Alcanzaron gran nivel de organización lo que facilitó el apoyo a la lucha guerrillera mas tarde, algunas se dedicaban a las labores agrícolas con su esposo e hijos y esos alimentos eran entregados a la guerrilla, dominaban la zona por lo que la labor de mensajería no fue un problema para ellas, el valor se fue consolidando en cada acción que desarrollaban y de esta forma se fue creando un clima favorable para el teatro de operaciones de la guerrilla.
La mujer y lucha guerrillera en el Municipio Bartolomé Masó
El proceso de guerra exigió de la mujer su incorporación social directa y activa. No debía ser principalmente la madre y la compañera del soldado, En muchos países la mujer marchó en los ejércitos de liberación y en las guerrillas, o integró los grupos de resistencia. En otras ocasiones, más a la retaguardia, sustituyó la labor de los hombres en las fábricas y talleres; fue el relevo seguro de los que marchaban al frente.
Ernesto Che Guevara describe a la población serrana: "mujeres prematuramente aventajadas, sin dientes, niños de vientres enormes, parasitismo, raquitismo, avitaminosis en general la, eran los signos de la Sierra Maestra"
La revolucionaria María Rivero López, que había realizado algunas acciones en el territorio, intensifica su labor desde el mes de febrero, pero esta vez traslada armas, medicinas, en el carro que repartía cigarros "Partagás". Hasta que por ayuda de su amiga "Geña" ingresa a las tropas de Ángel Verdecía.
El 30 de octubre de 1957 en la casa de Medelia se efectuó una reunión que dirigió Abelardo Calá jefe de la célula de Canabacoa, se acuerda comenzar la quema de cañas el 15 de noviembre de 1957, con el objetivo de darle un golpe a la economía que sustentaba a la tiranía, el acuerdo lo cumplen los integrante de las células revolucionarias, donde fue muy destacada la participación de Silvia Noelia López Rosales integrante de la célula de Canabacoa.
La casa de Silvia sirvió de cuartel al Ejército Rebelde, junto a su mamá y seis hermanos. Según testimonio de Silvia su casa fue registrada en varias ocasiones, pero nunca encontraron nada, y enfrentó junto a su madre las amenazas que le hicieron, escondían las ropas y comidas entre las colmenas que sirvieron de alimento a la guerrilla, Silvia sirvió de mensajera y luego de los combates ella recogía las balas que luego enviaban a la Sierra Maestra, cosió ropa y brazaletes ayudada por Juana Teresa Pérez, colaboradora de la zona ayudaba en la matanza de reses para abastecer al ejército rebelde.
Clodomira, "Clodo," como la llamaba el Comandante en Jefe, se incorporó a la lucha revolucionaria a mediados del año 1957, realizaba labores en la guerrilla: de cocinar, lavar, hacer guardia y después pasó a realizar la labor de mensajera del Comandante en Jefe. Cumplió misión en Santa Clara, Victoria de Las Tunas, a Santa Clara acompañó a Chomón junto con unos estudiantes universitarios hasta Matanzas, entre otras.
Lidia Esther, siempre actuó como mensajera de la sierra y el llano, bajo las ordenes del Che, "demostró tener también condiciones como combatiente de la
ciudad. Por su propia personalidad y lo que representaba, resultó ser una formidable aglutinadora y realizó una serie de contactos y coordinaciones para fortalecer la organización del movimiento, muy especialmente entre las mujeres".
En septiembre de 1958 les encomiendan una misión que debían cumplir en La Habana. Víctima de una delación caen en manos asesinas, el 12 de septiembre de 1958. De ellas expresó Fidel "Fácil es de imaginar la indignación de los combatientes revolucionarios cuando recibieron aquella noticia (el asesinato). Lidia había sido una formidable colaboradora desde los primeros momentos y Clodomira era una joven campesina humilde de inteligencia natural grande y de una valentía a todo prueba.
Según testimonio de Hilda Rielo "cuando Clodomira regresara del que fue su último viaje de la Sierra al llano, formaría parte del pelotón Mariana Grajales por orientación del Comandante en Jefe"
Ya estaba probado que la mujer podía hacer de todo. Aguantaban los bombardeos, trasladaban las armas y sobre todo estaban en los lugares donde se desarrollaban los combates.
El 4 de septiembre de 1958, después de un largo debate que duró más de siete horas con Fidel al frente y los que quedaban de su estado mayor, se decidió formar el pelotón femenino que llevaría por nombre "Mariana Grajales"
que fue una heroína de nuestras luchas independentistas, del que Isabel Rielo pasó a ser la jefa y Delsa Esther Puebla (Teté) la segunda al mando, este pelotón estaba integrado por 13 valerosas mujeres, su primer y único combate en el territorio fue el día 27 de septiembre de 1958 en el Cerro Pelado.
Ese fue el bautismo de fuego de las Marianas, participó el pelotón completo al mando del Comandante en Jefe los cuales atacan y destruyen el cuartel de la tiranía. Este día combaten las fuerzas artilleras del Ejército Rebelde causando grandes estragos al cuartel.
Las integrantes del pelotón Mariana Grajales eran las guardias personales de Fidel Castro, por decisión de él personalmente, según testimonio de Delsa Esther Puebla y desde ese día cuando él iba a un lugar, la gente comentaba "Vienen las Marianas, llegará el Comandante". Éramos su avanzada. Lo hizo para demostrar su confianza en las mujeres.
Se ha demostrado que no sólo pelean los hombres, sino pelean las mujeres también en Cuba. Y la mejor prueba es el pelotón Mariana Grajales, que tanto se distinguió en numerosos combates. Y las mujeres son tan excelentes soldados como nuestros mejores soldados hombres. Y yo quería demostrar que las mujeres pueden ser buenos soldados.
Estas heroicas féminas, a través de organizaciones o individualmente, mantuvieron en ascenso las luchas revolucionarias al aplicar en la práctica su ejemplo de entrega, tenacidad, inteligencia, perseverancia, intransigencia, desprendimiento material, humanismo y solidaridad.
Por otra parte, desarrollaron el feminismo quizás no como una teoría sobre la emancipación sino con la activa participación y la adquisición de ideas renovadas y argumentos bien fundamentados a tono con las circunstancias históricas concretas.
La participación de la mujer del territorio de Estrada Palma durante la lucha revolucionaria se reafirma la tradición rebelde de éstas frente a la dominación imperialista y las condiciones de la república neocolonial en el contexto local. Eugenia Verdecía Moreno "Geña", Edemis Núñez Tamayo, Eva Castillo Tamayo, Clodomira Acosta Ferrales, entre otras, resumen en sí la valentía, perspicacia, desafío a su tiempo e ilustración de la mujer del actual municipio de Bartolomé Masó Márquez.
¡La Revolución cuenta con la mujer cubana!
La Revolución tiene, sin duda alguna, en el sector femenino de nuestra población, un respaldo muy grande.
Nuestro país puede sentirse afortunado en muchas cosas, pero entre ellas, la primera de todas, por el magnífico pueblo que posee. Aquí no solo luchan los hombres; aquí, como los hombres, luchan las mujeres.
Y no es nuevo, ya la historia nos hablaba de grandes mujeres en nuestras luchas por la independencia, y una de ellas las simboliza a todas: Mariana Grajales, aquella que le dijo al hijo más pequeño: "¡Empínate, para que vayas a luchar también por tu patria!" Y en esta etapa heroica de nuestro pueblo, también quedarán grabados para siempre muchos hechos, en los cuales fueron protagonistas mujeres cubanas.
Por eso es bueno unir; por eso es bueno prepararse a luchar; por eso este paso que han dado las mujeres cubanas es una victoria más de nuestro pueblo, una fuerza más de nuestro pueblo. Esta unificación de todos los sectores femeninos de la Revolución, es constituir una fuerza, una fuerza entusiasta, una fuerza numerosa, una fuerza grande y una fuerza decisiva para nuestra Revolución.
Y hoy se reúnen las mujeres y constituyen esta Federación de Mujeres Cubanas, unidas en esa palabra: cubanas… Y se han unido para trabajar y luchar; se han unido para todas las tareas que la Revolución nos trae; se han unido para la lucha y se han unido para el trabajo; se han unido para ayudar a la patria en cualquier circunstancia.
La revista "Mujeres cubanas"
Federación de Mujer Cubana Municipio Bartolomé Masó.
Tesis opción de Msc. MIREYA LEYDIS NÚÑEZ CASTILLO.
Autor:
Inoelvis Muñoz Hidalgo
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