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El reflujo gastroesofágico y los peligros de comer durante horas de la noche

Enviado por Felix Larocca


  1. Las causas
  2. No consumir comida después del ocaso
  3. El caso del Comandante Alvis
  4. En resumen
  5. Bibliografía

Nuestros hábitos en materias de comer y de reproducción son regulados por "relojes internos" que obedecen al fenómeno de los biorritmos, que a su vez son controlados por las influencias de los astros que nos circundan: Especialmente, por el sol y la luna.

En nuestra especie contamos con la presencia del ciclo catamenial, como asimismo disfrutamos de los efectos de la menopausia femenina, ambos, putativamente reglamentados por impulsos biológicos y bajo influencia del movimiento de los astros. FEFL en: La oscuridad que engorda: El lado apagado de la luz artificial

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos88/oscuridad-que-engorda/oscuridad-que-engorda#ixzz3Hd1x7yWZ

Reflujo gastroesofágico: Nueva epidemia asociada a nuestros hábitos adquiridos, nocturnos y contraproducentes.

El reflujo gastroesofágico es una condición que afecta a más de un cuarenta por ciento de la población de los Estados Unidos e igualmente en otros países con estilos de vidas similares. Aún en nuestro medio se reconoce, aunque no existen datos acerca de su incidencia.

Por el número de casos que llaman nuestros programas de salud radiotelevisados, y por el creciente número de personas que se quejan de sus síntomas, no deber de ser condición extraordinaria en nuestro medio.

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Los síntomas son característicos, aunque pueden ser confundidos con otras condiciones.

Síntomas:

  • Acidez o ardor del estómago persistentes y refractarias al tratamiento

  • Indigestión crónica

  • Síntomas de reflujo en la garganta como es el goteo postnasal

  • Ronquera, consecuencia del reflujo

  • Carraspeo constante de la garganta con tosecilla discreta (común en casos del síndrome de Tourette — véanse mis ponencias al respecto)

  • Tos persistente y

  • Episodios de asma bronquial

Se estima que la venta de fármacos para tratarlo, combinadas, exceden los 15 mil millones de dólares al año, sólo en los Estados Unidos de América.

Por razones, aun no establecidas, el número de personas que sufren de reflujo gastrointestinal ha aumentado enormemente en las últimas décadas y, con ello, la incidencia del cáncer del esófago (consecuencia del reflujo) ha aumentado un 500% desde los años 70s del siglo pasado.

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Quiéreme mucho, dulce amor mío…

Para empeorar la situación las medicaciones tradicionales y comúnmente indicadas no han sido capaces de controlar esta condición.

Estudios recientes indican que las medicinas más populares, como son los inhibidores de la bomba de protones, no producen efectos durables y, que su uso sostenido puede resultar en el desarrollo paradójico del cáncer del esófago.

Las causas

¿Cuáles son las razones responsables por estos alarmantes eventos? La respuesta principal reside en nuestra pésima dieta, con su alto contenido de azúcares, refrescos, y comidas grasas y procesadas. Pero, además existe, un elemento poco considerado: nuestras colaciones nocturnas.

Con lo susodicho, nace una nueva disciplina, la del tratamiento del reflujo de las vías respiratorias, que — además de afectar el tracto gastrointestinal — afecta la garganta, los senos para-nasales y los pulmones.

La última variedad del reflujo — la de las vías respiratorias — muy a menudo silenciosa y, ocurriendo sin la presencia de los síntomas digestivos, como son la indigestión y el ardor estomacal, resulta en una condición especial.

Muchos de los pacientes que hemos tratado en muchos años de experiencia, permanecen recuperados porque nosotros enfatizamos cambios en sus dietas, en sus estilos de vida, y, de manera efectiva, reducimos sus niveles de estrés.

Nuestro propósito en esta lección es alertar a nuestros seguidores de su existencia y asistirlos en su búsqueda de alivio y cura.

Prosiguiendo

En nuestras publicaciones acerca del comer, hemos notado que existe una tendencia marcada en nuestras poblaciones, de hábitos nocturnos adquiridos, a cenar más y más tarde dentro de las horas de la noche.

La cena, o colación nocturna, se pospone a horas más tardes debido a que las horas de trabajo son más prolongadas y por las dilaciones añadidas por otras actividades como son ir de compras, tomar tragos con amigos y visitas al gimnasio antes de llegar al hogar, involucran.

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Muy mala idea…

Un ejemplo de lo antedicho es el caso de Lucca quien, acompañado de Rosario, su esposa son referidos porque ambos (en sus treinta años de edad) sufren de goteo pos-nasal, acidez estomacal, ronquera y reflujo esofageal. Su médico creyó que ambos estaban muy estresados por asuntos de negocios.

Ambos reportaban que después de cerrar, el exitoso restaurante que operan, vuelven a la casa, a la una de la mañana. Comen, pasta en abundancia, toman una copa de vino y se van a la cama donde, en lugar de dormir, ven programas noticieros o alguna que otra película.

En este caso, no se necesitaba tratamiento para ellos. Les aconsejé no comer nada después de la puesta del sol, y no comer más después del trabajo. En solamente dos semanas, de seguir las recomendaciones el problema estaba resuelto.

No consumir comida después del ocaso

La puesta del sol, señalaba a nuestra especie — de hábitos diurnos — que había llegado la hora del día cuando debía procurar el descanso restaurador de la noche.

Muchos arguyen que los europeos sufren de menos casos del reflujo, a pesar de que son proclives a las cenas muy tardes y a una vida nocturna muy activa bajo luz artificial.

En respuesta a este falso argumento, podemos afirmar que los europeos son escuetos en las porciones que consumen de noche, en comparación a las norteamericanas, y a las nuestras, que no estamos muy lejos a las del americano. Aunque, de todos modos, no tenemos estadísticas para ratificar esta aserción tan improbable.

Para mis pacientes, comer tarde se acompaña por comer de más, a pesar de haber ingerido porciones generosas durante el día, en el desayuno y almuerzo.

Para muchos la cena representa la comida principal de la jornada, seguida por una sesión de descaso postprandial frente al televisor, ignorando que después de comer es importante permanecer en la posición vertical porque la gravedad ayuda en mantener el contenido del estómago en su lugar.

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El reflujo es el resultado del desborde del ácido estomacal, y, yaciendo con un estómago lleno hace que este ácido se escape más fácilmente vía las porciones superiores del tracto gastrointestinal.

Y, si a lo antedicho, se añade un postre u otro piscolabis, el reflujo será consecuencia probable.

La razón siendo que en una persona saludable toman unas cuantas horas para completar el vaciado del estómago después de una ingesta moderada. Aunque para personas de edad avanzada o quienes sufren del reflujo el vaciado toma más tiempo. Lo que significa que la colación antes de acostarse a dormir es contraproducente.

Además de que las calorías ingeridas en la forma de postres vienen usualmente colmadas en carbohidratos simples y grasas.

Las grasas, por su parte, a menudo desencadenan el reflujo dilatando la digestión y relajando la acción de la válvula del estómago que normalmente previene esta complicación.

Otras sustancias que, frecuentemente acompañan el consumo nocturno de comidas son mentas, chocolates, refrescos y alcohol.

Muchos de mis pacientes que han renunciado las colaciones nocturnas reportan que sus alergias, sinusitis, apnea del sueño y síntomas de diabetes mejoran. Y, no olviden que, aunque, a pesar de que estas condiciones no parecen estar relacionadas, el goteo post nasal y una tos persistente y molestosa son síntomas típicos del reflujo que pueden confundirse con otras condiciones.

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Algunos pacientes que acuden a la consulta quejándose del reflujo tienen hábitos saludables de comer. Para ellos, cenando muy tarde es muy a menudo la única causa de sus miserias.

Sin embargo, para una gran mayoría, hacer los cambios necesarios para sanarse, es un reto imposible.

El caso del Comandante Alvis

Fue referido a nuestra clínica por razones de índoles psiquiátricas. Se quejaba de insomnio persistente y acarreaba un sobrepeso intratable. Varias medicinas antidepresivas lo tornaban impotente, le causaban vértigo y lo hacían ganar más de peso.

Había tratado la hipnosis y la acupuntura sin resultados aparentes.

Sus hábitos alimentarios eran desastrosos. Comía cuando se le antojaba, lo que fuera muy frecuentemente. Acompañaba su cena, que consumía a las 10 de la noche frente al televisor, con una botella de Merlot, que su delgada esposa, no compartía y, luego, antes de ir a la cama, consumía una porción generosa de bizcocho cubierto de helado.

Necesitaba el uso de un ventilador (C-Pap) para asistir su respiración porque padecía problemas con la apnea del sueño.

Ocasionalmente sufría ataques de asma que resultaron en que fuera removido del servicio de submarinos por razones de salud y asignado a una labor oficinal.

Su carrera naval estaba a riesgo, como asimismo lo estuviera su salud.

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CPAP

Durante su tratamiento confesó que no podía dejar de comer por las noches, que era algo que estaba arraigado en él, optando por una descarga médica del servicio naval, en lugar de hacer los ajustes necesarios que eran requeridos para recuperar su salud.

Nunca nos volvimos a ver después de su descarga médica.

Casualmente nos enteramos que, operaba una pizzería llamada The night owl.

En resumen

No es solo la obesidad de lo que hablamos en esta lección, sino de otra epidemia "silenciosa" que hace su presencia discreta, resultado del abandono con que hemos adoptado un sistema de vida que no fuera el que para nuestra especie la Naturaleza planeara.

Comer durante las horas nocturnas es el equivalente a una lechuza cazar durante las horas diurnas. No le es posible, y si lo hace su organismo tiene que compensar por ello.

Para eliminarlo, me dicen los expertos consultados: No coman después de la caída del sol.

Fin de la lección.

Bibliografía

  • Larocca, FEF: La oscuridad que engorda: El lado apagado de la luz artificial en monografías.com, academia.edu y researchgate.net

  • Larocca, FEF: La Oscuridad como Factor Determinante e Inadvertido de la Obesidad Epidémica en monografías.com

  • Larocca, FEF: La Entropía, la Obesidad y los Sistemas Estocásticos en monografías.com

  • Larocca, FEF: Los Efectos Mentales y Físicos de los Apagones en monografías.com

  • Larocca, FEF: Síndrome del Hartazgo Nocturno: La Epigénesis y la Psicoterapia en Acción en monografías.com

  • Larocca, FEF: La Autoconciencia, la Glándula Pineal: El Encuentro de las Aguas y la Última Frontera de las Neurociencias en monografías.com

  • Larocca, FEF: El Acto y la Acción de Comer: Un Drama en Tres Actos en monografías.com

  • Larocca, FEF: Las Ballenas y los Seres Humanos: Modelos para la Gordura en monografías.com

  • Larocca, FEF: El Determinismo Cósmico en monografías.com

Referencias adicionales:

  • C. Vollmers et al. Time of feeding and the intrinsic circadian clock drive rhythms in hepatic gene expression. Proceedings of the National Academy of Sciences. Vol. 106, December 15, 2009, p. 21453. doi/10.1073/pnas.0909591106. [Go to]

  • D.M. Arble, et al. Circadian timing of food intake contributes to weight gain. Obesity. Vol. 17, September 3, 2009, p. 2100. doi:10.1038/oby.2009.264, [Go to]

  • S. Eng, D.A. Wagstaff, and S. Kranz. Eating late in the evening is associated with childhood obesity in some age groups but not in all children: The relationship between time of consumption and body weight status in U.S. children. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity. Vol. 6, May 21, 2009. doi: 10.1186/1479-5868-6-27. [Go to]

  • M.E. Gluck, et al. Nighttime eating: Commonly observed and related to weight gain in an inpatient food intake study. American Journal of Clinical Nutrition. Vol. 88, October 2008, p. 900. [Go to]

  • J. Raloff. Night lights may foster cancer. Science News. Vol. 172, January 19, 2008, p. 45. [Go to]

  • C. Brownlee. Scientists find midnight-snack center in brain. Science News. Vol. 170, August 12, 2006, p. 109.[Go to]

  • J. Raloff. Does light have a dark side? Science News. Vol. 154, October 17, 1998, p. 248. [Go to]

Además, extensivos enlaces (links), bibliografía adicional y referencias de contribuciones a este tema y otros temas mencionados por este mismo autor, pueden obtenerse en los siguientes portales:

  • Academia.Edu

  • ResearchGate.net y

  • Monografías.com

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Autor:

Dr. Félix E. F. Larocca