- El liberalismo y sus problemas
- El Derecho como instrumento de la libertad de los pueblos
- Conclusiones
Capítulo 1:
El liberalismo y sus problemas
1.1 Liberalismo
El liberalismo, como sistema político y económico toma como centro de todas sus preocupaciones al individuo como ser libre, racional e igual en derechos y dignidad a todos los demás hombres. Su importancia en el mundo contemporáneo no puede discutirse, ya que la gran mayoría de países del mundo siguen en sustancia sus postulados, marcando el destino de la historia y de miles de millones de seres humanos. Este sistema tiene presupuestos filosóficos que sustentan su visión del mundo y que explican cómo y por qué debe estructurarse la sociedad como se estructura bajo su control. Aquellos postulados son su justificación. Es esta justificación la que se pondrá en entre dicho en este capitulo, con el fin, no de destruir teóricamente sus efectos, ya que el liberalismo como sistema político tiene sus virtudes, como lo es acentuar la vida democrática en un país, posibilitar el desarrollo económico de una manera mas responsable y libre dentro de una sociedad, etc.
Se discutirá sus fundamentos con el fin de sugerir que ellos no pueden ser el sustento de una teoría de la justicia que se base en el principio de realidad, ya que aquellas postulados no han variado en gran media desde el siglo XVII y XVIII, cuando con Kant y Rousseau nace el iunatualismo, hijo de toda una tradición de pensamiento que se remonta a los griegos. Es la concepción del hombre del liberalismo la que se pondrá en tela de juicio y con el todos sus demás fundamentos.
El motivo de esta critica que se hará a continuación busca proteger el sistema liberal-democrático en la practica, mas no en la teoría. Esta ha recibido ataques desde muchos frentes, y su concepción esencialista-libertaria y racionalista del ser humano, si se entienden como dogmas, como muchos de sus defensores lo hacen aun hoy en día, no hacen más que aumentar los problemas para que la democracia se asiente realmente con fuerza en los pueblos.
1.2 Génesis del Liberalismo: La modernidad y Descartes
Comenzaremos este primer capitulo con una primera génesis del liberalismo. Planteando primero la importancia del Filósofo francés Descartes, como iniciador de toda la corriente filosófica e histórica, que pone, al individuo, como centro, para luego narrar la concepción liberal de Locke y Kant, para finalmente hacer una crítica al liberalismo como tal.
Descartes, iniciador de la filosofía moderna, etapa del pensamiento en que se da el famoso giro a la subjetividad, puede ser considerado el iniciador del individualismo contemporáneo y precursor de lo que luego será el liberalismo político y económico. La importancia que toma en él el individuo epistemológica y antológicamente marca el destino posterior de occidente y con ella del mundo. Con él se inicia también, junto con Bacon, la teoría del conocimiento, la concepción de un universo mecanicista, medible y geométrico[1]capaz de ser aprehendido en su verdadera esencia matemática, iniciándose así la era de la técnica, proceso que muchos siglos después llevara, con el desarrollo de la tecnología a la industrialización, al comercio mundial y a la globalización[2]Con Descartes también comienza la ilustración moderna, la idea fundamental de que el hombre, por si mismo, y por el ejercicio libre de su propia razón puede llegar a descubrir verdades, tanto en el campo de la teoría del conocimiento y la metafísica como en el campo de la moral y lo político, etc.
Descartes es el propulsor de la llanada duda metódica, consistente en dudar y no tomar como cierto todo aquello que sea susceptible de duda.[3]
Para Descartes era valido dudar de los sentidos, en tanto estos muchas veces nos engañan, hasta tal punto que algunas veces los sueños se confunden con la realidad, abriendo la posibilidad de que la vida sea en verdad un sueño, y que por tanto nada de lo que nos muestra los sentidos es real. Luego, Descartes sugiere dudar de las matemáticas, planteando la existencia de un genio maligno que desea engañarnos y que tiene tal poder, que puede hacernos creer que 2 mas 2 es 4, cuando en verdad es 5, por ejemplo. Finalmente, Descartes se pregunta si hay una cosa de la que sea imposible dudar, y que resista incluso la prueba del genio maligno. Y encuentra que aun cuando un genio maligno todo poderoso quiera engañarle, nunca podrá convencerle de que cuando piensa no existe. "Pienso, luego existo", es la famosa frase de Descartes que marcó un hito en la filosofía.
Este pensar para Descartes no abarca sólo el ejercicio de la razón especulativa, si no también, el campo del sentimiento, de las emociones, de todo aquello que tenga y presente intencionalidad ligado a la conciencia. Para el su existencia era lo único cierto e indubitable. Luego de esto tratará de demostrar la existencia de dios, mediante la postulación de la idea innata de Dios y mediante aquel tratará de recuperar el mundo antes perdido en la sombras de la duda. Sin embargo, el solipsismo al que llego Descartes previo a todo esto, marcara todo el desarrollo del pensamiento posterior. Lo único real y cierto será el sujeto y todo lo que hay dentro de el. El sujeto será la base epistemológica y antológica en que se construirán todos los sistemas de la modernidad, y por supuesto del futuro liberalismo.
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