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Constitución del municipio Banes y gobiernos locales (Cuba)

Enviado por Yurisay Pérez Nakao


    Constitución del municipio Banes y gobiernos locales

    La penetración imperialista y su expansión monopolista propiciaron un vínculo más directo de Banes con el mercado de Estados Unidos y dejaron en un segundo plano las relaciones comerciales con las diferentes regiones de Cuba, razón por la cual en la formación y evolución del municipio se evidencia una marcada influencia norteamericana.

    A raíz de esa colonización de la United Fruit Company, Banes fue dividido en diferentes barrios: de un lado la ciudad originalmente fundada, que constituía lo que es hoy el centro histórico, compuesto por cuatro calles y dos plazas; en las que se encontraba el comercio, algunas fábricas, las residencias de la "oligarquía terrateniente local", clases medias, intelectuales y al margen los barrios populares. Al este el "barrio americano"[1], este barrio y la población cubana original estaban separados por el puente sobre el río Banes. Al sureste el barrio de La Güira[2]y el barrio Amarillo[3]

    De esta manera se ponía en práctica la modernización "a la americana", que no se limitó a las transformaciones en los espacios públicos, el establecimiento de nuevos cánones constructivos y arquitectónicos, o a la introducción de nuevos hábitos, desprovistos de mensajes políticos. Por el contrario, constituyó una pieza central de la "ideología del progreso" con la cual los norteamericanos justificaron y legitimaron su presencia en la Isla y de manera particular en esta localidad.

    La presencia de dicha Compañía y el desarrollo económico que evidenciaba, propició que el barrio de Banes fuera igualando e incluso superando al Término municipal de Gibara, sin embargo para todos los trámites legales dependían de él e incluso desde allí eran nombrados el alcalde y juez de barrio, el administrador de aduana y todos los funcionarios públicos.

    Las relaciones que la United mantuvo con el Ayuntamiento de Gibara, primer organismo municipal con el cual tuvo que relacionarse, no fueron las mejores. Las fricciones comenzaron desde muy temprano, provocadas por diferencias de criterios en cuanto al monto de los impuestos que la UFCo debía pagar al municipio. El conflicto inicial solo pudo ser resuelto mediante un juicio sentencioso – administrativo, cuyos resultados agriaron profundamente las relaciones entre ambas entidades.

    En 1903, recién concluida la reconstrucción de Banes, los principales vecinos de la localidad, bajo la iniciativa de los grupos fundadores y poseedores originales, elevaron una moción firmada por más de mil vecinos "en su mayoría contribuyentes por diversos conceptos", en la cual solicitaban la segregación del distrito de Banes del municipio de Gibara, alegando en su favor que representaba la tercera parte de su territorio, y más de la mitad de su población, así como aportaba la mayor parte de las contribuciones al presupuesto de aquel municipio, sin recibir ninguno de sus beneficios.[4] Acciones que contaron con todo el apoyo de la United, que recurrió al gobierno central y movilizó todas sus influencias para presionar desde arriba, la aprobación de la constitución de la nueva municipalidad.

    Por su parte las autoridades banenses mostraban un gran interés por contar con un gobierno municipal propio, independiente de la cabecera gibareña. La oligarquía y burguesía local procuraban también constituir sus instituciones de gobierno y administración para beneficiarse con las operaciones económicas provenientes de la United que provocaban que la fuga de capitales fuera hacia Gibara y no se quedaran en Banes.

    En 1905, el Consejo Provincial, y en 1907, la Secretaria de Gobierno, aprobaron la petición y declararon con lugar la celebración de asambleas municipales de los partidos políticos en Banes, y la consiguiente convocatoria a elecciones para proveer los cargos correspondientes a la creación del municipio (alcaldes, concejales, funcionarios de la administración, etc.).

    A punto ya de consumarse la constitución del Ayuntamiento o municipio de Banes, esta se vio frustrada por disposición del gobernador norteamericano en Cuba, Charles E. Magoon. De inmediato, la población local se movilizó en repudio a la arbitraria medida. El 17 de abril de 1908, se celebró una combativa asamblea de vecinos, que constituyó el primer movimiento masivo de tipo popular efectuado en la región contra la injerencia imperialista. A su vez el Ayuntamiento de Gibara, que aunque resultaba perjudicado en la segregación de Banes – al perder los barrios de Arroyón de Flores, Banes, Yaguajay, Cañadón, Mulas, Río Seco y Samá Arriba; siete barrios que en el censo de 1907 sumaban un total de 17 251 habitantes, lo que representaba el 43, 84 % de su población[5]-, veía como justa su reclamación, en reunión consistorial celebrada al efecto, unió su protesta a la formulada en Banes por la asamblea popular de vecinos.

    Terminada la segunda intervención norteamericana en Cuba, y con el inicio del período presidencial de José Miguel Gómez, en 1909, se retomó la iniciativa anterior por los grupos que la habían promovido y logró constituirse sin demora el municipio, pues el viejo "tiburón" estaba interesado en aumentar su base electoral. No obstante, en las primeras elecciones (1910), resultó electo Alcalde, por simple mayoría, el caudillo conservador teniente coronel Juan Vicente Cárdenas. Los conservadores alcanzaron también la simple mayoría consistorial[6]

    El triunfo conservador en estos primeros comicios puede atribuirse al hecho de que su grupo dirigente estaba formado por los antiguos plantadores y fundadores del Término (Dumois, Cárdenas, Pupo, Quiñones, etc.), quienes contaban con una gran ascendencia sobre la población. En este caso, la postulación del teniente coronel Juan Vicente Cárdenas, cuyo oponente electoral era el médico liberal Juan Ariza, fue decisiva, pues durante décadas los patriarcas de la independencia, devenidos caudillos políticos, empuñaron el cetro del poder en el país; Banes no fue la excepción de esta regla.

    A partir de ese momento el pueblo banense logró su propia personalidad y autonomía jurídica, pero se inició un vínculo indisoluble entre el Ayuntamiento y la United Fruit Company, que era la mayor contribuyente a las rentas del municipio. Esta empresa yanqui puso en práctica una estrategia, de modo que el Ayuntamiento se supeditara a ella. Recibía ciertas concesiones de carácter fiscal a cambio de la solución de algunos problemas de interés social. Desde el propio año 1910, lo convirtió en su deudor mediante el adelanto de la mitad de los $ 200 000.00 que por requerimientos de la propia Compañía, eran necesarios para varias obras públicas como: el alcantarillado para el área residencial de la ciudad, las calles, la carretera al Embarcadero, etc.

    El municipio Banes, que abarcaba toda la región del Este del antiguo municipio Gibara, llegaba a la vida con una profunda debilidad estructural, la única actividad de real importancia que poseía era la desarrollada por la United Fruit, compañía propietaria del 67 % del área municipal y su aporte en materia de impuestos siempre sería decisivo para las finanzas municipales.[7]

    El 17 de enero de 1910, a las 11: 00 de la mañana, quedó oficialmente constituido el municipio Banes y se realizó la ceremonia de toma de posesión de su cargo el alcalde municipal.

    El alcalde comenzó, de inmediato, a poner en práctica el programa que se había planteado en su campaña, encaminado a: dejar constituidas las instituciones municipales, promover el fomento de varias obras públicas de importancia, favorecer el desenvolvimiento económico del término.[8]

    Entre las primeras acciones estuvo la fundación del primer cuerpo de bomberos, pues aunque en la Revista local Portada se plantea que se fundó en 1914, según el testimonio de familiares del inmigrante español José Pita, quien fue teniente coronel y Primer Jefe del Cuerpo de Bomberos, este fue fundado en los primeros meses de 1910 y el primer incendió que sofocaron fue en la Sociedad el Liceo, ubicada en la Calle General Marrero, el día 19 de marzo de ese mismo año.[9] Este primer cuerpo de bomberos[10]se fundó con el aporte de comerciantes y del municipio, recién constituido.

    El caudillo Juan Vicente Cárdenas sólo estuvo al frente del municipio durante un año y medio pues tuvo que cesar en sus funciones a consecuencia de su delicado estado de salud. Motivo por el cual el 9 de marzo de 1911 tomó posesión por sustitución el presidente del Ayuntamiento, Antonio Menéndez, quien tampoco llevó a cabo una labor sostenida en aras del desarrollo urbanístico y cultural del municipio pues el 1º de diciembre de 1911 fue sustituido por el concejal conservador, capitán Liduvino Quiñones González.

    Este fue un período en el que sólo se constituyeron las instituciones municipales y se inició la construcción del parque "Domínguez", quizás por la propia inestabilidad de los alcaldes.

    El mes de noviembre de 1912 fue convulso para los partidos existentes (conservador y liberal), pues se desarrollaron las elecciones, en las cuales triunfaron los conservadores, representados por el capitán Manuel Varona Gelabert. En los cuatro años que duró el período de gobierno de Varona Gelabert, se realizaron varias obras públicas, entre las que se encontraban:

    La terminación del parque "Domínguez". Un puente sobre el río de Banes. Construcción de los cementerios de Mulas, Berros, Samá y Yagüajay. Un completo servicio contra incendios con su correspondiente tanque para agua y la instalación de 60 llaves públicas. El ensanche del cementerio de esta villa. Composición de las calles "G", Tercera Norte, Segunda, Ave. Cárdenas, "E" y Gral Marrero. Construcción de un caño de desagüe en la calle "C" y otro en la segunda esquina de "B". Instalación de varias llaves de agua al servicio de los pobres. Arreglo de los caminos del Retrete, Santa Justa, Berros, Yagüajay, Cañadón, Flores, samá, Loma Enriqueta, Mulas, Tasajeras, Aguas gordas y Rio Seco y el arreglo también de otros pasos de caminos por valor de $ 917.20, solamente en obras públicas se invirtieron $ 19 644.58.[11]

    Para esos años ya Banes exhibía una economía azucarera floreciente que debía manifestarse también en el desarrollo urbanístico y cultural del municipio.

    El 1º de diciembre de 1916[12]en acto solemne, el capitán Manuel Varona Gelabert entregó la alcaldía al capitán Liduvino Quiñones, quien también pertenecía al partido conservador.[13] Quiñones deseoso de construir una administración honrada y digna, caracterizada por el buen proceder de sus subalternos, no tardó en reunirse con la policía y los empleados de la administración municipal para exigirles el más exacto cumplimiento de sus respectivos cargos.

    A sólo dos semanas de la toma de posesión del capitán Liduvino se desarrollaron, por segunda vez en Banes, las fiestas del trabajo. Esta vez fueron dedicadas a la construcción del parque Cárdenas. Para esta obra "el Ayuntamiento concedió $ 200.00, cantidad que fue tomada del capítulo "Imprevistos" del fondo económico de la alcaldía".[14]

    En el año 1918 la United Fruit Company firmó un acuerdo con el Alcalde Liduvino Quiñones, a través del cual esta empresa presupuestaba en $ 50 000.00 la construcción de conductoras comunes para agua. Por su parte, el Ayuntamiento, tenía que reintegrar a la Compañía el dinero prestado, en partidas de $ 10 000.00, con cargo al presupuesto anual del Ayuntamiento.[15] Este acuerdo es un ejemplo de como la U.F.Co., con el objetivo de obtener ventajas fiscales por parte del Ayuntamiento y ganar un estado de opinión favorable a sus intereses, llevó a efecto algunas demostraciones de paternalismo, aprovechando la necesidad y los deseos de progreso material de la comunidad. De esta forma la población banense tuvo alcantarillado entre los años 1921 y 1923.

    Acuerdos como este firmaron varios, que aunque favorecían el desarrollo social del municipio, convertían en deudora a la alcaldía. Deudas que el ayuntamiento nunca llegó a pagar totalmente, ni la U.F.Co. estaba muy interesada en cobrar, pues esta situación le favorecía para obtener determinadas prebendas.

    El 1º de diciembre de 1922 cesó en su cargo como alcalde municipal el Capitán Liduvino Quiñones Gonzáles y con él también cesaba la hegemonía mantenida por el partido conservador, desde los primeros comicios, por la segmentación y disminución del grupo original. La toma de posesión del liberal, Carlos de la Torre Llauradó, daba paso a un período dominado por este partido – integrado, para esa fecha, por varias figuras vinculadas estrechamente a la U.F.Co. – marcado por la supeditación a los intereses del monopolio extranjero.

    Finalizando el año 1926 resultó electo alcalde municipal, representando al partido Liberal, Delfín Camapañá Pupo. En su quehacer por el pueblo de Banes llevó a cabo varias obras: "el arreglo de los caminos de Mulas, Retrete y Samá; construcción de la puerta y cerca del cementerio; la pavimentación de la Calle Gral. Marrero, la ornamentación de los parques Cárdenas y Domínguez y la adquisición de útiles valiosísimos para la ejecución de las obras públicas del municipio".[16] Cuando faltaba sólo un mes para el cese del período de gobierno del alcalde Campañá, éste inauguró la obra cumbre de su administración, el parque infantil, nombrándolo Delfín Campañá, en honor a su pequeño hijo, que había fallecido.

    De igual manera, pocos días antes de entregar el ayuntamiento, en reunión del consistorio, efectuada en la noche del 12 de febrero de 1932, fue aprobada la rebaja de las contribuciones que de manera trimestral cobraba la Administración municipal por concepto de fincas rústicas y urbanas, industria y comercio, libre regulación, patentes de bebidas, profesión, artes y oficios, transporte, etc.

    Tanto en el período de gobierno de Delfín Campañá Pupo, como en el de su sucesor el Dr. Rafael Diaz Balart, que se prolongó durante toda la dictadura de Machado, fue más evidente la supeditación a los intereses de la compañía norteamericana. Desde la propia constitución del municipio, esta empresa siempre contó con concejales que eran a la vez empleados suyos y se encargaban de tramitar sus intereses; en estos años la situación era mucho más favorable porque Delfín Campañá era el más alto funcionario cubano de la División Banes de la U.F.Co. y Diaz Balart, el abogado de la Compañía.

    El gobierno de Diaz Balart fue bastante corto pues tomó posesión el 24 de febrero de 1932 y al año y medio fue depuesto, a raíz del establecimiento del gobierno revolucionario, después del derrocamiento de la dictadura de Machado. Ese movimiento revolucionario que condujo a la caída del tirano, se manifestó en Banes con el desarrollo de una fuerte ola de huelgas, que ni la guardia rural ni los agentes de seguridad de la U.F.Co. pudieron contener. Situación por la cual el ayuntamiento vivió días de incertidumbre durante la primera quincena de agosto de 1933. El periódico El Pueblo, del 15 de agosto, da a conocer una declaración del alcalde, en la que plantea su decisión de renunciar al cargo si con ello la situación mejora.[17]

    El período de la dictadura de Machado coincide con la etapa de más abierto control de la Compañía sobre la municipalidad banense. Tanto los alcaldes – empleados como los alcaldes – colonos[18]resultaban instrumentos dóciles de la Empresa.[19]

    La explosión revolucionaria que derrocó el machadato puso en crisis la dominación monopolista – imperialista en Banes, pero se produjo una situación sui generis. Al mismo tiempo que se establecía el control obrero, los grupos revolucionarios triunfante en la ciudad, colocaban en la Alcaldía municipal, a otro personaje vinculado a los intereses yanqui.

    Así el 19 de agosto, ante la presión popular fue designado como alcalde el Dr. Miguel Angel Tamayo, que era el director del colegio privado de la iglesia cuáquera norteamericana, fundado por la U.F.Co, de modo que el movimiento revolucionario que pretendía barrer con la intromisión imperialista, dejaba intacta, con la figura del alcalde, la representación proinjerencista en la máxima dirección política de Banes.

    Una vez apagado el movimiento revolucionario, la Compañía manifestó su interés por controlar no solo la política local, sino por fortalecer sus vínculos con el gobierno de la nación. Por tanto tuvo en Fulgencio Batista Zaldívar, natural de Banes, su más firme aliado. El dictador fue bautizado como el más progresista de los gobernantes, luego de haber ahogado en sangre las luchas revolucionarias y obreras de 1933 – 1934, fue recibido en la ciudad bajo el apadrinamiento de la administración monopolista[20]

    En el año 1934 se manifestó inestabilidad en la dirección del ayuntamiento pues durante todo el mes de enero las notas de la alcaldía aparecen firmadas por José Puentes Calzadilla, alcalde provisional, en febrero fueron firmadas por Eusebio Quintana y luego en marzo por Rafael Fernández Quevedo. A inicios de mayo, por disposición de la jefatura militar de Holguín, asumió la alcaldía Juan R. Domínguez.

    A los 24 años de constituido el ayuntamiento, Ramón Sierra en un artículo titulado "Banes y su oportunidad", manifestaba el habitual agradecimiento con la compañía norteamericana, cuando planteaba:

    Si nuestro olvidado pueblo tiene alcantarillado, matadero municipal, acueducto, planta eléctrica y algunas otras obras que lo engrandecen, se debe a la valiosísima ayuda de la compañía United Fruit, a las iniciativas particulares de algunos vecinos y a la buena voluntad del pueblo y su gobierno municipal; pero nunca al gobierno central.[21]

    El 17 de agosto de 1934 se anunció el nombramiento de Isaac Herrero Tabares[22]como alcalde provisional de Banes, representando al sector nacionalista. En esa fecha El Pueblo comentaba que "al parecer había habido un interés de efectuar el acto dentro del mayor silencio, pues había sido una sorpresa".[23]

    Después de la frustración revolucionaria de 1933 – 1935 el Partido liberal mantuvo su predominio bajo la figura de Octavio Silva Quiñones.

    Durante toda la década del 30" y el 40" se mantuvo la existencia de gobiernos locales que respondían a los intereses de la empresa imperialista, mantuvieron excelentes relaciones con Fulgencio Batista y llevaron a cabo una obra social moderada, que les permitió incrementar sus capitales personales.

    El 15 de febrero de 1938, fue inaugurado el hospital civil La Flor de La Caridad, dicho acto contó con la presencia de Batista, a quien la UFCo y el Ayuntamiento le dedicaron un programa de festejos que incluía una parada escolar en la que participarían los niños de las escuelas públicas de esta ciudad y 200 alumnos del Instituto Militar de Ceiba del Agua, que formaban la escolta de honor del Coronel Batista en la excursión que desarrollaría.[24]Quizás esta visita formó parte de su campaña electoral.

    Una vez que Batista alcanzó la presidencia del país y a raíz de la aprobación de la Constitución del 40, se produjo una reestructuración en el Ayuntamiento, adoptando la siguiente estructura: alcalde, presidente, vicepresidente, secretario, vicesecretario y concejales (en número de 17).

    En 1940 las filas del liberalismo se enfrascaron en pugnas internas, pero Octavio Silva fue reelecto por el Partido Popular y Democrático republicano. En 1944 por problemas de salud este tiene que abandonar la alcaldía y fue sustituido por quines le seguían en cargo dentro del Ayuntamiento. En 1946 Jaime Esteban Pozo ocupó la alcaldía como candidato de una curiosa conjugación de partidos (el auténtico, republicano, comunistas y abecedarios); en 1950 fue reelecto, pero en 1952 fue reemplazado en la alcaldía por Decreto Oficial de la recién instaurada dictadura de Batista.

    La alcaldía fue asumida de manera provisional por Florencio Linares Saiz, hasta que el 6 de febrero de 1953 fue colocado el alcalde batistiano, Pedro Almaguer, quien respondió a los intereses de los que lo llevaron al gobierno y asumió el cargo para poner en práctica una política idéntica a sus antecesores. Próximo a entregar la alcaldía, escribió al manager de la compañía U.F.Co:

    Yo he demostrado ser un amigo de la compañía que usted dignamente administra, sirviéndole en todo cuanto de mi se ha solicitado, sin dejar desde luego de cumplir con mis obligaciones (…) el servicio que hoy solicito de esa administración, ni es ilegal, cosa que jamás pediría, ni le perjudica en nada a esa administración, es solamente adelantar un pago tres o cuatro días.

    Un hijo mio casi seguro será el presidente del Ayuntamiento, también tengo un cuñado y un primo hermano que han sido electos concejales y además por la posición que ocupo dentro de mi partido, ejerzo alguna influencia con los demás concejales electos por el partido, y yo quisiera que todos ellos a través mio fueran buenos amigos de la compañía.[25]

    Lo que solicitaba Almaguer, a punto de abandonar el cargo de alcalde, era que la United adelantase un pago que normalmente debería ser hecho en el período en que estarían actuando las nuevas autoridades municipales recien electas. Su objetivo era redondear la tajada del presupuesto municipal con el cual pensaba retirarse de sus altas responsabilidades políticas. Esta solicitud llevaba implícito un recordatorio de los "favores" que en el pasado le había hecho a la UFCo. Y la propuesta de las posibilidades de continuar este tipo de relación en el futuro.

    No se han encontrado evidencias de que Almaguer lograra sus objetivos, pues el mismo día que escribió dicha carta, tomó posesión como alcalde Francisco Pérez San Juan, quien había sido electo por una coalición de los partidos: liberal, demócrata, radical y progresista.

    Este hombre en su período de gobierno arregló el Parque Cárdenas y la alcantarilla de Rondón, bacheó algunas calles de la ciudad y mejoró las del Rpto. Obrero. Teniendo en cuanta que para el año 1955 – 1956 le fue aprobado un presupuesto de $ 119 575.39, con el cual también se concluyó la construcción del Palacio de justicia, que costó $ 68 706 y fue inagurado el 12 de enero de 1956[26]Fue quien entregó la administración municipal al gobierno revolucionario, el 2 de enero de 1959.

    El ambiente que se desarrolló en el Ayuntamiento de Banes, desde 1910 hasta 1958 tipifica, como ninguna otra, el papel desempeñado por los factores de dependencia estructural en la subordinación de las instituciones políticas locales a los intereses de una empresa. Se trata de una manifestación particular, en el ámbito político, de un fenómeno más amplio puesto de manifiesto en los medios de control que la United poseía en los diversos aspectos de la vida regional. "Si en el plano nacional la influencia política de la UFCo no resultó decisiva, en el marco de su enclave regional – y particularmente en Banes – los medios de que dispuso le permitieron mantener durante sesenta años, una situación que prácticamente suponía la existencia de un Estado aparte dentro de los límites del territorio nacional."[27]

     

     

    Autor:

    M.Sc. Yurisay Pérez Nakao.

    Historiadora del municipio Banes.

    [1] Al estilo de una villa norteamericana de grandes bungalow, calles bien pavimentadas, áreas verdes, jardines, campo de golf. En la parte alta – calles: Los Ángeles, Polo y Campana – residían los norteamericanos y altos empleados criollos; en la parte baja – calles: Mulas, Palma, Puerto Rico y Tráfico – se ubicaban los obreros cubanos.

    [2] Ubicado en las inmediaciones de la ciudad, separado del barrio Americano por el patio del sistema ferroviario de la plantación, fue fundado en la segunda década del siglo XX, considerado el principal asentamiento jamaicano del municipio Banes.

    [3] Separado del "barrio americanos" por el "patio", del sistema ferroviario, fue fundado iniciando la década del 20, en él residían los trabajadores cubanos, vinculados a las labores del taller de locomotoras y ferrocarriles y algunos inmigrantes fundamentalmente asiáticos y españoles.

    [4] AHPSC. Fondo Gobierno Provincial. Legajo 121. Expediente 27.

    [5] Armando Cuba de la Cruz: Política demográfica en Holguín 1898 – 1920, Ediciones Holguín, 2012, p.44.

    [6] El Ayuntamiento quedó constituido por los 15 concejales electos, que representaban a cada partido. Por los conservadores: Néstor del Prado, Antonio Menéndez, Augusto Blanca, Juan A. Campaná, Ernesto Dumois, Liduvino Quñones, Francisco Reyes y Manuel Cárdenas. Por los Liberales: Salvador Campañá, Manuel Tuero, Estanislao Osorio, Delfín Campañá, Miguel Gutierrez, Francisco de Paula Jaen y José Zaldivar Feria. Fue designado como Presidente del Ayuntamiento, Antonio Menéndez y como Secretario, Juan Campañá.

    [7] Archivo United Fruit Company. Museo Municipal. Fondo Finanzas del año 1913.

    [8] Ariel James Figarola: Banes: Imperialismo y nación en una plantación azucarera, p. 222.

    [9] Este es un hecho recordado por la familia porque ese día estaba dando a luz la esposa de José Pita y él tuvo que dejarla en el momento del alumbramiento porque el deber lo llamaba, ante el aviso de un siniestro.

    [10] Estuvo integrado por Jesús Hernández, Juan Piedra, Jesús Guidi Varona, Serapio Rondón, Julio Guzmán Varona, Rafael Mir Serrano, Fernando Rodríguez Rojas, Miguel Iglesias, Marino Nilo, Francisco Calzado, Pedro Rodríguez, Emilio García, Rufino Hidalgo, José Silvestre, Manuel Barreiro, Angel Blanca, Francisco Dunand, Andrés González, Benigno Torres, Enrique Cardenas. El capitán Jefe de Sección era Enrique Guidi y el capitán ayudante Pedro Cabrera Triana. El Teniente Coronel Jefe del cuerpo de bomberos era, como ya dijimos, José Pita y el Teniente ayudante Juan Osorio.

    [11] “Una ligera ojeada a la labor del Alcalde saliente”, en: El Pueblo, Banes, 1º de diciembres de 1916, p. 1.

    [12] Ese día juraron sus cargos los concejales entrantes: Ernesto Dumois Duthil, Ramón Sierra García, Manuel de la Paz Fiffe, Benigno Llanos Ramoneda, Juan Roca Sánchez, Dimas Felipe Figueiras, Enrique Alemany Torno y Fernando Silvestre Rosa. Como presidente del Ayuntamiento fue electo Ernesto Dumois Duthil

    [13] “El acto de hoy en el Ayuntamiento”, en: El Pueblo, Banes, 1º de diciembre de 1916, p. 1.

    [14] “El Ayuntamiento concede doscientos pesos para la fiesta”, en: El Pueblo. Banes, 12 de diciembre de 1916. p. 1.

    [15] Archivo. U.F.Co. Banes. Construcción del alcantarillado de Banes.

    [16] “Por la Casa Municipal”, en: El Pueblo, 30 de enero de 1932, p.1.

    [17] Rafael Díaz Balart: “De la alcaldía ”, en: El Pueblo, Banes, 18 de agosto de 1933. p.1.

    [18] Todos los alcaldes que tuvo Banes de una forma u otra estuvieron vinculados a la United Fruit Company, unos porque eran empleados, o sea, trabajaban en alguna de las dependencias de la Empresa, y otros porque al ser propietarios de tierras eran colonos y sus producciones cañeras las contrataban con la Compañía.

    [19] Oscar Zanetti et al: UFCo. : Un caso de dominio imperialista en Cuba, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1976, p. 341

    [20] Batista había sido alumno del colegio Los Amigos, perteneciente a la Iglesia Cuáquera, fue telegrafista y se había ido de Banes acusado de haber robado un reloj. A partir de 1934 y hasta el propio año 1958, en todas las visitas que realizó fue recibido y atendido por los más altos dirigentes de la Empresa norteamericana, la principal figura del Ayuntamiento y la burguesía banense, llegando incluso a ofrecer banquetes en su honor.

    [21] Ramón Sierra: “Banes y su oportunidad”, en: El Pueblo, 11 de junio de 1935, p 1

    [22] Durante el período de gobierno de Issac Herrero, el secretario de la administración municipal fue Pedro Cabrera Triana; la oficial de contaduría fue Anabel Pérez y la escribiente de tesorería fue Dora Luz Reyna.

    [23] El Pueblo, 15 de agosto de 1934, p.1.

    [24] El Pueblo, 15 de febrero de 1938, p. 1.

    [25] A.H.M.B. Correspondencia del Ayuntamiento a administrador de la División Banes UFCo. Carta de Pedro Almaguer, 3 de enero de 1955.

    [26] “Invitación al pueblo de Banes”, en: El Pueblo, 12 de enero de 1956, p.1.

    [27] Oscar Zanetti: Ob Cit, p. 344.