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Pruebas espirituales I


  1. Dios nos prueba al igual que a Abraham
  2. La historia de Ester
  3. El desierto de Moisés
  4. David perseguido por Saúl. La lealtad de Dios
  5. Cuando somos probados siendo justos
  6. Las pruebas de Jesucristo
  7. La obra del Cristianismo desde Cristo
  8. Textos bíblicos sobre la prueba de nuestra fe
  9. Conclusión

Dios es la "persona" que ha pasado la mayor prueba posible cuando aceptó que Su Hijo, quien se ofrecía voluntariamente, viniese al mundo enemigo, dejando Su trono de gloria junto al Padre y muriera en la Cruz del por los pecados del mundo, por nosotros que hemos recibido el don de la fe y hemos creído en Él estando en pecados, no mereciendo la reconciliación con Dios.

Jesucristo ha pasado también otra prueba de igual magnitud, teniendo que ofrecerse al Padre en nuestro lugar, ofrecerse por muchos que Le aborrecen, pero viendo en todos aquellos que Le amamos fue movido a misericordia, y esa misericordia, ese amor de Dios por nosotros fue más fuerte que la prueba y la aceptó.

"El Espíritu Santo también está pasando cada día la prueba con y por cada uno de nosotros, intercediendo por nosotros, luchando contra nuestra carne, contra nuestra mente, contra nuestra debilidad espiritual para llevarnos adelante en el Camino a Dios, en Cristo, hasta Su venida. Todo el mérito de nuestra vida cristiana es Suyo, quien cada día nos cuida, nos protege, nos perdona, nos consuela, intercede por nosotros y nos ama. Esta es la obra de Dios, que creamos en Su Hijo Jesucristo, y de la mano de Su Espíritu vivamos una vida de plenitud espiritual".

"No es posible superarnos como hijos de Dios sin ser probados. Jesús fue probado justo en el momento en que iniciaba Su ministerio, llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Nosotros del mismo modo seremos entregados a la tentación pero no nos sobrevendrá ninguna que no podamos resistir", 1Corintios 10:13.

Veamos en qué circunstancias nos prueba Dios.

En nuestra bendición y victoria seremos probados y tendremos que elegir solo a Dios. Una vez que Dios nos concede lo que más queríamos, debemos quitarlo del primer lugar de nuestro corazón. Entonces, debemos quitar del corazón todo aquello que ya reconozcamos como ídolo, es decir, como que está tomando el primer puesto en nuestro corazón. En el momento que identifiquemos qué está ocurriendo, debemos orar y recurrir a Dios para que no nos ocurra, de lo contrario nos lo tendrá que quitar y será más doloroso. Hay que darle a Dios lo que más queremos, a quienes más amamos, es la única forma de poder amar de forma espiritual, no carnal.

Abraham dejó su país, su familia, y marchó en busca de la tierra prometida que Dios le indicaba, sólo con su esposa, siervos y ganado. Todas las pruebas fueron para su bendición hasta la final. Prueba de ello es que recibió descendencia de Sara, su amada. Fue en Isaac que el Señor lo llamó a ofrecerlo, cuando vio

Dios que el corazón de Abraham se perdía en su hijo.

Otro personaje que lo dejó todo para seguir a Dios fue Rut, una mujer de origen gentil a la que Dios deja viuda joven. Ella se va con su suegra judía Noemí, que no tenía más hijos, y la sigue a ella y a Yahweh, el Dios de su suegra, porque ha visto la justicia de Dios, aunque haya perdido su esposo y no tenga descendencia. Su fe es grande y es recompensada. Finalmente es desposada por un hombre rico y justo, Booz. De él concibió un hijo, Obed que es padre de Isaí, padre de David, la línea sucesoria del Mesías Jesucristo. (Te recomiendo que leas a Rut 4).

Dios nos prueba al igual que a Abraham

Dios ordena a Abraham que sacrifique a Isaac. Abraham fue fortalecido en su relación con Dios y a nosotros nos probará para fortalecernos varias veces en la vida, es una manera de mantenernos en la santidad y con Él. No es algo que agrade a Dios, pero es necesario por amor a nuestras almas. El resultado de la obediencia viene reflejado en  Génesis: "De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos".

José vendido como esclavo para salvar su nación:

Una de las mayores pruebas narradas en la Biblia es sin duda la vida de José, el preferido de su padre Jacob. El recibía sueños que interpretaba y que fueron advertencia del plan divino de Dios con él y su pueblo. Estos sueños pondrían a sus hermanos en su contra aun más. Su vida sin embargo está protegida por la mano de Dios en todo momento, y todo lo que hace prospera. En cuanto es vendido en Egipto por los ismaelitas a quienes sus hermanos le habían vendido, es comprado por Potifar, jefe de la guardia de Faraón donde llega a ser su mayordomo de su casa. Pero Dios tenía otro plan para él. La esposa de Potifar puso el ojo en él, quien como era justo la rechazó, pero ella le acusó falsamente lo que le costó ser puesto en la cárcel donde serviría a los presos de la casa de Faraón. ¿Qué pensaría José, quien había actuado justamente con su señor y ante el Señor? Sin duda que Dios le había abandonado, pero su fe no se desvaneció.

Sirviendo a presos interpreta los sueños de los siervos de Faraón, el copero y el panadero. Pidió al copero que se acordase de él, pero éste se olvidó de él una vez restaurado en su puesto. La interpretación correcta por revelación de Dios de los dos sueños de estos siervos sería la puerta para ser llamado ante Faraón por la angustia de la interpretación del famoso sueño de las vacas gordas y las vacas flacas que los magos y sabios de la corte no supieron interpretar. Su correcta interpretación le valió el puesto de gobernador de Egipto. En un mismo día vio cumplida su prueba, pasó de servir a presos a dirigir Egipto. Llevó a cabo la administración de acumular siete años de provisiones, lo cual fue el plan de Dios para que Israel pudiera comprar comida y no perecer, y finalmente fue recibido en la tierra con toda su familia una vez reconciliados con José.

La historia de Ester

La historia de la prueba de la vida de Ester es un paralelo de un personaje del pueblo de Dios que acepta vivir con una nación gentil como recurso para salvar a su nación. Ella se entregó al rey para ser su esposa y fue elegida reina. Intercedió por su nación y la libró del plan de destrucción contra Israel que había fraguado Aman, gobernador del imperio de Asuero, Jerjes. Aman quería matar a Mardoqueo, padre adoptivo de Ester. Y no solo a Mardoqueo sino exterminar a los Judíos en todo el imperio. Mardoqueo había salvado la vida del rey y no recibió recompensa. Dios quitó el sueño una noche al rey Jerjes quien mandó que le leyesen los libros de las crónicas de su reino donde se informó de la acción de Mardoqueo quien no había sido recompensado, por lo que adquirió gracia ante el rey. La reina había hecho fiesta al rey y a Aman, tras acordar que todos los Judíos ayunaran y oraran para declarar el plan de Aman al rey, y la mano de Dios hace que lo entienda y los Judíos sean, no solo librados del exterminio, sino bendecidos en todo el imperio desde la India hasta Etiopía. Aman sería ajusticiado por su vileza e impiedad. La vida de Ester entregada al rey fue una gran prueba, pero su premio fue la vida de su pueblo. Hoy se conmemora por el pueblo Judío en la fiesta de Purim.

Estos ejemplos de la vida en el mundo nos dan una perspectiva de lo que Dios puede hacer en nuestras vidas cotidianas, en Sus planes para que llevemos Su testimonio alrededor donde convivimos con aquellos que no Le conocen. En situaciones difíciles donde pensamos que Dios se ha olvidado de nosotros, donde nuestros planes no han prosperado y experiencias desconocidas se abren ante nosotros. Dios tiene un plan para nuestras vidas por amor de Su pueblo y de nosotros mismos.

El desierto de Moisés

Moises intercede por su pueblos. La intercesión – El Sacerdocio.

Cuando los hijos de Dios pecan y se apartan y no obedecen, hay dos opciones:

  • 1. ¡Que la ira de Dios esté sobre ellos pues se han apartado de Dios, y la disciplina dura que les venga, es de parte de Dios!.

  • 2. La otra reacción, la de aquellos que tienen un corazón como el de Cristo, es interceder ante el Padre por ellos para que Él haga la obra en sus corazones porque: "…juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio", Santiago 2:13.

"Cuando somos probados por interceder y servir a otros, sobre todo cuando intercedemos por los que son más débiles en la fe, por los que fallan, los que pecan y se arrepienten, somos edificados como sacerdotes ante Dios".

Moisés fue probado en el desierto cuarenta años antes de ser enviado a Egipto. Luego tuvo que enfrentarse a Faraón cuando no confiaba en su capacidad, pero fue fortalecido por Dios para pasar aquella prueba hasta confiar en Dios no en él. Finalmente, una vez era un creyente maduro, habiendo sacado a su pueblo por la mano de Dios, quien se manifestó en todo momento, intercedió por el pueblo rebelde y contradictor.

Al igual que Cristo fue tentado cuarenta días en el desierto, nosotros también pasamos un periodo de prueba, nada mas para recibir a Cristo; este tiempo simbólico son los cuarenta años en el desierto, los cuarenta días y las cuarenta noches. Un viaje de once días tardó cuarenta años. ¿Qué significa?. (Te invito a meditar acerca del tema).

Cristo es quien intercede con Su vida por la nuestra ante el Padre. Moisés es, pues, figura de Cristo en aquel tiempo, el libertador de la esclavitud, como lo es Cristo, el libertador del pecado.

La batalla con poco ejército. Las señales de la fe:

Cuando tenemos todos los recursos que nos dan la confianza para conseguir llevar a cabo nuestros proyectos, es cuando Dios nos pide que no dependamos de ellos, sino de Él. Sea en lo económico, en lo sentimental, en lo espiritual. Nos despojaremos de lo que sea necesario para depender de Dios, una tarea realmente difícil para nuestro corazón. ¿Cómo es que Dios le pide a Gedeón que disminuya su ejército a un número mucho menor que el de su enemigo?. Esta es la razón por la que la Palabra nos enseña cuan difícil le es a un rico entrar en el Reino de Dios, porque confía en las riquezas, (Dios no está en contra de la riqueza siempre y cuando, no dependamos de ella pues, de ser así, Dios pasa a un segundo plano y no debe ser así) y éstas no solo incluyen las económicas, sino el ego, el conocimiento, el poder sobre los demás, etc. Gedeón obedece pero pide señales a Dios a través del famoso pasaje del vellón de lana. Una vez recibida la señal dos veces Gedeón accede y comprende que el asunto es de Dios. Nosotros debemos pasar por la misma prueba, cuando Dios nos dice que con pocos recursos hagamos aquellas cosas que nos pone delante en la vida.

Josafat, rey de Judá dijo a sus hombres cuando iban a la guerra ante el ataque de una multitud mayor que ellos de Amón y Moab: "…Creed en Yahweh vuestro Dios, y estaréis seguros… 2Crónicas 20:20". Además habido consejo entre el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Yahweh, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Yahweh, porque Su misericordia es para siempre. El versículo 22 es un claro ejemplo de cómo Dios bendice a aquellos que Le alaban en medio de la adversidad. "…Jehová colocó emboscadas … que venían contra Judá y estos se pusieron a herirse unos a otros" 2Crónicas 20:22.

Cuando tu problema lo veas sin solución, cuando el dolor físico o de tu alma te haga desfallecer, glorifica a Dios con oraciones y cantos de alabanzas dando gracias por tus pesares. Ya verás como la tempestad pasa pronto, te viene la calma y, el alma vuelve a su sitio.

David perseguido por Saúl. La lealtad de Dios

No cayó de su justicia y honradez ante el ungido de Yahweh aunque éste, su propio rey, le quisiera muerto, David le fue fiel hasta el día de su muerte.

David ya había sido ungido rey de Israel por el profeta Samuel, pero él no deshonró al rey Saúl. La bendición de la prueba fue el propio reino, y no solo de Judá, sino de todo Israel. Entonces Israel vivió su época de dominio en la tierra prometida, y ninguna nación podía con Israel, porque su rey, David, los profetas y sacerdotes obedecían a Dios.

Se fiel a Dios en todas las circunstancias de la vida. No importa que tu jefe te trate despóticamente, no te comprenda, te juzgen mal. No importa si no han cumplido contigo cuando empeñaron su palabra en un acto de honor o sentimental. No importa si tu cónyuge te ha calumniado, juzjado, amenazado, maldecido o haya cometido adulterio. Se ejemplo de templanza, de paciencia, de fortaleza en medio de la prueba. Sige fiel y Dios te bendecirá en grande. No te rindas y sigue tratando a todos como Jesucristo nos ha enseñado.

Jesucristo mismo fue perseguido por su propia nación, por su propio pueblo, por los sacerdotes, por todo lo establecido y que debía haberle recibido, pues es el verdadero Rey de Reyes. No obstante Él nos dio el mejor ejemplo de templanza, de paciencia, de fortaleza en medio de la prueba cuando era despreciado hasta la Cruz. La claridad de nuestro propósito en servir a Dios en Cristo y El nos dará fuerza en medio de la prueba de nuestra fe cuando nuestros seres amados, nuestros familiares y nuestros hermanos en la fe se vuelvan nuestros enemigos. Esto fue anunciado por Jesús, por lo tanto si sufres, no te sorprenda, porque por causa del nombre de Jesucristo y por causa de Su Palabra somos perseguidos o despreciados. Si alguna vez has sido perseguido por aquellos a los que has honrado y servido, no piense que es tu culpa, sino que la batalla espiritual está activa contra los justos de Dios. Si tu conciencia está tranquila ante Dios y los que están por encima tuyo, en lo espiritual, en lo profesional, en lo civil, se erigen en enemigos tuyos, sepas que el Señor está trabajando por ti y pronto verás la mano de Dios en esta prueba. No te rinda y sige tratando a todos como Jesucristo nos ha enseñado.

Si solo amamos a Dios cuando nos bendice, cuando todo va estupendamente, nuestra fe puede ser interesada. La prueba para un corazón habituado a la bendición de Dios por mucho tiempo es perderlo todo. Dios conoce si somos suyos o no y hasta donde podemos ser probados ante la petición de Satanás dentro de sus dominios temporales cuando nos pide para tentarnos y tratar de apartarnos de Dios. Es nuestra respuesta radical y sin doblez hasta la muerte, la que demanda Dios de nosotros. Por otra parte, cuando creemos que somos justos -que lo somos, cuando la Sangre de Cristo ha sido aceptada por nosotros por nuestro pecado- pero nos elevamos en nuestra propia justicia, pensando que por nuestros méritos, esfuerzos o santidad andamos en esa santidad, en la perfección, todo va muy bien en la vida, es entonces cuando el creyente ha perdido el norte espiritual, y su yo, su ego, se ha elevado, y aunque sea justo y santo, ha olvidado su dependencia de Dios, la necesidad de humildad delante de él, y delante de los hermanos; ahí el Señor no tiene más remedio que pasar al Job de turno por la prueba de su vida, la prueba completa. Todo perdido menos Dios. Luego que recupera la humildad las bendiciones sobreabundan. Sólo entonces podrá decir el creyente lo mismo que Job: "…De oídas te había oído, más ahora mis ojos te ven, por tanto me aborrezco…" Job 42:5.

Jesucristo dijo a Pedro: " …Satanás os ha pedido para zarandearos, pero Yo he rogado al Padre para que os fortalezca…". Lucas 22:31. No dice Jesús que ha orado para que no seamos zarandeados, sino para que seamos fortalecidos y nos hagamos más fuertes espiritualmente, y más humildes en la carne y dependientes de Dios.

Jeremías 17:10 "…Yo, que escudriño la mente y pruebo el corazón para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras".

Ezequiel por su parte recibe una de las más importantes visiones espirituales, "la Gloria de Dios", pero no la recibe en el templo, o en el Tabernáculo o en ningún lugar especial o santo, sino en un arroyo en medio de la cautividad, en medio de la prueba, cuando el pueblo de Dios fue llevado a Babilonia. Su vida de profeta experimentó grandes revelaciones y profecías, además de la visión de Dios y del Templo futuro, pero fue una vida dura y difícil. Dios le anunció la muerte de su esposa y le instó a no hacer conforme a la costumbre para que el pueblo se diera cuenta de cómo se sentía Dios con ellos. También anunció la bendición cuando el pueblo se arrepintiese, símbolo de la resurrección de los muertos en la venida de Cristo, en el famoso relato del Valle de los Huesos Secos. Eze. 1 y 37. (Debe verse)

Cuando somos probados siendo justos

El hombre de Dios, justo y recto ante Dios es echado en el horno de fuego y luego en el foso de los leones. Dos pruebas sin duda cargadas de significado:

  • La primera nos cambia totalmente cuando vemos que somos entregados a la prueba (en este caso castigo) por los enemigos, y como Dios hace un milagro en nuestra vida.

  • La segunda es para probarnos una vez hemos visto que Dios está con nosotros, para que no perdamos la fe en medio de la adversidad.

Sin embargo el corazón del hombre es tan duro que después de grandes vivencias con Dios, de esta magnitud, muchos todavía dudan, y lo hacen en cosas pequeñas. Todos tenemos momentos de flaqueza de la fe, pero busquemos la presencia de Dios. Si Dios nos pone en el horno o foso será por la victoria en la Gran Comisión, sirviendo en el Reino de Dios.

Cuando Dios nos pide mucho y tenemos poco.

El nuevo creyente que tiene temor de predicar porque conoce poco la Biblia, cuenta con su testimonio y con el Evangelio, pero lo estima escaso, cree que necesita toda la Biblia en su mente para poder predicar, y todas las respuestas a todas las preguntas. Dios no quiere que dependamos del conocimiento sino de dejarnos llevar por Su Espíritu con lo que tenemos, que confiemos en Dios.

Deja todo por Cristo pues es Él quien nos da el Espíritu Santo para conocer a Dios personalmente, sin Él no podemos tener conocimiento del Reino de Dios. Al nacer de nuevo del Espíritu somos una nueva criatura, tenemos una nueva parte en nuestro ser que antes estaba muerta, dormida, sin formar. Este milagro lo hace Dios en cada cristiano que recibe la fe en la obra del Hijo de Dios. Ser doctor de la Ley, conocedor de la letra de la Biblia no es suficiente para conocer a Dios. Hay que nacer de nuevo. Esta es la mayor prueba, pero el amor de Dios lo hace posible.

¿Cuando Dios, a priori, rehúsa bendecirnos y prueba nuestra fe, lucharemos o nos conformaremos?.

Jacob luchó con el ángel del Señor hasta rayar el alba, hasta que lo bendijo, nosotros haremos lo mismo. La fe de la mujer cananea en Mateo 15:21, no cedió ante la explicación de Jesús de que tenía primero que cumplir la etapa del Evangelio a los Judíos. Ella reclamó del Señor las migajas, las cuales para ella eran suficientes para sanar a su hija atormentada por un demonio. Jesús le concedió el milagro y la bendición. Ella entendió que Dios no podía ser solo Dios de los Judíos y que tendría que ser también de los Gentiles.

El otro relato opuesto pero de igual significado lo encontramos cuando el Señor es tocado por la mujer que tenía flujo de sangre, el cual sanó. Hecho que transcurre mientras se dirigía a la casa de Jairo, un principal de la sinagoga cuya hija estaba agonizando y mientras se ocupaba de la mujer del flujo de sangre, considerada inmunda, que había tocado el borde de su manto en medio de la multitud convencida de que si lo hacía sería sana, Jesús estaba consolándola y bendiciéndola por su fe, la hija de Jairo muere. La gran prueba: dejar morir a la hija de un siervo de Dios para atender a una mujer inmunda. Viniendo los de la casa de Jairo para avisarle de su muerte, Jesús le dice: No temas, cree solamente. Al llegar a la casa donde todos lloraban dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de Él. Mas Él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con Él, y entró donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es; Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía como doce años. Y se espantaron grandemente. Marcos 5:21.

Las pruebas de Jesucristo

La prueba de poder elegir entre los reinos de este mundo y la Cruz.

Jesús respondió en todas las pruebas con la Palabra de Dios y en contra de todas las tentaciones. Tenía clara Su misión y Su corazón estaba por nosotros y por el Padre, quien le había enviado. Su misión estaba determinada, aunque podría haberlo tenido todo en aquel momento, no sucumbió y escogió la Cruz, siendo hombre, renunciando a los reinos, a formar familia, a todas las bendiciones de la vida en la tierra.

…Mi Reino no es de este mundo… Jesús renuncia a una vida de bendición en la tierra, a esposa, hijos, reino, madre, parientes, todo, por causa de nosotros. No existe mayor prueba de amor que la vida de Cristo, no hay religión alguna que plantee esta forma de salvación sin mérito nuestro, sino por el de Dios hecho hombre. No solo Su familia no creía en Él sino que Su nación, Su tribu, Su religión, todo lo establecido Le rechazó. Qué prueba tan dolorosa para el Hijo de Dios, venir a los Suyos y ser rechazado. Mas siguió fiel en Su lucha interna espiritual hasta la Cruz. Si lo pensamos bien es una prueba muy dura para el verdadero Mesías de Israel y del mundo ser rechazado por todas las instancias que le deberían recibir y coronar.

No hay mayor prueba que ésta. Descender del trono de la gloria a este mundo para ir a la Cruz a morir por los pecados del mundo. La resurrección Suya y nuestra y el regreso al Reino de Dios, y no solo Suyo sino nuestro en Su venida son una gran fuente de fuerza, coraje, propósito, obediencia al Padre, y amor de Dios. Nuestra fe y esperanza empiezan en la Cruz de Cristo.

Con Su ascención  el Señor volvía junto al Padre pero dejaba a Sus discípulos y familiares convertidos y se tenía que marchar. También sufrió esa separación el Señor. "…Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas. Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel". Lucas 22:29-30

Pablo enviado a los gentiles, no a los judíos:

Es Dios quien nos envía a Su proyecto, no somos nosotros los que lo escogemos. Cuántas veces hemos querido hacer proyectos para el ministerio espiritual pero no se pueden llevar a cabo, y cuántas veces hemos comprendido que aquellos que sí hemos sacado adelante, en realidad no sabemos cómo se han podido llegar a desarrollar y comprendemos que es la mano de Dios. Así es en la vida espiritual, es Dios quien nos envía a hacer lo que Él conoce mejor que nosotros que es algo que podemos hacer bien. Nuestra vida terrenal también ha de venir de Dios y nosotros preguntarle, consultarle, buscar Su bendición y esperarle.

La obra del Cristianismo desde Cristo

Dos mil años de labor espiritual para llevar el Evangelio hasta lo último de la tierra de forma continua y permanente.

Agustín de Hipona podría ser, tras los apóstoles y los cristianos primitivos, la primera figura destacable, quien lucharía una prueba en su fe hasta su conversión que relató en sus "Confesiones", más tarde en sus "Detracciones" hasta entregarse a Dios y estudiar en el monasterio. Su lucha interior en busca del sentido de la vida le llevó a ser un devoto estudiante de filosofía hasta su llamamiento. Hasta que llegó a conocer a Dios vivió en una amarga lucha interior, la prueba del horno que Dios le tenía preparada, un desierto espiritual que finalmente daría su fruto: "La Ciudad de Dios", obra imprescindible en la cual la identifica con el alma.

Lutero (Eisleben 1483-1546) tuvo una gran prueba, una lucha tremenda viendo como no sentía la santidad por las prácticas religiosas, hasta que traduciendo la Biblia encontró el famoso versículo que lo cambiaría todo: "…El justo por la fe vivirá…", Gálatas 3:11. Tradujo la Biblia al alemán y fue impresa coincidiendo con el invento de la imprenta de Gutenberg, desde luego parte del plan de Dios, no hay casualidad.

John Wesley (1703-1791) siguió el ejemplo de Jesús y comenzó a predicar al aire libre en un tiempo en que se predicaba en iglesias. Llevó el evangelio a zonas industriales y el Señor levantó un gran avivamiento espiritual. Probado por Dios al ver que lo no ortodoxo, predicar al aire libre era lo que daba resultado, cuando él pensaba al principio que no sería aprobado por Dios.

Un Cristiano debe mostrar en su vida, su servicio en caridad a su prójimo. "…La fe sin obras es muerta en si misma…" Santiago 2:14-26. Así es que probémonos a nosotros mismos en nuestros frutos y obras. Cuando vemos la necesidad y la posibilidad de hacer el bien, hagámoslo porque si está en nuestras manos, si Dios pone delante nuestra poder ayudar y no lo hacemos, a no ser que claramente sea contraproducente o Dios nos hable claro al respecto, debemos hacerlo, si no pecamos.

Textos bíblicos sobre la prueba de nuestra fe

Génesis 22:1-4

"…Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí… Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos".

Deuteronomio 13:1-3

"…Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Yahweh vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Yahweh vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma".

Zacarías 13:7-9

"…Levántate, oh espada, contra el pastor, y contra el hombre compañero mío, dice Yahweh de los ejércitos. Hiere al pastor, y serán dispersadas las ovejas; y haré volver mi mano contra los pequeñitos. Y acontecerá en toda la tierra, dice Yahweh, que las dos terceras partes serán cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella. Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y el dirá: Yahweh es mi Dios".

Lucas 8:11-15

"…Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia".

1Timoteo 3:8-10

"…Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles".

1Pedro 1:6-20

"…En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas. …sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo…"

Apocalipsis 3:10-13

"…Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".

Conclusión

Piensas que Dios se ha olvidado de ti?.  No es posible porque es Omnipresente y porque ha dado a Su Hijo por ti. Piensas que no podrás llegar al final de esta etapa de tu vida, sea la que sea que estés viviendo?. Piénsalo de nuevo porque puedes encontrarte a un solo paso del final, de la bendición, al final del túnel, de una enfermedad, de una situación sentimental, económica o espiritual. El Señor no nos abandonará jamás, recuerda a Job.

La fe puede ser probada por un plan extraño de campaña como el de Josué 6:3 para vencer a Jericó. Al requerir, lo que parecía ser trabajo inútil: 2Reyes 3:16. Al requerir preparación extensa sin bendiciones a la vista, 2Reyes 4:3. Al preguntarle Jesús a dos ciegos si creían que Él los podía sanar, Mateo 9:28. Hebreos 11:36 nos recuerda que muchos de nuestros hermanos han sufrido y aun hoy están sufriendo, vituperios, azotes, prisiones y cárceles. 1Pedro 1:7 es el Texto más explicito del propósito de esta lucha y prueba del pueblo de Dios: "…para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo".

En resumen, debemos diferenciar entre prueba y disciplina. Es la única manera de saber si seguiremos luchando por conseguir nuestro objetivo, que sea de Dios, no de nuestra cosecha o si debemos pararnos en seco, meditar, orar, esperar, ayunar, hasta que el Señor nos confirme.

Una vez claro tenemos dos alternativas.

  • 1. Si hemos pecado, debemos arrepentirnos, obrar de otra forma, cambiar y hacerlo para siempre pidiendo la ayuda de Dios.

  • 2. Si no hemos pecado y hemos sido entregados a prueba o para ser zarandeados, tenemos la confianza de que Dios está con nosotros, de que Jesús va a nuestro lado en el yugo, que el Espíritu Santo intercede por nosotros insistentemente.

Así que, querido amigo/a, si Dios confirma con respuestas indudables las peticiones que Le hiciste, no puedes detenerte, pero tendrás que luchar contra obstáculos, impedimentos, principados y potestades, tomando la armadura de Dios, Efesios 6:10 (debes leerlo) y el Señor irá contigo y lo lograrás, como Josafat cuando salió con su ejército a la victoria que el Señor le daba, diciendo: "…Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Yahweh vuestro Dios, y estaréis seguros…" 2Crónicas 20:20.

La despedida es Apocalipsis 3:10-13 "…Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra. He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona…El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Amén".

 

 

Autor:

Jorge Edgardo Oportus Romero