INTRODUCCIÓN
En el contexto colombiano, un país en el que la gran mayoría de habitantes son cristianos, me impactó mucho el ver cómo estas personas hacían unas prácticas no pertenecientes a su forma religiosa, como lo son el horóscopo, el ocultismo, etc.
Quise investigar las razones por las cuales no sólo los colombianos, sino muchas partes del mundo, se están inclinando por este tipo de prácticas tan novedosas. Descubrí que todo esto pertenecía a la Nueva Era, y por ende quise hacer mi trabajo de investigación sobre dicho tema.
Mis objetivos durante este trabajo de investigación son: mostrar a la Nueva Era como una religión en favor del individuo; descubrir las causas de este fenómeno, las razones por las cuales el hombre actual está optando por estas prácticas.
Para llevar a cabo estos objetivos fue necesario utilizar el método deductivo, es decir, partir de lo más universal a lo más particular; de allí que haya empezado hablando de la postmodernidad en general, tratando de descubrir sus causas y sus efectos, luego hablé de la religión en la postmodernidad: cómo eran las manifestaciones de la dimensión religiosa del hombre en esta época. Después de haberme ubicado en el contexto, entré a hablar de la Nueva Era, primero de una manera general mirando sus presupuestos antropológicos, cosmológicos y de trascendencia ; posteriormente hablé de cómo esta religión rompía el esquema tradicional, pues es sin dimensiones; y por último mostré el por qué la Nueva Era es una religión en favor del individuo.
Para llevar a cabo esta investigación fue necesario recurrir a fuentes bibliográficas, de donde logré extraer el material necesario para demostrar mi tesis general: la Nueva Era una religión en favor del individuo.
POSTMODERNIDAD Y RELIGIÓN
POSTMODERNIDAD
Antes de entrar en el tema concreto se considera necesario ubicar el contexto en el cual éste se llevará a cabo, es decir en la postmodernidad. Ahora bien ¿Qué es la postmodernidad? Decir una respuesta única que trate de delimitar dicho concepto es prácticamente imposible, lo único que es cierto es que nos encontramos en una época extraña, tanto en lo ámbitos académicos, religiosos como filosóficos; a esta "época extraña" es a la que los estudios han denominado postmodernidad. Esto es lo único que se puede afirmar de este fenómeno.
Son muchos las explicaciones que se dan para decir el origen de la postmodernidad, mas un aspecto si es claro y es que "la postmodernidad tiene padres y el primero de ellos al que hay que referirse es el profeta del nihilismo, aquel que dijo de sí mismo: "Yo no soy hombre, soy dinamita". Ese no es otro que F. Nietzsche. Tampoco podemos hablar de postmodernidad sin referirnos a Heidegger, que partió del ser mismo, planteando su reflexión del ser sin sujeto, por lo menos sin sujeto antropológico"[1]. Nietzsche y Heidegger, he ahí las auténticas raíces de la postmodernidad.
Son muchos los que miran la postmodernidad como algo malo, como un cáncer que lentamente está devorando toda la humanidad, pero hay quienes, también, no lo ven así, es el caso de Hans Kung quien afirma que "la postmodernidad no es para mí una especie de palabra mágica que lo explica todo, ni una palabra chocante y polémica, y tampoco un mero título, sino más bien un término heurístico, es decir, un término "de búsqueda", característico de una época"[2]. Pero se le puede hacer la pregunta a H. Kung ¿búsqueda de qué? No es más que otra cosa que búsqueda de sentido a la existencia, al por qué de las cosas. Cabe aclarar que la postmodernidad surge por un total desencanto de la modernidad, ya que lo planteado por ésta no es capaz de brindar, piensan los postmodernos, el sentido a la vida. El desencanto por la modernidad se manifiesta de muchas maneras y:
Entre los síntomas más claros del fracaso de los ideales modernos se destacan las siguientes: El agotamiento del pensar moderno, el crepúsculo de las ideologías, la pérdida de libertad ocasionada por síntomas políticos tecnocráticos, el fin de las utopías, el abandono del mito del estado de bienestar y la sociedad opulenta, las reiteradas crisis económicas, que anuncian el fin de las esperanzas en el pleno empleo, el daño infligido a la grandeza del hombre por sistemas filosóficos situados más allá de la libertad y la dignidad, la destrucción de la solidaridad humana llevada a cabo por antropólogos pesimistas…[3].
Según todo lo planteado anteriormente se ve la necesidad, primero, de entender la modernidad para poder comprender la postmodernidad. Resumiendo se puede decir que en la modernidad hay un cambio de perspectiva, pues en el medioevo el hombre era teocéntrico, y ahora ya no va a ser Dios, sino el hombre, es totalmente antropocéntrica; sólo cuenta la razón, sólo es verdad aquello que por medio de ésta se puede alcanzar; mejor dicho, la razón se convirtió en la diosa moderna.
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