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Realidad y ficción en el Prof. Juan Bosch

Enviado por Hermes De Paula


    En la mayoría de sus cuentos, Bosch plantea la realidad del país y el mal trato de los hombres a sus semejantes, esto es usan la supremacía para mantener pisoteada una clase. En sus obras literarias Bosch destaca la miseria en que vive el campesino dominicano. Es importante resaltar el empeño de Bosch por la condición social humana, es una cualidad que se ha desvanecido en el corazón de los seres humanos.

    La crítica social que muestra Bosch en sus cuentos es como un llamado a la conciencia de las autoridades del país, que nunca resuelven los problemas sociales en general, sino que llenan sus bolsillos y los de un equipo que tienen a su lado. En el cuento "Dos pesos de agua", Bosch muestra la superstición que existe en los campos de nuestro país, donde los campesinos depositan su confianza en seres sobrenaturales para resolver sus problemas, -si las personas que pueden ayudarme no lo hacen porque no sigo sus ideologías, entonces busco alguien más allá del sol para resolverlos-, eso es lo que hace la clase maltratada de nuestro país y, en este caso Bosch lo plantea en su cuento "Dos pesos de agua". Podemos decir que en este cuento se muestran las principales características de la realidad cotidiana en república dominicana. La vieja Remigia vive trabajando para ayudar a su hijo, como lo hacen todas las madres humildes de nuestro país.

    Todas estas facetas de Bosch lo han llevado a la cima, al último peldaño de la escalera del humanismo. Los cuentos de Bosch nos adelantan su buen trabajo como presidente de la república, porque hay una tenue relación entre su pensamiento e imaginación.

    El dolor humano expresado en el cuento "Luis Pie", por ejemplo nos muestra cómo se preocupa el maestro Bosch por los humanos no importando la raza ni el color de la piel (sin tener que ser religioso). En este cuento se nota el desasosiego de Bosch por los problemas que enfrentan los hombres, que de una manera u otra, han sido castigados por la muerte del amor. Al leer estos cuentos nos damos cuenta del empeño de Bosch por mejorar la situación económica de nuestro país y servir de portavoz a aquellos que no son escuchados.

    -¡Ah pití mishe tan eperan a mué…

    Cuando una persona que se preocupa por los demás, lee el "cueto Luis pie", es posible que tenga que buscar un pañuelo para airear sus lágrimas. Este es el producto de un realismo bien trabajado de Bosch, sin tener que llamarle pala a una pala -como diría Oscar Wilde-. Aunque algunos olviden el desierto después de llagar al monte y fabriquen sus propios dioses para servirle, todos hemos observado escenas como ésta en los campos dominicanos.

    Una persona como Bosch, que soñaba con una ciudad renovada, donde los políticos iban a dejar de tener una finca para ir a buscar el ganado o una mina para buscar oro y diamante como lo están haciendo ahora, no iba a realizar ninguna actividad que promoviera la desigualdad social, pero un grupo que siempre se opone al desarrollo social de "Los hijos de Machepa", fue el que se opuso al gobierno de Bosch de 1963.

    Ninguna de las imputaciones que los imperialistas y sus títeres le hicieron a Bosch le quita de su gran valor en la historia de la humanidad, y en particular de la República Dominicana.

    En los cuentos de Bosch nos damos cuenta de la realidad del campo dominicano, porque sus cuentos son como una reflexión de su vida y los problemas políticos y sociales de la época.

    Sería difícil para los dominicanos encontrar otra persona tan sensible al dolor humano, que se preocupe de manera real por los problemas de los pobres y muy pobres.

    Los hombres fuertes no tocan esos temas, a ellos no les importa lo que sucede a los débiles. Algunos hablan de la pobreza, pero con hipocresía. En la mayoría de los cuentos de Bosch nos damos cuenta que su ideología era la más buena que ha existido en nuestro país y que se haya puesto en práctica por un político dominicano. Digo buena y no perfecta, para seguir manteniendo la su postura como un ser no perfecto.

    Esa preocupación por los campesinos dominicanos es un problema que no debe ser perseguido solamente por Bosch, pero si a él sólo le preocupa el dolor humano, por eso él sólo se preocupa relacionándolo con los políticos de su época y con los que todavía usan el poder para tomar el Estado como una empresa de su propiedad.

    Si alguien me pide una explicación clara de los trabajos que se pasa en los campos de nuestro país puedo explicarlo de manera práctica, pero los que no han vivido en la miseria no pueden defender a los pobres campesinos que muchas veces son las ocho de la noche y todavía no saben que van a comer.

    Este fragmento de una entrevista a Juan Bosch se encuentra en el libro "La narrativa de Bosch" de Bruno Rosario Candelier:

    "Desde que empecé a escribir tuve el propósito de darles a conocer a los lectores de mis cuentos la forma miserable en que vivía el campesino dominicano, que era entonces la mayoría de la población (…) la mayor parte eran campesinos pobres, nacían, vivían y morían sin haber un par de zapatos, y usaban solamente lo que ellos llaman una remuda, es decir un pantalón y una camisa todo el año, y tenían otra remuda para cuando iban al pueblo o a misa. Lo que yo quería era el género de vida que hacían el campesino dominicano y su ignorancia debían ser una preocupación social".

    Es eminente reconocer el gran trabajo de Bosch, en un país donde cada quien lucha por su bien particular, abusando del poder. Aunque me acusen de político sin serlo, tengo que reconocer el trabajo hecho por el maestro y si hubiese sido político no hay otro camino a seguir, sino el que se rija por las excelentes ideas del maestro.

    Los políticos dominicanos en su gran mayoría, después que llegan al poder se olvidan que en los lugares más lejanos del campo y en la penumbra de la ciudad habitan seres humanos. Todo dominicano debe reconocer el trabajo realizado por el prof. Juan Bosch en la república dominicana. Estudiar con diligencia a este eminente maestro o simplemente leer e interpretar sus cuentos.

    -malagradecidos que son Herminia…

    Esta frase tomado del cuento "los amos" me lleva a comprender con mayor exactitud el esfuerzo de don Juan por los campesinos dominicanos. Cuando ya el peón no sirve para nada el amo lo que quiere es expulsarlo de su finca porque no lo está ayudando en nada y puede darle problema. Don Pío, llama malagradecido, a Cristino, porque cuando ya se estaba muriendo le dio medio peso para que se vaya, pero después quiere que trabaje sin poder. Si el lector conoce el campo se va a reconocer que lo que Bosch plantea en sus cuentos es una realidad de un mal que afecta a los campesinos. En el cuento "Los amos" Cristinos se para hasta que se mejore, mientras su amo lo ataca para que vaya rápido, diciéndole que la calentura es algo común en él. Con esto no digo que el cuento es real, pero esta excelente manera de elegir el tema hace del maestro Bosch un defensor del campesino dominicano, y nos damos cuenta que la elección del tema -un gran valor literario del maestro-, también sabemos que es un empeño por dar a conocer la situación en que se encuentra el campesino dominicano y los pequeños burgueses pobres y muy pobres". En el cuento "En un bohío" se puede notar desde el principio hasta el final la esencia del tema. Esto se ve a diario en los campos de nuestro país, y no sólo en los campos, sino en los lugares donde existen personas que como las del cuento han sido castigadas por la pobreza.

    Cuando tenía 8 años, recuerdo que una señora envió a su niño a comprar dos huevos de pan y su hermano desesperado por ver lo que llevaba le partió los huevos en los bolsillos, ensuciándole los pantaloncitos azules y dejando los demás sin desayuno.

    El lector puede comparar este fragmento del cuento con este pequeño ejemplo que acabo de poner tomado de las cosas que he visto que le suceden a las familias pobres que duermen y despiertan sin saber que van a desayunar ni cenar.

    …La había mandado con media docena de huevos que pudo recoger en nidales del monte para que lo cambiara por arroz y sal.

    ¿Qué difícil es esperar con la barriga vacía hasta que la niña llegue con el arroz y la sal y cuando regresa llega llorando que el arroz se le botó en el agua? Esas personas que siempre dicen que la economía está buena nunca han pensado en aquellos que no tienen con que endulzar una china cuando llega la cosecha; ni en los que recogen el orégano para venderlo y si se le moja no consiguen nada y su trabajo fue en vano.

    ¿Dónde está don Juan, el único que se acordó de los pobres? ¿Le conviene a los "Tutumpotes" que alguien luche por "Los hijos de Machepa"? En ninguna manera, esto se mantienen en secreto exhibiendo los adornos de la ciudad para que nadie se dé cuenta de lo que hay detrás. No caminan por los callejones que caminaban cuando querían que el pueblo ignorante y partidista lo eligieran. ¿Por qué no caminan por los campos donde la gente se envuelve cada día más en el céfiro negro de la pobreza?

    Aunque a veces debemos temer que alguien disfrazado nos engañe, hay que buscar en medio del trigo dónde está la cizaña, porque muchos necesitan ayuda y nunca lo reciben y si consiguen algo es cuando ya no hay remedio… todavía existen madres de esas que dan cualquier cosa por sus hijos, aunque en su interior esté llena de vergüenza.

    -Bájese…

    Pero cuando vio que su niña llegó llorando se olvidó de que había solicitado una ayuda. ¿Quién como Bosch? Quien aprovecha su gran valor literario para dar a conocer al mundo los problemas que afectan a aquellos que no tienen voz. ¿Suceden estas cosas que plantea Bosch en los campos dominicanos? Este altísimo valor literario de Bosch de llevar la miseria de los campos dominicanos a narraciones nos permiten recordar a nuestros familiares y a nosotros mismos cuando somos arropados en la miseria que arropa las madres humildes de los campos de república dominicana. Estas mujeres sufren por ellas y por sus hijos. Cuando la miseria las arropa hasta el punto que no pueden conseguir dinero para el sustento de los mismos. Muchas madres tienen que convertir a los hijos en padres de familia para que las ayuden a aumentar sus "ingresos". ¿Es correcto esto de parte de las madres campesinas? ¿O es mejor dejarlos morir como pollitos? Es verdad, unos letreros que por ahí dicen que LOS NIÑOS NO PUEDEN TRABAJAR, ES TIEMPO DE ESTUDIAR. En verdad esto tiene mucha importancia, pero los campesinos ¿Cómo estudian? ¿Cómo compran sus lápices y sus cuadernos si no recogen café, tumban cacao o venden chinolas…? En nuestro país se habla de evaluación socio cultural, pero después que los estudiantes están en las aulas ¿Quién se preocupa? ¿Y los venden china para estudiar? ¿Es una irresponsabilidad de la mamá permitir que su hijo venda china? ¿Es la señora Remigia un modelo de las madres que dan la vida por sus hijos?

    -Pa ti trabajo, muchacho… No quiero que pases calores, ni que te vayas a malograr como tu taita.

    Muchas personas en los campos piensan que pueden ser ayudados por aquellos que han muerto y que según ellos se encuentran pagando la pena en el purgatorio. ¿Es la señora Remigia un modelo de estas mujeres?

    -Dele ese ríal fuerte a las ánimas pa que llueva, Felipa.

    ¿Existen personas en el campo que se preocupan por el progreso de los jóvenes? ¿Para qué se robó Floro el caballo en la obra Camino Real? Cuando en el grupo de los campesinos unidos trabajando como burros hay uno que quiere darle la enseñanza verdadera, esto no le conviene al amo, porque esa persona se convierte en líder y puede darle fuerza al grupo o ser la voz de ellos. Juan sintió tanto apoyo de sus compañeros que Floro un hombre honrado quiso robarse un caballo para venderlo en cuarenta pesos y darle su pasaje de ida. Así como Floro hay muchos hombres buenos en los campos, pero no soportan que un descarado los engañe ni a ellos ni a sus amigos. Así como Juan (en el cuento) hay muchos hombres que quieren progresar pero no pueden porque la vida no le ha pagado bien y no pueden ir a las universidades.

    Como ya he dicho, todos los cuentos de Bosch manifiestan un interés por mejorar la situación económica y social del país.

    Este fragmento del cuento Camino Real me conmueve de tal manera que nunca lo he olvidado:

    -¿Por qué robaste, Floro? -pregunto de improviso.

    El mira asombrado y calla. De seguro había olvidado aquello. Además en el Cibao es deshonra robar. Pero apagadas y lentas, me llegan sus palabras:

    -yo estaba cansado de verlo a usté asina.

    -¿A mí? -inquirió

    -Tenía ganas de que usté tuviera cuartos para dirse.

    Todos debemos recordar y valorar el esfuerzo del maestro Bosch, tanto para seguir luchando por el bienestar de la nación como para ser buenos cuentistas en el futuro, como el mismo lo dice en "Apuntes sobre el arte de escribir cuentos": para ser buenos cuentistas hay que leer aunque sea los tres primeros párrafos de los grandes maestros. y Bosch fue un buen lector de las obras de Kipling, Mann, Quiroga, Maupassant, entre muchos más que no voy a mencionar.

    Muchas personas todavía ni siquiera saben la causa de la derrota del gobierno de Bosch, porque los enemigos de la libertad le han enseñado cosas muy ajenas a la realidad.

    Si los dominicanos no se merecen un gobierno verdaderamente democrático, respetuoso de los derechos humanos y defensor de la soberanía nacional, entonces se podría decir crudamente que el derrocamiento de Bosch es una muestra de ignorancia del pueblo dominicano. Ya he dicho que no estoy haciendo un enfoque político del maestro, pero si hablamos de su preocupación por los dominicanos, entonces vale la pena decir algo acerca de su brillante propuesta de gobierno.

    "No me importa nada más. Para mí, los honores, los bienes reales, la nombradía, la gloria, nada de eso significa nada, lo que significa, lo que tiene importancia para mí es servirle al pueblo haciendo bien lo que tengo que hacer. (La narrativa de Juan Bosch, p. 254)".

    Esas brillantes palabras nos llevan a reconocer la honestidad y el amor por el pueblo, principales cualidades del profesor Juan Bosch. De ahí que cuando leemos sus cuentos, parece que estamos contemplando los problemas sociales y económicos que vive el país y que afectan a los más pobres, hasta el punto que los que han vivido como ellos, y conocen aquellos que se acuestan sin saber que comer en la mañana y tienen que levantarse antes de rayar el alba para ir al conuco a sembrar la yuca y a mojar el orégano para ver si algún día comen. Los niños más pequeños lo dejan con un pan o una yuca y toman los de 8 años en adelante para irlos acostumbrando al trabajo. "Para que cuando sean grandes no se dejen morir". Otros dejan sus sembrados ahogados en medio de las malezas para trabajar como peón en otro conuco o en cualquier finca que encuentre trabajo, para poder mantener a los niños que esperan hasta la seis de la tarde. Los que alquilan el caballo para poder comprar comida. Las que venden frutas. Las que vende huevos para poder endulzar el café. Yo puedo explicar claramente lo que se pasa en los campos olvidados, pero es mejor mantenerlo en secreto. No hay otro Bosch que dé a conocer la miseria del campesino dominicano a través de sus cuentos, porque eso no es lo que interesa, lo que interesa es decir que la economía está buena. Esta labor de Bosch de llevar la miseria de los campos de nuestro país a lo lectores de sus cuentos nos muestra su rostro humano y la preocupación social por mejorar la calidad de vida de los dominicanos.

    Santo Domingo 16/03/2002

    Hermes De Paula