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La espiritualidad mariana en la formación


Partes: 1, 2, 3

  1. Introducción
  2. María, formada y querida por la Santísima Trinidad
  3. Virgen María modelo de fe
  4. Anexos
  5. Conclusión
  6. Bibliografías

INTRODUCCIÓN

Partiendo de una visión antropológico teológica, donde se da el corazón de la dignidad del hombre y de la mujer, creemos profundamente que estamos hechas a "imagen y semejanza de Dios", esto es, que tenemos una vocación que consiste en revelar el rostro de Jesús en nuestra humanidad, hasta llegar a la plenitud del Cristo Resucitado, tanto a nivel personal como social. Es necesario tomar en consideración esta llamada profunda a dejarnos transformar por el Espíritu, para vivir como Jesús y colaborar en el plano salvífico de Dios.

En el campo de la Formación, el documento: Directivas sobre la formación en los Institutos Religiosos (1990) nos ilumina sobre la importancia de considerar la sexualidad en la Formación (39-41). Se nota en estos números una llamada a "precisar la identidad personal propia de la mujer en su relación de diversidad y complementariedad recíproca con el hombre; y esto nos sólo en lo que hace referencia a los roles a desarrollar y a las funciones que hay que asegurar, sino también y más profundamente a lo que se refiere a la estructura de la persona y a su significado (41)". Debemos contribuir a una lectura antropológico-teológica y psicosocial que pueda ofrecer una formación diferenciada. En la pretensión de ofrecer una formación para todos, hombres y mujeres, ha prevalecido una visión masculina de la formación incluso para la vida religiosa femenina. Esto no significa que no existan muchos puntos en común: sin embargo, en la formación se debe tomar en consideración la identidad personal propia de la mujer…Creo firmemente que teniendo una formación más seria, sistemática, con un cuadro teórico práctico de referencia, con mediaciones pedagógicas, y pretendiendo vivir los valores del Evangelio, se pueda llevar a tantas mujeres a tener un liderazgo en la Iglesia. La justicia pide una participación con igualdad de condiciones entre hermanas y hermanos. Un diálogo más abierto y constructivo ayudará a humanizar desde dentro la estructura clerical de la Iglesia institución y en la acción apostólica, el mundo de hoy, revelando un rostro nuevo de Dios, que es Padre y Madre. Por tanto si logramos formar mujeres preparadas a todos los niveles que, libres de sí mismas, quieran vivir los valores evangélicos, dando la vida amorosamente, seguramente el rostro de nuestra amada Iglesia y de la sociedad tendrá al menos la aportación de una pequeña parte de aquella mitad de humanidad que puede y debe participar más activamente en la construcción de un mundo más justo y humano y por lo tanto más divino.

Debo expresar que mi pretensión es muy provocativa. La espiritualidad de María en el modelo formativo franciscano. De lo que he investigado, existe una devoción mariana en el franciscanismo, pero muy poco en los documentos y en la vida consagrada.

Naturaleza del modelo formativo[1]

El modelo formativo…es un conjunto teórico-práctico que:

-se inspira en un ideal antropológico y vocacional, en un modo de entender al hombre y la vocación, María y Francisco.

-aspira a un objetivo final y a objetivos intermedios estrechamente correspondientes a ese ideal,

-adopta particulares estrategias pedagógicas, con instrumentos apropiados, en función de los objetivos por alcanzar,

-Señala los signos personales y de comportamientos que permiten valorar la consecusión del objetivo.

Esta monografía tiene la humilde misión de proponer un modelo de formación a la luz de la espiritualidad mariana en el franciscanismo "comparto la intuición de la necesidad de que un único proyecto tiene que guiar la formación inicial y la permanente, y que la formación permanente es posible sólo con un determinado planteamiento de la formación inicial"[2].

El presente trabajo consta de dos capítulos y una visión de la mujer que no pretende ser exhaustiva. Si tomar algunas situaciones tanto en el mundo bíblico, histórico y eclesial, que se han dado y pongo a consideración como hechos iluminadoras.

El mundo necesita de modelos humanos para descubrir e integrar la vida creyente en Cristo Jesús. Alguien que esté en sintonía con Dios, pero que al mismo tiempo es uno de nosotros. Que mejor citar a María, la humilde mujer, un personaje excepcional.

Sin embargo, El primer sabio griego que polemizó largamente con los cristianos (el filósofo Celso) ya tomaba como uno de sus argumentos el que los creyentes en Jesús honraban a una María que era "mujer sin porvenir ni nacimiento regio, y a quien nadie conocía, ni siquiera sus vecinos". Vaya propuesta la mía intentar mostrar la importancia, decisiva y primaria, de María para la fe cristiana y para la vida consagrada.

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