante), numero de flores y frutos). Así como el porcentaje de colonización del hongo micorrizógeno arbuscular por el método propuesto por (Phillips y Hayman, 1970).

3.4.1. Crecimiento y producción:

  • Altura (cm): Se determinó midiendo longitudinalmente desde la base hacia el ápice con regla graduada.

  • Grosor del tallo (cm): se medió con el pie de rey en la parte más cercana al cuello de la raíz..

  • Masa fresca y seca total (t.ha-1): Se determinó en el momento máximo de la floración por pesada y secado en estufa a 65 oC hasta masa constante, a 2 muestras por réplica de cada tratamiento, compuestas cada una por 8 plantas y extrapolando los resultados a 1 ha-1.

3.4.2.- Parámetros fúngicos

Colonización micorrízica (%): Se siguió el método de Phillips y Hayman (1970). La fórmula para calcular el porcentaje de colonización fue el siguiente.

% de colonización = Segmentos totales colonizados x 100

Segmentos totales observados

Masa de endófito arbuscular (mg.g-1) suelo rizosférico: según la metodología descrita por Herrera et al., (1995).

3.5.- Análisis estadísticos

Se utilizó el procedimiento de ANOVA para obtener el análisis de varianza con el programa STATIST 5.0. Posteriormente al determinar las diferencias significativas, se realizó una comparación de medias de los tratamientos, mediante la prueba de Tukey al nivel de significancia de 0.05 %. La cual permitió resolver si se rechazó o no la hipótesis.

Finalmente se realizó un análisis de los coeficientes de correlación entre todas las variables evaluadas.

Resultados y discusión

Efecto de los HMA sobre el crecimiento de las plantas de tomate en las localidades de Jiguaní y Bayamo en la provincia de Granma.

En el estudio realizado en las dos localidades, inoculados con cepas del hongo Glomus fasciculatum y la fertilización nitrogenada, sé estableció que los mayores valores obtenidos para los diferentes parámetros evaluados, fueron en las plantas inoculadas con respecto a las plantas sin inocular. Se aprecia que en la localidad de Jiguaní y Bayamo fue mayor la evidencia del efecto de la colonización con hongos micorrízicos y la fertilización nitrogenada en un 75 %. De manera general pudo notarse que estas combinaciones indujeron respuestas positivas en las plantas. Confirmándose que en las condiciones estudiadas el nitrógeno resulta fundamental para garantizar un rápido crecimiento del cultivo. (Adjanoun, 1996: Cuevas, 1998).

.

edu.red

Barras con letras comunes en cada grupo no difieren significativamente según las dócimas de Tukey (P ( 0.05 %).

15 30 45 60

ESx 0.13 0.15 0.14 0.16

Figura 1: Influencia de los tratamientos sobre la variable altura de las plantas en ambas localidades.

Los incrementos en altura (cm.) de las plantas por efecto de la inoculación con HMA combinados con diferentes por cientos de N y dosis fijas de P2O5 y K2O muestran en la Fig. 1, con valores para todos los tratamientos con fertilizantes e inoculados con Micorrizas muy superiores al testigo absoluto excepto el tratamiento con la combinación de Fósforo y Potasio sin Nitrógeno que no difiere del testigo de fondo fijo PK, lo cual evidencia una respuesta positiva a la aplicación de fertilizantes nitrogenados. Aparte en ambas localidades, se aprecian que no existieron diferencias significativas entre los tratamientos NPk, 75 % de N, 75 % de N con HMA, 60 % de N y 60 % de N con fondos fijos de P y K a los 15 días y 30 días de trasplantados desde el punto de vista estadístico, manifestándose el mejor comportamiento en el tratamiento con nitrógeno e inoculado con HMA, los tratamientos testigo, micorrizas y fondo fijo de PK no difieren en sus resultados entre sí, mostrando menores valores en el crecimiento de las plantas, el testigo en ambas localidades fue el peor tratamiento.

Este comportamiento en el crecimiento de las plantas estuvo mayormente influenciado por el aporte de nutrientes que por la acción de las micorrizas. A esta edad de las plantas, las micorrizas se encuentran todavía en una fase de dependencia del cultivo, este hecho esta dado por el estado biotrófico obligado del hongo que no puede vivir en ausencia del hospedero, esta fase puede durar entre 20 y 30 días (Novella et al., 1998: Novella, 2001). Los bajos valores que se alcanzaron en los testigos de referencia confirman que en las condiciones estudiadas el nitrógeno resulta fundamental para garantizar un rápido crecimiento del mismo. (Adjanoun, 1996: Cuevas, 1998: Maghalaes, 1987).

A partir de los 45 y 60 días en ambas localidades se aprecia que los tratamientos con inoculación de micorrizas ofrecen los mejores resultados, las diferencias estadísticas son más marcadas con respecto al testigo y PK donde se alcanzan los más bajos valores y como han sido informados por varios trabajos, ya en esta fase ocurre una explosión del crecimiento y desarrollo vegetativo, debido al aumento del volumen radical y a una mayor capacidad y eficiencia en la absorción de nutrientes y agua provocado por la presencia de hifas externas del hongo, donde en simbiosis con la planta, ésta le cede al hongo heterótrofo, productos carbonados derivado de la fotosíntesis, en contrapartida, el microsimbionte le permite a la planta tener una mayor accesibilidad a recursos distantes del sistema radical. (Serralde, A. et al., 2002). Además aquí comienza a ser positivo el efecto de la micorriza sobre las plantas, destacándose en ambas localidades el tratamiento con aplicaciones de un 75 % de nitrógeno e inoculado con HMA, seguido del tratamiento con un 60 % de nitrógeno e inoculado con HMA y el de NPK. Los valores alcanzados son muy similares al compararse con las normas técnicas de la producción, parece indicar que los efectos positivos de la micorrización y/o solubilizaciön de nutrientes de la rizosfera y en la traslocación de los nutrientes, lo que coincide con lo planteado por Hernández (1998); Sieverding (1991), que plantean que la utilización de los hongos MA como biofertilizantes, no implica que se debe dejar de fertilizar, sino que se hace más eficiente y puede disminuirse las dosis a aplicar.

Rivera y Fernández (2001), señalan al respecto que las plantas colonizadas por hongos micorrizógenos muestran mejor crecimiento que las no micorrizadas, cuestión que está relacionada con la absorción de nutrientes. Estos resultados no solo poseen importancia económica sino también medio ambiental coincidiendo con lo confirmado por Medina y Pino (1992), donde la fertilización nitrogenada en el cultivo del tomate puede ser sustituida en un 80 % mediante la inoculación de Glomus mosseae en la fase de semillero.

En la figura 2 puede notarse que los valores de crecimiento alcanzados en ambas localidades fueron similares; Sin embargo existieron diferencias significativas entre ellas. En la localidad de Jiguaní donde se alcanzaron los mayores valores de crecimiento de las plantas pudiendo estar influenciado por el buen comportamiento de las condiciones climáticas en esta localidad, coincidiendo además con lo planeado por Pozo, (1999) que algunos hongos benefician en mayor grado a un determinado hospedero en comparación con otros, fundamentalmente, al mostrar cierto grado de adaptación para establecerse y funcionar bajo determinadas condiciones edafoclimáticas. En este caso se observa la buena respuesta agrobiológica de la cepa utilizada (Glomus fasciculatum), similares resultados encontró Ruiz, (2001) estudiando el efecto de inoculación de diferentes cepas de HMA sobre el crecimiento de varias especies de viandas cultivadas sobre un suelo Pardo con carbonato de alta fertilidad en Villa Clara destacándose entre ellas la utilizada en este trabajo (Glomus fasciculatum).

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Barras con letras comunes en cada grupo no difieren significativamente según las dócimas de Tukey (P ( 0.05 %).

 

15

30

45

60 d.

ESx

0.08

0.13

0.13

0.21

Figura 2. Comportamiento de la variable altura (cm) en las dos localidades

4.1.1 – Comportamiento del diámetro del tallo en ambas localidades.

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Barras con letras comunes en cada grupo no difieren significativamente según las dócimas de Tukey (P ( 0.05 %).

 

15

30

45

60 d.

ESx

0.08

0.13

0.13

0.20

Figura 3. Influencia de los tratamientos sobre el diámetro del tallo.

Esta variable alcanzó los resultados más favorables en ambas localidades con la aplicación combinada de fertilizantes e inoculación con HMA, a los 15 y 30 días los tratamientos no mostraron diferencias significativas en ambas localidades, pudiendo estar asociado este comportamiento, generalmente a la estabilidad de la variable cuando las condiciones de humedad y nutrientes que favorecen el desarrollo están garantizadas. A los 45 y 60 días los tratamientos donde se aplica el 75 % de N con el fondo fijo de PK e inoculados con HMA superaron significativamente al resto de las variantes evaluadas. El tratamiento que proporcionó los resultados menos favorables fue el testigo con un diámetro de 7.68 y 9.23 cm en Bayamo y 6.99 y 8.55 cm en Jiguaní siendo superado por todas las variantes en que se aplicó micorrizas y fertilizantes lo cual muestra el efecto beneficioso en el crecimiento del cultivo. Al parecer existe un efecto sinérgico entre ambos estimulantes, pues numerosos autores consideran que la fertilidad del suelo es un aspecto negativo para la efectividad de las micorrizas, sobre todo si se trata de fertilizantes minerales. Bowen, (1991) considera que las micorrizas participan en el aumento de la capacidad absortiva de la raíz, solubilizaciön de formas no disponibles para las raíces, lo que se manifiesta en un crecimiento superior de la planta.

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Barras con letras comunes en cada grupo no difieren significativamente según las dócimas de Tukey (P < 0.05).

Figura 4.Comportamiento del diámetro del tallo en ambas localidades.

En la Figura 4 se observa el comportamiento del diámetro en las dos localidades estudiadas, notándose que los valores alcanzados difieren significativamente entre ellas a los 15, 30, y 45 días destacándose la localidad de Jiguaní con los mejores resultados, sin diferencias significativas a los 60 días de trasplantado el cultivo en ambas localidades, pues en esta etapa el cultivo presenta mayor estabilidad, ha desarrollado ampliamente su sistema radical y ya establecido el hongo en su interior es mayor la absorción de nutrientes.

Tabla 3. Producción de masa fresca y masa seca total (g) a los 60 días.

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En la tabla 3 se muestra el comportamiento de la masa fresca y seca en los tratamientos evaluados en las dos localidades, existiendo correspondencia con los parámetros morfológicos estudiados anteriormente observándose una respuesta positiva a la fertilización nitrogenada, resultando los mejores tratamientos las combinaciones de NPK con micorrizas aunque no difieren al 0.5 % de las aplicaciones de NPK. Se puede observar que, para la producción de la masa fresca promedio de las plantas (gr.); así mismo los bajos valores que alcanzan los testigos y los tratamientos sin inoculación de HMA demuestran la necesidad del nitrógeno en estas condiciones para garantizar el adecuado crecimiento del cultivo (Adjanoun, 1996; Cuevas, 1998).También se puede inferir la imposibilidad de la inoculación por sí sola de garantizar completamente los requerimientos nutricionales del cultivo; sin embargo, al combinar la fertilización mineral con la inoculación se logró un incremento del crecimiento de las plantas en ambas localidades confirmando la efectividad de los hongos MA en la absorción y traslocación del nitrógeno hacia la planta. Es evidente que todas las variantes de fertilización evaluadas ejercieron un papel positivo en el crecimiento de las plantas excepto la variante utilizada con PK y el testigo. De acuerdo a los resultados obtenidos, se puede inferir que la presencia de los inoculantes fúngicos potenció, en diferente magnitud, las posibilidades de absorción de agua y nutrientes por las plantas, todo lo cual se tradujo en un incremento en los contenidos de masa seca.

La utilización conjunta de HMA con aplicaciones de diferentes concentraciones de nutrientes generalmente contribuye a incrementar la producción de masa seca; sin embargo, Azcon y et al. , (1978), señalan que la mayor dificultad esta dada en buscar el nivel óptimo de nutrientes para lograr el máximo potencial de colonización y de producción de materia seca.

Existen numerosas evidencias experimentales acerca de los beneficios del empleo de inoculantes fúngicos, fundamentalmente hongos micorrízicos, en diferentes cultivos (Augé, 2000) y, específicamente, en tomate (Dell" Amico et al. , 2002; Llonin y Medina, 2002), donde se ratifica que la simbiosis hongo-planta es típicamente mutualista, donde el hongo depende de la planta para la obtención de fotosintátos y la planta recibe a cambio una variedad de beneficios que le permiten incrementar su crecimiento y mejorar sus relaciones.

En la Fig. 5 se muestra la producción de materia fresca y materia seca en los tratamientos evaluados en las dos localidades, mostrando el mejor comportamiento la localidad de Jiguaní; aunque los valores obtenidos fueron similares, se evidencia el efecto positivo de los HMA en el crecimiento y desarrollo de los cultivos de importancia económica (Fernández et al. ,1997; Terry et al., 1998). Coincidentemente este trabajo corrobora lo anterior manifestando que los tratamientos inoculados con HMA y/o optimizando el 25 y 40 % del fertilizante nitrogenado se obtiene un comportamiento destacado de forma integral en el crecimiento de las plantas. Otros resultados satisfactorios sobre el crecimiento han sido reportados por Alarcón (1998), Cuevas (1998), Llonin y et al. , (1998), Hernández et al. , (1998).

edu.redBarras con letras comunes en cada grupo no difieren significativamente según las dócimas de Tukey (P < 0.05).

Figura 5 – Producción de masa fresca y masa seca en ambas localidades.

Tabla 4. – Comportamiento de la ocupación fúngica en la localidad de Bayamo.

Tratamientos

Colonización (%)

Masa del endófito (mg.g-1)

Testigo

44.3

2.72

Micorrizas

44.7

3.82

PyK

44.5

2.83

NPK

45.8

2.75

75%N+PK

45.5

2.70

75%N+PK+MA

46.1

4.42

60%N+PK

45.4

2.80

60%N+PK+MA

46.0

4.20

Tabla 5. – Comportamiento de la ocupación fúngica en la localidad de Jiguaní.

Tratamientos

Colonización (%)

Masa del endófito (mg.g-1)

Testigo

44.1

2.72

Micorrizas

44.9

4.82

PyK

43.7.

2.83

NPK

46.8

3.39

75%N+PK

45.3

3.38

75%N+PK+MA

47.1

6.42

60%N+PK

4545

3.20

60%N+PK+MA

44.0

4.40

El hecho de que los microorganismos inoculados hayan sobrevivido, adaptados y establecidos en un hábitat diferente, indica que han sido influidos favorablemente por el ambiente de la rizosfera y las condiciones del suelo donde se estableció el cultivo del tomate, pudiendo dominar o coexistir y coincidiendo con lo reportado por Ojeda (1998) para especies forrajeras. El efecto directo de los HMA, al tratar de colonizar la planta en los primeros estadios, esta ejerce un "rechazo", pudiendo provocar que los metabolitos que se excretan afecten a la microbiota bacteriana, provocando que muchas bacterias con efectos negativos fuesen reducidas a poblaciones bajas o nulas y potenciando las que pueden ejercer un efecto positivo, siendo esta la causa de que se incrementen sus poblaciones, todo lo cual repercute en un mejor crecimiento y desarrollo de las posturas (Pulido, 2002).

Por su parte, las asociaciones micorrizicas le confieren a la planta beneficios de carácter físico-químicos en la rizosfera e hifosfera, propiciando un régimen nutricional adecuado a las plantas (Lecaton y Obatón, 1983; Siqueira y Franco, 1988; Sieverding, 1991; Gianinazzi et al., 1991; Bethlenfalvay y Liderman, 1992; Bonfante-Fassolo y Perotto, 1992).

Conclusiones

De acuerdo a los resultados obtenidos del presente estudio se observó la efectividad de la aplicación de los HMA en el cultivo del tomate.

1. El empleo de la inoculación, simple y combinada, con hongos micorrízicos arbusculares demuestra ser una práctica efectiva para la producción de tomate, constituyendo una alternativa nutricional válida a la fertilización mineral.

2. Con la aplicación del biofertilizante es factible disminuir la contaminación que provoca la fertilización nitrogenada por lo menos en un 25 y 40 %.

3. En el desarrollo vegetal, se observó un incremento de materia seca total, altura de las plantas, grosor y los indicadores de la floración, fructificación en los tratamientos con inoculación de HMA.

4. La floración y fructificación del tomate están influenciados por la fertilización nitrogenada y la inoculación de micorriza, obteniendo los mejores resultados los tratamientos con un 75 y 60 % de aplicación de nitrógeno.

5. Existe alto grado de correspondencia entre las variantes de inoculación y fertilización mineral que garantizan un crecimiento adecuado de las plantas con las que presentan mayores niveles de colonización y de extracción de nutrientes.

6. En el suelo Fersialítico pardo rojizo empleado existen cepas nativas de hongos micorrizógenos arbusculares con buena capacidad de colonizar a las raíces del tomate; sin embargo su nivel de ocupación fúngica es bajo, lo que puede ser potenciado con la inoculación de HMA.

 

Autora:

Ing. Caridad Yadira González Brooks.

Datos de la autora

Graduada de Ingeniera agrónoma

Años de experiencia 20

Profesora de Práctica Laboral de la Escuela Especial José Vázquez del Municipio Jiguaní. Provincia Granma. Cuba.

Cursa los estudios posgraduados de la maestría en Ciencias Agrícolas de la Universidad de Granma. Cuba.

Partes: 1, 2
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