¿Cómo nacen los conflictos entre personas?
- Por la subjetividad de la percepción. Las personas captamos las situaciones de una forma muy diferente. Por mucho que pretendamos ser objetivos, la distorsión es difícilmente evitable.
- Por una información incompleta. Hay juicios y opiniones que se emiten conociendo sólo una parte de los hechos.
- Por fallos en la comunicación interpersonal. Porque el emisor no formula sus condiciones, porque el código (palabras, gestos…) no es el adecuado o porque el receptor no sabe, no puede, o no quiere descifrar el mensaje. Y, además, casi siempre las palabras son insuficientes para transmitir los pensamientos.
- Por diferencias de caracteres.
- Por la pretensión de las personas de igualar a los demás con uno mismo. Esa dificultad que se suele tener de aceptar a las personas como son, sin juzgarlas. Dificultad simplemente, que tenemos, para "dejarlos ser" como son.
Actitudes que nos crean conflictos:
- Ordenar, dirigir, mandar, imponer, lo que es de índole irrazonable. Lo cual produce en las otras personas miedo, resistencia, rebeldía o actitudes defensivas. A menudo los individuos se sienten rechazados si sus necesidades personales han sido ignoradas y se sienten humillados si tales conductas se exponen ante de los demás.
- Amonestar, amenazar. Pueden lograr que el otro obedezca pero será sólo por temor y con rabia.
- Moralizar, sermonear, crear obligación. Su intención es que el otro se sienta culpable, obligado y atado. Las personas sienten la presión de tales mensajes y frecuentemente se resisten y se desentienden.
- Aconsejar, dar soluciones. No es verdad que la gente siempre quiere un consejo — especialmente, cuando es lo que más necesitan. El consejo, la advertencia, implican "superioridad", para seres con baja autoestima, y pueden provocar que el otro se sienta inadecuado o inferior.
- Persuadir con lógica impuesta, argüir, sentar cátedra: "es lo que todos hacemos". Este tipo de persuasión arrogante, frecuentemente hace que el otro defienda su propia posición con mayor tenacidad. El hecho de tener la lógica de nuestro lado no trae siempre consigo una mayor obediencia o un asentimiento de los demás.
- Juzgar, criticar, censurar. Más que ningún otro mensaje, éste hace que la persona se sienta incómoda, incompetente o tonta — especialmente si lo que defienden es lo indefensible.
- Ridiculizar, avergonzar. Tales mensajes tienen un efecto devastador porque destruyen la imagen que el otro tiene de sí mismo.
- Interpretar, analizar, diagnosticar. Decirle al otro qué es lo que realmente está sintiendo, cuáles son sus verdaderos motivos o por qué está actuando de tal manera, puede ser muy amenazante. Hacer el papel de psicoanalista con los demás es peligroso y frustrante para ellos. Las interpretaciones frenan la comunicación porque desaniman al otro a expresar más de sí mismo.
- Preguntar, interrogar, sondear. La respuesta de las personas al sondeo o interrogatorio es a menudo sentirse en el banquillo de los acusados. Muchas personas sienten que el interrogador es un entrometido. Las preguntas restringen de forma drástica la cantidad de información que podrían dar los demás si solamente se les animara a que hablaran de forma espontánea.
- Distraer, desviar, hacer bromas. En general somos muy serios cuando hablamos de algo personal. Cuando nos responden bromeando esto puede hacernos sentir heridos o rechazados. Y la consecuencia es el silencio y el bloqueo.
¿Qué repercusiones tiene el conflicto?
El conflicto puede generar tanto consecuencias negativas como positivas.
- Cuando el conflicto se enquista y es duradero se almacena presión que puede ser fuente de rencor.
- En la medida que origina frustración produce hostilidad y resentimientos contra el otro.
- Puede llegar ser la causa de aumento de la ansiedad y de múltiples síntomas psicosomáticos, como dolores de cabeza, insomnio, estreñimiento, dismenorrea, sudores profusos, erupciones cutáneas, hambre en exceso y otros.
- El conflicto estimula recursos individuales por eso es, que a veces, aumenta la capacidad de los individuos para afrontar situaciones.
- Ayuda a que se consolide el realismo en las personas en la medida que a lo largo de la vida se va percibiendo que la realidad es terca y los choques van colocando a cada cual en su lugar, de tal manera que se terminan estableciendo los propios límites y el respeto a los derechos ajenos.
- Cuando los conflictos son de un grupo contra otro, los grupos se cohesionan internamente.
Jan Vermeer (1664) Mujer con una pesa
¿Cómo se manejan los conflictos?
Formas inadecuadas
- Provocar soluciones extremas como es relegarlo al olvido sin resolverlo — olvidando que enterrar un sentimiento intenso es como enterrar a un vivo.
- Convertir los conflictos sobre cosas triviales en conflictos personales.
- Utilizar mecanismos de defensa como la negación del conflicto, la excesiva racionalización o desplazarlo a otras personas.
- Adoptar actitudes dogmáticas y rígidas que anulan toda posibilidad de diálogo.
- Utilizar la táctica de negociar al "todo o nada", en lugar de buscar puntos intermedios.
- Etiquetar al otro de tal manera que se considera insostenible la posibilidad de que cambie.
- Utilizar el monólogo disfrazado de diálogo. La persona se escucha a sí misma en lugar de a los otros.
- Pretender resolver los conflictos sin haberlos identificado previamente.
- Confundir malentendido con polémica. Discutir es razonar para aclarar y polemizar es luchar para ver quién gana.
- Dramatizar las situaciones conflictivas exagerando situaciones y ver catástrofes donde no las hay. Lo cual induce a caer en manos de las emociones y a que se produzcan reacciones viscerales.
Cuando se utiliza el método "yo gano-tú pierdes" las personas terminan encerrándose en sus posiciones tercas, no quieren comprometer porque se ven deslegitimados en sus propios argumentos y aspiraciones. Además surgen los resentimientos cuando los que pierden se sienten doblegados y perciben que sus peticiones no han sido escuchadas. La derrota llama a la revancha porque el que pierde no se resigna al silencio. Los ganadores logran salirse con la suya pero no logran comprometer a los perdedores con los objetivos que querían acometer. Han vencido pero no han convencido.
Formas adecuadas de manejar los conflictos:
Actitudes
- Aceptar que el conflicto es parte de la condición humana, que es un estímulo para el desarrollo, que favorece el progreso y los cambios y que hay que aprender a convivir con el mismo.
- Afrontar los conflictos en lugar de evitarlos.
- No atribuir los conflictos a la mala voluntad de la gente. Aceptar las diferencias personales y no convertir los conflictos de situaciones en conflictos personales.
- Aprender a dialogar, cultivando la empatía, escuchando y entendiendo al otro.
- Distinguir entre discusión y disputa. Aceptar que quien dialoga asume el riesgo de ser persuadido y de tener que cambiar sus ideas o actitudes.
- Fomentar la actitud mental de que un conflicto se resuelve mejor con el "ganar-ganar" que con el "ganar-perder".
- Encauzar la agresividad evitando los dos extremos: reprimir o explotar. Dar oportunidades a que se produzcan desahogos, expresando los sentimientos propios.
Técnicas
- Analizar los problemas.
- Reconocer el problema tras formularse una serie de preguntas.
- Buscar todas las alternativas de acción con verdadero deseo de mejorar las cosas.
- Sustituir las expresiones "TÚ" ("Tú no me haces caso", "Tú te crees el amo", "Tú siempre quieres tener razón") por las expresiones "YO" ("Yo me siento marginada", "Yo me siento triste con estas situaciones", "Yo, tendré que encontrar mi propio camino").
- En casos especiales recurrir a la mediación de personas por las partes en conflicto.
- Utilizar técnicas de relajación para conducir las discusiones con serenidad.
El caso de Robertico
Robertico, para todos, Robby, fue una situación muy especial. Nació con problemas severos, habiendo pesado dos libras cuando entrara este mundo.
Ambos padres eran mayores de edad, y dedicados a sus carreras respectivas de investigadores de NASA.
Del papá, se dice, que hubiese ganado un premio Nobel, de no haber sido por detalles sórdidos que existieran en su pasado, y que resultaron en su admisión de pedofilia, cuando era un científico muy joven.
Robby vivió una vida en la que su excelencia de estudiante no se esperaba, ya que se creía retardado.
De niño mojó su cama y no dejó de ensuciarse en sus calzoncillos hasta los doce años, cuando el equipo de lucha libre rehusó su admisión, basados en sus emanaciones fétidas intolerables.
Pero, Robby creció para ganar argumentos.
En todo siempre tendría la última palabra.
La razón nunca le faltaba.
Cuando sus faltas eran obvias, usaba la técnica del ataque para poner a los demás en la defensiva.
Nunca admitiría un error, porque eso era para los demás — él nunca estuvo equivocado.
Se jactaba de "lograrlo todo" — aunque su estimado de los logros que alcanzara, fueran siempre exagerados.
Conocimos a Robby, porque su novia había decidido terminar una relación en la que ella siempre resultaba humillada — aunque ella tuviera la razón.
Pero, los conflictos continuaban, porque, luego de prometer evitarlos, Robby los repetía sin pensarlo dos veces y siempre listo a defenderse.
Robby y el psicoanálisis
Freud, describió este tipo de problema en el desarrollo de la estructura del carácter. Lo llamó:
El carácter anal
En sus referencias pan sexuales y anatómicas, Freud coloca el comienzo de esta patología en el período del desarrollo que sigue al Oral.
La orientación del niño se centra alrededor de la vejiga urinaria y del recto. Se encuentra entre los 18 y los 36 meses de la vida.
En esta etapa, los niños aprenden a controlar la función de la defecación para molestar y para controlar a sus padres.
Este control, amén de hacer que otros pierdan la razón debido a la obstinación retentiva del niño, asimismo se torna, para él, en placer erótico de índole anal.
El control de sus heces y de las funciones asociadas se transforman en naturaleza secundaria, dando lugar al comienzo de pataletas para añadir efecto a sus demandas.
NUNCA pudiendo estar equivocados se tornan argumentativos y agresivos a la menor provocación.
Se jactan de "dosificar" lo que a los demás proporcionan, aunque lo que retienen les reste ventajas claras.
Se vuelven muy organizados y rígidos de adultos, ya que lo exacto les reduce las ansiedades y les da motivo para quejarse exitosamente de los defectos ajenos.
La novia de Robby lo dejó, porque comprendería que sus métodos de comportamientos lo definieran y porque no deseaba pasar la vida mimando a un niño cuyo lugar residiera en una bacinilla, la que nunca ni usaría ni abandonaría.
En resumen
Con el método: "Todos ganan" ambas partes participan en la propuesta de alternativas. La persona no se satisface a cuenta de que la otra quede insatisfecha. Ambos se esfuerzan por encontrar soluciones que satisfagan a los dos. Los conflictos bien gestionados ayudan a crecer, a estimular las habilidades de negociación y terminan fortaleciendo la relación interpersonal.
La vida es como un juego de ajedrez, en el cual aun quien pierde es ganador.
"Con el tiempo odiamos, lo que a menudo tememos" William Shakespeare (1564-1616)
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Dr. Félix E. F. Larocca
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