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Jóvenes, Educación y el Desafío de convivir con la Diversidad cultural


  1. Resumo
  2. Introducción
  3. Acciones y programas destinados al apoyo de sus procesos de integración social, educativa y laboral
  4. La transformación social y el redimensionamiento del espacio educativo

Resumo

Recurrentemente en América Latina se alude a los jóvenes como un sector estratégico destinado a encauzar y promover el desarrollo de las sociedades, muchas veces sin considerar la disposición objetiva de medios y herramientas Materiales y simbólicas necesarias para concretar este magno propósito.

El ápice alcanzado por la pobreza, la exacerbación de las desigualdades sociales, el incremento del índice de desempleo y la progresiva expansión de la exclusión socioeconómica ha abierto para las nuevas generaciones un escenario plagado

de restricciones, incertidumbres y riesgos. El presente artículo se propone aproximar una lectura crítica a cerca del contexto socio histórico en el que se sitúa la política educativa destinada a los jóvenes para indagar posteriormente sobre la pertinencia de sus propuestas y programas de formación orientados –supuestamente a favorecer la participación de los jóvenes en contextos de pluralidad cultural y restricción socioeconómica.

PALAVRAS-CHAVE: Educación; Juventud; Desigualdad

Socioeconómica; diversidad étnico cultural; America Latina.

Youth, education, and the challenge of living under socio-economic

Inequality in a multicultural Millieu in Latin América

ABSTRACT

Again and again Latin American youth are claimed to be the population sector destined to lead and promote the development of a new society, while often forgetting the objective disponibility of resources and tools, both material and symbolic, to attain such goals.

The growing poverty, the increasing social inequality, unemployment and the social

Marginalization, present to the current generation new scenery full of restrictions,

Uncertainties and risks.

Here I present a critical analysis on the socio-historical context in which the educational politics for the youth is framed and its relevance for the programs and proposition which are assumed to favor the participation of the youth in a socio-economical development in a multi-cultural environment.

KEYWORDS: education; youth; socio-economic inequality; ethnic and cultural diversity; Latin America.

Introducción

El conjunto de las reformas políticas implementadas formaron parte de un proceso abarcador y sistemático de modernización cuyo objetivo se centró en la reestructuración del Estado y de la sociedad en su conjunto abogando por la limitación progresiva del fisco en la regulación de asuntos sociales, la participación cada vez más protagonista del sector privado en la administración de los servicios sociales, la descentralización de las estructuras e instituciones públicas, la desregulación de los mercados laborales y la liberalización de las economías locales.

La escasa generación de políticas y programas por parte del Estado que pudiesen reparar los desajustes y las restricciones engendrados por las reformas políticas introducidas se complementó con el bajo desarrollo económico y productivo alcanzado y el debilitamiento de la cohesión social, lo que derivó en la exacerbación de la vulnerabilidad social, la desigualdad social, la pobreza estructural y la acumulación de la riqueza y el bienestar.

La incidencia de estos cambios profundos en los espacios de participación social han modificado sustancialmente las condiciones de vida (mayor heterogeneidad y complejidad) y el sentido mismo de los proyectos y las opciones personales de las nuevas generaciones –de los niños y los jóvenes en torno a diseñar sus procesos de formación y transición educativa y laboral (mayor individualización y autonomía).

En América Latina, especialmente, la heterogeneidad subyacente en la condición socio-histórica, cultural, subjetiva y cognitiva de los jóvenes se conjuga con un amplio conjunto de desigualdades, fracturas y polarizaciones sociales que atraviesan las trayectorias educativas, las opciones de vida y los itinerarios laborales, y que, progresivamente, torna imposible aludir a la existencia de una única identidad juvenil o bien a la idea de un grupo juvenil uniforme y estándar.

Sin embargo, en el ámbito político y social de los Estados en la región se evidencia que la heterogeneidad y la fragmentación socioeconómica y cultural que constriñen la vida de los jóvenes quedan excluidas de las principales.

Acciones y programas destinados al apoyo de sus procesos de integración social, educativa y laboral

En el presente artículo se analizarán algunos aspectos claves de diferenciación y segmentación de las oportunidades de participación social de los jóvenes, subrayando, en espacial modo, la transformación y tensiones acaecidas en el ámbito educativo y el campo de la transición hacia el mercado de trabajo y la vida adulta.

La transformación social y el redimensionamiento del espacio educativo

En la actualidad la Educación, el Estado y la sociedad se sitúan en un escenario histórico álgido, cambiante y vertiginoso, que impregna la vida de las personas, interpela la sostenibilidad de los modelos de desarrollo y resignifica las premisas fundantes de la cohesión social.

En este escenario, la influencia de la pobreza, la falta de expectativas futuras, la depreciación de las credenciales educativas, la ausencia de referentes políticos validos de representación social (indefensión), el desmembramiento de las redes y de los mecanismos de cohesión social y la pluralización cultural cuestionan el modo en cómo los jóvenes se preparan en nuestros días para afrontar los complejos e inciertos desafíos ligados a la integración social, laboral y económica (CEPAL y OIJ, 2004).

La trascendencia de las transformaciones sociales y culturales gestadas a nivel local y global desborda las capacidades y las competencias detentadas por los sistemas educativos y los centros de formación, poniendo en evidencia el desfase y la obsolescencia de los criterios teóricos y prácticos que sustentan los procesos de enseñanza y de aprendizaje, los dominios y las competencias profesionales de los maestros y los recursos técnicos, metodológicos y epistemológicos que orientan la labor desempeñada por las instituciones de formación.

La educación en América Latina, a pesar de la especificidad de los procesos y de las estructuras políticas propias de cada país, reviste una serie de características análogas basadas principalmente en los siguientes aspectos: a) el profundo grado de desigualdad regente en el acceso a una oferta de calidad, b) la falta de herramientas operativas y funcionales que estén al servicio de la innovación, la gestión inteligente y el mejoramiento de los programas educativos, c) la Pablo limitación de las posibilidades de participación en los espacios de formación no formales, d) el déficit de las capacidades de los profesores para desempeñar sus Actividades en contextos y escenarios educativos heterogéneos y adversos, e) el

Elevado número de analfabetos, f) el amplio porcentaje de fracaso y abandono escolar, g) el desgranamiento de los contenidos curriculares, h) la baja incorporación de tecnología y otros insumos educativos innovadores y i) la segmentación de las oportunidades educativas en congruencia con el origen socioeconómico, el hábitat geográfico de vida, la pertenencia étnico-cultural, el tipo de género, y el nivel educativo y cultural prevaleciente en el hogar (UNESCO y PREALC, 2008; CEPAL, 2007; 2009).

De este modo, las minorías étnico-culturales, como las comunidades Indígenas y afro descendientes en América Latina, sufren el mayor rezago en el acceso a servicios sociales fundamentales como, por ejemplo, la educación, la salud, el trabajo, la vivienda y la seguridad social, aspectos que condicionan la ulterior proyección individual y colectiva de los sujetos en la vida social.

Especialmente, la imposibilidad de participación en programas educativos de calidad, actualizados y congruentes a la diversidad cultural prevalente está constreñida a una mayor propensión a la pobreza, a la exclusión social y a la vulnerabilidad en términos económicos, laborales y civiles (SEN y KLIKSBERG, 2008).

La falta de reconocimiento de los derechos de las comunidades originarias, la débil visibilización política de sus demandas civiles emergentes, la cuestionable contextualización de los mecanismos institucionales y programáticos a las realidades heterogéneas y las restricciones estructurales que coercen a la participación social, interpelan la viabilidad del modelo de desarrollo vigente y exigen una nueva toma de posición política frente a estos hechos (TETZLAFF, 2000).

La implicación dialéctica y solidaria entre los conocimientos suministrados por la escuela (dentro del ámbito estrictamente escolar) y la realidad cotidiana de los alumnos (dentro del ámbito social de interacción social y cultural) no debería suponer necesariamente la subordinación o la sobre posición de la primera por la segunda.

Sin embargo, la falta de procesamiento educativo de las transformaciones culturales, sociales y cognitivas emergentes expone una de las grandes carencias en el aprendizaje desarrollador de estas diferentes culturas educacionales.

Se cuestionan la efectividad de las acciones y las propuestas de integración extendidas desde los sistemas de formación y las políticas educativas. La débil percepción de la singularidad y la complejidad inherente a los nuevos escenarios educativos donde se forman los actores juveniles, ha dificultado el diseño de una oferta educativa más dinámica y transformadora.

Por este motivo, en el campo de las reformas políticas educativas la tarea aún pendiente estriba en desentrañar (analizando y transformando) los nuevos procesos de integración y desintegración intercultural, atendiendo a la influencia que tienen la desigualdad socioeconómica y la diversidad cultural en la gestación de nuevos escenarios y dinámicas de interacción en el contexto local y global. Dirimir y estudiar los actuales procesos de transformación social resulta sin dudas, una elemento capital para el futuro desarrollo de vías de inclusión educativa y social de las nuevas generaciones.

A raíz de la preponderancia que progresivamente va adoptando la diversidad y la heterogeneidad sociocultural se torna cada vez más evidente que lo visualizado por la mayoría como "adecuado y normal" en términos educativos, curriculares y didácticos, no siempre es compatible y/o armonizable con la realidad imperante en la vida de los jóvenes. De esta manera la escisión planteada entre la organización homogénea de la oferta educativa y los contenidos curriculares

Con respecto a la multiplicidad de demandas, intereses y potencialidades que cada individuo puede tener en la zona de desarrollo próximo a la zona de desarrollo actual.

Las acciones y programas destinados al apoyo de sus procesos de integración social, educativa y laboral se evidencian por lo siguiente.

En el presente artículo se analizarán algunos aspectos claves de diferenciación y segmentación de las oportunidades de participación social de los jóvenes, subrayando, en espacial modo, la transformación y tensiones acaecidas en el ámbito educativo y el campo de la transición hacia el mercado de trabajo y la vida adulta.

La transformación social y el redimensionamiento del espacio educativo

En la actualidad la Educación, el Estado y la Sociedad se sitúan en un escenario

Histórico álgido, cambiante y vertiginoso, que impregna la vida de las personas, interpela la sostenibilidad de los modelos de desarrollo y resignifica las Premisas fundantes de la cohesión social.

En este escenario, la influencia de la pobreza, la falta de expectativas futuras, la depreciación de las credenciales educativas, la ausencia de referentes políticos validos de representación social (indefensión), el desmembramiento de las redes y de los mecanismos de cohesión social y la pluralización cultural cuestionan el modo en cómo los jóvenes se preparan en nuestros días para afrontar los complejos e inciertos desafíos ligados a la integración social, laboral y económica (CEPAL y OIJ, 2004).

La trascendencia de las transformaciones sociales y culturales gestadas a nivel local y global desborda las capacidades y las competencias detentadas por los sistemas educativos y los centros de formación, poniendo en evidencia el desfase y la obsolescencia de los criterios teóricos y prácticos que sustentan los procesos de enseñanza y de aprendizaje, los dominios y las competencias profesionales de los maestros y los recursos técnicos, metodológicos y epistemológicos que orientan la labor desempeñada por las instituciones de formación.

La Educación en América Latina, a pesar de la especificidad de los procesos y de las estructuras políticas propias de cada país, reviste una serie de características análogas basadas principalmente en los siguientes aspectos: a) el profundo grado de desigualdad regente en el acceso a una oferta de calidad, b) la falta de herramientas operativas y funcionales que estén al servicio de la innovación, la gestión inteligente y el mejoramiento de los programas educativos, c) la limitación de las posibilidades de participación en los espacios de formación no formales, d) el déficit de las capacidades de los profesores para desempeñar sus actividades en contextos y escenarios educativos heterogéneos y adversos, e) el elevado número de analfabetos, f) el amplio porcentaje de fracaso y abandono escolar, g) el desgranamiento de los contenidos curriculares, h) la baja incorporación de tecnología y otros insumos educativos innovadores y i) la segmentación de las oportunidades educativas en congruencia con el origen socioeconómico, el hábitat geográfico de vida, la pertenencia étnico-cultural, el tipo de género, y el nivel durativo y cultural prevaleciente en el hogar (UNESCO y

PREALC, 2008; CEPAL, 2007; , 2009).

De este modo, las minorías étnico-culturales, como las comunidades indígenas y afro descendientes en América Latina, sufren el mayor rezago en el acceso a Servicios sociales fundamentales como, por ejemplo, la educación, la salud, el trabajo, la vivienda y la seguridad social, aspectos que condicionan la ulterior proyección individual y colectiva de los sujetos en la vida social.

Especialmente, la imposibilidad de participación en programas educativos de Calidad, actualizados y congruentes a la diversidad cultural prevalente está constreñida a una mayor propensión a la pobreza, a la exclusión social y a la vulnerabilidad en términos económicos, laborales y civiles (SEN y KLIKSBERG,

2008).

La falta de reconocimiento de los derechos de las comunidades originarias, la Débil visibilización política de sus demandas civiles emergentes, la cuestionable contextualización de los mecanismos institucionales y programáticos a las realidades heterogéneas y las restricciones estructurales que coercen a la participación social, interpelan la viabilidad del modelo de desarrollo vigente y exigen una nueva toma de posición política frente a estos hechos (TETZLAFF, 2000).

La implicación dialéctica y solidaria entre los conocimientos suministrados por la escuela (dentro del ámbito estrictamente escolar) y la realidad cotidiana de los Alumnos (dentro del ámbito social de interacción social y cultural) no debería suponer necesariamente la subordinación o la sobre posición de la primera por la segunda.

* Este artículo está dedicado a todos los profesores de América Latina,

Sugerencias y correcciones propios de una lectura sagaz y un amor, simplemente, incondicional.

Unidad de Investigación del Instituto Universitario de Ciencias de LA EDUCACION, para los eventos internacionales

A las universidades de América Latina y otras universidades del mundo.

En América Latina la implementación de reformas políticas orientadas por las premisas ideológicas del modelo neoliberal transformó significativamente los procesos de participación social de las nuevas generaciones en el ámbito educativo, laboral, económico y cultural.

 

 

Autor:

Dayami Rodriguez Esmoris**

Enviado por:

Ileana Álvarez Fundora