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La devaluación y la oferta de productos agropecuarios (página 2)

Enviado por rubenquintans


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Argentina, un país que tuvo tantos altibajos políticos y abusó tanto de su suerte que un día se le terminó. No hay una fecha de comienzo de la desgracia, pero en los últimos años y desde antes del retorno a la democracia, el pueblo argentino viene sufriendo las incapacidades de su clase política y dirigente.

Desde las dictaduras militares, en especial la última y, a partir de la nueva democracia se han sucedido, en los pocos gobiernos que han pasado las mas grandes calamidades que un pueblo puede sufrir. La desaparición de prácticamente una generación de jóvenes, la destrucción sistemática de la economía, la desestructuración de la industria y el campo, con un breve lapso de 8 a 10 años en los que la panacea de la convertibilidad hizo suponer a muchos que la economía se manejaría sola, lo que les dio la posibilidad de hacer sus propios negocios llevando al país al grado mas bajo de la dignidad humana. Hoy los argentinos y gracias a toda la clase dirigente somos vistos en el mundo como lo que nunca hay que ser. Llevamos nuestras fronteras de producción a la mínima expresión, y llegamos a ésta situación no sólo gracias a nosotros que lo permitimos sin saber poner freno a tiempo, también fuimos ayudados por los grandes intereses que entraron al país a disponer de sus bienes de la manera mas fácil, ayudados desde adentro.

La economía está destruida, el sistema financiero que es el que debe apuntalar la economía ya casi no existe, sobrevive a duras penas, innumerable cantidad de argentinos emigran del país o sueñan con hacerlo, muchas familias pierden a sus hijos que buscan su futuro en otros países, en fin es tan grande el desastre que escapa a la memoria.

En los últimos dos años se ha visto en el país un decrecimiento de la calidad de vida, producto de los vaivenes de nuestra bendita economía. A partir del gobierno actual de Duhalde y con la implementación de la devaluación (un acto descabellado sin un plan sustentable) todo el sistema productivo cayó por el peso de la crisis tan enorme que generó tanta incompetencia.

Estado del campo

A pesar de que los agricultores no saben como y cuanto podrán sembrar éste año, en algunos casos, analistas de la actividad opinaron que, un elevado porcentaje de productores posiblemente se pase de la agricultura a la ganadería o bien que siembre con menos tecnología. Según USDA durante la próxima zafra granaria nacional, la forrajera llegaría a un volumen de 11 millones de toneladas contra los 13 millones de la campaña 2001/2002. Igual pronóstico dan sobre las exportaciones para el maíz, que mermaría en 2 millones de toneladas comparadas con la campaña anterior.

A pesar de este informe, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, aseguró que los índices serán mayores de las cosechas en general, inclusive serán mayores los márgenes de exportación. Coincidentes con la Secretaría de Agricultura y Ganadería, opinan que las cosechas dependerán de los factores económicos en gran medida, que permitan al productor planificar adecuadamente su marco productivo anual, otro factor de importancia es el de los factores climáticos, ya que existen áreas que no se han podido recolectar de la cosecha pasada y ocupan el espacio para comenzar las nuevas.

La Estación Experimental Obispo Colombres, estimó las superficies cultivadas en Tucumán, utilizando imágenes satelitales LandSat 5 y 7 en los meses de enero, febrero y marzo de 2002, en unas 219590 has de soja y 32,180 has de maíz.

Exportaciones e importaciones

Las importaciones en la Argentina cayeron en el mes de marzo de 2002, un 71 % aproximadamente como consecuencia de la devaluación, según lo informó el Ministerio de Economía.

Comparadas con el mismo mes de 2001, las exportaciones cayeron un 10 % y las importaciones decrecieron un 71 %. Este resultado arroja un saldo favorable de 5.168 millones de dólares.

En el sector frutihortícola se registraron importaciones entre los años 1998 y 2002 (en miles de u$s). Los totales generales corresponden al rubro completo de productos alimenticios.

Producto

1998

1999

2000

2001

2002

Composición 2002

Crecimiento 2001/2002 Var % miles de u$s

Hortalizas, legumbres y tubérculos

2.570

2.874

2.532

2.092

763

1,1 %

-63,5 %

-1.329

Frutos comestibles

20.200

21.515

26.952

27.505

9.994

14,2 %

-63,7 %

-17.511

Totales

22.770

24.389

29.484

29.597

10.757

15 %

– 63,6 %

-18.840

Total Import. Argentina

4.771.000

3.755.000

3.723.765

3.681.539

1.479.818

-59,8 %

2.201.721

En tanto que las exportaciones para el mismo sector (en miles de u$s) arrojaron los siguientes resultados

Producto

1998

1999

2000

2001

2002

Composición 2002

Crecimientp 2002/2001 Var % Miles De u$s

Hortalizaslegumbres y tubérculos

38.486

56.145

39.314

45.829

7.795

3,5 %

-17,5 %

-8.034

Frutos comestibles

100.905

112.178

135.087

112.798

102.721

9,5 %

-8,9 %

-10.077

Totales

139.391

168.323

174.401

158.627

140.516

13,0 %

-13,2 %

-18.111

Total Export. Argentina

3.349.000

2.909.000

3.500.000

3.899.000

3.667.400

-0,46 %

-231.600

Como puede observarse, las importaciones de productos hortícolas dentro del total de Productos Alimenticios decreció en el año 2002 un 59,8 % lo que significó una estrepitosa caída en comparación con el año 2001.

En cambio en las exportaciones en el mismo año, aunque también registraron una caída que fue del 0,46 %, comparada con el año 2001 no fue tan grande la diferencia. Ambos datos siempre en el sector frutihortícola. Indudablemente el abrupto cambio en la paridad cambiaria complicó en extremo las compras argentinas en el exterior alcanzando la marca mas baja de los últimos 10 años. Esta caída en las importaciones, sumado al incremento en las exportaciones, dejó un superávit en la balanza comercial, que registró en abril un saldo positivo de 1.535 millones de dólares como producto de exportaciones por 2.146 millones e importaciones por 611 millones (según cifras del INDEC). El saldo de la balanza comercial Argentina arroja los siguientes resultados. Siempre en el rubro alimentos, en el año 2001 la participación total del sector era del 389, 4 %, lo que hace un promedio del 32 % mensual, mientras que en el 2002 hasta el mes de abril sólo lleva un 46,4 % o sea un 11 % mensual. La variación en 2002, fue de 19,9 %.

Dentro de los rubros mencionados cabe destacar la posición del limón tucumano, el cual se destaca por su calidad en importantes mercados del mundo, y cuyas exportaciones se han visto incrementadas por la demanda europea.

A partir del mes de mayo el sector limonero puso en marcha la maquinaria exportadora que había estado parada prácticamente desde el año pasado. Al haber en Rusia, una sobre oferta con limones de origen turco y español, las compras a Argentinas se vieron retrasadas hasta abril, esta falta de demanda y también europea llevo a que se agudizara la recesión que afectaba a las principales empresas tucumanas.

En forma providencial Europa comenzó a demandar el limón tucumano, el cual ya llenó los puertos de Campana y Rosario a la espera de su traslado. Además de la buena oportunidad para los productores tucumanos, se abre una posibilidad también para el puerto de Rosario, que promete perfilarse como uno de los principales puertos fruteros argentinos.

Las expectativas del sector están ligadas a la obtención de ayuda financiera de los importadores europeos, de ser así la campaña podría a llegar a ser muy buena en cuanto a los volúmenes para exportar.

Para la caña de azúcar, este año prometía ser bueno para el sector, pero los efectos de la devaluación y la debacle bancaria, hacen que se minimicen las expectativas de los productores. Habrá zafra, pero con las limitaciones que impondrá la escasez de caña, que a su vez tendrá rendimientos mas bajos, las cañas están pesando menos que en años anteriores, por eso es imprescindible que se cambien las cepas para mejorar los rendimientos.

Por otro lado el problema de la financiación es importante, en el sector muchas financiaciones se concretan cuando se hubo cosechado, a través del sistema "warrant", pero también faltan créditos para la preparación de los ingenios. Todo esto hace caer el precio del producto, porque los productores se ven obligados a vender para conseguir dinero.

Impacto sobre la agricultura

Se salva algún sector de la crisis?. A ésta altura, la opinión predominante resulta negativa. Un tipo de cambio favorable es el que alienta alguna expectativa de reactivación por las vías del estímulo a la exportación y la sustitución de importaciones.

Se cree que se va a proveer al país localmente, aún en medio de la recesión lo que generaría un movimiento interno mas o menos favorable, pero la brutal caída de ingresos de la población, la falta de líneas de crédito, la obligación de pago de materias primas al contado, el rápido aumento de los costos de los insumos hace imposible cualquier reactivación. A la alianza productiva que llamaba el presidente le falta una pata, la mas importante, la oportunidad. Los efectos de la economía sobre los sectores productivos, y el incontrolable nivel de gastos de estado hace que las posibilidades de recuperación sean cada vez mas inalcanzables. El Instituto de Estudios Económicos hace un análisis de la economía y la situación del campo en general:

Gasto Público año 2001: $ 86.844 millones Equivalente a:

  • 56 años de cosecha de Girasol

  • 40 años de cosecha de Maíz

  • 62 años de producción de Leche

  • 24 años de cosecha de Trigo

  • 10 años de cosecha de Soja

  • 157.000.000 de novillos

Ante un eventual incremento en las exportaciones: Consumo de combustible por tonelada adicional:

  • 40 litros cada 100 km.

  • 270 km de promedio

  • 108 litros de gasoil por viaje

Impacto en las economías:

  • 6.619.320 litros de Gasoil mas

  • 58.064 pasadas mas por peajes

  • mas lubricantes y neumáticos

  • repuestos

  • recaudación

Efecto multiplicador en el sector:

  • 66.095.000 toneladas producidas hoy significan 3.554.837 viajes para transportar la producción granaria del país

  • 1.000.000 de toneladas de granos adicional generan 61.290 viajes mas

Entre las medidas antiproductivas tomadas últimamente consideran:

  • Derechos de exportación del 20 % a la producción primaria en general y 23,5 % en oleaginosas

  • Aumento del gasoil de mas del 40 % desde principios de año (2002)

  • Aumento de las tarifas de transportes en un 33 %

  • Dolarización de las deudas con los proveedores de insumos

  • Aumento de los agroquímicos en dólares

  • Desdoblamiento del pago de los granos (90 % y 10 % a los 120 días)

  • Compra de los insumos pagando IVA 21 % y venta de los productos recibiendo 10,5 % de IVA

Ante estos datos, el empresariado se pregunta: ¿ Seguirá siendo sustentable el sistema agrícola argentino ?, ¿Cuántos millones de toneladas se perderán por año?, ¿Cuántas divisas resignará el país por la menor producción que se avizora en la próxima campaña? La principal fuente de ingresos de divisas de Argentina se centrará éste año en los dólares obtenidos por las ventas al exterior. Si las exportaciones caen las consecuencias serán muy duras para la economía nacional en general, no sólo para el agro.

La Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) informa que a pesar de su menor rentabilidad, el sector agropecuario sigue siendo uno de los de mayor participación en la producción nacional, con $ 27.300 millones en el año 2001, lo que significó casi un 10 % en el PBI de ese año, y equivalente al 30 % del producto de todo el sector productor de bienes de la economía. Sólo el sector primario acumuló un producto anual de u$s 14.800 millones lo que le otorga una participación de 5,3 % en el PBI.

El sector frutihorticola en Tucuman

En cuanto a la producción hortícola en Tucumán, según expresa un artículo de Nestor Zamudio del INTA de Famaillá,: "…la actividad ha generado a través de su historia mas de 300.000 toneladas de hortalizas frescas por año, con un valor de producción estimado en $ 50 millones. La mayoría de ésta producción es comercializada en los mercados locales y regionales, con una mínima participación en el Mercado Central de Buenos Aires (MCBA)…". A este respecto en el año 2001, Tucumán ha disminuido la oferta de hortalizas al MCBA. Durante ese período ingresaron al mercado nacional 21.870 toneladas de hortalizas frescas, con un pico de casi 18.000 toneladas en noviembre. Para el resto del año, la oferta es mínima y con escasa diversidad hortícola.

Algunas de las causas de esta reducción son que los productores hortícolas de Tucumán, aproximadamente 1200, han ido abandonando la actividad sobretodo los pequeños agricultores. También los costos de producción (gasoil, mano de obra etc.) se han incrementado notablemente. Otra de las importantes causas es la permanente pérdida del empleo lo que se refleja en el consumo por lo que la oferta y la demanda se ven afectadas notablemente. Las nuevas medidas económicas comenzaron impactando el consumo de los tucumanos, según las mediciones habría una baja en la demanda que oscila entre el 40 y 55 %. El comercio minorista es el mas golpeado por la crisis, salvo los grandes supermercados que aunque registraron bajas en sus ventas todavía gozan del privilegio de poder vender. La falta de efectivo, la abundancia de bonos y la reticencia de la gente a gastarlos, las compras con tarjetas de crédito están descartadas. Dirigentes del Mercofrut informaron al diario La Gaceta que la caída en la venta de frutas y verduras llegó al 50 %.

Los productores se quejan de que la devaluación se transformó en el enemigo número 1 de la producción hortícola tucumana. Las semillas, los fertilizantes, los pesticidas, el gasoil aumentaron de la mano del dólar motivos suficientes para dejar de producir (ref. INTA Famaillá).

No obstante, todavía hay gente que apuesta a la producción. En un artículo aparecido en el diario La Gaceta el economista Raúl García opina que estos momentos de crisis son los que nos deben repotenciar para enfrentar la turbulencia.

Sostiene que Tucumán ha demostrado que uno de sus sectores económicos mas importante sigue siendo el agropecuario. En su opinión, Tucumán tiene inmejorables condiciones para convertirse en un gran productor de frutas y hortalizas aunque las estadísticas digan lo contrario.

Intervención del estado

Mientras tanto, el gobierno provincial, tanto como el nacional, siguen errando el camino, los pequeños y medianos productores tucumanos recibieron indignados la noticia de que el Gobernador Julio Miranda había gestionado un préstamo de $ 40 millones ante el banco Nación para financiar la zafra azucarera 2002 el que tendría una tasa anual nominal del 50 %. La sensación que genera toda esta situación en los empresarios (y la población en general), no solamente del campo, sino de todos los sectores productivos del país, es que el estado los ha dejado librados a su suerte.

En los dos últimos años se ha evidenciado una total falta de interés por parte de los gobernantes de turno por el futuro de la economía y por añadidura el crecimiento del país. Se han implementado políticas totalmente antiproductivas y antisociales, han generado los índices negativos mas graves en toda la historia argentina: elevadisima tasa de desocupación, cierre de fábricas, comercios, fractura del aparato productivo, incremento de la corrupción y la delincuencia y otros tantos mas.

También la clase política ha logrado con éxito la pérdida de confianza de la población en sus instituciones, en el sistema financiero (principal soporte de la economía de un país), el incremento en el índice de emigrados, la decepción de quienes alguna vez confiaron en los mensajes (demagógicos) de quienes eligieron para gobernar.

Estado o gobierno, hoy no se cumple con la función que les toca en momentos de graves crisis.

Oferta y demanda

Las consecuencias de la devaluación aún no se pueden medir, la gente está desorientada en cuanto a su propio futuro, miles de hombres y mujeres se han quedado sin empleo, el gobierno no aporta absolutamente nada para paliar la situación gravosa en que se encuentra la población, no solamente en cuanto a alimentación, sino también en el tema de la salud, donde podemos ver hospitales totalmente desabastecidos, sin los insumos mas elementales, la falta de trabajo y la indigencia, ha provocado el incremento en la delincuencia en personas cada vez mas jóvenes, la educación sigue en crisis y la deserción escolar es cada vez mayor.

En lo estrictamente económico, la oferta de alimentos por lo expuesto en párrafos anteriores ha decrecido al igual que la demanda, no tanto en lo que respecta a productos frutihortícolas, sino mas en productos procesados, derivados y con algún valor agregado. La oferta de productos hortícolas (papas y verduras) no se había resentido dado que se estaban manejando cosechas anteriores, pero a partir del mes de agosto la menor producción (60 %) haría caer la oferta y el déficit se agudizaría hacia setiembre. El caso mas concreto es la papa, con un 50 % menos sembrado (5000 has en 2001 – 2800 has en 2002), igual situación hay con los tomates, pimientos, chauchas, lechugas y acelgas (500 has en 2001 – 100 has en 2002), todos productos de primera necesidad. Los productores que abastecen al mercado interno se ven imposibilitados en la mayoría de los casos de poder producir alimentos de buena calidad y de bajo costo, y eso provocó que las superficies sembradas se hayan reducido o no dispongan del capital necesario y como consecuencia no se abastece al comercio.

SI la escasez se mantiene podría haber un aumento entre 30 y 40 % en los productos y a eso hay que agregarle el costo del canje de bonos que oscila entre un 15 y 20 %. Por ejemplo en los últimos días se registró una suba muy fuerte en el tomate, se vendía en el comercio a $ 1,40, pero actualmente se vende $ 2,80 la suba es del 100 %, además de tratarse de una cuestión estacional, lo afecta el canje de bonos. Un cajón de verduras sale $ 12 si se lo paga en efectivo pero con bonos cuesta $ 15.

Pero no solamente ocurre con las producciones locales, sino que también se registro una caída en la oferta de productos de otras zonas del país, esto sucede principalmente por la falta de efectivo, ya que los productores de otras zonas no aceptan bonos ya que no los pueden cambiar en ningún lado o si lo hacen pierden un importante porcentaje.

Algunos especialistas sostienen que el gobierno tiene que actuar de inmediato y tomar recaudos para evitar que se produzca el faltante, por lo que habrá que importar de otros países, especialmente la papa que ocupa un gran porcentaje dentro de la dieta habitual de la población. Esta alternativa se basa en la firma por parte del gobierno nacional de acuerdos bilaterales con Chile o Brasil para la importación de productos hortícolas. Por otra parte el gobierno de la provincia tiene dos formas de ayudar a que se resuelva la delicada situación que se plantea: una es a través de gestiones ante la Nación para que se garantice la provisión de los productos mas necesarios y otra por medio de una declaración de emergencia en el sector.

Por otro lado, los grandes productores prefieren exportar ya que es donde van a obtener mayores ganancias (mejores precios y pago en dólares) y eso provoca también reducción de la oferta de alimentos, ya que se exporta el máximo de lo posible y el saldo no exportable no cubre muchas veces las necesidades del mercado, lo que hace que los precios suban mas de lo necesario.

También la demanda es menor por la depreciación que ha sufrido el salario y el alto desempleo con la consiguiente disminución del poder adquisitivo, los que aún tienen un sueldo tratan de gastar lo mínimo e indispensable para sobrevivir lo mas ajustadamente posible.

Algunas sugerencias para afrontar la crisis

En cuanto al sector frutihortícola de Tucumán, los empresarios deben estar dispuestos a arriesgar capital, comprando tierras, maquinarias, contratar la mano de obra para los cultivos y cosechas, invertir en tecnología e investigación, insertarse en los mercados internacionales, introducirle valor agregado a sus productos.

El estado por su parte deberá realizar inversiones en tecnología y capital humano, generando un entorno mas competitivo, imitando a países que pusieron a disposición de los pequeños y medianos productores toda la información necesaria y dieron la asistencia técnica suficiente para desarrollar la explotación tal es el caso de Chile e Israel.

Otra inversión del estado tiene que ver con la promoción de los bienes y servicios que se intentan colocar en el extranjero, para ello se organizan ferias, exposiciones locales y se facilita la organización e información para asistir a otros lugares del mundo. O como el caso de Almería, que era la zona mas pobre de España y que hoy, gracias al esfuerzo conjunto de productores y gobierno, es una de las productoras de frutas y hortalizas bajo cubierta mas prosperas de España.

Cabe acotar que el verdadero despegue del agro será cuando se genere una nueva confianza política, cuando desaparezca la fragilidad del sistema financiero, cuando se eliminen las retenciones y cuando exista dinero disponible para que el productor pueda afrontar su capital de trabajo. No obstante y gracias al estado crítico actual de la actividad económica, se prevé que la recuperación será muy lenta.

La gente debe tener la suficiente madurez para realizar los cambios necesarios por las vías de que dispone. Es hora de comenzar a pensar con claridad y decidir con espíritu patriótico que se va a hacer. No dejarse engañar mas por las promesas electorales, que, como se vienen presentando para el próximo acto eleccionario, parecería ser que todavía los políticos de estas últimas generaciones no han aprendido nada.

El estado debe ocuparse de que todos los argentinos tengan aseguradas las prestaciones mínimas e indispensables: trabajo, vivienda, salud, educación, seguridad, alimentación. Y mostrar un país en el que el resto del mundo puede confiar.

El Gobierno, debe administrar con la mayor transparencia lo ingresos y egresos del Estado, dejando fuera de su accionar, intereses personales espurios y alejando definitivamente la corrupción de su seno.

 

 

Autor:

Quintans, Ruben Dario.

rubenquintans[arroba]arnet.com.ar

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