Resumen
La labor de dirección que desempeñan los cuadros sindicales sería imposible sin un proceso de comunicación, a través de él se desarrolla el trabajo político-ideológico de convencimiento y persuasión en los diferentes escenarios, que van desde los órganos de dirección hasta las estructuras de mando que existen en la base y se extiende hasta el trabajo diferenciado hombre a hombre.
La comunicación eficiente en la labor de dirección garantiza el cumplimiento de los objetivos y la misión de cada organización en los diferentes niveles de dirección. Así como la creación de un clima socio-psicológico favorable y las relaciones interpersonales de colaboración ayuda mutua, solidaridad y cooperación.
Palabras claves: Comunicación, Dirección, Movimiento Sindical.
Introducción
La comunicación constituye un factor esencial en el desarrollo de la sociedad humana. El hombre es un ser social, en la medida en que fue transformado la naturaleza arrancándole los medios indispensables para subsistencia tuvo la necesidad de utilizar mensajes para poder trasmitir sus pensamientos.
El trabajo y el lenguaje contribuyeron al surgimiento y desarrollo de la conciencia y por tanto a la superioridad del hombre sobre el resto de los animales.
Marx y Engels demostraron que desde el surgimiento de la sociedad la comunicación fue inseparable del desarrollo de la conciencia y de la actividad laboral de los hombres.
La comunicación es social por su contenido y esencia e individual por la forma en que se desplaza por sujetos individuales.
El carácter está dado por el carácter general del movimiento total. En la medida en que la sociedad produce al hombre este la produce a ella.
Teniendo en cuenta el trabajo de dirección que desarrollan los cuadros sindicales y el papel que juega la comunicación decisivo.
El presente trabajo tiene como objetivo brindar a los cuadros sindicales de la provincia Granma una fundamentación teórica acerca de la importancia de la comunicación en el proceso de dirección sindical.
Desarrollo
Principales problemas identificados.
Imposición de criterios sin tener en cuenta el necesario aporte de la experiencia y la creatividad colectiva.
Falta de precisión en algunas orientaciones que impiden a los subordinados captar el mensaje real que se quiere trasmitir.
Utilización de gastos que inhiben la participación de los interlocutores.
No se escucha con atención y se producen interrupciones que en ocasiones desvían la atención del asunto que se trate.
El no empleo de manera sistemática del cambio de tono de voz de acuerdo a la actividad, al momento que tiene lugar y a las características del auditorio.
Dificultades en la aplicación de los principios y las funciones de dirección.
A partir de estas insuficiencias y la necesidad de perfeccionar la labor de dirección de los cuadros sindicales desarrollamos el presente trabajo.
La comunicación en la dirección sindical.
¨… Es decisivo el papel del movimiento sindical… ¨ Crean que la Revolución no podría concebirse sin el papel del movimiento sindical.
(Castro, F. 1961;)
El protagonismo del movimiento obrero expresado por nuestro comandante en jefe no podría cumplirse si no se logra una amplia comunicación entre los dirigentes sindicales y las masas trabajadoras (una estrecha vinculación y retroalimentación sistemática) que permita conocer cuáles son las necesidades, motivaciones, intereses y tendencias en las organizaciones a todos los niveles de dirección, el mayor o menor nivel de efectividad en el funcionamiento de una organización depende de cómo conciba la comunicación entre sus diferentes elementos.
La comunicación cumple tres funciones: informativa, reguladora y afectiva. La informativa se refiere a la transmisión y recepción de la información; la reguladora al control del comportamiento del individuo de su relación con los otros y lo afectivo es la expresión auténtica de la esfera emocional al considerar al otro con un sujeto y no como un receptor pasivo. Estas funciones en la práctica se dan como un sistema y cuando se logra armonía en su funcionamiento, los hombres se sienten mas comprometidos con la obra que ejecutan y, por tanto, la actividad de dirección que realizan los dirigentes sindicales encaminadas a la formación de valores en sus subordinados y la modificación de modos de actuación y formación de convicciones tanto en los grupos bajo su dirección como en la sociedad en general fundamentalmente a través del ejemplo personal y el trabajo político-ideológico individualizado hombre a hombre.
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