- Introducción
- Desarrollo
- Las técnicas de verificación
- El soneto italiano
- El soneto francés
- El semi soneto
- El soneto doble
- Soneto clásico
- Sonetos con estrambote
- Soneto con serventesio
- Soneto modernista
- El sonetillo
- Conclusiones
Introducción
Estoy sentado tranquilamente delante de mi maquina Rémington, al tiempo que mis oídos son heridos por la música de un aparato diabólico. De vez en cuando recreo la vista, al tiempo que mis pensamientos se posan en los anaqueles de mi biblioteca. Y es que una cosa me he propuesto, hacer la investigación necesaria para describir la técnicas de cómo escribir un soneto. Para esto no escatimaré pesquisas, y mucho menos tiempo y esfuerzo.
Es por eso que espero que los lectores que penetren junto conmigo por las paginas que de aquí irán saliendo, tengan la paciencia para luego sentarse a lograr un soneto, labor que es más intricada que la lectura de este engorroso trabajo. Por eso, humildemente me dejo en las manos de ustedes, para que juzguen éste trabajo, el hijo de mi investigación, el cual he engendrado entre el polvo que se acumula sobre los libros guardados y las trazas, que al igual que los críticos malos y los amigos baratos, no perdonan.
Amigo lector, para ti quise hacer lo mejor. Sin no es como tú y yo esperamos que sea, espero haber despertado en ti la curiosidad, y que mi nombre sea olvidado.
Desarrollo
Apolo inventó el soneto para
tormento de los poetas.
Boileau
Un soneto me manda hacer Violanteque en mi vida me he visto en tanto aprieto;catorce versos dicen que es soneto;burla burlando van los tres delante.Yo pensé que no hallara consonante,y estoy a la mitad de otro cuarteto;mas si me veo en el primer terceto,no hay cosa en los cuartetos que me espante.Por el primer terceto voy entrando,y parece que entré con pie derecho,pues fin con este verso le voy dando.Ya estoy en el segundo, y aun sospechoque voy los trece versos acabando;contad si son catorce, y está hecho.
Con este soneto, del monstruo español, llamado Lope de Vega, y a quien hemos querido llamar con toda razón El Soneto del soneto, damos inicio al desarrollo de este trabajo de investigación en el campo de las letras. Es bueno que se sepa, que desde los albores del siglo X111 hasta el presente, siete siglos, es el recorrido que haremos en éste trabajo.
En el soneto citado, Lope de Vega dice que un soneto esta compuesto por catorce versos, y que esos versos están distribuidos en dos cuartetos y en dos tercetos, pues antes de construir nuestro propio soneto, veamos lo que es un cuarteto y lo que es un terceto.
Es cuarteto es la estrofa que cuenta con cuatro versos de arte mayor, los cuales son de igual medida. Los cuartetos riman el primer verso con el cuarto y el segundo con el tercero. Cuando dijimos versos de arte mayor, son los versos que tienen más de ocho sílabas, esto es de nueve sílabas métricas en adelante. Los versos de arte menor tienen de dos a ocho sílabas.
El terceto, es la combinación de tres endecasílabos, en los cuales rima el primero con el tercero y el segundo queda libre, para que, como en el caso de un soneto, rime con el primero y el tercero del próximo terceto. Los tres versos del terceto pueden rimar entre sí. Un endecasílabo, es un verso que tiene once sílabas métricas.
Si leemos lo que dice el epígrafe de este trabajo: "Apolo inventó el soneto para tormento de los poetas", es bueno tener presente, que esa pieza de arte, que encierra en sí misma tanta sutileza de cal en ebullición, y tan agradable a nuestros oídos, es la construcción más difícil de lograr en versos. Y es que los catorce versos del soneto y su distribución, no son versos escritos así por así en forma macarrónica, sino que son la concentración de la capacidad mental del autor. Podemos decir con toda razón y el consentimiento de la musa Calíope, que el soneto es un poema épico en miniatura.
Las técnicas de verificación
Hay tres pasos que se tienen que tener en cuenta al momento de escribir versos:
1. La sinalefa: "Que consiste en un diptongo creado ocasionalmente entre la vocal que termina una palabra y la que da comienzo a otra, – como la usó Rubén Darío: "Ya no hay princesa que cantar", en que" no hay" se cuenta como una sola silaba". Nos dice el poeta José Ángel Buesa, en su Método de Verificación.
2. Sinéresis: "Se llama sinéresis la fusión de vocales dentro de la palabra. Por ejemplo, la palabra lealtad tiene normalmente tres silabas; pero a fin de componer un verso octosílabo pues decir el poeta: "que leal-tad de nuestro pecho." Es como la defina Ángel Acalle, en su Teoría Literaria.
3. Diéresis: Este es el fenómeno contrario a los dos tratados anteriormente. La diéresis es usada para destruir los diptongos. Por ejemplo: Lirio, si el poeta quiere que esa palabra tenga tres silabas en vez de dos como tiene de ordinario, destruye el diptongo, y la cuenta como de tres silabas.
Estos tres pasos son fundamentales para poder versificando de acuerdo con la métrica castellana.
Otras licencias métricas:
Otras licencias métricas que no se puede olvidar nunca es la acentuación final de la palabra en la cual terminan los versos. Si un verso termina en una palabra aguda, ese verso tendrá una silaba más al momento de hacer el conteo silábico. Veamos como ejemplo este soneto de Darío a Caupolicán:
Es algo formidable que vio la vieja raza:robusto tronco de árbol al hombro de un campeónsalvaje y aguerrido, cuya fornida mazablandiera el brazo de Hércules, o el brazo de Sansón.
Por casco sus cabellos, su pecho por coraza,pudiera tal guerrero, de Arauco en la región,lancero de los bosques, Nemrod que todo caza,desjerretar un toro, o estrangular un león.
Anduvo, anduvo, anduvo. Le vio la luz del día,le vio la tarde pálida, le vio la noche fría,y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán.
"¡El Toqui, el Toqui!", clama la conmovida casta.Anduvo, anduvo, anduvo. La Aurora dijo: "Basta",e irguióse la alta frente del gran Caupolicán.
En el verso segundo de la primera estrofa, así como en segundo verso de a segunda estrofa; igualmente en el segundo verso de la tercera, y en los versos primero y cuarto de de la cuarta, donde esos terminan en palabras agudas, a esos versos se les agrega una silaba para que tengan catorce.
También cuando la palabra final de un verso termina en un monosílabo, a ese verso se le cuenta una silaba métrica de más. Veamos como ejemplo estos versos bisílabos:
Ayer
viste
solo
sol.
En los cuales el cuarto verso "sol" es contado como teniendo dos silabas, y es que en castellano no existe versos monosílabos, ya que las palabras monosílabas, al final del verso se cuentan como agudas.
Cuando el verso termina en una palabra llana, no se le agrega ninguna silaba, se cuenta tal como es: pero cuando el verso termina en una palabra esdrújula, se le resta una silaba. Si el poeta dice:
Pide que no me quede, pídelo.
En ves de once silabas métricas, el verso tiene diez.
Se ha de tener siempre presente que las licencias no son para abusar de ellas, y principalmente en los sonetos, ya que esta composición no debe parecer artificial. Todo soneto a de ser natural en la verificación, fuerte en los epítetos, sólido en las metáforas, y sobre todo, no debe haber ningún verso desvinculado del resto.
El soneto italiano
El soneto italiano es considerado como el padre de los sonetos modernos. Por muchos años se a dicho que el soneto es una invención de los italianos, aunque los árabes, desde muchos siglos antes que ellos lo usaron en su poemas, de donde pasó con ellos a Sicilia, para luego llegar a la península itálica. Ya en Italia, el soneto se nacionalizó, alcanzando carta de ciudadanía, junto con los spaghetti.
Dante Alighieri compuso unos veinticinco sonetos en su obra Vida Nueva, siendo estos la más antigua colección de sonetos que se conozca.
Este es un soneto de Dante:
La ves pasar y te decís: ísublime! Es la que ve sin ver, tal como sabe que por tus ojos va su aliento suave diciendo al alma: suspirá, sentime. Temblando Muda, no hablará tu lengua. Torpes, tus ojos nada habrán logrado: Porque en la imagen guardaron de ella nunca hallarás ese sabor deseado. Fingiendo la humildad y la inocencia su paso para siempre te ha dejado solo contra al horror de tu existencia. "Sí existe lo divino, inalcanzado. No es para tí" confirma esta presencia. Que guardas en tus sueños, desgraciado.
Pero es Petrarca, quien es considerado como el progenitor de esta forma estrofita. En su obra Cancionero, se reúnen 317 sonetos.
Todos los sonetos italianos son de catorce silabas, de los denominados alejandrinos
Este es un soneto de Petrarca
SONETO A LAURA
Paz no encuentro ni puedo hacer la guerra,y ardo y soy hielo; y temo y todo aplazo;y vuelo sobre el cielo y yazgo en tierra;y nada aprieto y todo el mundo abrazo.
Quien me tiene en prisión, ni abre ni cierra,ni me retiene ni me suelta el lazo;y no me mata Amor ni me deshierra,ni me quiere ni quita mi embarazo.
Veo sin ojos y sin lengua grito;y pido ayuda y parecer anhelo;a otros amo y por mí me siento odiado.
Llorando grito y el dolor transito;muerte y vida me dan igual desvelo;por vos estoy, Señora, en este estado.
El soneto francés
El soneto italiano llega a Francia conducido por la escuela literaria de Pedro Ronsaurd, Joachim du Bellay y Mellin de Saint-Gelais, el grupo que se denominó Las Pleyades.
En este soneto de Pierre de Ronsaurd, titulado soneto a Helena, el traductor no observa las rimas, pero lo ponemos como un ejemplo.
Cuando seas anciana, de noche, junto a la vela hilando y devanando, sentada junto al fuego, dirás maravillada, mientras cantas mis versos: «Ronsard me celebraba, cuando yo era hermosa»,
Ya no tendrás sirvienta que tales nuevas oiga y que medio dormida ya por la labor se despierte al oír el sonido de mi nombre, bendiciendo el tuyo con inmortal alabanza. Yo estaré bajo tierra, y fantasma sin huesos reposaré junto a la sombra de los mirtos, y tú serás una anciana junto al hogar encogida. Lamentando mi amor y tu desdén altivo Vive, créeme, no aguardes a mañana: Coge desde hoy las rosas de la vida.
Joachim du Bellay, es el autor de este soneto, en el cual, como en el anterior, el traductor no observó la rima:
Andar con aire grave y con grave entrecejo…
Andar con aire grave y con grave entrecejo,y con sonrisa grave a todos dar contento,sopesar las palabras, responder con los gestos,con un Messer non, o bien un Messer si:Entremezclar frecuente un breve El cosi,y con un son Servilore imitar al honesto,y como quien parte tuvo en la conquista,de Florencia y de Nápoles ufano discurrir:Señorear a todos con claro besamanos,y siguiendo el ejemplo del patricio romano,ocultar la pobreza con gallardo exterior:He aquí de esta corte las virtudes más altas.Así es que enfermo, pobre, y en muy mala montura,hasta Francia regresas afeitado y sin blanca.
El semi soneto
El semi soneto es un invento del poeta francés del siglo XV1 P. Delaudum. Esta composición consiste en un solo cuarteto y un solo terceto. Se le llama seguidilla histórica.
Esta es una seguidilla al estilo castellano:
VILLAVALIENTE ES MI PUEBLO
VILLAVALIENTE ES MI PUEBLO
TIENE DOS FIESTAS AL AÑO
SAN ILDEFONSO EN ENERO
LA DE SAN ISIDRO EN MAYO
LA DE SAN ISIDRO EN MAYO
VILLAVALIENTE ES MI PUEBLO
El soneto doble
Este soneto, si se le puede llamar así, es un invento de los franceses, y consiste en cuatro cuartetos y cuatro tercetos. Estos veintiocho versos deben rimar entre sí. A continuación copiamos un soneto de la autoría de Marta Marques, y que ella tituló:
Morir de amor Ribera de la mar de clara luna, el llanto aun importuna. Abatida por la ola solitaria la bella caracola imaginaria, de musa funeraria entona su plegaria de oro y cuna. Busca en la sinrazón, si hubiera alguna, a tu ida inoportuna. Luciérnaga de luz mi candelaria como soprano diestra de triste aria,entona la plegaria de aquesta vida cruenta sin fortuna. Fatalidad fundida en duro acero, bañada en quejumbroso mar en hielo, que otrora fue el anhelo del yodo y sal en vuelo aventurero. El mar te llama, viejo mensajero, danza su fantasía en este cielo. Morir, azur consuelo, con el fondo del mar de compañero.
Soneto clásico
A continuación copiamos un soneto del Márquez de Santillana.
Lejos de vos
Lejos de vos y cerca de cuidado,
pobre de gozo y rico de tristeza,
fallido de reposo y abastado
de mortal pena, congoja y braveza,
desnudo de esperanza y abrigado
de inmensa cuita y visto de aspereza,
la mi vida me fuye, mal mi grado,
la muerte me persigue sin pereza.
Ni son bastantes a satisfacer
la sed ardiente de mi gran deseo
Tajo al presente, ni me socorrer
la enferma Guadïana, ni lo creo.
Sólo Guadalquivir tene poder
de me guarir y sólo aquél deseo.
De los mejores sonetistas clásicos es Fernando de Herrera, quien fue un cultivador admirable, como lo atestigua esta hermosa joya, la cual fue dedicada al rey Carlos V:
Temiendo tu valor, tu ardiente espada,
sublime Carlo, el bárbaro africano,
y el espantoso a todos otomano
la altiva frente inclina quebrantada.
Italia en propia sangre sepultada,
el invencible, el áspero germano
y del francés osado el pecho ufano
al yugo rinde la cerviz cansada.
Alce España los arcos en memoria,
y en columnas a una y otra parte
despojos y coronas de victoria;
que ya en tierra y en mar no queda parte
que no sea trofeo de tu gloria
ni resta más honor al fiero Marte.
Y Luís de Góngora, quien con su lenguaje rebuscado pudo labrar piezas dignas de un orfebre. Este soneto que presentamos de Góngora está dedicado a una iglesia.
De pura honestidad templo sagrado,
cuyo bello cimiento y gentil muro
de blanco nácar y alabastro duro
fue por divina mano fabricado;
pequeña puerta de coral preciado,
claras lumbreras de mirar seguro
que a la esmeralda fina el verde puro
habéis para viriles usurpado;
soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
al claro sol, en cuanto en torno gira,
ornan de luz, coronan de belleza;
ídolo bello, a quien humilde adoro,
oye piadoso al que por ti suspira,
tus himnos canta, y tus virtudes reza.
Hablar de sonetos clásicos y no citar a Gracilazo de la Vega sería un sacrilegio en el campo de la poesía. Por lo delicado de sus composiciones y la finura de su oído, Gracilazo fue un genio en los albores de la introducción de éste genero poético en la península ibérica. Veamos esta delicada composición.
Cuando me paro a contemplar mi estado y a ver los pasos por dó me ha traído, hallo, según por do anduve perdido, que a mayor mal pudiera haber llegado;
mas cuando del camino estoy olvidado, a tanto mal no sé por dó he venido: sé que me acabo, y mas he yo sentido ver acabar conmigo mi cuidado.
Yo acabaré, que me entregué sin arte a quien sabrá perderme y acabarme, si quisiere, y aun sabrá querello:
que pues mi voluntad puede matarme, la suya, que no es tanto de mi parte, pudiendo, ¿qué hará sino hacello?
Por ser nuestro soneto preferido, presentamos el soneto titulado La Ultima Gaviota, de Ricardo Miró:
Como una franja temblorosa, rotadel manto de la tarde, en raudo vuelose esfuma la bandada por el cielobuscando, acaso, una ribera ignota.
Detrás, muy lejos, sigue una gaviotaque con creciente y pertinaz anhelova de la soledad rasgando el velo por alcanzar la banda ya remota.
De la tarde surgió la casta estrella,y halló siempre volando a la olvidada,de la rauda patrulla tras la huella.
Historia de mi vida compendiada,porque yo soy, cual la gaviota aquella,ave dejada atrás por la bandada.
También los tres tercetos pueden tener rimas de C D E C D E. Como un ejemplo, veamos este soneto titulado Octubre, del laureado poeta Juan Ramón Jiménez.
Estaba echado yo en la tierra, enfrentedel infinito campo de Castilla,que el otoño envolvía en la amarilladulzura de su claro sol poniente.Lento, el arado, paralelamenteabría el haza oscura, y la sencillamano abierta dejaba la semillaen su entraña partida honradamente.Pensé arrancarme el corazón, y echarlo,pleno de su sentir alto y profundo,al ancho surco del terruño tierno,a ver si con romperlo y con sembrarlo,la primavera le mostraba al mundoel árbol puro del amor eterno.
Debemos recordar que la rima de los terceros está a juicio del sonetista, y que para ello no hay reglas establecidas.
Sonetos con estrambote
El estrambote es una añadidura, una coletilla o apéndice que los autores del siglo de oro solían poner a alguno de su soneto. Se llama estrambote por ser así la cola de los cometas en su voz griega. Este es el soneto que escribió Cervantes, y que está dedicado a la tumba que se encuentra en Sevilla, del rey Felipe Segundo.
Voto a Dios que me espanta esta grandezay que diera un doblón por describilla,porque ¿a quién no sorprende y maravillaesta máquina insigne, esta riqueza?
Por Jesucristo vivo, cada piezavale más de un millón, y que es mancillaque esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla,Roma triunfante en ánimo y nobleza!
Apostaré que el ánima del muertopor gozar este sitio hoy ha dejadola gloria donde vive eternamente.
Esto oyó un valentón y dijo: "Es ciertocuanto dice voacé, señor soldado,Y el que dijere lo contrario, miente."
Y luego, incontinente,caló el chapeo, requirió la espadamiró al soslayo, fuese y no hubo nada.
Soneto con serventesio
El soneto con serventesio es un soneto que no tiene cuartetos, o sea donde riman primera con cuarta, segunda con tercera, sino que el serventesio tiene rima primera con tercera, segunda con cuarta.
Este soneto de Antonio Machado es un hermoso ejemplo:
Tuvo mi corazón, encrucijadade cien caminos, todos pasajeros,un gentío sin cita ni posada,como en andén ruidoso de viajeros.
Hizo a los cuatro vientos su jornada,disperso el corazón por cien senderosde llana tierra o piedra aborrascada,y a la suerte, en el mar, de cien veleros,
Hoy, enjambre que torna a su colmenacuando el bando de cuervos enronqueceen busca de su peña denegrida,
vuelve mi corazón a su faena,con néctares del campo que florecev el luto de la tarde desabrida.
Soneto modernista
El soneto modernista no tiene ninguna disposición tocante a la colocación de las estrofas, ya que puede tener una estrofa que sea un serventesio y otra que sea un cuarteto. Este soneto de Rubén Darío a don Ramón del Valle-Inclán es uno de los primeros sonetos de éste genero.
Este gran don Ramón de las barbas de chivo, cuya sonrisa es la flor de su figura, parece un viejo dios, altanero y esquivo, que se animase en la frialdad de su escultura.
El cobre de sus ojos por instantes fulgura y da una llama roja tras un ramo de olivo. Tengo la sensación de que siento y que vivo a su lado una vida más intensa y más dura.
Este gran don Ramón del Valle-Inclán me inquieta, y a través del zodíaco de mis versos actuales se me esfuma en radiosas visiones de poeta,
o se me rompe en un fracaso de cristales. Yo le he visto arrancarse del pecho la saeta que se lanzan los siete pecados capitales.
Manuel Machado es un representante de este estilo, cuando dedicó esta pieza a Antonio y a Cleopatra:
Antonio, en los acentos de Cleopatra encantado, la copa de oro olvida que está de néctar llena. Y, creyente en los sueños que evoca la sirena, toda en los ojos tiene su alma de soldado.
La reina, hoja tras hoja, deshojando sus flores, en la copa de Antonio las deja dulcemente… Y prosigue su cuento de batallas y amores, aprendido en las magas tradiciones de Oriente…
Detiénese… Y Antonio ve su copa olvidada… Mas pone ella la mano sobre el borde de oro, y, sonriendo, lenta hacia sí la retira…
Después, siempre a los ojos del guerrero asomada, sella sus gruesos labios con un beso sonoro… Y da la copa a un siervo, que la bebe y expira…
El sonetillo
El sonetillo es un soneto compuesto en versos de arte menor. Este género no es muy cultivado, y debe ser por el temor que siente el artista a romper una joya tan precisa como resulta ser esta composición.
Este es el sonetillo titulado Verano, de Manuel Machado:
Frutalescargados.Doradostrigales…
Cristalesahumados.Quemadosjarales…
Umbríasequía,solano…
Paletacompleta:verano.
Rubén Darío, es el autor de este sonetillo, en el cual se puede notar la gracia y la fragilidad, la elegancia y la cadencia en cada uno de sus versos. Cuando el genio nicaragüense le quiso poner nombre a su composición la tituló:
UN SONETO PARA BEBÉ
Un verso nuevo y gentil,
y metálico y sonoro;
un precioso anillo moro
que puliera el esmeril;
un rosa del abril
que dentro el pecho atesoro;
una perla en concha de oro
llena de aroma sutil.
Pues que tu lengua interpreto,
idioma de luz y miel,
te daría, niño inquieto,
envuelto en este papel,
un diamante hecho soneto
para que juegues con él.
Como buen dominicano no he de concluir estas notas, sin incluir un sonetillo escrito por Porfirio Herrara; es una composición exquisita, y que él tituló La Fuente.
Como una ninfa hilandera
La fuente, hila que hila,
Salta alegre y risotera
Mientras su hilo destila.
Burlando la enredadera
Asoma el sol su pupila
Y adormilada y soñera
Le ve dormida en la pila.
Ella prorrumpe en rumores,
Carminda de rubores
Al ver que el sol la está viendo;
Salta esquiva ente la bruma,
Y mal vestida de espuma
Se va por la selva huyendo.
Los tipos de sonetos:
El soneto puede ser por su contenido: Triste, jocoso, descriptivo, filosófico, histórico, religioso, y sobre todo amatorio.
Conclusiones
En este breve ensayo no pretendemos haberlo dicho todo respecto a los sonetos, y mucho menos convertirnos en una autoridad sobre el asunto. Lo que pretendemos al escribir estas notas y transcribir los modelos, es dar un esbozo, a manera de guía, para que si alguien siente el deseo de escribir algún día un soneto, tenga las pautas necesarias para encontrar las seguir las reglas. Con esto no aseguramos que nadie, al seguir lo ante dicho logrará un soneto con el anónimo de Cristo Crucificado, pero por lo menos habrá logrado un soneto.
Autor:
Humberto R. Méndez B.