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Intibuca, apuntes de nuestra prehistoria (página 2)


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Hay dos explicaciones posibles para los ambientes pliocenos tal como están representados en la formación de Gracias. La primera es que algunos árboles de madera dura crecieron alejados de su localización actual y fueron trasladados por sedimentación, atrapados así en dos ambientes distintos: bosque tropical lluvioso y sabanas húmedas de palma y pasto. La segunda y más favorable probabilidad es el anteriormente mencionado bosque quebrado marginado, una zona de transici6n entre la sabana húmeda y bosques tropicales lluviosos. En general, se puede decir con seguridad que el ambiente actual rio se diferencia mucho de los bosques tropicales de maderas duras o del bosque quebrado. También las condiciones eran bastante distintas de aquellas en las grandes llanuras al norte por el mismo tiempo (Mc Grew 1941).

La fauna vertebrada posee animales de llanuras (ej: caballos) y fauna de bosque (eje pequeño cérvido indeterminado). Los mastodontes y rinocerontes fueron menos específicos en hábitat y probablemente ocuparon tanto las llanuras húmedas como los bosques marginales.

Comparando la fauna de Gracias con otras del continente americano se puede llegar a conclusiones interesantes respecto a cambios geográficos mayores entre las masas continentales del norte y sur. La fauna de Gracias es de origen norteamericano. Este factor muestra que el portal marino de Tehuantepec se cerró antes del Plioceno Medio. El hecho que no hay representación sudamericana en la formación de Gracias sugiere que el istmo de Panamá no pudo haber estado desarrollado completamente para finales del plioceno, dejando así una grieta o canal entre Norte y Sudamérica.

Tomando en cuenta la fauna hondureña del plioceno, se nota un cambio interesante. La observación más obvia es que tanto la fauna sudamericana como la norteamericana están representadas en el pleistoceno. A finales del pleistoceno, la representación de fauna sudamericana no es sólo notable sino casi igual a la de la fauna norteamericana (Cuadro 3). Estos datos demuestran la culminación del istmo de Panamá y la excelente capacidad migratoria de ciertas especies sudamericanas (Webb 1976).

CUADRO No. 3

LISTA DE ALGUNOS MAMIFEROS DE L NORTE Y SURAMERIGANOS

Con base en Fauna y Flora del Plioceno de la formación de Gracias se especula que los sitios fósiles representan probablemente hábitats de selva lluviosa tropical, selva marginal y llanura húmeda. La Fauna Más representativa es la de Selva Marginal y llanura. Se demuestran cambios geográficos durante el Plioceno y el Pleistoceno Americano por medio de evidencia migratoria de fauna a Honduras.

1. El nombre de la aldea Tapasuna se ha cambiado dos veces desde la publicación (Mc Grew 1941). El nombre actual es Tepusuna (instituto Geográfico Nacional, Mapa de Lepaera, Hoja 2460 11, Serie E 752).

2. Se han hecho cambios en la sistemática para estas proboscides. Se sugiere que las dos especies pueden ser una sola (Webb y Tessman 1968).

3. La microfauna encontrada en Copán incluye una variedad de reptiles, ratas, conejos, etc. (comunicación personal William D. Turnball),

4. Para mayor simplicidad se excluyen de este artículo los análisis cronológicos Polinológicos y otros análisis de campo y laboratorio.

5. Cuando no hay Butvar, se pude utilizar pegamento de la marca Duco en una solución de acetona como consolidante o como pegamento.

6. El término "Caballo Salvaje verdadero indica que estos animales nunca fueron domesticados o cambiados a través de la hibridación.

Los caballos salvajes de los Estados Unidos no se incluyen porque éstos o sus ancestros fueron en algún momento domesticados y más tarde escaparon o fueron liberados.

7 EL PLIOHIPPUS HONDURENSIS. Se menciona aquí como un caballo de tres dedos. El Pliohippus es pariente directo del Equus. Retiene las tres metapodiales libres, aunque le faltan las falanges que forman las pezuñas.

Quizá el nombre más apropiado para dichos animales sea "Caballo de tres Metapodiales "Esta característica los distingue del Equus y de los otros caballos de tres dedos (Tridáctilos).

Por James J. Sheehy

Fig. 1 Ubicación de San Juan De Intibucá.

INTRODUCCION

En un artículo publicado en el Handbook of Middle American Indíans, John Glass (1965) resumió la arqueología del suroccidente de Honduras con una referencia a la monografía de Doris Stone titulada The Archaelogy of Central And Southern Honduras que salió a luz en 1957. En este trabajo Stone utilizó datos históricos y las descripciones que ella hizo de los artefactos que estudio en museos y colecciones particulares para describir la historia y la arqueología del suroccidente de Honduras, incluyendo los Departamentos de Ocotepeque, Lempira, Intibucá y La Paz (Fig. l).

Utilizando el trabajo de Stone y los de otros arqueólogos y lingüistas corno Thompson (1970), Longyear (1947), Stromsvik (1952), Andrews (1970, 1972, 1977a, 1977b) y Chapman (1978) el suroccidente de Honduras se puede dividir en dos zonas.

La zona occidental incluye el Departamento de Ocotepeque, obviamente con evidencia arqueológica y lingüística de la presencia Maya. La zona oriental abarca los Departamentos de Lempira, Intibucá y La Paz. La arqueología de estos tres Departamentos es poco conocida y hasta la fecha no se han realizado excavaciones estratigráficas. Los estudios de los artefactos de museos y de colecciones privadas por Stone, sin embargo, nos muestran que esta zona queda fuera de ¡a corriente de influencia y de interacción con los Mayas.

Estudios previos en Ocotepeque han indicado que la ocupación precolombina se extendió desde el Período Clásico Tardío hasta el tiempo histórico. Durante esta época hubo algunas tradiciones culturales que se combinaron y reflejan la mezcla étnica característica de una frontera. Cronológicamente podernos estar seguros que los sitios de La Unión y Sensenti fueron ocupados durante el Período Clásico Tardío y que Rincón del Jicaque (Stromsvi!k y Longyear 1946; Chinchilla 1975) fue ocupado cerca de la conquista.

En la Unión, la arquitectura y la forma de la escultura en la cancha de pelota apuntan específicamente a una conexión con Copán (Stromsvik 1952). En Sensenti, Stone encontró la cerámica Babilonia policroma. Pero el sitio carece de la cerámica Copador que se encuentra en Chalchuapa, El Salvador y Copán. Lamentablemente, la cerámica de La Unión no ha sido estudiada n: tampoco publicada. Por eso no podemos decir si Copador está presente y si refleja la presencia de un grupo selecto de Copán, sugerido en verdad por la cancha de pelota

Las breves descripciones de los montículos y de la cerámica de Sensenti y otros sitios de la región presentan todavía mayor dificultad para decidir si había otros grupos ocupando las lornas en la región de Lempira, pero siempre en interacción entre sí y con la población de Ocotepeque y regiones al norte. El problema es en parte cronológico porque no se puede estar seguro que los dos grupos de montículos descritos por Stone en Sensenti sean contemporáneos.

En la zona oriental, la arqueología del Departamento de Lempira es muy desconocida. Sin embargo, se puede ver todavía algunos montículos en el camino a Gracias, Lempira. El Departamento de La Paz ha recibido también poca atención arqueológica, con excepción del recorrido que hizo Federico Lunardi y en el cual describió algunos sitios, pero no habló de la cerámica ni realizó excavaciones.

El Departamento de Intibucá, empero, es un poco mas conocido, El trabajo anterior en este Departamento y la cerámica discutida abajo nos permiten decir que Intibucá fue ocupado por los indígenas desde el Período Arcaico hasta el tiempo histórico.

Las muestras de la presencia humana más temprana las proporciona un recorrido de sitios que Bullen y Plowden (1963) realizaron cerca de La Esperanza Aquí' encontraron cinco sitios con cerámica y 10 sitios pre cerámicos. Los últimos se caracterizan por puntas grandes acanaladas y raspadores de obsidiana de tamaño mediano.

Los sitios cerámicos contienen materia lítico que incluye cuchillas prismáticas y navajas, las cuales muestran semejanza a las herramientas de obsidiana encontradas en sitios con cerámica policroma en el Valle de Comayagua, La cerámica que Bullen y Plowden descubrieron se compone de tiestos sin decoración y otros con pintura roja. El sitio In18 también contiene la cerámica conocida como Mayólica (Comayagua) Policromada, que pertenece al tiempo colonial.

En un arroyo al sur del pueblo de Intibucá, Stone (1957.113) encontró una cabeza de piedra que lleva pintura roja. Según Stone «bid: Fig. 81 A, a), esta cabeza se asemeja al estilo Playa de los Muertos, pero difiere por !a presencia de pintura y el hecho de que la cabeza probablemente jamás estuvo adherida a un cuerpo. La comparación de esta cabeza, no obstante, con figuras de Playa de los Muertos estudiadas por Ricardo Agurcia (1977 y comunicación personal) no muestra ninguna semejanza, más que el uso de pintura y e! uso de puntos para representar los ojos. También, la cabeza descrita por Stone está hecha de piedra, mientras que todas las figuras de Playa de Los Muertos están hechas de arcilla.

Stone noto también una figura de piedra en forma de un animal con una cabeza humana dentro de la boca del animal. Esta figura la vio Stone en la colección de Rafael Girard, en esa época un residente de Corquín, Departamento de Copán. Stone (lb; d) hizo una comparación de esta cabeza de piedra con ejemplos de Tencoa en Santa Bárbara y con una escultura de piedra con procedencia de Quelepa, El Salvador. Lamentablemente Stone no publico ni fotos ni dibujos de esta figura, imposibilitando así comparación con colecciones más recientes.

En resumen quiero mencionar dos puntos sobre los trabajos anteriores en Intibucá: 1) La Presencia de puntas arcaicas cerca de La Esperanza y 2) la cerámica con pintura roja asociada con Mayólica del período colonial. Nos quedamos entonces con una laguna cronológica entre el período arcaico y el colonial.

SAN JUAN DE INTIBUCA

En febrero de 1975 hice una visita de cinco días al pueblo de San Juan de Intibucá, situado en la carretera entre Gracias, Depto. de Lempira, e Intibucá, Depto. de Intibucá (Fig. l).

En esta visita recorrí dos regiones buscando evidencia de cerámica y sitios arqueológicos. El primer lugar donde encontré cerámica fue en un área pequeña arenosa, ubicada al pie de una pequeña cascada, a mano izquierda de la carretera que sale de San Juan para Erandique (Fig. 2). La segunda región fue más extensa y abarca una distancia de dos kilómetros por el Rio Chi quito hacia arriba hasta su origen. Dentro de esta región recogí cerámica de las orillas arenosas a ambos lados del río

Fig. 2 Mapa del valle de San Juan De Intibucá.

El material recogido de estas dos regiones representa una mezcla muy extraña! Encontramos desde dos dientes de caballo del plioceno, especie Pliohippus hondurensis, hasta envases de cerveza, Este informe, empero, trata solamente de la cerámica que parece pertenecer a los períodos Formativo y Clásico.

LA CERAMICA

La cerámica encontrada en este recorrido suma a poco más de 300 tiestos, 278 de los cuales fueron recogidos en el Río Chiquito.

Antes de describir la cerámica debo mencionar la condición deteriorada en que se encuentra la misma. Los tiestos estuvieron expuestos al agua del río por muchos siglos causando el deterioro actual. A causa del desabrigo, casi toda la cerámica con excepción de la colonial o la contemporánea, es muy suave y manifiesta un aspecto como de patina, Además, las orillas de los tiestos están redondas y en algunos casos fue difícil decidir si un tiesto era borde.

Otro resultado del deterioro a causa de la acción del río es la pérdida de casi toda la decoración pintada. Por eso tenernos que concentrar el estudio comparativo en la variación de diseños de penetración de superficie

PENETRACION DE SUPERFICIE

La técnica de filete impreso en el cuerpo de las vasijas es muy común en la cerámica de Intibucá. La más popular es la técnica de incisión e incluye incisión fina y gruesa, Se encuentra también decoración punteada, pero esta última está restringida a pequeñas áreas rectangulares. Otra técnica utilizada por ¡os intibucanos fue la de modelar tanto caras humanas como de animales. También se combinan las técnicas de incisión y de filete impreso.

MORFOLOGIA DE VASIJAS

Se pueden distinguir muchas formas en la colección: Cuencos con paredes convexas, verticales y angulares; vasijas sin cuello (tecomates), paredes hacia afuera, y de cuello Corto. Encontramos únicamente un tiesto que se parece a un plato o comal.

Los perfiles de bordes también son distintos e incluyen ejemplos de bordes rectos reforzados por fuera y por dentro, bordes volteados hacia afuera, un borde revertido acanalado y bordes volteados hacia adentro.

Las asas son importantes en la colección y suman el 28% de la cerámica. Los tipos incluyen asas verticales y horizontales, redondas, de correa, y asas que han sido grabadas en forma de espiral y algunas con indicaciones de modelaje.

El porcentaje alto de asas sugiere una función utilitaria para la mayoría de ¡a cerámica. Puesto que la cerámica fue encontrada cerca del río, podríamos proponer que las vasijas fueron utilizadas por los indígenas para recoger agua del río.

DESCRIPCION DE LA CERAMICA

La Figura 3ad muestra tiestos con filete impreso. En la Figura 3ab, el filete está en la parte alta del cuerpo del tiesto. En cambio, la Figura 3cd muestra tiestos donde el filete está en la parte baja del cuerpo del tiesto. En todos los casos el filete tiene una orientación horizontal. En ningún caso se encuentra filete en zig-zag, como se ven en Copán (Longyear 1952: F79. 33a, c, h, i, j) o en Choloma (Sheehy 1979: Fig., 5 K1), La posición horizontal del filete recuerda el grupo cerámico Jocote del complejo Kal en Chalchuapa, El Salvador, durante el Periodo Formativo Medio. Hay semejanza también con el complejo Cerámico Uapala en Quelepa, El Salvador oriental, con los tipos San Esteban sencillo, Filete impreso (Andrews 1 977a: Fig. 81, LM) y Placitas Rojo «bid: Fig. 82 i, km; Fig. 84 LM). Los últimos ejemplares son muy parecidos a los que llevan el filete en la parte alta del cuerpo.

La Figura 4ab muestra variaciones en el diseño del filete impreso. En estos tiestos las líneas grabadas están debajo del filete. Se puede ser una vez más, semejanzas con el complejo cerámico de El Salvador, En Quelepa, Andrews ibid, Fig. 81 g, w, s) describió San Esteban Sencillo con incisión y filete impreso, Este tiesto lleva incisión en forma sombreada o cruzada. También, se asemeja con Placitas Rojo, con la incisión y el filete punteado en los que la decoración grabada ocurre en una forma triangular (Ibid: 54, Fig. 84 jk)

En Copán, René Viel (comunicación personal) me ha sugerido que el tiesto de Intibucá se asemeja al tipo llamado Cementerio Inciso. Este tipo fecha del Período Clásico Medio hasta el Clásico Tardío (los complejos AcbiConer). Cementerio Inciso lleva filete impreso a la mitad del cuerpo. Este filete divide una parte alta grabada de una parte baja sin decoración. Es el reverso de la decoración en el tiesto de Intibucá.

En otras partes de Honduras, Baudez (Baudez y Becquelin 1973: Fig. 89, m, n, s) publicó cerámica que muestra una semejanza débil. Estos tiestos pertenecen a los tipos Candungo Inciso ibid: Fig. 89 mn) y Tiligua Inciso (Fig. 89 s). El último tiene una decoración cruzada a ambos lados de un filete. Según su cronología ibid: Fig. 67) estos dos tipos pertenecen a la fase Eden II es decir, Clásico Temprano.

Cerámica con incisión simple se ve en la Figura 4c. Este tiesto es semejante a San Esteban Simple Sencillo con incisión de Quelepa, El Salvador (Andrews 1977a: Fig. 81 c), en el que las líneas incisas salen de una línea principal. También, la comparación podría extenderse a otros sitios como Copán y Chalchuapa. Sin embargo, el tiesto publicado por Andrews ibid) es idéntico al tiesto de Intibucá.

La Figura 5a presenta una decoración incisa y ondulante. Parece semejante al tipo Masica Inciso (llamado en Copán Cruz Inciso). Masica Inciso fue descrito por Baudez (Baudez y Becquelín 1973: Fig. 115, aw) en Los Naranjos. Una de las características de Masica son los conjuntos de líneas paralelas que forman líneas ondulantes e incisas. Masica es común en Honduras noroccidental y central y se ha identificado en Los Naranjos ibid), Travesía, Santa Rita y Las Flores en el Valle de Sula (Strong, Kidder y Paul 1938: 42, 49; Sheehy 1978). En Copán Longyear (1952: 90, Fig31 f, g.k.) lo llamó "Coarse ware storage jars" (Vasijas de almacenamiento Grupo Tosco). René Viel (comunicación personal) las ha clasificado como Cruz Inciso. También, Doris Stone (1957: Fig, 43 c; Fig. 45 c) describió cerámica que ella denominó "SulaJicaque" de Lo de Vaca en el Valle de Comayagua y que parece pertenecer al Masica Inciso.

Puesto que Masica tiene una distribución muy amplia en Honduras no seria sorprendente encontrarla en Intibucá. Debo hacer notar, que hay cierta variación en la estructura de las líneas grabadas. La decoración más común contiene grupos o conjuntos de líneas paralelas grabadas muy finas (Véase Longyear 1952: Fig. 31 k), orientadas vertical u horizontalmente o son ondulantes. Otra variación presenta conjuntos de líneas grabadas que son más grandes y más profundas que las anteriores (véase Longyear 1952: Fig. 31 f, g). El tiesto de Intibucá muestra vínculos muy estrechos con los tiestos de líneas grabadas de tamaño grande y profundo.

Hay otro material comparativo con este tiesto de Intibucá. Este es de la región de Choluteca, Honduras meridional. Baudez (1966: 316, Fig. 7c) ilustró un tipo de cerámica denominado Namasigue Peigné de la fase Chismuyo, del Período Clásico Temprano. Namasigüe Peigne tiene conjuntos de líneas grabadas y ondulantes, pero son más exageradas. Sin embargo, el grueso y

profundidad de la incisión y el conjunto de líneas ondulantes parece muy semejante a las de Intibucá.

En la Figura 5c, se muestra una variación del motivo "double line break" (quiebre de doble línea), muy popular durante el Período Formativo en Mesoarnérica. Semejanzas con Intibucá se pueden ver e n la cerárnica de Playa d e los Muertos, ilustradas por Strong, Kidder y Paul (1938:Pl. 10h) y con material que pertenece al bicromo del Ulúa (Ibid: Pl. 9m). Otra semejanza a este tipo de perfil o borde se puede ver con "Copán Burnished Ware" (Grupo Pulido Copán: Longyear 1952: Fig. 42, a1) que en realidad es Izalco Usulután (R. Viel, comunicación personal). En otras partes de Honduras la cerámica Usulután lleva el nombre Muérdalo Anaranjado y se encuentra en Los Naranjos (Baudez y Becquelin 1973: Fig. 80 cd), Lo de Vaca (Baudez 1966: Fig. 5j) y en

Choloma (Sheehy 1979: Fig. 6a). Todos estos tienen el mismo contorno de borde revertido acanalado. También, se puede ver vínculos con este tipo de borde en el complejo Uapala en Quelepa (Andrews 1977a, Fig. 92rn, g, n) y en los complejos ChulCaynac en Chalchuapa (Sharer 1978,Fig, 18 a l0), En Chalchuapa se encuentran perfiles de borde parecidos a la cerámica de los grupos Jerónimo y Santa Tecla (Ibid: Fig, 93, 3; Fig. 15, cil15).

La Figura Sb muestra un tiesto que se asemeja a una decoración llamada "rock stamping" (Estampado Mecido). Esta decoración ocurre horizontalmente en bordes como en Yarumela III (Canby 1961 : 21 ) y en Los Naranjos (Baudez y Becquelin 1973: 221, Fig. 93 ar). Baudez (ibid) notó que la decoración es muy variable y está limitada por una acanaladura grande. Baudez (1966:Fig. 4h,i) ilustró otro ejemplo de "rocker stamping " de Choluteca, que es muy parecido al de Intibucá.

Las otras ilustraciones en !a Figura 5 incluyen un fragmento de una vertedera (Fig, 5d) un cuenco con orilla festoneada, asemejándose a un soporte hueco (Figura 5 e y g). Las semejanzas arriba indicadas sugieren vínculos con los Períodos Formativo Tardío y Clásico Temprano. Las vertederas son muy populares en el Valle de Sula en esta época y se han encontrado en Playa de los Muertos y en el Período Formativo Tardío de Choloma (Sheehy 1976: Fig. 5). También se encuentran en los complejos Uir y Chabij en Copán (Viel n.d.) y en Los Naranjos durante el Período Edén I (Baudez y Becquelin 1973). En Copán los "Burnished ware scalloped bowls" y

"red and brown scalloped bowls" descritos por Longyear (1952: Fig. 52 d; Fig.55 ab) se encuentran en el Período Clásico Temprano y Clásico Medio.

Resumen

Es obvio que los pocos tiestos que han sido discutidos arriba y la condición deteriorada en que se encuentran nos impiden llegar a conclusiones definitivas. Por esta razón, sólo quiero resumir algunas de las observaciones anotadas arriba y sugerir una colocación cronológica para la cerámica. Debe notarse que muchas de las semejanzas de los tiestos de Intibucá son con sitios en El Salvador, específicamente Quelepa en El Salvador oriental. La mayoría de las semejanzas pertenecen a la fase Uapala de Quelepa, que abarca un período de 400 a.C. a 150 d. C. También se puede ver semejanzas con sitios como Los Naranjos, Copán y sitios en el Valle de Sula que fechan al período Clásico Temprano Esto sugiere que por lo menos están representados en los tiestos de Intibucá algunos tiestos que fechan de los Períodos Formativo Tardío y Clásico Temprano. También, la semejanza a los tipos de Masica Inciso y Namasigüe Peigné sugiere vínculos con sitios del Clásico Temprano y Clásico Tardío.

He mencionado anteriormente dos cosas que indicaban que el Departamento de Intibucá había sido poblado en tiempo precolombino. Una es la punta acanalada de obsidiana que se parece a las del arcaico y la otra es la cerámica sin decoración y con pintura roja y que probablemente fecha cerca del período colonial. Entre los dos períodos existe una laguna cronológica en Intibucá que abarca los períodos Formativo y Clásico de Mesoamérica. En este trabajo he tratado de demostrar que hay indicios de que el Valle de San Juan estuvo poblado durante estos períodos. También, parece que la mayoría de los vínculos de Intibucá son con el sitio de Quelepa en El Salvador oriental. Esto no debe sorprender porque el Río San Juan está en la vertiente del Río Lempa y es probable que ciertas influencias de Quelepa pasaron a Intibucá por medio del sistema fluvial.

Finalmente, quiero subrayar un punto más. Los tiestos que he discutido son en realidad muy pocos para presentar conclusiones tentativas como hipótesis para confirmarse con excavaciones estratigráficas.

Fig. 3 Ceramica Filete impresa de San Juan De Intibuca.

Fig. 4 Ceramica Incisa de San Juan De Intibuca.

Fig. 5 Ceramica miscelanea de San Juan De Intibuca.

 

Enviado por:

Enrique Lozano Campos.

Partes: 1, 2
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