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Distintos Aspectos de la Poesía de Juan Pablo Duarte


  1. Introducción
  2. Poesía amorosa
  3. Poemas patrióticos
  4. Poesía Política.
  5. Poesía Descriptiva
  6. Parafraseo

Introducción

Es muy probable que casi la generalidad de los mortales, estén estos o no en plenas facultades mentales, en algún momento de su vida se haya sentido tocado por el numen de la inspiración. Esto es que se haya motivado, impelido hacia lo bello. Se ha respondido al toque de la belleza, si sus oídos han escuchado el canto de las sirenas, y su piel ha sentido el rose del aliento de las musas, esa persona a percibido en el ambiente los efluvios que descienden del Parnaso, para luego ir a morir a la fuente Castalia. Ese toque, es el del numen de la inspiración.

En el campo del pensamiento, no se es filósofo por haber leído a los grandes; en las letras no se he poeta por haber escrito un par de versos insulsos. Se requiere más que escribir, se necesita sentir, respirar, transpirar, vivir.

El versificador escribe versos; el poeta crea un estilo para escribir sus versos. El poeta es padre de lo que escribe; el versificador es modelador de su producción. El verificador es un vulgar alfarero; el poeta es un artífice sensible. Para ser poeta es necesario ser hombre; para versificar, tener los sobre la tierra.

Muchos han sido los versificadores que ha tenido nuestra América; pero muy pocos los poetas genuinos. Bello, Lugones, Deligne, Darío, Martí, son poetas. Pero no son poetas por la extensión de sus obras, sino por la inspiración de los mismos. Quisiéramos poner en este Parnaso a nuestro ilustre patricio Juan Pablo Duarte, pero desgraciadamente su producción poética es muy escasa, y por que no, endeble, tanto por su numero como por su inspiración.

Este trabajo quiere dar a conocer los distintos aspectos de la producción poética del Padre de la Patria.

Poesía amorosa

Los poemas amorosos de Duarte no estan escrito con la fuerza de la juventud. Un hombre de 47 años, enfermo, desterrado, con una pena en el alma y un aguijon en la carne, no podia hacer una declaracion amorosa, sino una plegaria a la Virgen. Pensemos en ¿Quién seria la Dulcinea del Quijote dominicano que le movió a escribir estos versos?

Si amorosos me vieran tus ojos

Acabaran mis penas en bien,

Pues quitaras así de mi sien

La corona que ciñe de abrojos.

Ya mi pecho volvieras la calma

Que otro tiempo gozó placentero,

Y hoi le niega el destino severo

Insensible a las penas del alma.

No le imites, Señora, te ruego,

no te cause placer mi amargura,

Y al mirar mi acendrada ternura

No me tomes como él el sosiego,

Que no en vano se postra mi amor

A los pies de la esquiva beldad:

No me digas ¡oh no!por piedad

Que me tienes también en horror,

¡Pues es tal de este amor la vehemencia,

Que no obstante el rigor de mi suerte,

Yo he jurado por siempre quererte…

A pesar de tu cruda inclemencia!

Poemas patrióticos

Es en la poesía patriótica donde Duarte logra sus mejores versos. Fotografía, autobiografía, diario, no sabemos. Pero es en la vena patriótica donde se revela con mayor entusiasmo.

Ya en la selva de Ampare, alejado del mundanal ruido, evoca: "su obra, vicisitudes, sus penas". De la selva de Ampure sale: La Cartera del Proscrito".

Cuán triste, largo y cansado;

cuan angustioso camino,

señala el Ente divino

al infeliz desterrado.

Ir por el mundo perdido

a merecer, su piedad,

en profunda oscuridad

el horizonte sumido.

Que triste el verlo pasar

tan apacible y sereno,

y saber que allí en su seno

es la mansión del pesar.

El suelo dejar querido

de nuestra infancia testigo,

sin columbrar a un amigo

de quien decir me despido.

Pues cuando en la tempestad

se ve guerrear la esperanza,

estrellase en la mudanza

la nave de la amistad.

Y andar, andar errabundo,

sin encontrar del camino

el triste fin que el destino

le depare aquí en el mundo.

Y recordar y gemir

por no mirar a su lado,

algún objeto adorado a quien;

te acuerdas? decir.

Llegar a tierra extranjera

sin idea alguna ilusoria,

sin porvenir y sin gloria,

sin penates ni bandera.

Este es el Himno que Duarte compaso, y que tendía como un canto de guerra:

HIMNO

Por la cruz, por la Patria y su gloría

Denodados al campo marchemos:

Si nos niega el laurel la victoria,

Del martirio la palma alcancemos.

Del inicuo en el alma no cabe

Por la Patria el aliento rendir,

Pero el hombre virtuoso bien sabe

Que por ella es honroso morir.

El esclavo soporta su suerte

Aunque oprobia su triste vivir;

Pero el libre prefiere la muerte

Al oprobio de tal existir.

Pueda, pueda ese mísero esclavo

Sin honra y sin patria alentar,

Que el libre, el honrado y el bravo

A la Patria sabrán libertar.

Los que queden, patricios hermanos

Nuestros restos sabrán inhumar,

Y los restos de tantos hermanos

Como buenos harán respetar.

Los que queden dirán a sus hijos:

Aquí, hijos, supieron morir

Por nosotros, y en cantos prolijos

Nuestros nombres se oirán repetir.

Los que queden sabrán diligentes

Nuestros hechos gloriosos narrar,

Y las glorias de tantos valientes

Nuevos hechos impulsar.

Los que queden, del patrio cruzado,

Los ejemplos sabrán imitar,

Y la sangre del patrio soldado

Sus hermanos sabránla vengar.

A la Patria vendiendo al León fiero

Iscariote pensó encadenar:

Pero el Dios que profana el ibero

Las cadenas le impulsa a quebrar.

Adelante, patricio constante,

Por la Patria a vencer o morir:

Es infame quien dude un instante

Que sin Patria es mejor no vivir.

Poesía Política.

Vinculada estrechamente con la poesía patriótica de Duarte, está la poesía política. A este grupo pertenecen estos versos, delicados como su autor, así como pálidos y de apretada verificación, que escribió contra Pedro Santana. Estos versos casi desconocido son de nuestro gran civilista:

Ingrato, Hincha es tu suelo,

Que producir no ha sabido

Sino un traidor fementido.

Que habrá de serle fatal,

Y tú, Prado, que aposentas

Verdugo tan inhumano,

Ay!… que por siniestra mano

Sembrado te veas de sal

Cuando supo que había salido del suelo patrio el ejército español.

"Cantad, alegres sirenas,

Las del Ozama en la orilla,

que ya para él no hay cadenas

ni ya para él hay mancilla.

No os cuidéis de los cantares

que aborta mi fantasía,

ni de los negros pesares

que rasgan el alma mía.

Cantad, sirenas, cantad,

cantad un canto por mí,

que anuncie la Libertad

al suelo donde nací".

Poesía Descriptiva

Como una representación de este género poético, se encuentran en la producción de Duarte, éste poema, traído de Caracas, por don Emiliano Tejera. La paternidad de la composición no ha sido aclarada, así como su nacionalidad. La tradición se ha encargado de decir que es de Duarte, y por eso, hoy, la contamos entre las que llevan su firma.

En su obra: Los Próceres Escritores, editada en 1947, Joaquín Balaguer, dice que el poema que vamos a transcribir, Romance, fue escrito en Caracas. Luego cuando Balaguer escribió su biografía del Padre de la Patrio, dice que este poema fue escrito en Hamburgo. Sea Caracas o Hamburgo, lo que sí sabemos es que es un verdadero poema descriptivo.

Era la noche sombría,

Y silenciosa y de calma;

Era una noche de oprobio

Para la gente de Ozama.

Noche de mengua y quebranto

Para la Patria adorada.

El recordarla tan sólo

El corazón apesara.

Ocho los míseros eran

Que mano aviesa lanzaba,

En pos de sus compañeros

Hacia la extranjera playa.

Ellos que al nombre de Dios

Patria y libertad se alzaran;

Ellos que al pueblo le dieron

La independencia anhelada.

Lanzados fueron del suelo

Por cuya dicha lucharon;

Proscritos, si, por traidores

Los que de lealtad sobraban.

Se les miró descender

A la ribera callada,

Se les oyó despedirse

Y de su voz apagada

Yo recogí los acentos

Que por el aire vagaban.

TRISTEZA DE LA NOCHE

Triste es la noche, muy triste

para el pobre marinero

a quien en el Ponto

fiero acosa la tempestad.

Triste es la noche, muy triste

para el infeliz viajero

que en el ignoto sendero

descarnó la oscuridad.

Triste es la noche, muy triste

para el mísero mendigo

que si pan, tal vez, ni abrigo

maldice la sociedad.

Triste es la noche, muy triste

para el bueno y leal patricio

a quien aguarda el suplicio

que le alzó la, iniquidad.

Mientras que del expatriado

no cambia la suerte ruda

y aún la misma muerte cruda

parece que le ha olvidado.

Ve cómo asoma al dintel

de su albergue miserable

desterrando inexorable

la escasa luz que había en él;

Ve como extiende su manto

de tinieblas al entrar

y con ellas aumentar

del alma el hondo quebranto.

Que viene en pos de su huella

todo cuanto fue y existe,

y con su sombra se viste

de color triste que ella.

El corazón en dolor

ve venir la noche yerta

la adusta frente cubierta

de insomnio, angustia y rigor.

Parafraseo

Algo que quiero apuntar en este ensayo, es el parafraseo en la producción poética del Padre de la Patria. Como todo versificador carente de originalidad, Duarte copiaba a diestra y siniestra, todo lo que recordaba de los grandes poetas españoles. Su fina sensibilidad de hombre corroído por la nostalgia, con el cuerpo horadado por la enfermedad, trataba de reproducir, como una traducción a lo divino, sus remembranzas de los románticos españoles, como es el caso de Espronseda y el duque de Rivas.

De Duarte a Jacinto de la Concha:

Soy Templario, me decías un día

Jacinto un tiempo de la Patria amada…

Soy Templario, repetirlo, sí debes

Allá en el cielo tú mirar clavada…

Soy Templario, repetir debemos

Lo que en el pecho el honor sentimos…

Ese templario de Duarte, es el mismo cruzado que se lee en la poesía de Espronseda, quien dice en la mitad de su Canto del Cruzado:

Y luego cien arpas resuenan, y el coro los nobles entonan cantando a la vez, y el fin malogrado del ínclito moro envidian, y ensalzan su amor y su prez. En tanto el guerrero que el cántico oía, con fuerza en las puertas su lanza chocó, y allá en las almenas, al punto, el vigía: «¿Quién llama a estos muros?» audaz preguntó. «Asilo en la noche demanda un guerrero que errante camina», gritó el paladín. «Abridle, de adentro sonó un caballero, y encuentre acogida y asiento al festín». Las negras cadenas que el puente suspenden con ronco sonido se sienten crujir, y bajan el puente, y algunos descienden armados guerreros, las puertas a abrir. Su nombre preguntan; responde el soldado: «Mi nombre, aunque ilustre, es fuerza ocultar. Saber es bastante que soy un cruzado que vuelve de tierras allende del mar». So un manto sencillo de cándido lino, do roja aparece la espléndida cruz, su rostro y sus armas cubrió el paladino, los ojos tan sólo quedando a la luz.

En otros versos, dice nuestro prócer escritor:

Mas ni hay Benavente

Ni hay más España:

Su cetro potente

Tórnose de caña

Tan extraña y vana

Cual son los Borbones:

Su timbre un Santana,

Blasón sus traidores.

Del Duque de Rivas son estos versos, los cuales tenía en mente el patricio, cuando en el Castellano Leal, este dice:

"Hola, hidalgos y escuderosde mi alcurnia y mi blasón,mirad, como bien nacidos,de mi sangre y casa en pro."Esas puertas se defiendanque no ha de entrar ¡vive Dios!por ellas, quien no estuvieremás limpio que lo está el sol,"No profane mi palacioun fementido traidorque contra su rey combatey que a su patria vendió.Pues si él es de reyes primo,primo de reyes soy yo,y conde de Benaventesi él es duque de Borbón."Llevándole de ventaja,que nunca jamás manchóla traición mi noble sangre,y haber nacido español."

Como se puede haber notado en estas breves notas, Duarte no era un versificador de estilo rebuscado, ni de estrofas fuertes, metáforas vivas o epítetos alegres. Duarte escribía por escribir, por desahogar sus sentimientos, esto es de ser ciertos que esos versos son un engendro suyo, pues de 6 poemas que escribió o se les atribuyen, cuatro de ellos no tienen títulos, y solo dos, fueron debidamente pasado por el esmeril.

A continuación vamos a presentar lo que ha escrito en tres ocasiones sobre Duarte, unas las plumas más autorizadas de nuestro país, en lo que a critica literaria se refiere; he de decir, que Joaquín Balaguer fue benévolo cada vez que enjuicio la obra de Duarte como escrito.

En los Próceres Escritores dice:

"El talento literario no entró entre los dones que otorgó el cielo a la familia del Padre de la Patria. Las cartas que se conservan del Juan Pablo Duarte, y los versos que Emiliano Tejera atribuye al fundador de la republica, revelan nobleza de ánimo y de sangre, pero no vocación para las letras".

Esta otra cita, tomada de Historia de la Literatura Dominicana encontramos:

"Los verso que escribió carecen de artificio y recuerdan, por la simpleza y sencillez, muchos de los mejores verso de Martí, quien también vivió una vida de angustia por la patria y quien también cantó con su lira apoyada sobre las rodillas de los ángeles."

Por ultimo, en El Cristo de la Libertad podemos leer:

"Pero Duarte no fue un hombre de genio creador, sino de inteligencia poderosamente receptiva. Nunca acertó a traducir las crisis de su alma sino en poemas mediocres y en documentos de gran altura moral pero de forma desmedrada".

Para hacer la conclusión de este trabajo, he guardado estos versos ramplones, que por la forma podrían ser de Duarte, pero que lo escribí yo. Cualquier parecido con otros similares me excusan:

Duarte no era poeta,

Tampoco un versificador;

Si la primera mucho cuesta,

Para la primera hay que ser mejor.

Duarte era caminante

Del eterno camino,

Y anduvo vigilante

Pensando en su destino.

 

 

Autor:

Humberto R. Méndez B