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La buena voluntad y la Globalización

Enviado por Andres Ballen


Partes: 1, 2

    1. El problema de la indiferencia y la insensibilización de la sociedad moderna
    2. La globalización ¿Gobierno de los ricos y poderosos?
    3. La felicidad y el bien humano
    4. La buena voluntad y el buen actuar
    5. Reflexión final
    6. Citas textuales – Bibliografía

    Introducción

    “Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio.” Mahatma Ghandi

    Nuestra sociedad al estar sumergida en un proceso de globalización se ve afectada por el ingreso masivo de competidores, pertenecientes a diversas culturas, se envuelta en un caos expresado por el alejamiento social, el incremento de la distancia entre ricos y pobres, la falta de tolerancia y “bondad” hacia los demás, la indiferencia ante los acontecimiento ajenos. A veces, ser moderno lleva unos matices que se nos escapan de las manos. Matices como que se llame violencia de género cuando el género es lo que compro en el mercado, no es nada relacionado con el hombre y la mujer, para que luego nos preguntemos qué tipo de igualdad es la que queremos entre hombre y mujer, porque siempre seremos seres distintos que se necesitan para crecer. El cuento con su moraleja dice aproximadamente así: Los nazis vinieron a por los judíos, como yo no era judío, no hice nada.

    Después vinieron a por los homosexuales. Como yo no era homosexual no hice nada. Después vinieron a por los gitanos. Como yo no era gitano no hice nada. Después vinieron a por los comunistas. Como yo no era comunista no hice nada. Después vinieron a por mí. Pero como sólo quedaba yo, ya no pude hacer nada.

    En el afán por ser los primeros y querer al resto luego, hemos cambiado al mundo y a la vez cambiado de rumbo, nos alejamos los unos de los otros aunque aún no del todo. Lo que quiero lograr con toda esta investigación es una reflexión sobre si aun se puede recuperar la felicidad o por lo menos llegar a indagar en que momento dejamos de ser amigos estar unidos y empezamos a vivir con miedo estando en libertad. Ya no conozco esta sociedad en la que no tomamos en cuenta a todo aquel que piensa distinto a nosotros, porque no darnos la mano, ser como hermanos, si todos somos seres humanos. Aquí no hay nada que perder ni ganar simplemente hay que observar si nos podemos amar. De aquí nace la idea del nepotismo y el amiguismo, el favorecer a los conocidos sin darle la oportunidad a los demás de mostrar su valía, solo por el hecho de ser diferentes.

    Puede que mis planteamientos suenen idealistas y utópicos, pero son una buena forma de empezar a observar que tanto se cree en la equidad dentro y fuera de la ley. Ya que en la sociedad actual el racismo y la discriminación abierta son rechazados pero individualmente aceptados, por ser parte de los prejuicios y estereotipos con los que crecemos en determinados ambientes, esto se puede observar en las mismas universidades preguntando a los alumnos lo que piensan de los miembros de otra universidad. “No debemos perder la fe en la humanidad que es como el océano: no se ensucia porque algunas de sus gotas estén sucias.”Ghandi

    Al los propios movimientos pacifistas, aún cuando se les desconoce y banaliza se le reprocha su falta de respuestas ante los conflictos armados y tampoco sus protestas parecen incorporar pautas de una acción definida. Y creo que la toma de conciencia nos permitirá un cambio de actitud que se verá reflejada en un cambio de actuación política, todo esto alineándome con kant a favor de la reflexión de las experiencias para su posterior aplicación.

    1. El problema de la indiferencia y la insensibilización de la sociedad moderna

    “Lo propio de nuestra cultura es la distracción, la insensibilización”, dijo David Greenfield, psicólogo especializado en problemas derivados de la alta tecnología. “No hay un momento para la autorreflexión, para quedarse quieto. Es absolutamente agotador”. (www.clarin.com/diario/2005/12/22/)

    En este tránsito de una sociedad industrial a una post industrial se han producido avances, pero también han surgido dificultades y paradojas. Son ejemplos cotidianos de las últimas el incremento simultáneo que experimentan las dualidades: tecnología y aumento del ocio; devaluación del trabajo y progreso material, carencias educativas y tolerancia intercultural, aumento de los radicalismos y autonomía individual, burocratización excesiva en el trabajo y las relaciones con las instituciones, etc. Cada vez se entabla un lucha por la propia supervivencia, visto de otra manera la idea de que “vivimos compitiendo tu golpeas, yo golpeo” (Nach Scrath, compite), lo cual va a generar represalias por parte de las personas menospreciadas o discriminadas siendo esto causa de paros, marchas, levantamientos, etc.

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