- La actividad femenina en el Municipio Bartolomé Masó hasta 1955
- Antes y después del desembarco del Granma
- La mujer y lucha guerrillera en el Municipio Bartolomé Masó
- ¡La Revolución cuenta con la mujer cubana!
- Fuente
La mujer representaba alrededor del 18% en la composición poblacional del Municipio Bartolomé Masó, provincia granma, sin embargo, le correspondía un papel insignificante en la vida social por las ataduras socioeconómicas y culturales de la época.
La actividad femenina en el Municipio Bartolomé Masó hasta 1955
Las mujeres aunque eran las minorías, no llegaban a diez junto a los demás obreros de la industria en 1948, se negaron a iniciar la zafra creando un estado de huelga, decididos a impedir la zafra si no se procedía al pago del diferencial azucarero. La paralización de la principal y primera industria de la localidad afectó los intereses de los hacendados, colonos y comerciantes pero recayó con todo su peso sobre los trabajadores.
En enero de 1948 se orientó por la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros el cambio de la estrategia en la lucha, llevándola a plano nacional y local, es decir, discuten cada sindicato con los patronales el pago del 8 % que se les debían pagar en materia de salario anterior.
Cuando el líder de las cañas Jesús Menéndez visitó el central, para analizar él personalmente la situación del pago del diferencial. Según testimonio del dirigente azucarero René Estrada, se reunió con la dirección del sindicato, en la casa de Pastora Soto, trabajadora del central azucarero, donde analizaron la situación existente y los aspectos esenciales a definir en la coyuntura creada.
Más tarde las féminas que trabajaban en el central, apoyaron con su presencia, las últimas palabras expresadas por el líder azucarero en el territorio, en el mitin efectuado en el actual sindicato azucarero y contribuyeron con su dinero a la construcción del panteón donde fue sepultado posteriormente Jesús Menéndez.
En el país se produjeron manifestaciones públicas en las que las mujeres exigían que se les reconociera los derechos en la nueva constitución.
Luchaban por obtener el 1% en la asamblea constituyente, demandaron la solución al empleo femenino y participaron en las jornadas de la lucha contra las tarifas impuestas en la compañía de electricidad. Como es conocido en la asamblea participaron pocas mujeres y por el territorio no participó ninguna, pero apoyaron lo planteado.
El gobierno de Batista en 1955 disolvió el club de pro mejoras "La Misión Rural Femenina creada" 1941, en el poblado del Zarzal argumentando que no pagaban la cuota mensual establecidas, en realidad fue el resultado de la pugna de intereses entre los diferentes facciones de la burguesía y el afán por el poder entre los partidos políticos de la época.
Las que tenían como objeto social coser, se reunían en un taller, entre otras funciones tenían aprender a bordar, tejer, trabajar la artesanía, elaboraban vinos, licores, recaudaban fondos con los que realizaron obras sociales: la portada del cementerio del actual municipio de Bartolomé Masó, con la ayuda del patronato de José Antonio Tuñón Álvarez.
Estas mujeres dominaban con profundidad las féminas que se postulaban para ser gobernantes y el lema que las identificaban.
Según testimonios de Manuel de la Masa Castillo "Parrino", en el taller se leía la propaganda revolucionaria, se debatía la revista "Mujeres Cubanas[1]
Antes y después del desembarco del Granma
Las mujeres de este poblado en esta etapa estaban más seguras de sus objetivos: eliminar para siempre el régimen al que estaban sometidas y luchar por las demandas económicas, por lo que las acciones y los riesgos eran mayores.
La lucha clandestina se manifestó principalmente en el poblado de El Zarzal con dos células revolucionarias, en la que las mujeres se destacaron como mensajeras, divulgadoras de las actividades que se planificaban y de la propaganda revolucionaria, impulsoras de construcción de obras públicas, de la quema de cañaverales.
Entre las valerosas mujeres que a su vez eran informadas por los responsables de las células estaban:
Eva Castillo Tamayo
Georgina Gonzáles Olazábal
Manuela Pollan Soto
Eutimia Soto Ramírez
Alba Sosa Rosabal
Santa Victoria Padrón Chávez
Concha Álvarez
María Guerra Barrero
Nancy Manfarral Naranjo
Justa Ideliza Verdecía Verdecía
Fidela Jorge Tamayo.
El principal vínculo del territorio con el movimiento revolucionado era de Manzanillo, en la casa de la destacada luchadora manzanillera Micaela Riera para la que trabajaba como doméstica Eugenia Verdecía Moreno (Geña)
Las féminas que integraban el sindicato azucarero en esa etapa siguieron sus luchas y manifestaciones contra el régimen dictatorial. Celebraron mítines en
distintos lugares, implantaron el Paso de la Jicotea, que consistía en hacer propaganda para que no se consumiera algunos productos ejemplo: la entrada del pan procedente de San Felipe al central con el objetivo de hacerle daño a la economía, ponían puntillas en los caminos que conducían al central, esto lo realizaban desde el Cerro Pelado hasta el central dirigido por Eugenia Verdecía, quemaron equipos arroceros en la finca de los agricultores privados, destruyeron sembrados.
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